Re: LA MUJER VESTIDA DE SOL
Estimados hermanos:
Bueno, me alegro de los aportes de cada uno, todos tienen algún mérito (obviamente dejando de lado el de cocoloco, que no entiendo como se le ocurrió meter a María en este asunto)
De modo que aquí les participo también mi aporte.
“Y una grande señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.” (Apoc. 12:1)
La mujer “vestida del sol” es el pueblo de Israel; la “luna debajo de sus pies” es la elección de Dios sobre Israel, que le hace ser pueblo especial entre los otros pueblos: “¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como la luna?” (Cant. 6:10) Y la corona de doce estrellas, obviamente los doce patriarcas de Israel.
“Y estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufría tormento por parir” (vers.2)
“Estando preñada” es la promesa de Dios de dar un Mesías o un Salvador para el pueblo de Israel (y para toda la humanidad, como veremos más adelante) es decir, “la esperanza” del Mesías prometido. “Clamaba con dolores de parto”: representa todas aquellas profecías en que se anunciaba el Mesías prometido. Y los acontecimientos que día tras día evidenciaban la “necesidad” que Dios enviara al Mesías prometido: “Sufría tormento por parir”.
“Y fue vista otra señal en el cielo, y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas. …Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, a fin de devorar a su hijo cuando hubiese parido” (vers. 3,4)
El “dragón bermejo”, nada más obvio que es satanás representado por el dragón; “siete cabezas”: ¿imperios?; “diez cuernos”: ¿reyes de Israel?; "siete diademas": ¿esplendor de siete reinados? “Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, a fin de devorar a su hijo cuando hubiese parido”; claramente vemos ilustrados los intentos del diablo de evitar no solo el cumplimiento de la promesa de Dios, sino aún de “devorar” o “eliminar” al mismo Mesías prometido (nuestro Señor Jesucristo). Entre otros: “Levántate, y toma al niño y a su madre y huye a Egipto, y estate allá hasta que yo te lo diga; porque ha de acontecer, que Herodes buscará al niño para matarlo” (Mat. 2:13)
“Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro: y su hijo fue arrebatado para Dios y a su trono.” (vers. 5)
Nuestro Señor Jesucristo es ese hijo, que obviamente es de origen judío, aunque enviado finalmente “para todas las gentes” y su doctrina para enseñanza igualmente de todas las gentes o naciones: “El cual había de regir todas las gentes con vara de hierro”: la palabra inmutable de Dios, doctrina divina traída por nuestro Señor Jesucristo por la cual debe regirse todo creyente.: “El que cree en mi, como dicen las Escrituras” (Juan 7:38)
“Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos y sesenta días” (vers.6)
La Palabra de Dios señala que Dios fue quien endureció al pueblo de Israel (huyó al desierto) para salud de los gentiles: “Dióles Dios espíritu de remordimiento, ojos con que no vean, y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy” (Rom. 11:8) Y “Porque no quiero hermanos que ignoréis este misterio, …que el endurecimiento en parte ha acontecido en Israel, HASTA que haya entrado la plenitud de los gentiles” (Rom. 11:25) “Huyó al desierto”, Dios ha permitido la dureza del pueblo de Israel, por lo que hasta el día de hoy se encuentran en un “desierto espiritual”; donde a pesar de todo, es “mantenido”. Ser “el pueblo de Dios” es lo que aún le mantiene dentro de la promesas de Dios, pero no tienen salud espiritual, se encuentran en ese desierto, y …hasta el cumplimiento de los tiempos: “mil doscientos y sesenta días”.
“Y cuando vio el dragón que él había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había parido al hijo varón.” (vers. 13)
La lucha incansable del diablo (dragón) en contra del plan de salvación de Dios, que comenzaría con el nacimiento de Jesucristo en la tierra. (“el hijo varón”)
“Y fueron dadas a la mujer dos alas de grande águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, a su lugar, donde es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.” (vers.14)
En los planes de Dios, estaba que ésta mujer, fuera llevada al desierto. Las alas de grande águila: representan la divinidad (de Dios) es decir, la “intervención” divina; semejantemente a como el cuarto animal de Apoc.4:7 representa al evangelio de Juan “semejante a un águila volando” (El evangelio de Juan rebela por excelencia la “divinidad” de Jesús). Dios permitió el endurecimiento al pueblo de Israel, pero así y todo, está bajo la promesa y los planes de Dios: “Y luego todo Israel será salvo; como está escrito: Vendrá de Sión el libertador, que quitará de Jacob (Israel) la impiedad.” (Rom. 11:26) “mantenida” significa que a pesar de estar endurecido Israel, seguirá dentro de la promesa, la elección de Israel, es la que le permite, que a pesar de estar en “el desierto”, no sea consumida.
"Y la serpiente echó de su boca tras la mujer agua como un río, a fin de hacer que fuese arrebata del río.” (vers. 15)
Los intentos del diablo (la serpiente antigua) sobre Israel para destruirlo, siguen hasta hoy, el río representa “gentes”, y que muchas naciones estén en contra de Israel, o que muchos “no quieran” a Israel,…no es un secreto para nadie. Prueba de ello es que hoy se ha echo pública la intención de “borrar a Israel del mapa”. Muchas naciones aborrecen a Israel (incitadas por satanás), por el solo echo de que es –querámoslo o no- el pueblo escogido de Dios.
“Y la tierra ayudó a la mujer, y la tierra abrió su boca, y sorbió el río que había echado el dragón de su boca” (vers. 16)
El “linaje” de Israel (tierra) es lo que hasta hoy le ha favorecido, y precisamente el ser “israelitas según la carne”, es lo que no ha permitido prosperar los intentos de algunas naciones (río) en contra de Israel: “la tierra abrió su boca”. Estos intentos por destruir a Israel, seguirán siendo vanos, siempre les favorecerá el ser “israelitas” porque sobre los israelitas está la elección de Dios; … “el Dios de Israel”.
“Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo” (vers. 17)
La ira de satanás en contra de la mujer es legítima, toda incitación en contra de Israel, nunca ha prosperado; por lo que sencillamente ahora su guerra es contra los cristianos; los creyentes (no israelitas según la carne) pero descendientes de la mujer (israelitas en el espíritu) es decir: “los otros de la simiente de ella”, como sea, hemos “nacido” de Israel, de Jesucristo, judío en la carne, es decir, tenemos descendencia israelita; somos la otra simiente de Israel (“simiente de Abraham por la fe”); y esto lo comprueba fehacientemente el echo de que SOLAMENTE los cristianos, (gentiles) somos los que llevamos “la palabra de Dios, y el testimonio de Jesucristo”; los israelitas llevan la palabra de Dios; pero no el “testimonio de Jesucristo”; hasta hoy el pueblo de Israel, rechaza a Jesús como el Mesías prometido.
Dios les bendiga mis amados hermanos.