La revelación y la obra de Dios

hgo

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5 Septiembre 2001
3.029
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La revelación y la obra de Dios
Toda obra de Dios debe hacerse según el modelo del Monte.
Watchman Nee
Lecturas: Génesis 18:17; 37:5,9; 49:1; Éxodo 25:9; Salmos 25:9, 14; Hechos 20:27; 20:24; Efesios 3:2, 3, 7.
El propósito eterno de Dios no puede nunca ser comprendido y entendido por la mente. Tiene que venir por revelación. Toda obra para Dios empieza por la consagración o se basa en la entrega. Pero esta consagración o entrega sólo viene por medio de la revelación. De hecho, la obra de Dios (no nuestra obra, sino la obra de Dios por medio de nosotros) sólo puede empezar cuando ya ha llegado la revelación. De manera externa es una visión celestial, de manera interna es una revelación.
Dios no quiere que realicemos una obra general y abigarrada. Él quiere que sepamos todo su plan y que colaboremos con él mediante un plan y propósito claros. Porque no sólo somos sus siervos, sino sus amigos.
Toda entrega y consagración son valiosas, pero a fin de cuentas es sólo después de la revelación que la entrega y la consagración logran tener mucho valor, porque es sólo entonces que se completan. Nuestra entrega que tiene lugar antes de esta revelación es con miras a la salvación. Él me ha rescatado con su sangre, su amor por mí es inefable. Por tanto, debo entregarme a él. Debo entregarme a mí mismo y todo lo que tengo a la causa de su gracia y amor redentores. Pero después de la revelación todo cambia. Cuando vemos el propósito eterno de Dios, vemos que requiere una entrega absoluta de nosotros a este propósito, con una entrega que hasta entonces no hemos considerado posible –algo más profundo y más completo–. Pablo dijo: «Por lo cual... no fui rebelde a la visión celestial» (Hch. 26:19). Lo podía soportar todo y sufrir todo a causa de esta visión celestial.
José era un ejemplo perfecto de un hombre de Dios, que recoge en sí mismo a todos los que le precedieron. Pero la crisis le sobrevino cuando tuvo los sueños. Esto fue para él la revelación, en la que vio el propósito de Dios y la parte que tenía él mismo. Esto fue el principio de la obra de Dios por medio de él.
Moisés tuvo que subir a la montaña para recibir las pautas sublimes que iban a dirigir la vida del pueblo de Dios – los diez mandamientos y toda la ley de Dios. Más tarde tuvo que obtener el moldeo para el tabernáculo: «Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte» (Hebreos 8:5).
Toda obra que realicemos, por pequeña que sea, debe hacerse según el modelo que se nos enseñó en el monte; esto es, según la revelación que Dios nos ha hecho de su propósito y plan eternos. Pero la revelación a José y a Moisés y a otros fue individual. No es así hoy. Hoy la revelación es a la iglesia. No es una revelación distinta a cada individuo, sino que se da la misma revelación a la iglesia entera.
La obra espiritual basada en la revelación
Toda obra espiritual para Dios procede de la revelación. Si se prescinde de la revelación del propósito eterno de Dios no puede haber obra espiritual verdadera. Puede haber una obra variada, diseminada en su Nombre, que puede ser bendecida por Dios, pero que no puede llamarse verdaderamente obra espiritual u obra conjunta con él, a menos que proceda de la revelación del propósito eterno de Dios. Debe ser revelación y no sólo una comprensión intelectual del mismo – el entendimiento e iluminación intelectuales no sirven de nada. Debe ser una visión en tu mismo espíritu: un «ver» en qué consiste la esfera y el contenido de la obra de Dios.
Ahora, sólo la revelación puede referirse tanto a la obra como al obrero. Esta luz del cielo nos hace añicos. Nos hace astillas y nos mata a nosotros y nuestra obra. Si es sólo doctrina o enseñanza, no tardará en desaparecer. Se va, se esfuma, por así decirlo. Pero si es luz o revelación, es nuestra vida y no podemos evadirnos de la misma.
Un día el Señor Jesús dijo: «El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el último día – El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por medio del Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por medio de mí». Muchos no lo entendieron y le dejaron. Pero cuando él preguntó a los doce si iban a dejarle también, la respuesta fue: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn. 6:54, 56, 57, 68). Cuando vemos la luz, se hace parte de nuestra vida, y no hay otra alternativa.
No podemos obrar de otra manera, porque es nuestra vida misma. Si no podemos seguir la luz, morimos. Y gracias a Dios no es algo que tengamos que recordar o hacer memoria. Si la hemos visto, la hemos visto y la veremos siempre. Nunca nos deja. Porque encontraremos que el cuerpo responde a todo: es nuestra vida misma. No podemos vivir fuera del cuerpo.
¿A quiénes se revela?
Cada cosa espiritual que poseemos procede de la revelación. Nos llega en este orden: 1) luz, 2) revelación, 3) vida, esto es, la vida de Dios, y 4) todas sus riquezas, todo lo que él es.
Si Dios quiere hacer algo nuevo, algo especial, en Shangai, en la China o en cualquier otro sitio del mundo, ¿te lo revelará a ti o lo esconderá de ti? ¿En cuántas personas de Shangai va a confiar si él ha de realizar algo allí? Veamos que es sólo a sus amigos más entrañables y cercanos que él revela sus secretos y planes. Esto debe ser motivo de reflexión por nuestra parte.
¡Jesús es el Señor!
 
Re: La revelación y la obra de Dios

Hgo: Que tal si nos hablas de tu experiencia en cuanto a la vida cristiana, pues solo veo que reproduces artículos del llamado ministerio de W. Lee, acompañados de articulos de W. Nee. Hablanos de tu experiencia y de lo que Dios te ha mostrado a tí, pues de esta manera edificaras la iglesia. No esta mal reproducir artículos de hermanos que hablan para la edificación de la iglesia, pero cuanto esto solo se refiere a cierto ministerio y tu lo repites como si fuera una realidad en tí, lo único que podras tener es solo un conocimiento mas de la letra que mata y no del Espíritu que vivifica.
 
Re: La revelación y la obra de Dios

Hgo: Que tal si nos hablas de tu experiencia en cuanto a la vida cristiana, pues solo veo que reproduces artículos del llamado ministerio de W. Lee, acompañados de articulos de W. Nee. Hablanos de tu experiencia y de lo que Dios te ha mostrado a tí, pues de esta manera edificaras la iglesia. No esta mal reproducir artículos de hermanos que hablan para la edificación de la iglesia, pero cuanto esto solo se refiere a cierto ministerio y tu lo repites como si fuera una realidad en tí, lo único que podras tener es solo un conocimiento mas de la letra que mata y no del Espíritu que vivifica.

Me agrado tu sugerir, así pues, te tomo la palabra y aquí comparto parte de mi experiencia. En base a ello y si te parece hablamos, tengo interés por saber más de tu vida en Cristo.

EL CORAZÓN DE CRISTO:

Que Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo os bendigan.

Si no buscamos el corazón de Cristo, si no nos esforzamos por unir todas las cosas en Cristo, si no luchamos por hacer una unidad real en Cristo, no venceremos nunca al maligno. Dios está pidiendo la unidad del cuerpo de Cristo para mostrar por siempre su Gloria.

Y Dios no está buscando multitudes, ese tiempo ya paso, está buscando verdaderos siervos, verdaderos discípulos guiados en plenitud por Cristo mismo. Dios está levantando y reclamando a sus hijos en base a la promesa dada:

1Jn. 2:27 "Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él".

Dios pide una iglesia (cuerpo) unida en verdad, sin pretensiones individuales, sin intereses personales, sino en unidad, en plenitud de unidad en Cristo, y esta iglesia será la vencedora (va a ser). No hay otra forma de vencer al maligno sino es por medio de la unidad del Cuerpo. Dios está pidiendo una iglesia que le de toda la Gloria a su Hijo.

Terminaron los sistemas, terminaron los super-hombres, terminaron las grandes congregaciones y el perseguir el tener más y más miembros. Ahora Dios está pidiendo unidad del Cuerpo. Ahora es el tiempo del remanente, del verdadero Pueblo. Dios está levantándolos individualmente y personalmente en multitud de lugares (naciones y pueblos), para unión del Cuerpo. Vienen con fuerza, verdadera fuerza, la dada por la unción que les muestra todas las cosas. Saben todo, lo ven todo, entienden todo, pero en base a un corazón, a un único corazón: EL DE CRISTO. Todo lo que viene de nuevo arranca desde ahí, desde el corazón de Cristo. Es la base, es el final del principio de los tiempos.

Eso es lo que pide Dios, ni más ni menos. Y no es trabajo fácil, pues como bien sabes; es arduo, penoso, amargo y como no, costoso, tiene un coste, un elevado coste, pero no para unos pocos sino para la totalidad del Cuerpo. Se acabo el tiempo de que unos si, y otros... coman del resto. Es tiempo de entrega total y el que no, ha de ser desechado de entre ellos. Es tiempo de victoria. Es tiempo de volverse a Dios y que él les muestre todas las cosas. Es tiempo de conocer a Cristo y su verdad en todas las cosas.

Pero esto no hay que centrarlo en congregación alguna, sino en individuos y en particular. Dios pide que empecemos desde abajo, desde la plenitud individual en Cristo. Buscando cada cual a Cristo y como no, individualmente descansando (tratando de hallar descanso) en Cristo. Cuando los miembros de una congregación y de forma individual busquen en verdad a Cristo, la bendición de Dios recaerá sobre todo el Cuerpo, pues este y desde ese momento, saldrá fortalecido desde el primer paso hacia la total plenitud del Cuerpo. Ya no es responsabilidad de unos pocos, sino de la plenitud de ellos.

El corazón de Cristo, busquemos el Corazón de Cristo, tengámosle a él y venceremos por siempre al maligno.

Busquemos su corazón y desde él, desde su fluir, desde su latir, desde su sentir, edifiquemos todos y a la vez: EL CUERPO DE CRISTO, el vencedor, el que en voz alta dirá: VEN SEÑOR JESÚS, ESTAMOS DISPUESTOS!!!!!!

Nada más por hoy hermanos, fue un compartir para bien de todo el cuerpo.

Bendiciones.

Raúl Gil
 
Re: La revelación y la obra de Dios

La revelación y la obra de Dios
Toda obra de Dios debe hacerse según el modelo del Monte.
Watchman Nee
Lecturas: Génesis 18:17; 37:5,9; 49:1; Éxodo 25:9; Salmos 25:9, 14; Hechos 20:27; 20:24; Efesios 3:2, 3, 7.
El propósito eterno de Dios no puede nunca ser comprendido y entendido por la mente. Tiene que venir por revelación. Toda obra para Dios empieza por la consagración o se basa en la entrega. Pero esta consagración o entrega sólo viene por medio de la revelación. De hecho, la obra de Dios (no nuestra obra, sino la obra de Dios por medio de nosotros) sólo puede empezar cuando ya ha llegado la revelación. De manera externa es una visión celestial, de manera interna es una revelación.
Dios no quiere que realicemos una obra general y abigarrada. Él quiere que sepamos todo su plan y que colaboremos con él mediante un plan y propósito claros. Porque no sólo somos sus siervos, sino sus amigos.
Toda entrega y consagración son valiosas, pero a fin de cuentas es sólo después de la revelación que la entrega y la consagración logran tener mucho valor, porque es sólo entonces que se completan. Nuestra entrega que tiene lugar antes de esta revelación es con miras a la salvación. Él me ha rescatado con su sangre, su amor por mí es inefable. Por tanto, debo entregarme a él. Debo entregarme a mí mismo y todo lo que tengo a la causa de su gracia y amor redentores. Pero después de la revelación todo cambia. Cuando vemos el propósito eterno de Dios, vemos que requiere una entrega absoluta de nosotros a este propósito, con una entrega que hasta entonces no hemos considerado posible –algo más profundo y más completo–. Pablo dijo: «Por lo cual... no fui rebelde a la visión celestial» (Hch. 26:19). Lo podía soportar todo y sufrir todo a causa de esta visión celestial.
José era un ejemplo perfecto de un hombre de Dios, que recoge en sí mismo a todos los que le precedieron. Pero la crisis le sobrevino cuando tuvo los sueños. Esto fue para él la revelación, en la que vio el propósito de Dios y la parte que tenía él mismo. Esto fue el principio de la obra de Dios por medio de él.
Moisés tuvo que subir a la montaña para recibir las pautas sublimes que iban a dirigir la vida del pueblo de Dios – los diez mandamientos y toda la ley de Dios. Más tarde tuvo que obtener el moldeo para el tabernáculo: «Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte» (Hebreos 8:5).
Toda obra que realicemos, por pequeña que sea, debe hacerse según el modelo que se nos enseñó en el monte; esto es, según la revelación que Dios nos ha hecho de su propósito y plan eternos. Pero la revelación a José y a Moisés y a otros fue individual. No es así hoy. Hoy la revelación es a la iglesia. No es una revelación distinta a cada individuo, sino que se da la misma revelación a la iglesia entera.
La obra espiritual basada en la revelación
Toda obra espiritual para Dios procede de la revelación. Si se prescinde de la revelación del propósito eterno de Dios no puede haber obra espiritual verdadera. Puede haber una obra variada, diseminada en su Nombre, que puede ser bendecida por Dios, pero que no puede llamarse verdaderamente obra espiritual u obra conjunta con él, a menos que proceda de la revelación del propósito eterno de Dios. Debe ser revelación y no sólo una comprensión intelectual del mismo – el entendimiento e iluminación intelectuales no sirven de nada. Debe ser una visión en tu mismo espíritu: un «ver» en qué consiste la esfera y el contenido de la obra de Dios.
Ahora, sólo la revelación puede referirse tanto a la obra como al obrero. Esta luz del cielo nos hace añicos. Nos hace astillas y nos mata a nosotros y nuestra obra. Si es sólo doctrina o enseñanza, no tardará en desaparecer. Se va, se esfuma, por así decirlo. Pero si es luz o revelación, es nuestra vida y no podemos evadirnos de la misma.
Un día el Señor Jesús dijo: «El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el último día – El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por medio del Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por medio de mí». Muchos no lo entendieron y le dejaron. Pero cuando él preguntó a los doce si iban a dejarle también, la respuesta fue: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn. 6:54, 56, 57, 68). Cuando vemos la luz, se hace parte de nuestra vida, y no hay otra alternativa.
No podemos obrar de otra manera, porque es nuestra vida misma. Si no podemos seguir la luz, morimos. Y gracias a Dios no es algo que tengamos que recordar o hacer memoria. Si la hemos visto, la hemos visto y la veremos siempre. Nunca nos deja. Porque encontraremos que el cuerpo responde a todo: es nuestra vida misma. No podemos vivir fuera del cuerpo.
¿A quiénes se revela?
Cada cosa espiritual que poseemos procede de la revelación. Nos llega en este orden: 1) luz, 2) revelación, 3) vida, esto es, la vida de Dios, y 4) todas sus riquezas, todo lo que él es.
Si Dios quiere hacer algo nuevo, algo especial, en Shangai, en la China o en cualquier otro sitio del mundo, ¿te lo revelará a ti o lo esconderá de ti? ¿En cuántas personas de Shangai va a confiar si él ha de realizar algo allí? Veamos que es sólo a sus amigos más entrañables y cercanos que él revela sus secretos y planes. Esto debe ser motivo de reflexión por nuestra parte.
¡Jesús es el Señor!

Edga_Tallet :bascket: --__Comprensiblemente concordando 'Verdad' les dìce:
--__Ser realidad de que, Dios no quiere que realicemos una obra general y abigarrada 'tergiversadamente'. Él quiere que sepamos todo su plan y que colaboremos con él 'en o con Cuerpo presente' mediante el plan y propósito claros por la Enseñanza realizada por Hijo No lograda realizar por algùno de algùna Religiòn Una. Porque no sólo somos sus siervos dè 'la verdad', sino sus amigos.
Toda entrega y consagración son valiosas producirlas realizadas por Instrucciòn hecha, pero a fin de cuentas es sólo después de la revelación que la entrèga y la consagración logren tener mucho valor èn Vosotros, porque es sólo entonces que se completan pòr realizar como la enseñanza hècha por Hijo pòr la Senda de purificaciòn de Uno para alcanzar el Camino de hacer llegar ha tenerse la Vida Eterna en Cuerpo. Nuestra entrega tiene que tener lugar antes de esta revelación con miras a la salvación de No llegar ha Morir ò Ser Eterno en Cuerpo. Él me rescatò con su sangre “porque No le conocieron Comprender 'Su Verdad' enviada pòr el Pàdre Creador, “su amor por mí 'fuè' infalible realizandola”. Por tanto, debo entregarse a 'la verdàd' de él enseñarles. Debiò entregarse cada Uno Sì mismo y todo lo que tendrìan a la causa de su gracia y amor redentores fuèse el que No se hubiera adquirida 'la muerte heredada desde 'Eva y Adàn'. Pero después de la revelación todo cambia por tenerse cada uno de 'vosotros' Su Libro de Vida ò Memoriales de Memoria dè los hechos que cada Uno ha realizado desde 'ìntenciòn del sentido'. Cuando vemos el propósito eterno de Dios, vemos que requiere una entrega absoluta de nosotros a este propósito còn 'Verdad' “de autoprotecciòn”, con una entrega que hasta entonces no hemos considerado posible como –algo más profundo y más completo–. Pablo dijo: «Por lo cual... no fui rebelde a la visión celestial» (Hch. 26:19). Lo podía soportar todo y sufrir todo a causa de esta visión celestial cual No se tomò en cuenta dè el Tiempo dàdo ha Daniel por Gabriel de Un Tiempo ò Año.
Como tambièn, José era un ejemplo perfecto de un hombre de Dios, que recoge en sí mismo a todos los que le precedieron. Pero la crisis le sobrevino cuando tuvo los sueños. Esto fue para él la revelación, en la que vio el propósito de Dios y la parte que tenía él mismo. Esto fue el principio de la obra de Dios por medio de él.
Moisés tuvo que subir a la montaña para recibir las pautas sublimes que iban a dirigir la vida del pueblo de Dios – los diez mandamientos y toda la ley de Vida de Dios. Más tarde tuvo que obtener el moldeo para el tabernáculo: «Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte» (Hebreos 8:5).
Toda obra que realicemos, por pequeña que sea, debe hacerse según el modelo que se nos enseñó en el monte; esto es, según la revelación que Dios nos ha hecho de su propósito y plan eternos 'por valorar que lo malo No gusta que se lo hagan ha Uno' “ser debido No hacer”. Pero la revelación a José y a Moisés y a otros fue individual. No es así hoy por Muchas 'tergiversaciònes'. Hoy la revelación es a la iglesia 'presente' que No terminan de 'recibir'. No es una revelación distinta a cada individuo, sino que se da la misma revelación a la iglesia entera de Dios y Su Hijo èn el Mundo.
La obra espiritual basada en la revelación se debera o tendrà que realizar con 'Toda obra espiritual' por Cada Uno porque de y 'con' Dios procede 'la revelación'. Si se prescinde de la revelación del propósito eterno de Dios no puede haber obra espiritual verdadera. Puede haber una obra variada, diseminada en su Nombre, que puede ser bendecida por Dios, pero que no puede llamarse verdaderamente obra espiritual u obra conjunta con él, a menos que proceda de la revelación del propósito eterno de 'y' con Dios. Debe ser revelación y no sólo una comprensión intelectual de Si mismo – el entendimiento e iluminación intelectual no sirven de nada 'ìncorrectamente'. Debe ser una visión en tu mismo espíritu: un «ver» comprensiblemente en qué consiste la esfera y el contenido de la obra de Dios.
Ahora, sólo la revelación puede referirse tanto a la obra como 'al obrero' de Su Verdàd Matrimonialmente como pùdo Ser desde Eva y Adàn. Esta luz del cielo nos hace añicos. Nos hace astillas y nos mata a nosotros y nuestra obra(Recuerdenlo). Si es sólo doctrina o enseñanza, no tardará en desaparecer 'la Mentira o Falso de bièn bièn haciendo'. Se va, se esfuma, por así decirlo. Pero si es luz o revelación propia, es en vuestra vida 'el bièn' y no podemos evadirnos de la misma pòr siempre eterna-mente.
Un día el Señor Jesús dijo: «El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el último día – El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por medio del Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por medio de mí». Muchos no lo entendieron y le dejaron. Pero cuando él preguntó a los doce si iban a dejarle también, la respuesta fue: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn. 6:54, 56, 57, 68). “Como tambièn despues de haber Caminado sobre el Mar para llegarse ha Barca que ba a Capernaum y llegados, dìjosle: Trabajad, No por la Comida que perece, sino por la comìda que ha Vida (Solar) eterna pèrmanece(pòr evoluciòn Natural), la cual el Hijo de le Hombre(Dios) os darà; porque a èste 'le' señalò Dios el Pàdre,(el Comer como ha Todos desde Moisés). Cuando vemos la luz pòr los Conocimientos de las Ciencias àctuales comprenderlo, se hace parte de nuestra vida, y no hay otra alternativa. No podemos obrar de otra manera, porque es nuestra vida misma. Si no podemos seguir la luz, 'morimos' en este Jucio Final ha o hacia la Muerte còn la Segunda Muerte de èxtnciòn de vuèstra Vida Si No te quieres SALVAR de èlla para No ENVEGECER. Y gracias a Dios no es algo que tengamos que recordar o hacer memoria, 'sino hacerlo concreto'. Si la hemos visto, la hemos visto y la veremos siempre 'Natural'. Nunca nos deja 'Natural'. Porque encontraremos que el cuerpo responde a todo Natural: es nuestra vida misma Sin adquirir Muerte ò limites de Vidas de Carnes Muertas comerlas. No podremos vivir fuera del cuerpo ò Morir Si Nos VALORAMOS Bièn.
¿A quiénes se revela 'la verdad' enseñada por Hijo?
Cada cosa espiritual que poseemos procede de la revelación. Nos llega en este orden: 1) luz, 2) revelación, 3) vida, esto es, la vida de Dios, y 4) todas sus riquezas, todo lo que él es.
Si Dios quiere hacer algo nuevo, algo especial, en Shangai, en la China o en cualquier otro sitio del mundo, ¿te lo revelará a ti o lo esconderá de ti? ¿En cuántas personas de Shangai va a confiar si él ha de realizar algo allí? Veamos que es sólo a sus amigos más entrañables y cercanos que él revela sus secretos y planes verdaderamente como Estoy SOLO. Esto debe ser motivo de reflexión por nuestra parte. Bièn desde ¡Jesús es el Señor! que o cual Ser el Hermano de Sangre Mayor de la Familia de el Pàdre, que Soy el Septimo Hijo.-Amen-. Para Todos los que sèan :chirup_me
 
Re: La revelación y la obra de Dios

Hgo: Que tal si nos hablas de tu experiencia en cuanto a la vida cristiana, pues solo veo que reproduces artículos del llamado ministerio de W. Lee, acompañados de articulos de W. Nee. Hablanos de tu experiencia y de lo que Dios te ha mostrado a tí, pues de esta manera edificaras la iglesia. No esta mal reproducir artículos de hermanos que hablan para la edificación de la iglesia, pero cuanto esto solo se refiere a cierto ministerio y tu lo repites como si fuera una realidad en tí, lo único que podras tener es solo un conocimiento mas de la letra que mata y no del Espíritu que vivifica.

Me uno a la propuesta de Dr. Rema.

¿Que tal si hablamos de nuestras experiencias en cuanto a la vida cristiana, y dejamós para otro lugar las reproducciones de los ministerios de otros?

Que Dios les bendiga.

PD. Por cierto Edgar Tallet, me alegra verte de nuevo por aquí :)
 
Re: La revelación y la obra de Dios

Raul 68: Que rica experiencia cristiana has llegado atravez de tu comunión personal y no individualista, con Cristo, puesto que esta experiencia que has tenido atravez de tu caminar repercute corporativamente en beneficio de todos los miembros del Cuerpo que buscan a Cristo, no atravez de cierto ministerio singular, ni de super hombres, ni de grupos religiosos, como tu bien lo dices, pues la realidad de hoy es que el Señor nos 'quiere llevar a todos solamente a Cristo, centrarlo todo en Cristo y ser 'uno con el corazón de Dios.
 
Re: La revelación y la obra de Dios

Dr. Rema;321482] Hgo: Que tal si nos hablas de tu experiencia en cuanto a la vida cristiana, pues solo veo que reproduces artículos del llamado ministerio de W. Lee, acompañados de articulos de W. Nee. Hablanos de tu experiencia y de lo que Dios te ha mostrado a tí, pues de esta manera edificaras la iglesia. No esta mal reproducir artículos de hermanos que hablan para la edificación de la iglesia, pero cuanto esto solo se refiere a cierto ministerio y tu lo repites como si fuera una realidad en tí, lo único que podras tener es solo un conocimiento mas de la letra que mata y no del Espíritu que vivifica.
¡¡¡Am,en!!! amado hermano, he sido grandemente edificado con estos mensajes de estos y otros amados santos que como ellos, han vivido de verdad una vida cristiana normal, si asi no fuera no compartiria o aportaria estos mensajes, que estoy seguro que son de gran bendicion para los que de una manera sencilla y humilde los leen.
Bendiciones.
Henry
 
Re: La revelación y la obra de Dios

hgo. Hablanos de tu propia experiencia de salvación, y sería bueno como para confirmar lo que dices que compartas tambien artículos que edifican la iglesia y que no son parte del ministerio de W. Lee. Pues por lo que veo y leo, creo que para tí este es el único ministerio para este tiempo que contiene las verdades para la edificación de la iglesia, perdoname si no es así, pero compartenos algo que no sea W. Lee y que tambien disfrutas para ser edificado.
 
Re: La revelación y la obra de Dios

hgo. Hablanos de tu propia experiencia de salvación, y sería bueno como para confirmar lo que dices que compartas tambien artículos que edifican la iglesia y que no son parte del ministerio de W. Lee. Pues por lo que veo y leo, creo que para tí este es el único ministerio para este tiempo que contiene las verdades para la edificación de la iglesia, perdoname si no es así, pero compartenos algo que no sea W. Lee y que tambien disfrutas para ser edificado.

Y tú también Dr. Rema, y tú también :)
 
Re: La revelación y la obra de Dios

Mi experiencia mi querido y amado hermanoen Cristo, es que cu8ando conoci estos mensajes de la vida practica de la iglesia y la vida cristiana normal, mi vida espieritual dio un vueco de 180 grados. ¡Era yo cristiano? si lo era, pero 100% carnal, ahora, no digo que soy 100% espiritual, pero si te digo que encontre la senda, el camino de la transformacion entregando mi vida y todo mi ser al Señor, estoy aprendiendo a negar la vida del alma, a deponer mi yo, mi ego, mi hombre viejo, natural carnal. Ahora se que las doctrinas nos dividen, pero que la vida en Cristo nos une, qwue somos uno en Cristo todos los santos que han creido en Él, que han sido lavados y regenerados y que le hemos recibido a Él como el amo y Señor de nuestras vidas. Y te digo no solo de estos amados santos me alimento, nutro y edifico, sino tambien de muchos otros santos que aun catolicos, si vivieron una vida mas ajustada a los statandares divinos y que sus vidas son un legado de tesoros y de ejemplos para nosotros que vivimos en este tiempo una vida cristiana tan superficial y vana creyendo que estamos agradandole a Dios, cuando la verda estamos es apapachando nuestra carne. No platico o comparto mis experiencia que de verdad son muchas gracias a Dios, y no lo hago es para no saturar a los santos con tantos mensajes, habiendo tanta comida espiritual tan rica que el tiempo no alcanza para compartir.
Perdona si no te dejo satisfecho con lo escrito, pero yo disfruto a Cristo cada dia y mas aun cuando le invoco, por que se que Él está ahí y tambien dentro de mi como lo esta dentro de todos los santos que le hemos recibido y le amamos.
Bendiciones
Henry
 
Re: La revelación y la obra de Dios

No platico o comparto mis experiencia que de verdad son muchas gracias a Dios, y no lo hago es para no saturar a los santos con tantos mensajes, habiendo tanta comida espiritual tan rica que el tiempo no alcanza para compartir.

Henry, sobre esto deberás orar para que Dios te de luz. No estás actuando conforme el proposito de Dios en cada uno de nosotros. Nada más, ora por ello y Dios Padre en tu cada vez más unión a Cristo Jesús te lo irá mostrando.

Que Dios te bendiga.
 
Re: La revelación y la obra de Dios

hgo. Hno. disfruto mucho lo último que has compartido, y sería bueno que sigas compartiendo tu realidad en cuanto a la revelación divina en tu experiencia, pues me deja mejor sabor a Cristo, que cualquier escrito recalentado por muy bueno que sea. Y de paso te quiero compartir que estuve leyendo Ezequiel capítulo uno y me lleno de alegría y gozo, pues pude ver en la Biblia, que la visión que Dios le dió a Ezequiel en este capítulo quizas no pudo ser muy bien comprendido o revelado al profeta, pues este misterio estab escondido y Dios se lo revelo a sus santos por el Espíritu en este tiempo.

Pude ver que necesitamos una visión, y esto es poder ver a Cristo como lo único que Dios desea y le agrada. Resumiendo: pude ver los diferentes aspectos de Cristo en los seres vivientes, llenos de ojos por todos lados, lo cual me habla que Dios tiene muchos ojos espirituales en toda la tierra que estan viendo lo que el desea, y pude ver que Dios tiene un mover guiado por el Espíritu de Dios, pero que este mover de Dios (la primer rueda) se mueve con otra rueda que son sus redimidos es decir la iglesia, y que todo su mover esta sujeto al Espíritu, y que Dios en los cuatro lados de la tierra está restaurando su testimonio atravez de hermanos a los cuales despierta su espíritu para que podamos ver al Hijo del Hombre sentado en un trono, el cual expresa la gloria de Dios.
 
Re: La revelación y la obra de Dios

hgo. Hno. disfruto mucho lo último que has compartido, y sería bueno que sigas compartiendo tu realidad en cuanto a la revelación divina en tu experiencia, pues me deja mejor sabor a Cristo, que cualquier escrito recalentado por muy bueno que sea. Y de paso te quiero compartir que estuve leyendo Ezequiel capítulo uno y me lleno de alegría y gozo, pues pude ver en la Biblia, que la visión que Dios le dió a Ezequiel en este capítulo quizas no pudo ser muy bien comprendido o revelado al profeta, pues este misterio estab escondido y Dios se lo revelo a sus santos por el Espíritu en este tiempo.

Pude ver que necesitamos una visión, y esto es poder ver a Cristo como lo único que Dios desea y le agrada. Resumiendo: pude ver los diferentes aspectos de Cristo en los seres vivientes, llenos de ojos por todos lados, lo cual me habla que Dios tiene muchos ojos espirituales en toda la tierra que estan viendo lo que el desea, y pude ver que Dios tiene un mover guiado por el Espíritu de Dios, pero que este mover de Dios (la primer rueda) se mueve con otra rueda que son sus redimidos es decir la iglesia, y que todo su mover esta sujeto al Espíritu, y que Dios en los cuatro lados de la tierra está restaurando su testimonio atravez de hermanos a los cuales despierta su espíritu para que podamos ver al Hijo del Hombre sentado en un trono, el cual expresa la gloria de Dios.

Dr. Rema: no puedo darte mi opinión al respecto porque ando por otras partes, o si lo prefieres, visto de otra forma, pero no muy alejado. Es aporte digno de tener en cuenta. Sigue con ello, sigue escudriñando al respecto.

Que Dios te bendiga.
 
Re: La revelación y la obra de Dios

Aporto un escrito mio de hace tiempo que publique hace tiempo en mi blog, el cual, fue en base a aquello que entendí leyendo Génesis 7. Espero que os sirva de ayuda, al igual que lo fue y sigue siendo para mi.

GÉNESIS 7: "El diluvio I"
noviembre 07, 2005

Gén. 7:1 "Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación"
¿Cuando vio Dios a Noé Justo? ni más ni menos que después de haber comprobado que Noé había tenido fe en aquello tan increíble que le mostró Dios; sin ver, sin entender, sin nadie que creyese en las palabras de Noé, sin nada, todo por fe lo hizo Noé.

Sí, es verdad que en el v.9 del capítulo 6, ya la Biblia dice que: "Éstas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé". Y es por ello que Dios se fijo en él, pero no fue hasta el final, hasta que Noé hizo todo tal cual se lo había ordenado Dios que lo vio justo y después y finalmente; el Señor mismo cerrase la puerta del arca como confirmación. Sí, Dios fue quien al cerrar la puerta sello la anterior vida de Noé y este, entró en su propósito, se ganó el derecho de entrar él y toda su familia en la nueva vida dada por Dios (en la presencia de Dios, en su Reino).

Noé era varón justo, era perfecto en sus generaciones. Es decir: que de toda generación -su generación- él era el único varón justo a los ojos de Dios (un poco más de luz al por qué de las genealogías citadas en la Biblia) y por ello es que Dios se fijo en él. Posteriormente y después que Dios le diese revelación de su propósito (Dios le dio luz y vio que era buena. Es decir: que Noé la había aceptado como verdad de Dios) Noé tuvo que demostrarle a Dios que era digno de Él, llevando para ello la obra de Dios a cabo sin duda alguna. Por su fe y ante lo increíble y no visto, sin dudar nada, Noé terminó la descomunal obra que Dios le había asignado y por ello, él y toda su familia fueron salvos.

Entonces pues, y volviendo al capítulo 7, vemos que por su fe, por no haber defraudado a Dios, fue recompensado, no solo él, sino toda su familia. Fue elegido para que de él, de su descendencia, naciese un nuevo pueblo, un nuevo mundo, una nueva generación de hijos de Dios (una nueva reforma, un nuevo cambio, totalmente dentro del propósito de Dios). Y todo ello, por fe; fe ciega, sin ver, sino por creer en verdad en aquello que Dios le prometió (en la revelación, en la luz que de Dios le llegó). Sin desfallecer, sin dudar, pero... no exento de trabajo, dificultades, de lucha constante contra su yo y un sin fin de circunstancias que una y otra vez, de seguro le llevarían a desesperar... Pero no, no lo hizo, no abandonó. Su fe, su verdadera fe, le llevo finalmente a realizar la obra que Dios le había mostrado con antelación y como no, siguiendo siempre... !la enseñanza divina para la construcción del arca!!! y por ello: Noé y toda su familia fueron salvos por la gracia de Dios. Y es más, un nuevo mundo, una nueva vida, una nueva generación de hombres nació de ello, y de la cual, descendemos nosotros hoy: tú, yo y todo el pueblo de Dios.

Y también hoy: tú, yo, y cualquier hijo de Dios, es un Noé, un llamado de Dios para ser salvo. Pero no, no todos saben seguir su llamado, su camino... el cual y ahora ya, sólo puede ser andado gracias a Jesucristo nuestro Señor. Porque para poder andar el camino, para poder conocer la verdad, para poder ser hijo de Dios, para poder vivir en total libertad; deberemos creer en su único hijo Jesucristo, pedirle que nos de por gracia el Espíritu Santo prometido y este, nos guíe, nos muestre nuestro camino, el cual, siempre estará dentro del propósito de Dios Padre, para todo el pueblo de Dios. O aprendemos a ser guiados por el Espíritu Santo, o estamos fuera del propósito real de Dios. Es decir: sin la guía del Espíritu Santo no seremos aprobados por Dios (si podremos participar en su obra, pero no seremos aprobados).

Lo dejaré aquí por hoy, el Espíritu Santo me ha hecho ver estos días parte del propósito de Dios para mi vida. Por ello y desde hoy trataré de dar más luz, más conocimiento, conforme a la voluntad de Dios, para que tú y cualquier hermano que leas estos escritos, llegue a conocer por medio del Espíritu Santo, la gran obra de nuestro Señor Jesucristo (muy descuidada hoy por hoy, entre el llamado pueblo de Dios).

Nada más: empecemos juntos el camino, empecemos a ser guiados por la LUZ de Jesucristo nuestro Señor: el Rey de reyes, el Señor de señores, el único que nos puede llevar y llevará a los pies de nuestro amado Dios Padre.

Pide hoy a Dios en oración que el Espíritu Santo te guíe a la verdad que hay en ello, por medio de Jesucristo Nuestro Señor.

Bendiciones de lo alto hermano.

by Raúl Gil
 
Re: La revelación y la obra de Dios

Raul 68: Gracias a Dios por lo que Dios te ha mostrado, para centrarnos en Cristo solamente y en su expresion que es la iglesia, Cristo y la iglesia es un hombre corporativo conforme al deseo de Dios.
Muy rico tu compartir, en la medida que estas disfrutando y viviendo al Señor
 
Re: La revelación y la obra de Dios

Raul 68: Gracias a Dios por lo que Dios te ha mostrado, para centrarnos en Cristo solamente y en su expresion que es la iglesia, Cristo y la iglesia es un hombre corporativo conforme al deseo de Dios.
Muy rico tu compartir, en la medida que estas disfrutando y viviendo al Señor

Dr. Rema: El tiempo va pasando y por la gracia de Dios cada día vamos avanzando. A día de hoy, todo cuanto expresé en el anterior escrito lo he aplicado y aplico a Cristo. Todo se cumplen en nuestra unión a Cristo. El es la OBRA a la cual estamos llamados por Dios Padre. En Él todo está hecho, todo se cumple. Es en nuestra unión verdadera a Cristo Jesús, que somos salvos y no son dadas todas las bendiciones celestiales y promesas de Dios Padre (Efesios 1...).

Las revelaciones que Dios nos da a cada cual, son y primeramente para nosotros, para aplicarlas a nuestra vida y en nuestro futuro ministerio y como no, para nuestro don o dones. Somos llamados para ser la obra de Dios, que no para hacer obras en su nombre. La obra ya está hecha, simplemente debemos aprender a tener fe, descansar en ella (Él) y lo demás, los hechos, vienen por añadidura, por si solos, mediante la expresión de nuestra nueva vida en Cristo Jesús.

Que Dios te bendiga.
 
Re: La revelación y la obra de Dios

Hola Dr. Rema y otros:

En el debate de "VIDA CRISTIANA" he hecho otra aportación, la cual, quizás te sea de ayuda. Por no duplicar escritos en los foros, te indico la dirección tanto a ti, como a todos cuantos están participando en este debate.

http://forocristiano.iglesia.net/showpost.php?p=322862&postcount=46

Que Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo derramen su gracia y paz sobre todos vosotros.