Re: PROFETAS BIBLICOS ATACAN A LEYES Y PRECEPTOS DE LA TORAH
Dios había dado la Ley a los hombres desde el principio, pero los hombres no fueron fieles a la Ley de Dios, y los escribas antiguos escribieron en la ley muchos preceptos de hombres que contradecían a la Ley misericordiosa dada por Dios. Así es como llegó el viejo testamento hasta tiempos de Jesucristo y los apóstoles. En aquellos tiempos la ley ya tenía cientos de mandamientos, y muchos de ellos mandaban muchos sacrificios, penas de muerte, torturas, matar las personas y hacerlas daño. Jesucristo abolió del viejo testamento todo precepto que mandaba condenar a muerte, matar y hacer daño a las personas.
Siglos antes de nacer Jesucristo, el profeta Isaías había dejado escrito: "Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí NO ES MAS QUE UN MANDAMIENTO DE HOMBRES QUE LES HA SIDO ENSEÑADO (Isaías 29,13).
Y el profeta Jeremías también había dicho: "Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente LA HA CAMBIADO EN MENTIRA LA PLUMA MENTIROSA DE LOS ESCRIBAS Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados; he aquí que aborrecieron la palabra de Yavé; ¿y qué sabiduría tienen?" (Jeremías 8:7-9).
Los escribas judíos habían escrito en el viejo testamento muchas leyes sobre los sacrificios diciendo que Dios las había mandado, pero el profeta Jeremías nos escribe que Dios no mandó sacrificios, y así nos dice: "Así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel. Añadid vuestros holocaustos a vuestros sacrificios y comeos la carne. Que cuando yo saqué a vuestros padres del país de Egipto,NO LES HABLE NI LES MANDE NADA TOCANTE A HOLOCAUSTO Y SACRIFICIO no les hablé ni les mandé nada tocante a holocausto y sacrificio". (Jeremías 7, 21-22).
Jesucristo también nos recuerda que Dios quiere misericordia y no sacrificios, pues así nos dice: "... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (MATEO 12:7).
Muchas cosas eran las que estaban escritas en el viejo testamento que contradecían la misericordia de Dios, y como los escribas y sacerdotes enseñaban al pueblo leyes de hombres escritas en las leyes como si fueran palabra de Dios, Jesucristo así les dijo:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas,MANDAMIENTOS DE HOMBRES (Mateo 15,7-9)
Cuando Jesucristo comenzó a predicar, abolió muchos preceptos del viejo testamento (Mateo 5,21-44). Dos de estos preceptos son la ley del Talión y el odio a los enemigos. El Señor así dijo:
"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen" (Mateo 5,38-44)
El Señor también nos enseña cuáles son los dos primeros mandamientos de la Ley de Dios: "Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos" (Marcos 12:28-31).
En otra ocasión un joven rico, cuando le pregunta al Señor cuáles son los mandamientos para la salvación, Jesucristo le entrega la Ley en siete precetos, pero el séptimo precepto estaba en contra de la codicia de los hombres y por este motivo el joven rico se entristeció y abandonó al Señor. El Evangelio así nos dice:
"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres(ver que los mandamientos que menciona yeshua son los 10 mandamientos)
La mayoría de los más de 600 preceptos del viejo testamento fueron abolidos por Jesucristo porque faltaban a la misericordia, que es lo que Dios quiere. El Evangelio, que es la verdadera Ley de Dios, sólo contenía unos mínimos y sencillos preceptos. Pero el Señor quiso que fueran enseñados y así nos dijo: "De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos". (MATEO 5:19)
Los judíos tenían muchos mandamientos en su ley, y entre ellos muchos preceptos de hombres que no cumplían con la justicia de Dios, por eso, también nos dijo el Señor: "Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos". (MATEO 5:20)
Los cristianos tenemos que buscar una justicia mayor que las leyes del viejo testamento, y esa justicia mayor es la Ley que Jesucristo nos enseña en el Evangelio.
El Señor nos reveló de nuevo la verdadera Ley de Dios, que es el Evangelio. Los hombres quisieron abolir esta Ley del Evangelio, pero el Señor volvió a restablecerla y a cumplirla. Él fue el único que cumplió con la verdadera Ley de Dios, y por eso así nos dijo:
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido (MATEO 5:17-18)
La Ley con la que Jesucristo cumplió es la Ley del Evangelio, y esta Ley nos dice así: "todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12).
Jesucristo abolió todo sistema de terror y toda ley del viejo testamento que mandaba matar y hacer daño a las personas, y así lo entendieron los apóstoles y la mayoría de los discípulos. Pero muchos judíos "convertidos" no querían comprender que Dios les había librado de las leyes del viejo pacto, y dijeron que los cristianos tenían que guardar la ley que ellos llamaban de Moisés. Los apóstoles que conocían cuál era la verdadera Ley de Dios, se reunieron en Jerusalén y éste fue el primer concilio de los cristianos para decretar cuál era la verdadera Ley de Dios que debían seguir los cristianos.
Los apóstoles decretaron en el Concilio de Jerusalén que los cristianos estaban libres de las leyes del viejo testamento y que sólo debían seguir la Ley de Jesucristo (Hechos 15)... El Tabernáculo de David, que era la Ley que Dios había dado a Moisés estaba caído y en ruinas porque los escribas habían cambiado la Ley de Dios en falsedad:
"Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentiraLA PLUMA MENTIROSA DE LOS ESCRIBAS (Jeremías 8:8).