¿ GASOLINA ?

16 Julio 2005
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Me parece importante estas notas de este curita que escribe en el forocatolico.com

La fe es la gasolina del alma

Padre Rivolta
[email protected]

Al atardecer de uno de esos días que pasaba íntegros a orillas del Mar de Tiberíades atendiendo a las muchedumbres que lo acosaban sin cesar, Jesús, sintiéndose agotado, invitó a sus apóstoles a regresar a la barca e ir al otro lado del lago, para descansar un poco de tanto ajetreo.

Los apóstoles aceptaron gozosos la invitación, deseosos de que Jesús se recuperara un poco.

También ellos necesitaban descansar, pues también para ellos la faena había sido larga y cansona.

Al llegar le acomodaron unas almohadas en la popa del barco, para que cómodamente descansara de la larga jornada. Apenas se recostó Jesús, se quedó profundamente dormido.

Otras barcas se sumaron a la de los Apóstoles y, al suave impulso del viento, se hincharon las velas y comenzó la travesía, mientras la noche comenzaba a cubrirlos con su sombra.

Ya la barca donde iba Jesús estaba a mitad de camino cuando, repentinamente, se desató una fuerte tempestad. Arreciaron los vientos y cundió el pánico entre los Apóstoles.

Ya la barca amenazaba con zozobrar bajo el impulso del viento y de las olas, cuando los apóstoles, llenos de miedo y desconcertados ante la impasibilidad de Jesús, que tranquilo seguía durmiendo, lo despertaron gritándole: “¡Maestro, sálvanos!.. ¿no te importa que naufraguemos?”...

Jesús se despertó y, serenamente, se encaró con el viento y dijo al mar: “¡Cállate, cálmate!”.

De inmediato el viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Entonces Jesús, dirigiéndose a sus apóstoles, les preguntó: “¿Por qué tuvieron tanto miedo, hombres de poca fe?”.

Los apóstoles -concluye el Evangelio-, asustados aún, se preguntaban unos a otros: “¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?”... (Cfr. Mateo, 8:18, Marcos, 4:54 y Lucas, 8:22).

Esta escena y el reclamo de Jesús a sus Apóstoles nos vienen como “anillo al dedo”.

Vivimos llenos de miedo y en continua zozobra, porque somos hombres y mujeres de “poca fe”.

¿Qué habrán hecho tantos cristianos con el don de la fe que un día recibieron en el Bautizo?...

“La fe es la certeza de lo que se espera”, nos dice la Carta a los Hebreos.

La fe es creer, esperar y confiar. Y a ella se le llega por el camino del amor, de las buenas obras. Estamos hablando de tres virtudes: la Fe, la Esperanza y el Amor, que, a nivel sobrenatural, están estrechamente unidas entre sí. El Catecismo las llama virtudes “teologales”, porque las tres vienen de Dios y llevan a Dios: la Fe engendra la Esperanza y ambas conducen al Amor.

Las virtudes teologales, como todo lo “sobrenatural”, descansan sobre bases humanas, naturales.

Juan, en su primera carta, afirma que el amor humano, que nace de la credibilidad y de la confianza en el prójimo, es la base de la Fe, de la Esperanza y del Amor Divinos. Oigamos a Juan:

“Aquél que dice que ama a Dios, pero no ama a su hermano, es un mentiroso, porque nadie puede amar a quien ‘no ve’ si primero no ama a quien ‘sí ve”.

Estas consideraciones debieran llevarnos a calcular la distancia que hay entre el “cristianismo” que nos propone Jesús, cimentando en la Fe, en la Esperanza y en el Amor, y el “cristianismo” que profesan tantos cristianos, cimentado, casi siempre, en devociones y en promesas a los santos.

Según Jesús, las “únicas” llaves que nos abren las puertas del Cielo son las buenas obras.

Debiéramos saber de memoria el capítulo 25 del Evangelio de Mateo desde el versículo 35:

-Tuve hambre, sed, etc... A esas obras hechas “según Dios (¡ojo!) y sin publicidad”, condiciona Jesús el darnos las llaves para entrar en su Reino preparado para nosotros, desde toda la eternidad.

Las misas, las comuniones, las devociones, las penitencias, son como la “gasolina”, los aceites y el agua con los que “se equipa” el automóvil para coger carretera. Sin equipar el carro es imposible llegar a destino, pero equipar el carro a todo dar y luego meterlo en el garaje sin usarlo es una tontería. La oración tiene sentido en tanto y cuanto es la fuerza para creer, esperar y amar.

Los apóstoles, aquella vez, quizás ignoraban la advertencia de Jesús: “Sin Mí, nada podrán hacer”.

Y porque San Pablo creyó y esperó firmemente en Jesús y le demostró su amor incondicional, a pesar de tantos tropiezos, fue por lo que pudo decir: “Todo lo puedo en Aquél que es mi fortaleza”.

Reforcemos con la oración nuestra Fe y nuestra Esperanza en Jesús, y aseguremos con muchas buenas obras, hechas por Amor a Dios, el Cielo que Él nos tiene prometido.
 
Re: ¿ GASOLINA ?

Por ser compatriota y tener una obra que admiro, le ruego le diga cura y no ese diminutivo, que intuyo no es por cariño...
 
Re: ¿ GASOLINA ?

corazondeleon dijo:
Me parece importante estas notas de este curita que escribe en el forocatolico.com

La fe es la gasolina del alma

Padre Rivolta
[email protected]

Al atardecer de uno de esos días que pasaba íntegros a orillas del Mar de Tiberíades atendiendo a las muchedumbres que lo acosaban sin cesar, Jesús, sintiéndose agotado, invitó a sus apóstoles a regresar a la barca e ir al otro lado del lago, para descansar un poco de tanto ajetreo.

Los apóstoles aceptaron gozosos la invitación, deseosos de que Jesús se recuperara un poco.

También ellos necesitaban descansar, pues también para ellos la faena había sido larga y cansona.

Al llegar le acomodaron unas almohadas en la popa del barco, para que cómodamente descansara de la larga jornada. Apenas se recostó Jesús, se quedó profundamente dormido.

Otras barcas se sumaron a la de los Apóstoles y, al suave impulso del viento, se hincharon las velas y comenzó la travesía, mientras la noche comenzaba a cubrirlos con su sombra.

Ya la barca donde iba Jesús estaba a mitad de camino cuando, repentinamente, se desató una fuerte tempestad. Arreciaron los vientos y cundió el pánico entre los Apóstoles.

Ya la barca amenazaba con zozobrar bajo el impulso del viento y de las olas, cuando los apóstoles, llenos de miedo y desconcertados ante la impasibilidad de Jesús, que tranquilo seguía durmiendo, lo despertaron gritándole: “¡Maestro, sálvanos!.. ¿no te importa que naufraguemos?”...

Jesús se despertó y, serenamente, se encaró con el viento y dijo al mar: “¡Cállate, cálmate!”.

De inmediato el viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Entonces Jesús, dirigiéndose a sus apóstoles, les preguntó: “¿Por qué tuvieron tanto miedo, hombres de poca fe?”.

Los apóstoles -concluye el Evangelio-, asustados aún, se preguntaban unos a otros: “¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?”... (Cfr. Mateo, 8:18, Marcos, 4:54 y Lucas, 8:22).

Esta escena y el reclamo de Jesús a sus Apóstoles nos vienen como “anillo al dedo”.

Vivimos llenos de miedo y en continua zozobra, porque somos hombres y mujeres de “poca fe”.

¿Qué habrán hecho tantos cristianos con el don de la fe que un día recibieron en el Bautizo?...

“La fe es la certeza de lo que se espera”, nos dice la Carta a los Hebreos.

La fe es creer, esperar y confiar. Y a ella se le llega por el camino del amor, de las buenas obras. Estamos hablando de tres virtudes: la Fe, la Esperanza y el Amor, que, a nivel sobrenatural, están estrechamente unidas entre sí. El Catecismo las llama virtudes “teologales”, porque las tres vienen de Dios y llevan a Dios: la Fe engendra la Esperanza y ambas conducen al Amor.

Las virtudes teologales, como todo lo “sobrenatural”, descansan sobre bases humanas, naturales.

Juan, en su primera carta, afirma que el amor humano, que nace de la credibilidad y de la confianza en el prójimo, es la base de la Fe, de la Esperanza y del Amor Divinos. Oigamos a Juan:

“Aquél que dice que ama a Dios, pero no ama a su hermano, es un mentiroso, porque nadie puede amar a quien ‘no ve’ si primero no ama a quien ‘sí ve”.

Estas consideraciones debieran llevarnos a calcular la distancia que hay entre el “cristianismo” que nos propone Jesús, cimentando en la Fe, en la Esperanza y en el Amor, y el “cristianismo” que profesan tantos cristianos, cimentado, casi siempre, en devociones y en promesas a los santos.

Según Jesús, las “únicas” llaves que nos abren las puertas del Cielo son las buenas obras.

Debiéramos saber de memoria el capítulo 25 del Evangelio de Mateo desde el versículo 35:

-Tuve hambre, sed, etc... A esas obras hechas “según Dios (¡ojo!) y sin publicidad”, condiciona Jesús el darnos las llaves para entrar en su Reino preparado para nosotros, desde toda la eternidad.

Las misas, las comuniones, las devociones, las penitencias, son como la “gasolina”, los aceites y el agua con los que “se equipa” el automóvil para coger carretera. Sin equipar el carro es imposible llegar a destino, pero equipar el carro a todo dar y luego meterlo en el garaje sin usarlo es una tontería. La oración tiene sentido en tanto y cuanto es la fuerza para creer, esperar y amar.
Los apóstoles, aquella vez, quizás ignoraban la advertencia de Jesús: “Sin Mí, nada podrán hacer”.

Y porque San Pablo creyó y esperó firmemente en Jesús y le demostró su amor incondicional, a pesar de tantos tropiezos, fue por lo que pudo decir: “Todo lo puedo en Aquél que es mi fortaleza”.

Reforcemos con la oración nuestra Fe y nuestra Esperanza en Jesús, y aseguremos con muchas buenas obras, hechas por Amor a Dios, el Cielo que Él nos tiene prometido.


exacto.......no penitencias ni porquerias inventadas por el hombre.......

El que cree ya es salvo y el que no ya es condenado por que no creyo en el Nombre del Unigenito Hijo de Dios.

no penitencias.........Jesus ya pago el precio.
 
Re: ¿ GASOLINA ?

@Tiempo! dijo:
exacto.......no penitencias ni porquerias inventadas por el hombre.......

El que cree ya es salvo y el que no ya es condenado por que no creyo en el Nombre del Unigenito Hijo de Dios.

no penitencias.........Jesus ya pago el precio.

Los demonios tambien creen y no son salvos. Esa clase de fe no es cosa de poca monta. Esa fe "obra por amor" como dice Pablo. Esa fe te lleva a la obediencia, único requisito para recibir el Espíritu Santo (Hechos 5:29-32).

Uno puede caer de esa fe, "el que esté firme mire que no caiga". La perseverancia en el Señor también es necesaria:

"Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo" 2ª Juan 9,

Resumen: es falsa la aseveración de "una vez salvo siempre salvo".

PD: conozco la obra del Padre Rivolta con los salesianos. Uno de los pocos curas que viven el cristianismo en la calle. Es director de los Hogares Crea para jóvenes drigadictos. Dios quiera y le haga ver al verdadero Cristo de la Biblia; por lo visto está bien cerca.
 
Re: ¿ GASOLINA ?

Advy dijo:
Los demonios tambien creen y no son salvos. Esa clase de fe no es cosa de poca monta. Esa fe "obra por amor" como dice Pablo. Esa fe te lleva a la obediencia, único requisito para recibir el Espíritu Santo (Hechos 5:29-32).

Resumen: es falsa la aseveración de "una vez salvo siempre salvo".

PD: conozco la obra del Padre Rivolta con los salesianos. Uno de los pocos curas que viven el cristianismo en la calle. Es director de los Hogares Crea para jóvenes drigadictos. Dios quiera y le haga ver al verdadero Cristo de la Biblia; por lo visto está bien cerca.
 
Re: ¿ GASOLINA ?

Advy dijo:
Los demonios tambien creen y no son salvos. Esa clase de fe no es cosa de poca monta. Esa fe "obra por amor" como dice Pablo. Esa fe te lleva a la obediencia, único requisito para recibir el Espíritu Santo (Hechos 5:29-32).

Uno puede caer de esa fe, "el que esté firme mire que no caiga". La perseverancia en el Señor también es necesaria:

"Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo" 2ª Juan 9,

Resumen: es falsa la aseveración de "una vez salvo siempre salvo".

PD: conozco la obra del Padre Rivolta con los salesianos. Uno de los pocos curas que viven el cristianismo en la calle. Es director de los Hogares Crea para jóvenes drigadictos. Dios quiera y le haga ver al verdadero Cristo de la Biblia; por lo visto está bien cerca.

Es una completa herejia decir que los demonios creen..!!!
La pregunta que me gustaria me contestara sera ¿En que creen los demonios?

(Eso pasa por leer y entender mal)

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Re: ¿ GASOLINA ?

Advy dijo:
Los demonios tambien creen y no son salvos. Esa clase de fe no es cosa de poca monta. Esa fe "obra por amor" como dice Pablo. Esa fe te lleva a la obediencia, único requisito para recibir el Espíritu Santo (Hechos 5:29-32).

Uno puede caer de esa fe, "el que esté firme mire que no caiga". La perseverancia en el Señor también es necesaria:

"Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo" 2ª Juan 9,

Resumen: es falsa la aseveración de "una vez salvo siempre salvo".

PD: conozco la obra del Padre Rivolta con los salesianos. Uno de los pocos curas que viven el cristianismo en la calle. Es director de los Hogares Crea para jóvenes drigadictos. Dios quiera y le haga ver al verdadero Cristo de la Biblia; por lo visto está bien cerca.

Afirmar que los demonios "creen" es una completa herejia
Ni mas, ni menos.

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