Salve amigo cibernético.
Soy un pirata borrachín que busca en la ceguera de su mente y se aprovecha del embotonamiento de los sentidos, para sustraer los escondidos pensamientos que sirvan para alimentar un coloquio que nos lleve a ser algo mejor.
En esta ocasión, con la autorización de nuestro Dios, el buen hacer del encargado de mantenimiento del foro y la aprobación y permiso de Uds., hablamos de la fe de los ángeles caídos. “… Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitados en el tártaro, los entregó a las cavernas tenebrosas, reservándolos para el juicio…”. (Epístola II de San Pedro, 2, 4). Nacar-Colunga, BAC.
- En un primer momento deberíamos intentar comprender que la fe se da cuando: “El que sin ver asiente a la verdad mediante su entendimiento, es creyente pues cree, y, esto ocurre no porque vea la verdad tal como es en su evidencia, sino por su voluntad que se orienta hacia el bien, llevando así el acto de creer a ser un acto bueno”.
- En una segunda acepción, se debe entender, que si el entendimiento es convencido de la creencia; mediante la ayuda de los sentidos o por la visión de una vivencia o acto diferente en su núcleo, a la propia creencia en sí, hecho que se podría catalogar fuera de lo normal (milagro), estaríamos ante una fe inducida por los signos, que pensamos debe tener el mismo significado que la anterior si se alimenta por la voluntad de bien, estando así en un buen acto.
- Dicho lo anterior, se pudiera entender que en los ángeles caídos, solamente se puede dar la fe descrita en el segundo párrafo (con la carencia de la voluntad del bien), pues saben, porque las ven, que existen muchas señales manifiestas y evidentes de los signos existenciales de Dios. Ven forzosamente los signos de la credibilidad y se ven forzados a admitirlos, aunque no los acepten, así tenemos que esa fe de los caídos no tiene nada que ver con la fe de los fieles.
- Como conclusión, podríamos decir que la fe de los caídos no es fe con don de gracia, pues se ven forzados a creer por la evidencia de los signos no menguando su malicia por ver que están forzados a esta fe, pues su voluntad es deliberadamente mala. “…Los demonios creen, y tiemblan…”. (Epístola de Santiago 2,19. Nacar-Colunga, BAC.).
El estreñimiento mental me está atacando de nuevo, me deja sin ideas y me aparta del grupo de escogidos con inteligencia privilegiada, así pues, estimado amigo te agradezco la dedicación en leer lo escrito y agradeceremos los comentarios que te dignes en realizar, que seguro engrandecen nuestro espíritu. :musico10:
Conduce con prudencia. Salud, Suerte; Saludos.


En esta ocasión, con la autorización de nuestro Dios, el buen hacer del encargado de mantenimiento del foro y la aprobación y permiso de Uds., hablamos de la fe de los ángeles caídos. “… Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitados en el tártaro, los entregó a las cavernas tenebrosas, reservándolos para el juicio…”. (Epístola II de San Pedro, 2, 4). Nacar-Colunga, BAC.
- En un primer momento deberíamos intentar comprender que la fe se da cuando: “El que sin ver asiente a la verdad mediante su entendimiento, es creyente pues cree, y, esto ocurre no porque vea la verdad tal como es en su evidencia, sino por su voluntad que se orienta hacia el bien, llevando así el acto de creer a ser un acto bueno”.
- En una segunda acepción, se debe entender, que si el entendimiento es convencido de la creencia; mediante la ayuda de los sentidos o por la visión de una vivencia o acto diferente en su núcleo, a la propia creencia en sí, hecho que se podría catalogar fuera de lo normal (milagro), estaríamos ante una fe inducida por los signos, que pensamos debe tener el mismo significado que la anterior si se alimenta por la voluntad de bien, estando así en un buen acto.
- Dicho lo anterior, se pudiera entender que en los ángeles caídos, solamente se puede dar la fe descrita en el segundo párrafo (con la carencia de la voluntad del bien), pues saben, porque las ven, que existen muchas señales manifiestas y evidentes de los signos existenciales de Dios. Ven forzosamente los signos de la credibilidad y se ven forzados a admitirlos, aunque no los acepten, así tenemos que esa fe de los caídos no tiene nada que ver con la fe de los fieles.
- Como conclusión, podríamos decir que la fe de los caídos no es fe con don de gracia, pues se ven forzados a creer por la evidencia de los signos no menguando su malicia por ver que están forzados a esta fe, pues su voluntad es deliberadamente mala. “…Los demonios creen, y tiemblan…”. (Epístola de Santiago 2,19. Nacar-Colunga, BAC.).
El estreñimiento mental me está atacando de nuevo, me deja sin ideas y me aparta del grupo de escogidos con inteligencia privilegiada, así pues, estimado amigo te agradezco la dedicación en leer lo escrito y agradeceremos los comentarios que te dignes en realizar, que seguro engrandecen nuestro espíritu. :musico10:
Conduce con prudencia. Salud, Suerte; Saludos.
