Aparecen restos de cientos de sacrificados y devorados por los aztecas durante la conquista de México
Cientos de esqueletos encontrados en un yacimiento prehispánico descubierto recientemente en México, demuestran que los aztecas capturaron, sacrificaron y comieron parcialmente a cientos de personas que viajaban con las fuerzas conquistadoras españolas en 1520. Los prisioneros estuvieron en jaulas durante meses mientras que los sacerdotes aztecas seleccionaban a unos cuantos diariamente para sacrificarlos sacándoles el corazón en honor a sus dioses.
Los cráneos y huesos encontrados en la zona de Tecuaque, cerca de Ciudad de México, revelan que sacerdotes aztecas arrancaron el corazón a unas 550 personas, que luego fueron desmembradas y hervidas. Aparentemente la caravana fue interceptada porque viajaba lentamente y estaba integrada también por hombres y mujeres mulatos, mestizos, mayas y caribeños, informa Catherine Bremer, de la agencia Reuters.
"Durante seis meses el sacrificio fue continuo. Mientras los prisioneros escuchaban como eran sacrificados sus compañeros, otros iban siendo seleccionados", narró el arqueólogo Enrique Martínez, jefe de la excavación en la ciudad de Calpulalpan. Hay algunos restos de soldados españoles, pero son pocos; la mayoría pertenecen a la población civil que les acompañaba.
Algunas veces los sacerdotes y los ancianos del pueblo, que realizaban los rituales en las escaleras de los templos, se comían los corazones ensangrentados o la carne de brazos y piernas que se desprendían de los huesos al hervirlos. Cortes de cuchillo de obsidiana y marcas de dientes en los huesos son abundantes. Los aztecas blanqueaban los huesos con lima y los llevaban como amuletos. Algunos eran utilizados como ornamentos en los hogares.
Al enterarse de la prolongada masacre, Cortés renombró el lugar con el vocablo náhuatl "Tecuaque", que significa "donde se comieron a la gente", y envió a su ejército a acabar con sus habitantes, que al saber que los españoles se aproximaban tiraron las pertenencias de sus prisioneros a los pozos. "Escondieron todas las evidencias de lo que habían hecho con los prisioneros", concluyó Martínez.
Fuente: Infordeus.
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Conmovedor
Cientos de esqueletos encontrados en un yacimiento prehispánico descubierto recientemente en México, demuestran que los aztecas capturaron, sacrificaron y comieron parcialmente a cientos de personas que viajaban con las fuerzas conquistadoras españolas en 1520. Los prisioneros estuvieron en jaulas durante meses mientras que los sacerdotes aztecas seleccionaban a unos cuantos diariamente para sacrificarlos sacándoles el corazón en honor a sus dioses.
Los cráneos y huesos encontrados en la zona de Tecuaque, cerca de Ciudad de México, revelan que sacerdotes aztecas arrancaron el corazón a unas 550 personas, que luego fueron desmembradas y hervidas. Aparentemente la caravana fue interceptada porque viajaba lentamente y estaba integrada también por hombres y mujeres mulatos, mestizos, mayas y caribeños, informa Catherine Bremer, de la agencia Reuters.
"Durante seis meses el sacrificio fue continuo. Mientras los prisioneros escuchaban como eran sacrificados sus compañeros, otros iban siendo seleccionados", narró el arqueólogo Enrique Martínez, jefe de la excavación en la ciudad de Calpulalpan. Hay algunos restos de soldados españoles, pero son pocos; la mayoría pertenecen a la población civil que les acompañaba.
Algunas veces los sacerdotes y los ancianos del pueblo, que realizaban los rituales en las escaleras de los templos, se comían los corazones ensangrentados o la carne de brazos y piernas que se desprendían de los huesos al hervirlos. Cortes de cuchillo de obsidiana y marcas de dientes en los huesos son abundantes. Los aztecas blanqueaban los huesos con lima y los llevaban como amuletos. Algunos eran utilizados como ornamentos en los hogares.
Al enterarse de la prolongada masacre, Cortés renombró el lugar con el vocablo náhuatl "Tecuaque", que significa "donde se comieron a la gente", y envió a su ejército a acabar con sus habitantes, que al saber que los españoles se aproximaban tiraron las pertenencias de sus prisioneros a los pozos. "Escondieron todas las evidencias de lo que habían hecho con los prisioneros", concluyó Martínez.
Fuente: Infordeus.
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