La música mundana, o sea de origen secular, es a mi entender un problema social, ya que hay cristianos que les agrada escucharla y deleitarse en ella.
Me parece que si Alguien se quiere consagrar a Dios y buscarle de todo corazón -en fin, ser buen cristiano-, que coma solo del Pan de Vida, que es Cristo y que no ande gustando de escuchar cosas que le apartan de El y de las razones de sabiduría como dice el libro de Proverbios.
Yo no digo que esté mal o que sea pecado escucharla. Pero el cristianismo no es mediocridad, no es solo la escogencia entre lo bueno y lo malo, como dice el Pastor Ricardo Salazar, sino más bien, la escogencia entre lo bueno y lo excelente. Si le queremos dar a Dios lo mejor, tendremos que deshacernos de nuestro deseo de aquello que nos hace pensar en nuestra vieja vida rebelde y sin Dios, y sin esperanza, y contraria al mensaje de la Biblia, y una de las cosas que logra apartarnos así de Dios es la música mundana.
El corazón de un autor mundano-que no tiene a Cristo en su corazón- está lleno de esas cosas que mencioné arriba, y no esperemos que eso nos acercará a Dios o que posee ese objetivo. Nuestras canciones deben estar llenas de alegría y esperenza basadas en nuestro Dios, y que reflejen la nueva vida eterna y abundante que Jesús nos ha dado, y no que estemos en el espíritu de la oscuridad y de las tinieblas de este mundo sin Cristo, lleno de maldad y de deseos desordenados, en vez del amor puro y sincero sin mancha de Jesucristo, el hombre más humilde y digno que ha pasado por la historia de la humanidad, incluyendo la actualidad.
Si queremos hablar de amor, hablemos de Su amor, y si queremos escuchar una música de amor, que sus notas sean Su amor. En una vida llena de Su Espíritu Santo no es posible y no hay cabida para tales cosas como la música mundana, porque el que persigue una vida así, tiene que saber que esa vida es solo y es toda adoración y amor apasionado por Dios y amor fraternal por nuestro prójimo, sin ningún sabor a mundo ni a suciedad mundanal, cosas de las cuales están repletas intrínsecamente esas herejías sonoras. Y no me estoy refiriendo solo a los reggaetones y el rock del mundo, las PEORES son las aparentemente más decentes: las romanticonas. Porque una cosa es un romance con Dios como Señor, lo cual es plenamente agradable y otra es sin el Señor. Cualquier opinión tengan a bien responder en el amor de Cristo y el puro afecto fraternal que nos une en EL.
Me parece que si Alguien se quiere consagrar a Dios y buscarle de todo corazón -en fin, ser buen cristiano-, que coma solo del Pan de Vida, que es Cristo y que no ande gustando de escuchar cosas que le apartan de El y de las razones de sabiduría como dice el libro de Proverbios.
Yo no digo que esté mal o que sea pecado escucharla. Pero el cristianismo no es mediocridad, no es solo la escogencia entre lo bueno y lo malo, como dice el Pastor Ricardo Salazar, sino más bien, la escogencia entre lo bueno y lo excelente. Si le queremos dar a Dios lo mejor, tendremos que deshacernos de nuestro deseo de aquello que nos hace pensar en nuestra vieja vida rebelde y sin Dios, y sin esperanza, y contraria al mensaje de la Biblia, y una de las cosas que logra apartarnos así de Dios es la música mundana.
El corazón de un autor mundano-que no tiene a Cristo en su corazón- está lleno de esas cosas que mencioné arriba, y no esperemos que eso nos acercará a Dios o que posee ese objetivo. Nuestras canciones deben estar llenas de alegría y esperenza basadas en nuestro Dios, y que reflejen la nueva vida eterna y abundante que Jesús nos ha dado, y no que estemos en el espíritu de la oscuridad y de las tinieblas de este mundo sin Cristo, lleno de maldad y de deseos desordenados, en vez del amor puro y sincero sin mancha de Jesucristo, el hombre más humilde y digno que ha pasado por la historia de la humanidad, incluyendo la actualidad.
Si queremos hablar de amor, hablemos de Su amor, y si queremos escuchar una música de amor, que sus notas sean Su amor. En una vida llena de Su Espíritu Santo no es posible y no hay cabida para tales cosas como la música mundana, porque el que persigue una vida así, tiene que saber que esa vida es solo y es toda adoración y amor apasionado por Dios y amor fraternal por nuestro prójimo, sin ningún sabor a mundo ni a suciedad mundanal, cosas de las cuales están repletas intrínsecamente esas herejías sonoras. Y no me estoy refiriendo solo a los reggaetones y el rock del mundo, las PEORES son las aparentemente más decentes: las romanticonas. Porque una cosa es un romance con Dios como Señor, lo cual es plenamente agradable y otra es sin el Señor. Cualquier opinión tengan a bien responder en el amor de Cristo y el puro afecto fraternal que nos une en EL.