LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Advy

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14 Mayo 2006
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Apreciados amigos católicos y hermanos protestantes, publico a continuación algo que sé no va ser del agrado de muchos de ustedes, pero lo hago convencido de que es la verdad. Nací y me crié católico, despúes me hice cristiano adventista, y así he continuado hasta el presente por más de veiticinco años. En todo ese tiempo no he conseguido una descripción más exacta de lo que es y representa la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Viendo el grado de apostasía protestante y la gran e impresionante influencia que ha ganado en estos últimos años la Iglesia Católica en los grandes acontecimientos del mundo, y al movimiento ecuménico evidente en estos días presento el siguiente extracto de un libro:

". . . Pero el romanismo, como sistema, no está actualmente más en armonía con el Evangelio de Cristo que en cualquier otro período de su historia. Las iglesias protestantes se hallan sumidas en grandes tinieblas, pues de lo contrario discernirían las señales de los tiempos. La iglesia romana abarca mucho en sus planes y modos de operación. Emplea toda clase de estratagemas para extender su influencia y aumentar su poder, mientras se prepara para una lucha violenta y resuelta a fin de recuperar el gobierno del mundo, restablecer las persecuciones y deshacer todo lo que el protestantismo ha hecho. El catolicismo está ganando terreno en todas direcciones. Véase el número creciente de sus iglesias y capillas en los países protestantes. Nótese en Norteamérica la popularidad de sus colegios y seminarios, tan patrocinados por los protestantes. Piénsese en la extensión del ritualismo en Inglaterra y en las frecuentes deserciones a las filas católicas. Estos hechos deberían inspirar ansiedad a todos los que aprecian los puros principios del Evangelio.

Los protestantes se han entremetido con el papado y lo han patrocinado; han hecho transigencias y concesiones que sorprenden a los mismos papistas y les resultan incomprensibles. Los hombres cierran los ojos ante el verdadero carácter del romanismo, ante los peligros que hay que temer de su supremacía. Hay necesidad de despertar al pueblo para hacerle rechazar los avances de este enemigo peligrosísimo de la libertad civil y religiosa.

Muchos protestantes suponen que la religión católica no es atractiva y que su culto es una serie de ceremonias áridas y sin significado. Pero están equivocados. Si bien el romanismo se basa en el engaño, no es una impostura grosera ni desprovista de arte. El culto de la iglesia romana es un ceremonial que impresiona profundamente. Lo brillante de sus ostentaciones y la solemnidad de sus ritos fascinan los sentidos del pueblo y acallan la voz de la razón y de la conciencia. Todo encanta a la vista. Sus soberbias iglesias, sus procesiones imponentes, sus altares de oro, sus relicarios de joyas, sus pinturas escogidas y sus exquisitas esculturas, todo apela al amor de la belleza. Al oído también se le cautiva. Su música no tiene igual. Los graves acordes del órgano poderoso, unidos a la melodía de numerosas voces que resuenan y repercuten por entre las elevadas naves y columnas de sus grandes catedrales, no pueden dejar de producir en los espíritus impresiones de respeto y reverencia.

Este esplendor, esta pompa y estas ceremonias exteriores, que no sirven más que para dejar burlados los anhelos de las almas enfermas de pecado, son clara evidencia de la corrupción interior. La religión de Cristo no necesita de tales atractivos para hacerse recomendable. Bajo los rayos de luz que emite la cruz, el verdadero cristianismo se muestra tan puro y tan hermoso, que ninguna decoración exterior puede realzar su verdadero valor. Es la hermosura de la santidad, o sea un espíritu manso y apacible, lo que tiene valor delante de Dios.

La brillantez del estilo no es necesariamente indicio de pensamientos puros y elevados. Encuéntranse a menudo conceptos del arte y refinamientos del gusto en espíritus carnales y sensuales. Satanás suele valerse a menudo de ellos para hacer olvidar a los hombres las necesidades del alma, para hacerles perder de vista la vida futura e inmortal, para alejarlos de su Salvador infinito e inducirlos a vivir para este mundo solamente.

Una religión de ceremonias exteriores es propia para atraer al corazón irregenerado. La pompa y el ceremonial del culto católico ejercen un poder seductor, fascinador, que engaña a muchas personas, las cuales llegan a considerar a la iglesia romana como la verdadera puerta del cielo. Sólo pueden resistir su influencia los que pisan con pie firme en el fundamento de la verdad y cuyos corazones han sido regenerados por el Espíritu de Dios. Millares de personas que no conocen por experiencia a Cristo, serán llevadas a aceptar las formas de una piedad sin poder. Semejante religión es, precisamente, lo que las multitudes desean.

El hecho de que la iglesia asevere tener el derecho de perdonar pecados induce a los romanistas a sentirse libres para pecar; y el mandamiento de la confesión sin la cual ella no otorga su perdón, tiende además a dar bríos al mal. El que se arrodilla ante un hombre caído y le expone en la confesión los pensamientos y deseos secretos de su corazón, rebaja su dignidad y degrada todos los nobles instintos de su alma. Al descubrir los pecados de su alma a un sacerdote -mortal desviado y pecador, y demasiado a menudo corrompido por el vino y la impureza- el hombre rebaja el nivel de su carácter y consecuentemente se corrompe. La idea que tenía de Dios resulta envilecida a semejanza de la humanidad caída, pues el sacerdote hace el papel de representante de Dios. Esta confesión degradante de hombre a hombre es la fuente secreta de la cual ha brotado gran parte del mal que está corrompiendo al mundo y lo está preparando para la destrucción final. Sin embargo, para todo aquel a quien le agrada satisfacer sus malas tendencias, es más fácil confesarse con un pobre mortal que abrir su alma a Dios. Es más grato a la naturaleza humana hacer penitencia que renunciar al pecado; es más fácil mortificar la carne usando cilicios, ortigas y cadenas desgarradoras que renunciar a los deseos carnales. Harto pesado es el yugo que el corazón carnal está dispuesto a cargar antes de doblegarse al yugo de Cristo.

Hay una semejanza sorprendente entre la iglesia de Roma y la iglesia judaica del tiempo del primer advenimiento de Cristo. Mientras los judíos pisoteaban secretamente todos los principios de la ley de Dios, en lo exterior eran estrictamente rigurosos en la observancia de los preceptos de ella, recargándola con exacciones y tradiciones que hacían difícil y pesado el cumplir con ella. Así como los judíos profesaban reverenciar la ley, así también los romanistas dicen reverenciar la cruz. Exaltan el símbolo de los sufrimientos de Cristo, al par que niegan con sus vidas a Aquel a quien ese símbolo representa.

Los papistas colocan la cruz sobre sus iglesias, sobre sus altares y sobre sus vestiduras. Por todas partes se ve la insignia de la cruz. Por todas partes se la honra y exalta exteriormente. Pero las enseñanzas de Cristo están sepultadas bajo un montón de tradiciones absurdas, interpretaciones falsas y exacciones rigurosas. Las palabras del Salvador respecto a los judíos hipócritas se aplican con mayor razón aún a los jefes de la iglesia católica romana: "Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; 625 pero ellos mismos no quieren moverlas con un dedo suyo." (S. Mateo 23: 4, V.M.) Almas concienzudas quedan presa constante del terror, temiendo la ira de un Dios ofendido, mientras muchos de los dignatarios de la iglesia viven en el lujo y los placeres sensuales.

El culto de las imágenes y reliquias, la invocación de los santos y la exaltación del papa son artificios de Satanás para alejar de Dios y de su Hijo el espíritu del pueblo. Para asegurar su ruina, se esfuerza en distraer su atención del Único que puede asegurarles la salvación. Dirigirá las almas hacia cualquier objeto que pueda substituir a Aquel que dijo: "¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso!" (S. Mateo 11: 28, V.M.)

Satanás se esfuerza siempre en presentar de un modo falso el carácter de Dios, la naturaleza del pecado y las verdaderas consecuencias que tendrá la gran controversia. Sus sofismas debilitan el sentimiento de obligación para con la ley divina y dan a los hombres libertad para pecar. Al mismo tiempo les hace aceptar falsas ideas acerca de Dios, de suerte que le miran con temor y odio más bien que con amor. Atribuye al Creador la crueldad inherente a su propio carácter, la incorpora en sistemas religiosos y le da expresión en diversas formas de culto. Sucede así que las inteligencias de los hombres son cegadas y Satanás se vale de ellos como de sus agentes para hacer la guerra a Dios. Debido a conceptos erróneos de los atributos de Dios, las naciones paganas fueron inducidas a creer que los sacrificios humanos eran necesarios para asegurarse el favor divino; y perpetráronse horrendas crueldades bajo las diversas formas de la idolatría.

La iglesia católica romana, al unir las formas del paganismo con las del cristianismo, y al presentar el carácter de Dios bajo falsos colores, como lo presentaba el paganismo, recurrió a prácticas no menos crueles, horrorosas y repugnantes. En tiempo de la supremacía romana, había instrumentos de tortura para obligar a los hombres a aceptar sus doctrinas. Existía la hoguera para los que no querían hacer concesiones a sus exigencias. Hubo horribles matanzas de tal magnitud que nunca será conocida hasta que sea manifestada en el día del juicio. Dignatarios de la iglesia, dirigidos por su maestro Satanás, se afanaban por idear nuevos refinamientos de tortura que hicieran padecer lo indecible sin poner término a la vida de la víctima. En muchos casos el proceso infernal se repetía hasta los límites extremos de la resistencia humana, de manera que la naturaleza quedaba rendida y la víctima suspiraba por la muerte como por dulce alivio.

Tal era la suerte de los adversarios de Roma. Para sus adherentes disponía de la disciplina del azote, del tormento del hambre y de la sed, y de las mortificaciones corporales más lastimeras que se puedan imaginar. Para asegurarse el favor del cielo, los penitentes violaban las leyes de Dios al violar las leyes de la naturaleza. Se les enseñaba a disolver los lazos que Dios instituyó para bendecir y amenizar la estada del hombre en la tierra. Los cementerios encierran millones de víctimas que se pasaron la vida luchando en vano para dominar los afectos naturales, para refrenar como ofensivos a Dios todo pensamiento y sentimiento de simpatía hacia sus semejantes.

Si deseamos comprender la resuelta crueldad de Satanás, manifestada en el curso de los siglos, no entre los que jamás oyeron hablar de Dios, sino en el corazón mismo de la cristiandad y por toda su extensión, no tenemos más que echar una mirada en la historia del romanismo. Por medio de ese gigantesco sistema de engaño, el príncipe del mal consigue su objeto de deshonrar a Dios y de hacer al hombre miserable. Y si consideramos lo bien que logra enmascararse y hacer su obra por medio de los jefes de la iglesia, nos daremos mejor cuenta del motivo de su antipatía por la Biblia. Siempre que sea leído este libro, la misericordia y el amor de Dios saltarán a la vista, y se echará de ver que Dios no impone a los hombres ninguna de aquellas pesadas cargas. Todo lo que él pide es un corazón contrito y un espíritu humilde y obediente.

Cristo no dio en su vida ningún ejemplo que autorice a los hombres y mujeres a encerrarse en monasterios so pretexto de prepararse para el cielo. Jamás enseñó que debían mutilarse los sentimientos de amor y simpatía. El corazón del Salvador rebosaba de amor. Cuanto más se acerca el hombre a la perfección moral, tanto más delicada es su sensibilidad, tanto más vivo su sentimiento del pecado y tanto más profunda su simpatía por los afligidos. El papa dice ser el vicario de Cristo; ¿pero puede compararse su carácter con el de nuestro Salvador? ¿Vióse jamás a Cristo condenar hombres a la cárcel o al tormento porque se negaran a rendirle homenaje como Rey del cielo? ¿Acaso se le oyó condenar a muerte a los que no le aceptaban? Cuando fue menospreciado por los habitantes de un pueblo samaritano, el apóstol Juan se llenó de indignación y dijo: "Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como hizo Elías?" Jesús miró a su discípulo con compasión y le reprendió por su aspereza, diciendo: "El Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas." (S. Lucas 9: 54, 56.) ¡Cuán diferente del de su pretendido vicario es el espíritu manifestado por Cristo!

La iglesia católica le pone actualmente al mundo una cara apacible, y presenta disculpas por sus horribles crueldades. Se ha puesto vestiduras como las de Cristo; pero en realidad no ha cambiado. Todos los principios formulados por el papismo en edades pasadas subsisten en nuestros días. Las doctrinas inventadas en los siglos más tenebrosos siguen profesándose aún. Nadie se engañe. El papado que los protestantes están ahora tan dispuestos a honrar, es el mismo que gobernaba al mundo en tiempos de la Reforma, cuando se levantaron hombres de Dios con peligro de sus vidas para denunciar la iniquidad de él. El romanismo sostiene las mismas orgullosas pretensiones con que supo dominar sobre reyes y príncipes y arrogarse las prerrogativas de Dios. Su espíritu no es hoy menos cruel ni despótico que cuando destruía la libertad humana y mataba a los santos del Altísimo. 628

El papado es precisamente lo que la profecía declaró que sería: la apostasía de los postreros días. (2 Tesalonicenses 2:3, 4.) Forma parte de su política asumir el carácter que le permita realizar mejor sus fines; pero bajo la apariencia variable del camaleón oculta el mismo veneno de la serpiente. Declara: "No hay que guardar la palabra empeñada con herejes, ni con personas sospechosas de herejía." -Lenfant, Histoire du Concile de Constance, tomo 1, pág. 493. ¿Será posible que este poder cuya historia se escribió durante mil años con la sangre de los santos, sea ahora reconocido como parte de la iglesia de Cristo?

No sin razón se ha asegurado que en los países protestantes el catolicismo no difiere ya tanto del protestantismo como antes. Se ha verificado un cambio; pero no es el papado el que ha cambiado. El catolicismo se parece mucho en verdad al protestantismo de hoy día debido a lo mucho que éste ha degenerado desde los días de los reformadores.

Mientras las iglesias protestantes han estado buscando el favor del mundo, una falsa caridad las ha cegado. Se figuran que es justo pensar bien de todo mal; y el resultado inevitable será que al fin pensarán mal de todo bien. En lugar de salir en defensa de la fe que fue dada antiguamente a los santos, no parecen sino disculparse ante Roma por haberla juzgado con tan poca caridad y pedirle perdón por la estrechez de miras que manifestaron.

Muchos, aun entre los que no favorecen al romanismo, se dan poca cuenta del peligro con que les amenaza el poder y la influencia de Roma. Insisten en que las tinieblas intelectuales y morales que prevalecían en la Edad Media favorecían la propagación de sus dogmas y supersticiones junto con la opresión, y que el mayor caudal de inteligencia de los tiempos modernos, la difusión general de conocimientos y la libertad siempre mayor en materia de religión, impiden el reavivamiento de la intolerancia y de la tiranía. Se ridiculiza la misma idea de que pudiera volver un estado de cosas semejante en nuestros tiempos de luces. Es verdad que sobre esta generación brilla mucha luz intelectual, moral y religiosa. De las páginas abiertas de la santa Palabra de Dios, ha brotado luz del cielo sobre la tierra. Pero no hay que olvidar que cuanto mayor sea la luz concedida, tanto más densas también son las tinieblas de aquellos que la pervierten o la rechazan.

Un estudio de la Biblia hecho con oración mostraría a los protestantes el verdadero carácter del papado y se lo haría aborrecer y rehuir; pero muchos son tan sabios en su propia opinión que no sienten ninguna necesidad de buscar humildemente a Dios para ser conducidos a la verdad. Aunque se enorgullecen de su ilustración, desconocen tanto las Sagradas Escrituras como el poder de Dios. Necesitan algo para calmar sus conciencias, y buscan lo que es menos espiritual y humillante. Lo que desean es un modo de olvidar a Dios, pero que parezca recordarlo. El papado responde perfectamente a las necesidades de todas esas personas. Es adecuado a dos clases de seres humanos que abarcan casi a todo el mundo: los que quisieran salvarse por sus méritos, y los que quisieran salvarse en sus pecados. Tal es el secreto de su poder." Elena G. de White. Conflicto de los Siglos
(año 1888)


"Porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es ABOMINACION" Lucas 16:15
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Hola a todos.

Estimados hermanos, quiero publicar algo, que yo sé no va a ser del agrado de algunos sectarios del adventismo, que hay por aquí. Pero, lo hago convencido de que es la purita verdad.......

Desde mi niñez, siempre consideré a los adventistas como el "legítimo pueblo de Dios". Fui educado en lo que podríamos llamar el adventismo tradicional, con Ellen White jugando un papel estelar en nuestras creencias. Sus escritos nos daban esa sensación de seguridad de tener "la verdad presente", y de pertenecer a la "iglesia remanente", con un "claro panorama" de los "eventos finales" de la historia.

Esto nos hacía sentir en franca ventaja frente a las otras denominaciones religiosas. Éramos los escogidos, con la llamada "mensajera del Señor" señalándonos el camino a través de sus libros, los cuales, abarcando una amplia gama de temas, contribuyen a conformar lo que llaman el "mensaje adventista".

Nunca albergué la más mínima duda sobre el legado profético de la Sra. White ni sobre la doctrina de la iglesia en sentido general. Si en mis habituales estudios aparecía algo que no entendía, trataba de racionalizarlo y buscar alguna explicación al respecto, pero manteniendo una fe absoluta en lo que se me había enseñado, ya que en mi fuero interno no había la menor posibilidad de que estuviéramos equivocados. Para mí, esto era totalmente imposible.

Entonces sólo era cuestión de tiempo para que, llegado el momento, comenzaran a desencadenarse los angustiosos acontecimientos finales que todo adventista espera como preámbulo del final feliz que describe Ellen White en sus escritos. El mundo entero se uniría en contra nuestra para perseguirnos encarnizadamente, especialmente los católicos y el "protestantismo apóstata"; todos capitaneados por el sumo pontífice de Roma y los Estados Unidos; dejando a un lado así los intereses económicos, y las creencias religiosas tan opuestas que sustentan. Todo eso, con la finalidad de obligarnos a "guardar el domingo" como observación religiosa, en lugar del sábado, so pena de muerte.

Este escenario, considerado quizás improbable desde el punto de vista humano, tendría un cumplimiento segurísimo en mi opinión, ya que así lo establecía nuestra elaborada y detallada interpretación profética que, al encajar perfectamente con todas esas fechas que manejábamos, y además estar refrendada por nuestra "mensajera del Señor" en sus "testimonios", hacía que se descartara de plano toda equivocación al respecto. Pero el futuro me reservaba una gran sorpresa.

A finales de Dic./2001, buscando en Internet temas religiosos, encontré el site www.ellenwhite.org, en el cual se atacaba la legitimidad del don profético de la Sra. White, y la doctrina adventista en general. Mi primera reacción fue de indignación, y luego de consultar con algunos hermanos, decidimos que íbamos a enfrentar de manera conjunta a esos señores. Finalmente, la desidia, el desinterés, y el temor se hicieron presentes, y tuve que emprender el camino en forma solitaria.

Lo primero que hice fue verificar el tipo de personas que realizaban estos ataques. Allí encontré gentes con muchas raíces en la iglesia. Había adventistas de tercera y cuarta generación, así como laicos y ministros con muy buena reputación. Eso me preocupó, porque yo esperaba encontrar detrás de todo esto a los "temibles jesuitas católicos".
Algo muy grande tiene que haber ocurrido, razoné en mi interior, para que estos hermanos y pastores dieran un viraje tan drástico en contra del "pueblo de Dios" y su "profetisa".

Comencé a estudiar profundamente el material presentado en esa página, con el fin de refutarlo, pero realmente me encontré en un callejón sin salida. No encontraba explicación adecuada a todo lo que se planteaba allí. Mi confusión aumentaba cada día más. El fantasma de "la mentira White", comenzó a rondar en mi cabeza. Tuve acceso a los testimonios de ex-adventistas que relataban sus experiencias y exponían sus frustraciones y su desengaño al comprobar la falsedad de todo el asunto.

Un hermano y amigo me recomendó consultar la página del Centro White en español, (centrowhite.uapar.edu); para colmo de males, allí encontré la declaración oficial de esa institución en defensa de las acusaciones de plagio a la Sra. White, y la consideré inaceptable. Poco a poco, fueron encajando todas las piezas del rompecabezas, y compungido, alcancé a ver claramente el complejo diseño de todo el sistema de engaño. Lo imposible se hizo realidad ante mis propios ojos. Ellen White era un fraude, y la alta dirigencia siempre lo había sabido, aún desde el mismo inicio de la "obra adventista". Pero todo esto se había ocultado magistralmente a la hermandad, y los disidentes neutralizados; de tal manera que en mi caso, me enteré fortuitamente de ello, luego de casi 40 años.

Deprimido y amargado, consulté al Señor en oración, y repentinamente llegó a mi mente un pensamiento: "volver a la Biblia, sin opiniones preconcebidas". Entonces medité en lo que pasaría si comenzaba a re-estudiar las Escrituras, partiendo de cero; es decir, dejando de lado completamente todo lo que se me había enseñado. A partir de ahí, estoy viendo claramente el sentido llano y simple de la Palabra de Dios. He podido comprobar que no es cierto que un puñado de teólogos adventistas sean los únicos capaces de interpretarla correctamente, con el agravante de que nunca se ponen de acuerdo entre ellos mismos. La Biblia es un tesoro abierto para todo el mundo; basta con que dejemos al Señor hablarnos a través de ella, y no tratar de imponerle nuestra perspectiva.
"Nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz" (Lucas 8:17).

Finalmente, hermanos foristas, si ustedes quieren averiguar algo sobre ese libelo novelesco llamado "El conflicto de los siglos", citado por advy; les invito a leerlo aquí:
http://www.geocities.com/alfil2_1999/mitoconflicto.html

AHÍ PODRÁN COMPROBAR, QUE DICHO LIBELO NOVELESCO, ES PURITA FALSEDAD; AL IGUAL QUE LA "PROFETISA" MENTIROSA QUE LO COPIÓ......

Dios les bendiga. Saludos.
Billy Vicente
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

bvicente18 dijo:
]

AHÍ PODRÁN COMPROBAR, QUE DICHO LIBELO NOVELESCO, ES PURITA FALSEDAD; AL IGUAL QUE LA "PROFETISA" MENTIROSA QUE LO COPIÓ......

Nadie está hablando de profecías cumplidas o de que sea profetisa o no. Estamos hablando de hechos históricos y teológicos.

En el supuesto SUPE NEGADO, de que se haya copiado medio libro, no le quita valor a la veracidad de lo allí expresado.

Tú, Billy Vicente, que prefieres mil veces que los católicos permanezcan en tal sistema idolátrico a que conozcan el verdadero Dios de la Biblia, sin implicar por ello a que acepten el adventismo, eres un "quinta columna del Vaticano", ¿Por qué eres el único protestante supuestamente bíblico que cuestiona el escrito? Te delataste tú mismo.

Hablen mal, maldigan a la Iglesia Adventista del Séptimo día, digan lo que quieran , no importa, así hicieron con nuestro Señor Jesucristo. Aun así, la verdad de la Iglesia Católica ha sido expuesta sin esconder nada.
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Advy dijo:
Apreciados amigos católicos y hermanos protestantes, publico a continuación algo que sé no va ser del agrado de muchos de ustedes, pero lo hago convencido de que es la verdad. Nací y me crié católico, despúes me hice cristiano adventista, y así he continuado hasta el presente por más de veiticinco años. En todo ese tiempo no he conseguido una descripción más exacta de lo que es y representa la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Viendo el grado de apostasía protestante y la gran e impresionante influencia que ha ganado en estos últimos años la Iglesia Católica en los grandes acontecimientos del mundo, y al movimiento ecuménico evidente en estos días presento el siguiente extracto de un libro:

Justo Rodríguez te responde:

Estimado ADVY, veo que te falta mucho por leer para poder describir lo que realmente es la Iglesia Universal que Cristo fundó. El tema tiene su grado de complejidad y tu lo haz querido reducir a unas cuantas líneas. Sería bueno que en tus descripciones le pidieras la opinión a quienes pretendes describir, asi como para complementar un poco la cosa digo yo... y no caer en visiones radicales que te pueden hacer pasar un mal rato frente a alguien que tenga una visión un poco más amplia de las cosas. Lee por favor detenidamente el siguiente extracto, a lo mejor te ayuda en un nuevo intento por describir a la Iglesia. (ojo con la fecha del libro)

"Hace veinte siglos que existe la Iglesia. Existe incluso con cierta obstinación. No es, por cierto, que le hayan faltado todos los apuros propios para desanimarla de sobrevivir.
En el mismo interior de su recinto se han levantado tempestades que hubieran debido aniquilarla.
Pero a fin de cuentas existe...

Parece, pues, que en veinte siglos la humanidad habría podido hacerse de la Católica una idea no en exceso fantasiosa, así como ha logrado adquirir una noción razonable de la forma de África y del movimiento de los astros. Pero no hay nada de esto. Puede incluso declararse, sin riesgo de caer en la exageración, que de todas las comunidades humanas, la Iglesia es la que es objeto de
los desprecios más caracterizados, más tenaces y más divergentes.

La Iglesia de las apariencias. - La Iglesia, es cierto, presenta un espectáculo sorprendente. ¿Acaso la costumbre impide que nos demos cuenta?
En medio de los Estados de nuestro planeta, todos limitados en el espacio por fronteras permeables o impermeables, exclusivamente atentos a organizar o a acumular los bienes de la Tierra, existe una sociedad sin fronteras asignables en el espacio, más antigua en el tiempo que todos los Estados modernos, que lleva su propia existencia de manera autónoma, que hace profesión de no preocuparse sino de la eternidad y de los caminos que a ella conducen. Sin embargo, el bierno de esta sociedad netamente centralizada sostiene relaciones diplomáticas con gran parte de los Estados. Además, la Iglesia posee células en casi todas las naciones de la tierra: son las diócesis y, en las diócesis, las parroquias. Posee sus tribunales propios, un código de derecho particular, y establece su jurisprudencia. A sus súbditos, impone ciertas formas de vida determinadas y muy visibles: cada domingo, se dirigen a un lugar de culto común, rehúsan comer carne el viernes, ayunan varias veces al año. Para ellos el matrimonio será indisoluble. Algunos de los miembros de esta sociedad adoptan un género de vida que los distingue de los demás: vestido especial, celibato perpetuo. A lo cual añaden algunos también la obligación de la vida en común, de la pobreza y de la obediencia a un superior. .

Ante este panorama, el espectador que no es más que un espectador se irrita, se inquieta o se alegra, según su temperamento. Algunos confiesan las esperanzas que ponen en la Iglesia. Ésta, con su poderosa organización, su fuerte armazón, su vieja experiencia, ¿no es la muralla de todo orden social, de la«civilización cristiana»? Estos partidarios comprometedores felicitan a la Iglesia por haber acomodado el mensaje de Cristo a las conveniencias y a las exigencias del tiempo, por haber expulsado el «veneno del Magnificat». Tras esta muralla, unos se apresuran a poner al abrigo su caja fuerte, otros, sus timideces, otros, en fin, su miedo a las novedades.

A estas categorías, añadiríanse fácilmente otras aún, por ejemplo la categoría de los que, atacados de revolución, piden a la Iglesia que justifique, bendiga y sostenga la acción subversiva que ellos sueñan.
Pero todos estos se equivocan, partidarios o adversarios. No
ven ni verán jamás sino las apariencias de la Iglesia, es decir, que
no la verán nunca.


La Iglesia invisible. - En el otro extremo están los cristianos que
contemplan con fe el espectáculo de la Iglesia. Pero un
menosprecio igual les amenaza y sería ingenuo creer que todos lo
han evitado.
Algunos están tentados a no retener de la Iglesia sino la
realidad invisible y sobrenatural. Lo visible, lo aparente, no es en la
Iglesia seductivo en todos los aspectos. Muy al contrario. El
cristiano es decepcionado por sus hermanos cristianos, que no
son todos, ni mucho menos, modelo de virtud, decepcionados por
los jefes de la Iglesia, que no son todos genios ni siquiera santos.
Algunos se extravían, se escandalizan, de ese gran aparato que se
llama administración, del movimiento y del ruido tan profanos que
produce el movimiento de este gran cuerpo, de los métodos que
evocan los Estados de la tierra.
Así pues, el cristiano, para salvaguardar su fe en la Iglesia, se
encuentra como invitado a negar que el aspecto histórico exterior y
visible sea esencial. Se encuentra como forzado a mirar más arriba
del rostro terrestre que ofrece la Iglesia, a desechar las
apariencias... Al fin y al cabo, ¿no está la Iglesia más por encima
de nuestra historia, en el acto de Dios que le da la fe y que
justifica? ¿La Iglesia de Dios no está en el interior, en el secreto de
los almas que acogen la fe y la justificación? Abandonemos pues,
dicen de buena gana estos cristianos, la comunidad humana y
visible a sus miserias, a sus mezquindades, a sus escándalos y
fijemos nuestra mirada únicamente en la Iglesia Santa e invisible,
por encima del tiempo presente, hacia su futuro trascendente. La
Iglesia es objeto de nuestra fe y no de nuestra experiencia, ni
siquiera religiosa. La Iglesia es una esperanza, no una realidad. La
Iglesia es un ideal y no una historia.
La actitud espiritual así esquematizada corresponde ciertamente
al protestantismo. Pero se equivocaría quien pensase que no
existe entre los católicos en estado de tendencia.
Sean lo que fueren las intenciones profundas de sus
defensores, sentimientos tales no hacen justicia en modo alguno al
misterio de la Iglesia.

La Iglesia y su Misterio. -¿Qué es, pues, el Misterio de la Iglesia?

I/MISTERIO: Hay que entenderlo en el sentido original del
término Mysterion, tal como lo expone san Pablo en varias
ocasiones: (1 Co 2, 7-8; Rm, 16, 25-27; Col, 1, 24-28; 2, 2-3; Ef, 3,
3-12).
No hay que reducir pues el misterio a no ser sino una verdad
oculta y obscura al espíritu. El misterio es un acontecimiento que
realiza el poder de Dios y que Dios descubre, precisamente
cumpliéndolo. Este acontecimiento alcanza a los hombres y solicita
su acción. A decir verdad, el misterio es «Cristo entre nosotros»
(Colosenses, 1, 24-28), acontecimiento infinito de] cual la Iglesia es
una cara.
En este sentido y por esta razón, el misterio de la Iglesia
consiste en la solidaridad, en sus muros, de la historia y de la
Eternidad Divina, del hombre y de Dios, de lo visible y lo Invisible.
Hablemos, si se quiere, un lenguaje más directo: la Iglesia es la
asamblea de hombres bautizados, animados de la fe sobrenatural
en Jesucristo, que reconoce la autoridad de Pedro, de los
apóstoles y de sus sucesores, y es al mismo tiempo el instrumento
por medio del cual, Dios, en su Misericordia, provee a la salvación
eterna de todo el género humano. El Misterio es la conjunción de
estos dos puntos de vista: sociedad humana por una parte -
prolongación de la existencia de Jesucristo por otra.
San Gregorio de Nisa ha expresado el misterio eclesial en una
brillante página: «La fundación de la Iglesia es la creación de un
nuevo universo... En ella se forma otro hombre a imagen de Aquel
que lo ha creado; en ella se encuentra una nueva especie de
astros (los Apóstoles), de los cuales se ha dicho: "Vosotros sois la
luz del Mundo... Y así como el que mira el mundo sensible y
comprende la Sabiduría que se manifiesta en la belleza de los
seres se remonta por las cosas visibles a las cosas invisibles, así
el que considera este nuevo Cosmos de la creación de la Iglesia ve
en él Aquel que es y se hace todo en todos. De este modo
conduce su espíritu hacia el Dios incomprensible, como de la
mano, a través de los objetos sensibles y los objetos de la fe»1. Es
decir, que la Iglesia es una cosa muy distinta de lo que parece. No
es solamente el Espejo donde brilla el sol de Justicia, según una
expresión del Doctor Niseno 2, sino que es la Morada de Dios.
Así pues, la Iglesia no es solamente asamblea humana y objeto
de experiencia histórica, sea cual fuere. La Iglesia es misterio de
fe, por más que no sea sólo misterio de fe.
El Misterio es que el «pequeño rebaño» se haga mediador de la
gracia para el género humano entero, a través de todas las
épocas a través de todos los continentes. El misterio es que todo
hombre se encuentra actor en la historia eclesial, posee en él un
papel cierto, y que todo ello no se logrará sino por medio de la
obra concentrada de la masa humana, ya que «también nosotros
somos colaboradores de Dios».
Henos aquí, pues, en el misterio en el sentido original: verdad
que nosotros no hubiéramos podido descubrir si no hubiera
intervenido la Revelación sobrenatural; realidad cuya naturaleza
permanece para nosotros obscura aún después de la Revelación;
acción en que estamos todos implicados, para desempeñar en ella
un papel de repercusiones indefinidas y sobrenaturales.
A este respecto, la Iglesia es objeto de fe, no bajo sus aspectos
humanos e históricos -esto es objeto de experiencia -, sino en su
intimidad sobrenatural, según que es santificada por el Espíritu,
participa de la Santidad de Dios, se convierte en el Reflejo de su
Verdad y en el Instrumento de su Amor Salvador.
Pero siendo el misterio de la Iglesia solidario de apariencias
humanas, el escándalo acecha al hombre, a todo hombre, al
incrédulo, claro, pero también al creyente. Divina y humana,
grande y miserable, la Iglesia es todo esto a la vez. Son
dimensiones que nos cuesta admitir y poner de lado. La segunda
ofusca a la primera. Así antaño, los judíos que veían al Hijo de
Dios ir y venir, comer y beber, estuvieron al borde del escándalo y
muchos cayeron en él.
Pero «bienaventurado el que no se habrá escandalizado por mi
causa» (Lucas 7, 23)."


ANDRÉ DE BOVIS
LA IGLESIA Y SU MISTERIO
Editorial CASAL I VALL
ANDORRA-1962



Justo Rodríguez
-----------------------------------------------------------------------
"Todos los dones que hemos recibido son para trabajar para Dios al Servicio de los demás" San Alberto Hurtado, santo chileno canonizado en Octubre de 2005.
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Justo Rodríguez dijo:
Justo Rodríguez te responde:

Estimado ADVY, veo que te falta mucho por leer para poder describir lo que realmente es la Iglesia Universal que Cristo fundó. El tema tiene su grado de complejidad y tu lo haz querido reducir a unas cuantas líneas. Sería bueno que en tus descripciones le pidieras la opinión a quienes pretendes describir, asi como para complementar un poco la cosa digo yo... y no caer en visiones radicales que te pueden hacer pasar un mal rato frente a alguien que tenga una visión un poco más amplia de las cosas. Lee por favor detenidamente el siguiente extracto, a lo mejor te ayuda en un nuevo intento por describir a la Iglesia. (ojo con la fecha del libro)


Justo Rodríguez
-----------------------------------------------------------------------
"Todos los dones que hemos recibido son para trabajar para Dios al Servicio de los demás" San Alberto Hurtado, santo chileno canonizado en Octubre de 2005.


Bienvenida tu opinión. Para eso es el foro. Si quieras vamos punto por punto. Gracias
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Advy:

Cuando dijiste que a muchos no les iba a gustar, pensé - qué tan malo puede ser? - y comencé a leerlo, honestamente ha resultado no solo desagradable, sino completamente fuera de lugar, mientras dices que es una definición de la IGLESIA CATOLICA, cuando se lee, se una mezcla subjetiva de juicios que a mi ver, estan totalmente equivocados.

Sin duda alguna, hay casos que se han dado y se seguiran dando, pero de ahi a decir que los católicos y los protestantes son lo mismo, creo que hay un abismo de diferencia. Es incorrecto considerar que TODOS los protestantes se han vuelto paganos. Es incorrecto decir lo que Elena ha dicho en esos párrafos que nos compartes, porque el cristiano, el verdadero hijo de Dios no se define por una "religión" o en este caso una "denominación", el hijo de Dios es sellado por el Espiritu Santo. Eso, nada ni nadie lo puede quitar.

Creo, que analizar tal escrito resulta vano, creo que quien lo escribió si bien, en su tiempo y observando un grupo particular, es probable que acertara, pero a estas alturas, y en este sitio, y sin ningún contexto que lo apoye, esta fuera de lugar.

Ahora yo te preguntaría a ti, ¿Crees que hay alguno que sea salvo fuera de la Iglesia Adventista?

DTB
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Advy dijo:
La iglesia romana abarca mucho en sus planes y modos de operación.


Muy cierto, de hecho mucho de lo que citas es lamentablemente cierto, pero no todo, permíteme explicarlo.

Lamentablemente muchas de las iglesias protestantes le hacen la corte a Roma, muchos de los planes y modos de operación otrora evangélicos estan siendo copiados ad íntegrum por Roma la gran simuladora.

Lo peor no ha pasado lo peor apenas viene:

Un "ecumenismo" tantas veces permisivo, mas bien tolerante e incluso indiferente a la vista de tantos va borrando se quiera o no la línea entre lo cierto y lo falso crando puentes para el angaño colectivo.

No importa en que piense o que haga, sino que me aceptes y me toleres con lo que yo creo...¿esto es es cristianismo o política? y todo en aras del "amor" mal entendido.

El ecumenismo por ejemplo, desde la perspectiva de roma es aceptar dentro de un pliego de peticiones muchas cosas, siempre y cuando se ubiquen los ecumenistas bajo la bandera papal.

Un "ecumenismo" bajo los lineamientos de Roma esta siendo absorvida por sectores enteros del protestantismo...son principio de dolores de parto.

El Señor ya viene, pero no vendrá sin que se haya manifestado aquel inicuo, sin que el anticristo haga de las suyas y lo está empezando a hacer leudando la masa, trabajando en la proliferación de falsos maestros, falsos apostoles, falsos discípulos, falsos pastores, no vendrá el Señor Jesucristo sin que venga primero la apostasía y el espiritu de error haya carcomido los cimientos del protestantismo, ultimo pendon de la verdad.

Lo peor es que muchos protestantes evangélicos ya no distinguen una cosa de la otra no pueden o no quieren ver mas alla de sus narices y sucumbiendo ante su propia tibieza.

Evangélicos que con un espiritu permisivo han permitido la intrusion de falsos maestros con doctrinas heréticas como "la prosperidad", "creciendo en gracia", "los G12" esta sacudiendo la otrora clara y precisa verdad evangélica.

Y asi las cosas, el oportunismo adventisata del escrito de E White trata de desviar los ojso hacia su secta ocmo si fuera este conjunto de ehrejías la repuesta para los evangélicos.

Los cristianos evangelicos tenemos todas las armas para ser columna y baluarte de la verdad: hagámoslo y no se dejen engañar por propios (falsos cristianos, flasos predicadores, falsos ministros, tibios, ecumenoides, falsos maetros, falsas iglesias, etc) y extraños: adventistas, TJ, mormones, papistas y demas grupos religosos.

En este mismo foro, no alcanza el tiempo y las manos, los oberos pra contener tanta hrejia

Mientras muchos evangélicos estan pediendo en estos últimos tiempos, perdiendo el rumbo, el Señor está levantando otros y reafirmando sus rodillas caidas, supliendo su falta de sabiduiría, esta dandoles discerrnimiento, autoridad y conocimiento de tal forma que no se dejan engañar.

Es irónico, pero mientras la iglesia de Roma se hace- como es su costumbre - la víctima de los "ataques" evangélicos, en realidad el enemigo esta trabajando para que evangélicos vean con buena cara a Roma, que no es tan malo hacerse a su modo, que es "lo mismo", etc

El Señor nos cuide y nos bendiga amados cristianos, ilgesia de Dios.

Un saludo

El Señor nos guarde.
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

OSO dijo:
Muy cierto, de hecho mucho de lo que citas es lamentablemente cierto, pero no todo, permíteme explicarlo.

Lamentablemente muchas de las iglesias protestantes le hacen la corte a Roma, muchos de los planes y modos de operación otrora evangélicos estan siendo copiados ad íntegrum por Roma la gran simuladora.

Lo peor no ha pasado lo peor apenas viene:

Un "ecumenismo" tantas veces permisivo, mas bien tolerante e incluso indiferente a la vista de tantos va borrando se quiera o no la línea entre lo cierto y lo falso crando puentes para el angaño colectivo.

No importa en que piense o que haga, sino que me aceptes y me toleres con lo que yo creo...¿esto es es cristianismo o política? y todo en aras del "amor" mal entendido.

El ecumenismo por ejemplo, desde la perspectiva de roma es aceptar dentro de un pliego de peticiones muchas cosas, siempre y cuando se ubiquen los ecumenistas bajo la bandera papal.

Un "ecumenismo" bajo los lineamientos de Roma esta siendo absorvida por sectores enteros del protestantismo...son principio de dolores de parto.

El Señor ya viene, pero no vendrá sin que se haya manifestado aquel inicuo, sin que el anticristo haga de las suyas y lo está empezando a hacer leudando la masa, trabajando en la proliferación de falsos maestros, falsos apostoles, falsos discípulos, falsos pastores, no vendrá el Señor Jesucristo sin que venga primero la apostasía y el espiritu de error haya carcomido los cimientos del protestantismo, ultimo pendon de la verdad.

Lo peor es que muchos protestantes evangélicos ya no distinguen una cosa de la otra no pueden o no quieren ver mas alla de sus narices y sucumbiendo ante su propia tibieza.

Evangélicos que con un espiritu permisivo han permitido la intrusion de falsos maestros con doctrinas heréticas como "la prosperidad", "creciendo en gracia", "los G12" esta sacudiendo la otrora clara y precisa verdad evangélica.

Y asi las cosas, el oportunismo adventisata del escrito de E White trata de desviar los ojso hacia su secta ocmo si fuera este conjunto de ehrejías la repuesta para los evangélicos.

Los cristianos evangelicos tenemos todas las armas para ser columna y baluarte de la verdad: hagámoslo y no se dejen engañar por propios (falsos cristianos, flasos predicadores, falsos ministros, tibios, ecumenoides, falsos maetros, falsas iglesias, etc) y extraños: adventistas, TJ, mormones, papistas y demas grupos religosos.

En este mismo foro, no alcanza el tiempo y las manos, los oberos pra contener tanta hrejia

Mientras muchos evangélicos estan pediendo en estos últimos tiempos, perdiendo el rumbo, el Señor está levantando otros y reafirmando sus rodillas caidas, supliendo su falta de sabiduiría, esta dandoles discerrnimiento, autoridad y conocimiento de tal forma que no se dejan engañar.

Es irónico, pero mientras la iglesia de Roma se hace- como es su costumbre - la víctima de los "ataques" evangélicos, en realidad el enemigo esta trabajando para que evangélicos vean con buena cara a Roma, que no es tan malo hacerse a su modo, que es "lo mismo", etc

El Señor nos cuide y nos bendiga amados cristianos, ilgesia de Dios.

Un saludo

El Señor nos guarde.

Amen hermano, ¡Dios te bendiga!
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Advy dijo:
Bienvenida tu opinión. Para eso es el foro. Si quieras vamos punto por punto. Gracias

¿Te refieres a punto por punto del texto que has puesto tú o del que he puesto yo?


Justo Rodríguez
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Dios te bendiga:

Estimado Advy:

Hay muchas de las cosas que se dicen en este escrito de Elena que están escritas en la historia, eso que ni que, aunque no por eso debemos satanizar a todos los catolicos por los errores que se cometieron muy graves por cierto, aunque no muy menos grave es el error que cometió Elena al querer encacillar en la misma categoría a los protestantes o evangelicos, de los cuáles al parecer en ese momento no se acordó que ella también salió del protestantismo, pues debemos recordar que aunque parezca extraño Elena fue metodista, es decir protestante, pues el protestante no es más que todo grupo que no está de acuerdo con el sistema de roma.

La mentalidad de los protestantes ha cambiado a través de los siglos gracias a Dios, pues ya no vemos a los católicos o a otros grupos que consideramos como desviados de la biblia, como nuestros enemigos sino que los vemos como personas que necesitan de Dios y de su amor y pretendemos ser usados para que guiarlos dentor de nuestros limites humanos al buen camino.
No tiene que ver nada con el mal llamado "ecumenismo" si con el amor, pues no podemos pagar mal por mal si no todo lo contrario, cómo pues podríamos hacer saber del amor de Jesús y hacer que valoren el sacrificio único, propicio y contundente del Señor si estamos atacándolos y considerandolos como unos diabolicos e infernales? Esa no es la manera correcta, lamentablemente creo que Elena se equivoco con esto. Yo recuerdo de pequeña que por casa había una iglesia adventista la cual predicaba que el papa juan pablo II era la bestia, o el vicario del diablo y muchas cosas afines, tu crees que por más errados que estén los católicos se van a convertir a Cristo (o cualquier otro grupo) si le decimos estas cosas?

No es que pasemos paño tibio pero hay que tener cuidado.
Yo espero que tu no seas de los adventistas que nos llaman “evangélicos protestantes” despectivamente o como los hijos de la ramera, pues gracias a Dios somos salvos por gracia y por lo méritos de Jesús.

Dios te innunde de su amor hoy y siempre..
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Justo Rodríguez dijo:
ANDRÉ DE BOVIS
LA IGLESIA Y SU MISTERIO
Editorial CASAL I VALL
ANDORRA-1962

.[/B]

Como habla y habla este señor en un persistente juego de palabras; pero en suma no entiende lo que es la iglesia.

Tantos "católico"-"romanos" si que caen en el error de sus propias definiciones.


Por ejemplo este absurdo:

se dice, mas a menudo de lo que dicta lo elemental de un diálogo, para enterrarse casi hasta la necedad en absurdos como el siguiente:

"la iglesia universal que Cristo fundó" "tiene dos mil años"....

¿Fundó Cristo Su iglesia? o más bien ¿edificó, edifica y seguirá edificando a Su pueblo santo? ¿Acaso Su pueblo o asamblea, o ekklesia tiene solo dos mil años? ¿El Olivo santo ya fue desechado o mas bien según la tesis pro-católico romana fue suplantado?

¿No será mas bien que fuimos injertados contrarios a la naturaleza en el Olivo Santo, nosotros los que no éramos, para formar parte de su cuepro santo que es en cada salvo tomado de cada pueblo, linaje y nación desde todos los tiempos?

Pues no puede llamarse "iglesia", absolutamente a nadie que no sea salvo. Son los salvos y solo ellos la iglesia y nadie mas.

¿Dentro del grupo llamados asi mismo "catolioromanos" ¿son todos salvos?, fuera de este grupo ¿todos están perdidos? porque si no son sinónimos, luego entonces la ICR no es "la Iglesia" sino una iglesia, asunto muy distinto.

Y solo asi se explica como es que el cristianismo, y solo el cristianismo, y ese si que solo tiene dos mil años y es muy superior al valor relativo de la iglesia "universal” de "Roma" (universal y de Roma son sentidos opuestos, se es lo uno o se es lo otro, no ambos) y que aqui como en tantos lados se pretende hacer exclusivo del cristianismo y se pretende universalizar a fuerza de mentiras, a fuerza de escisiones, a fuerza de anatemizaciones, y de cismas.

El cristianismo, ha prevalecido si, por dos mil años efectivamente con y sin Roma y las mas de las veces muy a pesar de Roma y la iglesia que es la asamblea de Dios o ekklesia es desde el momento que Dios se hace un pueblo para si.

Negar la iglesia veterotestamentaria es negar que Cristo vino a ella para edificarla, no para rehacerla, desecharla ni reinventarla tampoco para desarraigar al Olivo santo, como los católicos romanos en sus trillados y lastimero discursos quieren vender a la humanidad.

Católico romanos no se dejen engañar más por las falsedades y supuestos que les han hecho creer.

La Iglesia de Cristo no es fundada hace dos mil años sin edificada sobre la base de un pueblo escogido y precioso tomado primeramente de Israel y continuado por la incorporación de aquellos que abrían de ser salvos por la sola voluntad y beneplácito de Dios, formando un solo rebaño que es en Cristo Jesús.

Si bien es cierto debido al poder imperial de Roma en su tiempo, el cristianismo primero perseguido y luego protegido por la misma Roma, hizo de las sencillas enseñanzas de Cristo un monopolio de poder terreno que casi no tiene límites, matando con ello el sentido de la palabra ekklesia.

La unión del poder temporal y terreno de Constantino hizo mas mal que bien al hacer del "cristianismo" una religión de estado llamada "catolicismo" "romano"; sin embargo el verdadero cristianismo aun subsiste entre los cristianos de hoy, entre los salvos de hoy, entre los vueltos a nacer de hoy en una relación tan viva como la de lso priemros discípulos, son ellos loe verdaderos cristianos y nadie mas, los mismos que perseguidos y despreciados aun hoy día siguen dando frutos de amor, perseverancia y valor; tantas veces enfrentándose al espíritu que mas se opuso al ministerio de nuestro Señor Jesucristo: el espíritu religioso.

El espíritu religioso es un espíritu orgulloso y ciego que se envanece en tradiciones, en dogmas, en lo externo; pero es prontamente descubierto por lo hijos de Dios cuando debajo de la piel de oveja de sus líderes y ante la evidencia de sus frutos se puede ver la hipocresía y el engaño.

Este espíritu religioso es el mismo que inflamo y aun inflama el celo no santo de los "sacerdotes" de antes y que se opusieron en su tiempo a Jesús y persisten hasta nuestros tiempos, y se opone ahora con la misma intensidad, intensidad que irá creciendo cada día mas y bajo otras formas de poder temporal, se oponen al verdadero cristianismo y a la verdadera iglesia de Cristo.

Un dia cuando no estemos mas nosotros, cuando hallamos sido perseguidos hasta el exterminio en medio de un seudo cristianismo apóstata, vendrá el Señor Jesús por nosotros.

Huyamos ahora mismo de todo aquello que nos asedia y vengamos a los pies de Cristo, busquemos las viejas sendas para encontrar refrigerio para nuestras almas y no nos dejemos engañar ni mover, pues nuestro adversario el diablo, como "león rugiente" anda buscando a quien devorar.

El Señor nos ilumine. El que tiene oídos que oiga.
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Justo Rodríguez dijo:
¿Te refieres a punto por punto del texto que has puesto tú o del que he puesto yo?


Justo Rodríguez

Del texto peincipalmente y de lo que tu pusiste también, ¿por qué no?
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Hermanos Sraesther, Lulis, Oso y Justo R.

He leído con detenimiento cada uno de sus opiniones, y les confieso que por momentos me arrepentí de haber colocado tal escrito de EGW. Sin embargo, tomando un poco de aire y trayendo a la memoria el desbarajuste en que se está transformando el protestantismo, en comparación a lo que fue en sus comienzos, y el coqueteo que tiene con el Vaticano, sostengo con dolor el escrito.

No voy a responder ahora, porque quiero meditar y pesar todas y cada una de mis palabras, dado que deseo primeramente es transmitir un llamado de alerta y no de división entre los protestantes (los adventistas nos consideramos protestantes). En cuanto a los amigos católicos, sólo les aseguro que no tengo nada personal contra ellos. Mi familia es católica, muchos amigos también los son. No, mi objetivo es colaborar en el proceso dificil, que sólo el Espñiritu Santo puede hacer, como es el de que vean las cosas de la Biblia, tal y como soní, y no según los siglos de interpretación muchas veces anti bíblicas de las autoridades católicas. Esa experiencia la tuve yo y eso fue como cuando un ciego comienza a ver después de una operación.

Espero responder el domingo, porque hoy sábado de Dios tengo algunos compromisos que me impiden hacerlo.

Que Dios sea siempre con y entre nosotros
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Advy dijo:
Nadie está hablando de profecías cumplidas o de que sea profetisa o no. Estamos hablando de hechos históricos y teológicos.

En el supuesto SUPER NEGADO, de que se haya copiado medio libro, no le quita valor a la veracidad de lo allí expresado.

Tú, Billy Vicente, que prefieres mil veces que los católicos permanezcan en tal sistema idolátrico a que conozcan el verdadero Dios de la Biblia, sin implicar por ello a que acepten el adventismo, eres un "quinta columna del Vaticano", ¿Por qué eres el único protestante supuestamente bíblico que cuestiona el escrito? Te delataste tú mismo.

Hablen mal, maldigan a la Iglesia Adventista del Séptimo día, digan lo que quieran , no importa, así hicieron con nuestro Señor Jesucristo. Aun así, la verdad de la Iglesia Católica ha sido expuesta sin esconder nada.

Subrayado mio

Sobre la IC has expuesto lo que la historia dice de ella. El hecho que seas adventista no es causa para dudar de la historia. Sólo bvicente se opone porque, sea cierto o verdad lo escrito, el se opondrá de una u otra manera.
Yo también he pensado a veces que actúa como un quinta columnista.
El hecho de exponer la verdad es un deber de quien lo conoce, las decisiones que se tomen luego por parte de los que leen ya no nos incumbe.
Yo particularmente no escribo para que alguien se haga adventista. Por eso dice: Eze 3:18 Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. 19 Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.

Bien has hecho Advy en advertir, libraste tu alma.

Saludos
 
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Reacciones: Daniel Flores
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Advy dijo:
Apreciados amigos católicos y hermanos protestantes, publico a continuación algo que sé no va ser del agrado de muchos de ustedes, pero lo hago convencido de que es la verdad. Nací y me crié católico, despúes me hice cristiano adventista, y así he continuado hasta el presente por más de veiticinco años. En todo ese tiempo no he conseguido una descripción más exacta de lo que es y representa la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Viendo el grado de apostasía protestante y la gran e impresionante influencia que ha ganado en estos últimos años la Iglesia Católica en los grandes acontecimientos del mundo, y al movimiento ecuménico evidente en estos días presento el siguiente extracto de un libro:

". . . Pero el romanismo, como sistema, no está actualmente más en armonía con el Evangelio de Cristo que en cualquier otro período de su historia. Las iglesias protestantes se hallan sumidas en grandes tinieblas, pues de lo contrario discernirían las señales de los tiempos. La iglesia romana abarca mucho en sus planes y modos de operación. Emplea toda clase de estratagemas para extender su influencia y aumentar su poder, mientras se prepara para una lucha violenta y resuelta a fin de recuperar el gobierno del mundo, restablecer las persecuciones y deshacer todo lo que el protestantismo ha hecho. El catolicismo está ganando terreno en todas direcciones. Véase el número creciente de sus iglesias y capillas en los países protestantes. Nótese en Norteamérica la popularidad de sus colegios y seminarios, tan patrocinados por los protestantes. Piénsese en la extensión del ritualismo en Inglaterra y en las frecuentes deserciones a las filas católicas. Estos hechos deberían inspirar ansiedad a todos los que aprecian los puros principios del Evangelio.

Los protestantes se han entremetido con el papado y lo han patrocinado; han hecho transigencias y concesiones que sorprenden a los mismos papistas y les resultan incomprensibles. Los hombres cierran los ojos ante el verdadero carácter del romanismo, ante los peligros que hay que temer de su supremacía. Hay necesidad de despertar al pueblo para hacerle rechazar los avances de este enemigo peligrosísimo de la libertad civil y religiosa.

Muchos protestantes suponen que la religión católica no es atractiva y que su culto es una serie de ceremonias áridas y sin significado. Pero están equivocados. Si bien el romanismo se basa en el engaño, no es una impostura grosera ni desprovista de arte. El culto de la iglesia romana es un ceremonial que impresiona profundamente. Lo brillante de sus ostentaciones y la solemnidad de sus ritos fascinan los sentidos del pueblo y acallan la voz de la razón y de la conciencia. Todo encanta a la vista. Sus soberbias iglesias, sus procesiones imponentes, sus altares de oro, sus relicarios de joyas, sus pinturas escogidas y sus exquisitas esculturas, todo apela al amor de la belleza. Al oído también se le cautiva. Su música no tiene igual. Los graves acordes del órgano poderoso, unidos a la melodía de numerosas voces que resuenan y repercuten por entre las elevadas naves y columnas de sus grandes catedrales, no pueden dejar de producir en los espíritus impresiones de respeto y reverencia.

Este esplendor, esta pompa y estas ceremonias exteriores, que no sirven más que para dejar burlados los anhelos de las almas enfermas de pecado, son clara evidencia de la corrupción interior. La religión de Cristo no necesita de tales atractivos para hacerse recomendable. Bajo los rayos de luz que emite la cruz, el verdadero cristianismo se muestra tan puro y tan hermoso, que ninguna decoración exterior puede realzar su verdadero valor. Es la hermosura de la santidad, o sea un espíritu manso y apacible, lo que tiene valor delante de Dios.

La brillantez del estilo no es necesariamente indicio de pensamientos puros y elevados. Encuéntranse a menudo conceptos del arte y refinamientos del gusto en espíritus carnales y sensuales. Satanás suele valerse a menudo de ellos para hacer olvidar a los hombres las necesidades del alma, para hacerles perder de vista la vida futura e inmortal, para alejarlos de su Salvador infinito e inducirlos a vivir para este mundo solamente.

Una religión de ceremonias exteriores es propia para atraer al corazón irregenerado. La pompa y el ceremonial del culto católico ejercen un poder seductor, fascinador, que engaña a muchas personas, las cuales llegan a considerar a la iglesia romana como la verdadera puerta del cielo. Sólo pueden resistir su influencia los que pisan con pie firme en el fundamento de la verdad y cuyos corazones han sido regenerados por el Espíritu de Dios. Millares de personas que no conocen por experiencia a Cristo, serán llevadas a aceptar las formas de una piedad sin poder. Semejante religión es, precisamente, lo que las multitudes desean.

El hecho de que la iglesia asevere tener el derecho de perdonar pecados induce a los romanistas a sentirse libres para pecar; y el mandamiento de la confesión sin la cual ella no otorga su perdón, tiende además a dar bríos al mal. El que se arrodilla ante un hombre caído y le expone en la confesión los pensamientos y deseos secretos de su corazón, rebaja su dignidad y degrada todos los nobles instintos de su alma. Al descubrir los pecados de su alma a un sacerdote -mortal desviado y pecador, y demasiado a menudo corrompido por el vino y la impureza- el hombre rebaja el nivel de su carácter y consecuentemente se corrompe. La idea que tenía de Dios resulta envilecida a semejanza de la humanidad caída, pues el sacerdote hace el papel de representante de Dios. Esta confesión degradante de hombre a hombre es la fuente secreta de la cual ha brotado gran parte del mal que está corrompiendo al mundo y lo está preparando para la destrucción final. Sin embargo, para todo aquel a quien le agrada satisfacer sus malas tendencias, es más fácil confesarse con un pobre mortal que abrir su alma a Dios. Es más grato a la naturaleza humana hacer penitencia que renunciar al pecado; es más fácil mortificar la carne usando cilicios, ortigas y cadenas desgarradoras que renunciar a los deseos carnales. Harto pesado es el yugo que el corazón carnal está dispuesto a cargar antes de doblegarse al yugo de Cristo.

Hay una semejanza sorprendente entre la iglesia de Roma y la iglesia judaica del tiempo del primer advenimiento de Cristo. Mientras los judíos pisoteaban secretamente todos los principios de la ley de Dios, en lo exterior eran estrictamente rigurosos en la observancia de los preceptos de ella, recargándola con exacciones y tradiciones que hacían difícil y pesado el cumplir con ella. Así como los judíos profesaban reverenciar la ley, así también los romanistas dicen reverenciar la cruz. Exaltan el símbolo de los sufrimientos de Cristo, al par que niegan con sus vidas a Aquel a quien ese símbolo representa.

Los papistas colocan la cruz sobre sus iglesias, sobre sus altares y sobre sus vestiduras. Por todas partes se ve la insignia de la cruz. Por todas partes se la honra y exalta exteriormente. Pero las enseñanzas de Cristo están sepultadas bajo un montón de tradiciones absurdas, interpretaciones falsas y exacciones rigurosas. Las palabras del Salvador respecto a los judíos hipócritas se aplican con mayor razón aún a los jefes de la iglesia católica romana: "Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; 625 pero ellos mismos no quieren moverlas con un dedo suyo." (S. Mateo 23: 4, V.M.) Almas concienzudas quedan presa constante del terror, temiendo la ira de un Dios ofendido, mientras muchos de los dignatarios de la iglesia viven en el lujo y los placeres sensuales.

El culto de las imágenes y reliquias, la invocación de los santos y la exaltación del papa son artificios de Satanás para alejar de Dios y de su Hijo el espíritu del pueblo. Para asegurar su ruina, se esfuerza en distraer su atención del Único que puede asegurarles la salvación. Dirigirá las almas hacia cualquier objeto que pueda substituir a Aquel que dijo: "¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso!" (S. Mateo 11: 28, V.M.)

Satanás se esfuerza siempre en presentar de un modo falso el carácter de Dios, la naturaleza del pecado y las verdaderas consecuencias que tendrá la gran controversia. Sus sofismas debilitan el sentimiento de obligación para con la ley divina y dan a los hombres libertad para pecar. Al mismo tiempo les hace aceptar falsas ideas acerca de Dios, de suerte que le miran con temor y odio más bien que con amor. Atribuye al Creador la crueldad inherente a su propio carácter, la incorpora en sistemas religiosos y le da expresión en diversas formas de culto. Sucede así que las inteligencias de los hombres son cegadas y Satanás se vale de ellos como de sus agentes para hacer la guerra a Dios. Debido a conceptos erróneos de los atributos de Dios, las naciones paganas fueron inducidas a creer que los sacrificios humanos eran necesarios para asegurarse el favor divino; y perpetráronse horrendas crueldades bajo las diversas formas de la idolatría.

La iglesia católica romana, al unir las formas del paganismo con las del cristianismo, y al presentar el carácter de Dios bajo falsos colores, como lo presentaba el paganismo, recurrió a prácticas no menos crueles, horrorosas y repugnantes. En tiempo de la supremacía romana, había instrumentos de tortura para obligar a los hombres a aceptar sus doctrinas. Existía la hoguera para los que no querían hacer concesiones a sus exigencias. Hubo horribles matanzas de tal magnitud que nunca será conocida hasta que sea manifestada en el día del juicio. Dignatarios de la iglesia, dirigidos por su maestro Satanás, se afanaban por idear nuevos refinamientos de tortura que hicieran padecer lo indecible sin poner término a la vida de la víctima. En muchos casos el proceso infernal se repetía hasta los límites extremos de la resistencia humana, de manera que la naturaleza quedaba rendida y la víctima suspiraba por la muerte como por dulce alivio.

Tal era la suerte de los adversarios de Roma. Para sus adherentes disponía de la disciplina del azote, del tormento del hambre y de la sed, y de las mortificaciones corporales más lastimeras que se puedan imaginar. Para asegurarse el favor del cielo, los penitentes violaban las leyes de Dios al violar las leyes de la naturaleza. Se les enseñaba a disolver los lazos que Dios instituyó para bendecir y amenizar la estada del hombre en la tierra. Los cementerios encierran millones de víctimas que se pasaron la vida luchando en vano para dominar los afectos naturales, para refrenar como ofensivos a Dios todo pensamiento y sentimiento de simpatía hacia sus semejantes.

Si deseamos comprender la resuelta crueldad de Satanás, manifestada en el curso de los siglos, no entre los que jamás oyeron hablar de Dios, sino en el corazón mismo de la cristiandad y por toda su extensión, no tenemos más que echar una mirada en la historia del romanismo. Por medio de ese gigantesco sistema de engaño, el príncipe del mal consigue su objeto de deshonrar a Dios y de hacer al hombre miserable. Y si consideramos lo bien que logra enmascararse y hacer su obra por medio de los jefes de la iglesia, nos daremos mejor cuenta del motivo de su antipatía por la Biblia. Siempre que sea leído este libro, la misericordia y el amor de Dios saltarán a la vista, y se echará de ver que Dios no impone a los hombres ninguna de aquellas pesadas cargas. Todo lo que él pide es un corazón contrito y un espíritu humilde y obediente.

Cristo no dio en su vida ningún ejemplo que autorice a los hombres y mujeres a encerrarse en monasterios so pretexto de prepararse para el cielo. Jamás enseñó que debían mutilarse los sentimientos de amor y simpatía. El corazón del Salvador rebosaba de amor. Cuanto más se acerca el hombre a la perfección moral, tanto más delicada es su sensibilidad, tanto más vivo su sentimiento del pecado y tanto más profunda su simpatía por los afligidos. El papa dice ser el vicario de Cristo; ¿pero puede compararse su carácter con el de nuestro Salvador? ¿Vióse jamás a Cristo condenar hombres a la cárcel o al tormento porque se negaran a rendirle homenaje como Rey del cielo? ¿Acaso se le oyó condenar a muerte a los que no le aceptaban? Cuando fue menospreciado por los habitantes de un pueblo samaritano, el apóstol Juan se llenó de indignación y dijo: "Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como hizo Elías?" Jesús miró a su discípulo con compasión y le reprendió por su aspereza, diciendo: "El Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas." (S. Lucas 9: 54, 56.) ¡Cuán diferente del de su pretendido vicario es el espíritu manifestado por Cristo!

La iglesia católica le pone actualmente al mundo una cara apacible, y presenta disculpas por sus horribles crueldades. Se ha puesto vestiduras como las de Cristo; pero en realidad no ha cambiado. Todos los principios formulados por el papismo en edades pasadas subsisten en nuestros días. Las doctrinas inventadas en los siglos más tenebrosos siguen profesándose aún. Nadie se engañe. El papado que los protestantes están ahora tan dispuestos a honrar, es el mismo que gobernaba al mundo en tiempos de la Reforma, cuando se levantaron hombres de Dios con peligro de sus vidas para denunciar la iniquidad de él. El romanismo sostiene las mismas orgullosas pretensiones con que supo dominar sobre reyes y príncipes y arrogarse las prerrogativas de Dios. Su espíritu no es hoy menos cruel ni despótico que cuando destruía la libertad humana y mataba a los santos del Altísimo. 628

El papado es precisamente lo que la profecía declaró que sería: la apostasía de los postreros días. (2 Tesalonicenses 2:3, 4.) Forma parte de su política asumir el carácter que le permita realizar mejor sus fines; pero bajo la apariencia variable del camaleón oculta el mismo veneno de la serpiente. Declara: "No hay que guardar la palabra empeñada con herejes, ni con personas sospechosas de herejía." -Lenfant, Histoire du Concile de Constance, tomo 1, pág. 493. ¿Será posible que este poder cuya historia se escribió durante mil años con la sangre de los santos, sea ahora reconocido como parte de la iglesia de Cristo?

No sin razón se ha asegurado que en los países protestantes el catolicismo no difiere ya tanto del protestantismo como antes. Se ha verificado un cambio; pero no es el papado el que ha cambiado. El catolicismo se parece mucho en verdad al protestantismo de hoy día debido a lo mucho que éste ha degenerado desde los días de los reformadores.

Mientras las iglesias protestantes han estado buscando el favor del mundo, una falsa caridad las ha cegado. Se figuran que es justo pensar bien de todo mal; y el resultado inevitable será que al fin pensarán mal de todo bien. En lugar de salir en defensa de la fe que fue dada antiguamente a los santos, no parecen sino disculparse ante Roma por haberla juzgado con tan poca caridad y pedirle perdón por la estrechez de miras que manifestaron.

Muchos, aun entre los que no favorecen al romanismo, se dan poca cuenta del peligro con que les amenaza el poder y la influencia de Roma. Insisten en que las tinieblas intelectuales y morales que prevalecían en la Edad Media favorecían la propagación de sus dogmas y supersticiones junto con la opresión, y que el mayor caudal de inteligencia de los tiempos modernos, la difusión general de conocimientos y la libertad siempre mayor en materia de religión, impiden el reavivamiento de la intolerancia y de la tiranía. Se ridiculiza la misma idea de que pudiera volver un estado de cosas semejante en nuestros tiempos de luces. Es verdad que sobre esta generación brilla mucha luz intelectual, moral y religiosa. De las páginas abiertas de la santa Palabra de Dios, ha brotado luz del cielo sobre la tierra. Pero no hay que olvidar que cuanto mayor sea la luz concedida, tanto más densas también son las tinieblas de aquellos que la pervierten o la rechazan.

Un estudio de la Biblia hecho con oración mostraría a los protestantes el verdadero carácter del papado y se lo haría aborrecer y rehuir; pero muchos son tan sabios en su propia opinión que no sienten ninguna necesidad de buscar humildemente a Dios para ser conducidos a la verdad. Aunque se enorgullecen de su ilustración, desconocen tanto las Sagradas Escrituras como el poder de Dios. Necesitan algo para calmar sus conciencias, y buscan lo que es menos espiritual y humillante. Lo que desean es un modo de olvidar a Dios, pero que parezca recordarlo. El papado responde perfectamente a las necesidades de todas esas personas. Es adecuado a dos clases de seres humanos que abarcan casi a todo el mundo: los que quisieran salvarse por sus méritos, y los que quisieran salvarse en sus pecados. Tal es el secreto de su poder." Elena G. de White. Conflicto de los Siglos
(año 1888)


"Porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es ABOMINACION" Lucas 16:15


que conmovedor............de verdad.................

Mas la Iglesia catolica, la protestante.........y todas las denominaciones cristianas..........estan iguales..........la unica diferencia es que la iglesia catolica se cree santa y es mas asquerosa que cualquiera.......y las protestantes creen tener la verdad mas estafan a la gente..........y el resto....no saben ni lo que dicen.......


en verdad...............la iglesia de Cristo no esta en ninguno de estos edificios...esta en el verdadero cristiano que ama la verdad...obra para ayudar en lo poco o en lo mucho al necesitado.......y vive una vida que agrada a Dios de acuerdo a su palabra.....
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

HERMANOS SARAESTHER, LULIS, JUSTO RODRÍGUEZ, MIGUEL LOAIZA Y TIEMPO@!
Lo prometido es deuda. A todos les contestaré en lo que puedo contestar en el transcurso de la semana. No tengo todas las respuestas, pero lo haré como un cristiano adventista del séptimo día. Disculpen si llego a herir sensibilidades; no es la intención mía, se los aseguro.

NOTA: me agradaría recibir algún comentario de algún católico que opina en los diversos foros. No soy come-católico, sólo lo sacudo un poco con amor cristiano. Si ustedes creen tener la verdad de Dios, no hay nada que temer, sino se cumple: “el silencio otorga”.

SARAESTHER (las damas primero).
Mi muy querida hermanita Esther. Tu opinión fue dura en algunas cosas, pero creo que puedo responderte de una manera que me puedas comprender un poco más.
“no por eso debemos satanizar a todos los católicos por los errores que se cometieron muy graves por cierto . .”Estoy totalmente de acuerdo. Sólo nos referimos a la institución católica como tal, no a las persona. Si satanizar es develar, quitar el manto de cristianismo que tienen las mil y un enseñanzas paganas del catolicismo, entonces si estamos satanizando a la ICAR.

Elena y su familia no es que se salieron de la iglesia metodista. No, fueron expulsados sin anestesia, por insistir en la prédica del segundo advenimiento de Cristo, como William Miller predicaba. Sí, les molestaba la idea de una venida de Crtisto tan pronto. ¡Qué tristeza!.

“no muy menos grave es el error que cometió Elena al querer encacillar en la misma categoría a los protestantes o evangélicos”

No todos, porque como tu muy bien has dicho, los adventistas somos protestantes, y así muchos, muchísimos evangélicos que se apegan a la Biblia en la medida de sus creencias, descartando cualquier entendimiento con la ICAR bajo la premisa de unión sobre todo lo demás. La hermana White escribió, después de referirse a Babilonia y sus hijas, algo muy fuerte y mal comprendido, el siguiente comentario final:

“Se dice que Babilonia es “madre de las rameras”. Sus hijas deben simbolizar las iglesias que se atienen a sus doctrinas [el domingo, la inmortalidad natural del alma, etc] y tradiciones, y siguen su ejemplo sacrificando la verdad y la aprobación de Dios, para formar alianza ilícitas con el mundo. El mensaje de Apocalipsis 14, que anuncia la caída de Babilonia, debe aplicarse a las comunidades religiosas que un tiempo fueron puras, y luego se han corrompido. En vista de que este mensaje sigue al aviso del juicio, debe ser proclamado en los últimos días, y no puede por consiguiente referirse sólo a la iglesia romana, pues dicha iglesia está en condición caída desde hace muchos siglos. Además, en el capítulo18 del Apocalipsis se exhorta al pueblo de Dios a que salga de Babilonia. Según este pasaje de la Escritura, muchos del pueblo de Dios deben estar aún en Babilonia. ¿ Y en qué comunidades religiosas se encuentra actualmente la mayoría de los discípulos de Cristo? Sin duda alguna, en las varias iglesias que profesan la fe protestante?” Conflicto de los Siglos.

Como ves nuestra posición no es exclusivista, sino que incluye a todo aquel que queriendo seguir a Dios en todo lo que El requiere, reconocerán este mensaje ahora, y sobre todo en los últimos tiempos, cuando se desaten todo viento de doctrinas falsas y engaños satánicos. Como consecuencia de la actual apostasía de muchas iglesias protestantes, sobre todo en los años finales, Dios mismo enviará un engaño al mundo. Es terrible, lee:” Inicuo, cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierdan, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” 2ª Tealonicenses 2:9-12

La mentalidad de los protestantes ha cambiado a través de los siglos gracias a Dios . .

Eso es evidente al comparar el celo que tenían las iglesias reformadoras de antaño en defensa de los principios bíblicos y de una manera de vivir cristiano, con lo cultos carismáticos donde se pone más énfasis en la emoción del momento que a la Palabra de Dios, acompañada de una música mundana con letra religiosa poco edificantes espiritualmente hablando, así como el amor al mundo, siguiendo las modas y diversiones del mundo.

Sí, Elena estaba y está en lo cierto, y sobre todo ella está con la Biblia. No hay comunión alguna entre la luz y las tinieblas. Yo fui católico “curero”, y llegué a conocer al verdadero Cristo de la Biblia gracias al lenguaje fuerte de un libro, tal como el utilizado en el Conflicto de los Siglos (te lo recomiendo de todo corazón). Fue un verdadero “shock” en mi vida. Con pañitos calientes no se consigue nada. Todos felices, cantando y orando juntos, pero la doctrina sigue siendo la misma.

Yo recuerdo de pequeña que por casa había una iglesia adventista la cual predicaba que el papa juan pablo II era la bestia, o el vicario del diablo y muchas cosas afines, tu crees que por más errados que estén los católicos se van a convertir a Cristo (o cualquier otro grupo) si le decimos estas cosas? No es que pasemos paño tibio pero hay que tener cuidado. Yo espero que tu no seas de los adventistas que nos llaman “evangélicos protestantes” despectivamente o como los hijos de la ramera, pues gracias a Dios somos salvos por gracia y por lo méritos de Jesús”.

Lamentablemente eso pasa, sobre todo en las iglesias humildes con poca instrucción escolar y bíblica. Por supuesto que no se van a convertir así los católicos, pero mucho menos si nunca les señalamos sus errores, así sea con un lenguaje fuertes. Recuerda que Jesús, a veces utilizó un lenguaje fuerte, para ver si reaccionaban.

Ya te respondí lo de los hijos de la ramera. A lo mejor, en el fragor de la batalla en el foro con ex-adventistas (Billy Vicente, elg, etc), que se han convertidos en evangélicos y nos tienen una guerra a muerte, haya podido incurrir en expresiones no muy cristianas que se diga. No me justifico, pero soy humano también, y sus palabras no son las de la Madre Teresa precisamente. Hasta le dicen sucia, cloacal, satánica etc, etc a la pobre Elena.

Gracias por tu paciencia en leer esta humilde respuesta.

Siempre unidos en el Señor.:hola:
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Bendiciones a ti también hermano Advy:

Debemos tener claro que un las personas que somos de grupos o denominaciones o lo que sea diferentes siempre vamos a tener opiniones encontradas referente a algunos temas pues si no fuera así, todos perteneceríamos a una sola iglesia, como fue el próposito original de Jesús cuando se formo la iglesia primitiva en el libro de los hechos.-

Con respecto a lo que opinas de Elena y sus salida de la iglesia metodista, yo tengo otra versión diferente yo tengo entendido que según la historia de la iglesia metodista Elena se fue, porque había estado bajo la influencia de un predicador extraño que decia haber tenido visiones, visiones que Elena más tarde también tuvo y que eso en partícular fue lo que hizo que se desligará a Elena de la comunidad metodista, una iglesia que siempre ha creído en la venida del señor, así que yo no entiendo como es que Elena salío de la iglesia metodista si ellos también creían lo mismo que ella. Ya vez lo que digo de las versiones, tu vas a defender tu punto porque eres adventista y yo mi punto porque soy metodista libre.-

Como yo te he dicho muchas veces hermano Advy, muy independientemente de lo que yo considere que está mal en la iglesia Aventista (que no es el tema) hay algo que yo no entiendo con respecto a lo del sábado, cómo es posible que nosotros los creyentes que hemos sido redimidos por la muerte de jesús en la cruz y el derramamiento de su sangre como cordero de Dios, tengamos que apegarnos a preceptos de antiguo pacto que fueron cumplidos por Jesús de una vez y por todas, nos libró de la ley, cómo es posible que los padres, precursores de la iglesia que no guradaron el sábado ni ningún otro día en particular, porque reunirse en domingo no significa guardar el domingo, seamos considerados como hijos de la gran ramera por eso, cómo es posible? o entendí mal, porque veo que los adventistas se empeñan en decir que constantino cambió el día de adoración por el domingo cuando sabemos que los primeros cristianos se reunian el primer día de la semana a partir el pan a animarse con la palabra, etc? No por eso no hemos corrompido, hay muchas otras cosas peores que no guardar el sábado.

Las emociones en la iglesia siempre an a existir lo imporantes es que cuando afloren sean lo más sanas posible, pues cada cultura adora a Dios con la música que Dios le ha dado, aunque debo de confesarte que aunque trabajo con adolescentes (aunque tengo 26 años) no me gusta mucho la música ruidosa ni nada de eso, creo que la música no importa el ritmo que sea es un intrumento de evangelismo y adoración que Dios está usando y ha usado a través de los tiempos, lo importante también es que se haga decentemente y orden y con el el mensaje en el que Jesús sea exaltado sobre todo.- No te digo que algunas iglesias se pasen, pero no son la mayoría.-

Nosotros como cristianos no tenemos en nuestras manos el poder de decidir quien se salvará o no, eso sólo lo sabe el padre en su sola potestad, pues aún del grupo que menos pensamos Dios sacará su pequeño remanente y los pondrá a salvo, Dios siempre guará a sus hijos a casa, al camino correcto.
Roma ha sido culpable de muchos males en el mundo a través de la historia, muchas personas de sus dirigentes han actudo con alevosía y han dañado a miles, han guiado a muchos a doctrina de error, pero hay unos cuantos incocentes que creen a Dios y le buscan de todo corazón, esos inocentes son nuestra metas y sólo los ganaremos para cristo con amor y paciencia.-


Dios hará sendas en el mar.-

No olvides, Dios siempre está pendiente de ti.
Con carino.-
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

SARAESTHER

Gacias por tu "feedback". El testimonio personal de EGW es el siguiente, con respecto a su separación de la Iglesia Metodista, apar que tengas las dos versiones de primera fuente.

"Me uní a la Iglesia Metodista

Poco después de regresar del congreso, fui recibida, juntamente con otras personas, en la Iglesia Metodista para el período de prueba. Me preocupaba mucho el asunto del bautismo. Aunque joven, no me era posible ver que las Escrituras autorizasen otra manera de bautizar que la inmersión. Algunas de mis hermanas metodistas trataron en vano de convencerme de que el bautismo por aspersión era también bíblico. El pastor metodista consintió en bautizar a los candidatos por inmersión si ellos a conciencia preferían ese método, aunque señaló que el método por aspersión sería igualmente aceptable para Dios.

Llegó por fin el día de recibir este solemne rito. Éramos doce catecúmenos, y fuimos al mar para que nos bautizaran. Soplaba un fuerte viento y las encrespadas 28 olas barrían la playa; pero cuando cargué esta pesada cruz, mi paz fue como un río. Al salir del agua me sentí casi sin fuerzas propias, porque el poder del Señor se asentó sobre mí. Sentí que desde aquel momento ya no era de este mundo, sino que, del líquido sepulcro, había resucitado a nueva vida.

Perplejidad sobre el tema de la santificación

Entre los metodistas había oído hablar mucho acerca de la santificación, pero no tenía ninguna idea definida sobre el asunto. Esta bendición parecía estar fuera de mi alcance, ser un estado de pureza que mi corazón jamás alcanzaría. Había visto a personas perder su fuerza física bajo la influencia de una poderosa excitación mental, y había oído que esa era la evidencia de la santificación. Pero no podía comprender qué era necesario hacer para estar plenamente consagrado a Dios. Mis amigos cristianos me decían: "¡Cree en Jesús ahora! ¡Cree que él te acepta ahora!" Trataba de hacerlo, pero hallaba imposible creer que había recibido una bendición que, a mi parecer, debía electrificar mi ser entero. Me preguntaba por qué tenía una dureza tal de corazón que no me permitía experimentar la exaltación de espíritu que otros sentían. Me parecía que yo era diferente de ellos, y que estaba privada para siempre del gozo perfecto de la santidad de corazón.

Mis ideas respecto de la justificación y la santificación eran confusas. Estos dos estados de la vida se me presentaban como cosas separadas y distintas la una de la otra; y sin embargo no podía notar la diferencia de los términos o comprender su significado, y todas las explicaciones de los predicadores aumentaban mis dificultades. Me era imposible reclamar esa bendición para mí, y me preguntaba si la misma había de encontrarse sólo entre los metodistas, y si, al asistir a las reuniones adventistas no me estaba excluyendo a mí misma de aquello que deseaba por encima de todo: el Espíritu santificador de Dios.
Además observaba que los que aseveraban estar santificados manifestaban un espíritu acerbo cuando se introducía el tema de la pronta venida de Cristo. Esto no me parecía ser una manifestación de la santidad que profesaban poseer. No podía entender por qué algunos ministros se oponían desde el púlpito a la doctrina de que la segunda venida de Cristo estaba cercana. De la predicación de esta creencia había resultado una reforma, y muchos de los más devotos ministros y miembros laicos la habían recibido como una verdad. Me parecía que los que amaban a Jesús sinceramente estarían listos para aceptar las, nuevas de su venida, y regocijarse en el hecho de que ella era inminente.

Sentía que yo podía reclamar tan sólo lo que ellos llamaban justificación. En la Palabra de Dios yo leía que sin santidad nadie podía ver a Dios. Existía, por lo tanto, alguna condición más elevada que yo debía alcanzar antes que pudiera estar segura de la vida eterna. Volvía a estudiar el tema continuamente; pues creía que Cristo vendría pronto, y temía que pudiera hallarme sin preparación para encontrarme con él. Palabras de condenación resonaban en mis oídos día y 33 noche, y mi clamor constante a Dios era: "¿Qué debo hacer para ser salva?"

La doctrina del castigo eterno

En mi mente la justicia de Dios eclipsaba su misericordia y su amor. La angustia mental por la cual pasaba en ese tiempo era grande. Se me había enseñado a creer en un infierno que ardía por la eternidad; y al pensar en el estado miserable del pecador sin Dios, sin esperanza, era presa de profunda desesperación. Temía perderme y tener que vivir por toda la eternidad sufriendo una muerte en vida. Siempre me acosaba el horroroso pensamiento de que mis pecados eran demasiado grandes para ser perdonados, y de que tendría que perderme eternamente.

Las horribles descripciones que había oído de almas perdidas me abrumaban. Los ministros en el púlpito pintaban cuadros vívidos de la condición de los perdidos. Enseñaban que Dios no se proponía salvar sino a los santificados; que el ojo de Dios siempre estaba vigilándonos; que Dios mismo llevaba los libros con una exactitud de infinita sabiduría; que cada pecado que cometíamos era registrado contra nosotros, y que traería su justo castigo.
Se lo representaba a Satanás como ávido de atrapar a su presa, y de llevarnos a las más bajas profundidades de la angustia, para allí regocijarse viéndonos sufrir en los horrores de un infierno que ardía eternamente, adonde, después de torturas de miles y miles de años, las olas de fuego impulsarían hacia la superficie a las víctimas que se contorsionaban, las cuales lanzarían agudos gritos preguntando: "¿Por cuánto tiempo, oh Señor, por cuánto tiempo más?" Entonces la respuesta resonaría como trueno por el abismo. "¡Por toda la eternidad!" Y de nuevo las llamas de fundición envolverían 34 a los perdidos, llevándolos hacia abajo, a las profundidades de un mar de fuego siempre inquieto.

Mientras escuchaba estas terribles descripciones, mi imaginación era tan activa que comenzaba a traspirar, y me resultaba difícil contener un clamor de angustia, pues me parecía ya sentir los dolores de la perdición. Entonces el ministro se espaciaba sobre la incertidumbre de la vida: en un momento podríamos estar aquí, y el próximo momento en el infierno; o en un momento podríamos estar en la tierra, y el próximo momento en el ciclo. ¿Escogeríamos el lago de fuego y la compañía de los demonios, o la bienaventuranza del ciclo, teniendo a los ángeles por compañeros? ¿Querríamos oír los gemidos y las maldiciones de las almas perdidas por toda la eternidad, o entonar los cánticos de Jesús delante del trono?

Nuestro Padre celestial me era presentado como un tirano que se deleitaba en las agonías de los condenados; y no como el tierno y piadoso Amigo de los pecadores, que amaba a sus criaturas con un amor que sobrepujaba todo entendimiento, y deseaba salvarlos en su reinó.

Cuando me dominaba el pensamiento de que Dios se deleitaba en la tortura de sus criaturas, que habían sido formadas a su imagen, un muro de tinieblas parecía separarme de él. Cuando reflexionaba en que el Creador de] universo arrojaría al malvado al infierno, para que allí ardiera por los siglos interminables de la eternidad, mi corazón se sumergía en el temor, y perdía la esperanza de que un ser tan cruel y tiránico jamás condescendiera en salvarme de la condenación del pecado.
Pensaba que la condición del pecador condenado sería la mía, para soportar las llamas del infierno para siempre, por lo tanto tiempo como Dios existiera. Una 35 oscuridad casi total me rodeaba, y parecía que no había forma de escapar a las tinieblas. Si me hubieran presentado la verdad como la entiendo ahora, me habrían ahorrado mucha perplejidad y dolor. Si se hubieran espaciado más en el amor de Dios, y menos en su severa justicia, la hermosura y la gloria de su carácter me habrían inspirado a sentir un amor profundo y ferviente.

5. Mi Separación de la Iglesia

LA FAMILIA de mi padre asistía todavía de vez en cuando a los cultos de la Iglesia Metodista, y también a las reuniones de clases [es decir, de estudio de la Biblia, y de oración] que se celebraban en casas particulares.
Una noche mi hermano Roberto y yo fuimos a una reunión de clase. El pastor presidente estaba presente. Cuando a mi hermano le tocó el turno de dar testimonio, habló muy humildemente y, sin embargo, con mucha claridad de lo necesario que era hallarse en perfecta disposición de ir al encuentro de nuestro Salvador cuando con poder y grande gloria viniese en las nubes del cielo. Mientras mi hermano hablaba, su semblante, de ordinario pálido, brillaba con luz celestial. Parecía transportado en espíritu por encima de todo lo que le rodeara y hablaba como si estuviese en presencia de Jesús.

Cuando se me invitó a mí a hablar, me levanté con ánimo tranquilo y el corazón henchido de amor y paz. Referí la historia de mi sufrimiento bajo la convicción de pecado, cómo había recibido por fin la bendición durante tanto tiempo anhelada -una completa conformidad con la voluntad de Dios- y manifesté mi gozo por las nuevas de la pronta venida de mi Redentor para llevar a sus hijos al hogar. 49
Diferencias doctrinales
En mi sencillez esperaba que mis hermanos y hermanas metodistas entendieran mis sentimientos y se regocijaran conmigo, pero me chasqueé. Varias hermanas murmuraron su desaprobación, movieron sus sillas ruidosamente y me dieron la espalda. Yo no podía pensar qué se había dicho que pudiera ofenderlas, y hablé muy brevemente, al sentir la fría influencia de su desaprobación.
Al terminar mi relato, me preguntó el pastor presidente si no sería mucho mejor vivir una vida larga y útil haciendo bien al prójimo, en lugar de que Jesús viniera prestamente para destruir a los pobres pecadores. Respondí que deseaba el advenimiento de Jesús, porque entonces acabaría el pecado para siempre, y gozaríamos de la eterna santificación, pues ya no habría demonio que nos tentase y extraviara.
Cuando el pastor que presidía se dirigió a los otros en la clase, expresó gran gozo en anticipar el milenio temporal, durante el cual la tierra sería llena del conocimiento del Señor, como las aguas cubren el mar. El anhelaba ver llegar ese glorioso período.
Después de la reunión noté que las mismas personas que antes me habían demostrado cariño y amistad me trataban con señalada frialdad. Mi hermano y yo nos volvimos a casa con la tristeza de vernos tan mal comprendidos por nuestros hermanos y de que la idea del próximo advenimiento de Jesús despertara en sus pechos tan acerba oposición.

La esperanza del segundo advenimiento

Durante el regreso a casa hablamos seriamente acerca de las pruebas de nuestra nueva fe y esperanza. "Elena -dijo mi hermano Roberto-, ¿estamos 50 engañados? ¿Es una herejía esta esperanza en la próxima aparición de Cristo en la tierra, pues tan acremente se oponen a ella los pastores y los que profesan ser religiosos? Dicen que Jesús no vendrá en millares y millares de años. En caso de que siquiera se acercasen a la verdad, no podría acabar el mundo en nuestros días".
Yo no quise ni por un instante alentar la incredulidad. Así que repliqué vivamente: "No tengo la menor duda de que la doctrina predicada por el Sr. Miller sea la verdad. ¡Qué fuerza acompaña a sus palabras! ¡Qué convencimiento infunde en el corazón del pecador!"
Seguimos hablando francamente del asunto por el camino, y resolvimos que era nuestro deber y privilegio esperar la venida de nuestro Salvador, y que lo más seguro sería prepararnos para su aparición y estar listos para recibirlo gozosos. Si viniese, ¿cuál sería la perspectiva de quienes ahora decían: "Mi Señor se tarda en venir", y no deseaban verlo? Nos preguntábamos cómo podían los predicadores atreverse a aquietar el temor de los pecadores y apóstatas diciendo: "¡Paz, paz!", mientras que por todo el país se daba el mensaje de amonestación. Aquellos momentos nos parecían muy solemnes. Sentíamos que no teníamos tiempo que perder.
"Por el fruto se conoce el árbol observó Roberto-. ¿Qué ha hecho por nosotros esta creencia? Nos ha convencido de que no estábamos preparados para la venida del Señor; que debíamos purificar nuestro corazón so pena de no poder ir en paz al encuentro de nuestro Salvador. Nos ha movido a buscar nueva fuerza y una gracia renovada en Dios.

¿Qué ha hecho por ti esta creencia, Elena? ¿Serías lo que eres si no hubieses oído la doctrina del pronto advenimiento de Cristo? ¡Qué esperanza ha infundido en tu corazón! ¡Cuánta paz, gozo y amor te ha dado! Y 51 por mí lo ha hecho todo. Yo amo a Jesús y a todos los hermanos. Me complazco en la reunión de oración. Me gozo en orar y en leer la Biblia".

Ambos nos sentimos fortalecidos por esta conversación, y resolvimos que no debíamos desviarnos de nuestras sinceras convicciones de la verdad y de la bienaventurada esperanza de que pronto vendría Cristo en las nubes de los cielos. En nuestro corazón sentimos agradecimiento porque podíamos discernir la preciosa luz y regocijarnos en esperar el advenimiento del Señor.

Último testimonio en reunión de clase

No mucho después de esto volvimos a concurrir a la reunión de clase. Queríamos tener ocasión de hablar del amor precioso de Dios que animaba nuestras almas. Yo, en particular, deseaba referir la bondad y misericordia del Señor para conmigo. Tan profundo cambio había yo experimentado, que me parecía un deber aprovechar toda ocasión de testificar del amor de mi Salvador.
Cuando me llegó el turno de hablar, expuse las pruebas que tenía del amor de Jesús, y declaré que aguardaba con gozosa expectación el pronto encuentro con mi Redentor. La creencia de que estaba cerca la venida de Cristo había movido mi alma a buscar con gran vehemencia la santificación, que es obra del Espíritu de Dios. Al llegar a este punto el director de la clase me interrumpió diciendo: "Hermana, Ud. recibió la santificación por medio del metodismo, y no por medio de una teoría errónea".
Me sentí compelida a confesar la verdad de que mi corazón no había recibido sus nuevas bendiciones por medio del metodismo, sino por las conmovedoras verdades referentes a la personal aparición de Jesús, que 52 me habían infundido paz, gozo y perfecto amor. Así terminó mi testimonio, el último que yo había de dar en clase con mis hermanos metodistas.

Después habló Roberto con su acostumbrada dulzura, pero de una manera tan clara y conmovedora que algunos lloraron y se sintieron muy emocionados. Pero otros tosían en señal de disentimiento y se mostraban sumamente inquietos.

Al salir de la clase volvimos a hablar acerca de nuestra fe, y nos maravillamos de que estos creyentes, nuestros hermanos y hermanas, tomasen tan a mal las palabras referentes al advenimiento de nuestro Salvador. Nos convencimos de que ya no debíamos asistir a ninguna otra reunión de clase. La esperanza de la gloriosa aparición de Cristo llenaba nuestras almas y, por lo tanto, desbordaría de nuestros labios al levantarnos para hablar. Era evidente que no podríamos tener libertad en la reunión de clase porque al terminar la reunión, oíamos las mofas y los insultos que nuestro testimonio provocaba, por parte de hermanos y hermanas a quienes habíamos respetado y amado."

Notas Biográficas de Elena G. de White
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Hermana LULIS. Saludos en el Señor.:9:

Le respondo a lo expresado por usted en este epígrafe.

“una mezcla subjetiva de juicios que a mi ver, están totalmente equivocados”

Me gustaría saber por qué están totalmente equivocados.

“pero de ahi a decir que los católicos y los protestantes son lo mismo, creo que hay un abismo de diferencia”

No son lo mismo pero cada día se parecen más, sobre todo en el amor a las cosas del mundo. Lee mi respuesta a Saraesther para mayor detalles, porque también dijo lo mismo.

“Creo, que analizar tal escrito resulta vano, creo que quien lo escribió si bien, en su tiempo y observando un grupo particular, es probable que
acertara, pero a estas alturas, y en este sitio, y sin ningún contexto que lo apoye, esta fuera de lugar.”


A estas alturas es PEOR. No puede comparar la desviación de los postulados de la Reforma de aquel entonces con la existente ahora. Dígame los mismos luteranos subscribiendo un acuerdo con el Vaticano en relación a la justificación por la fe. Lutero “debe tener pesadilla en su sueño mortal”.

“Ahora yo te preguntaría a ti, ¿Crees que hay alguno que sea salvo fuera de la Iglesia Adventista”

Por supuesto que sí, pero el mundo religioso cristiano está llegando a una encrucijada donde tendrá que decidir si seguir el camino fácil del ecumenismo o participar de los sufrimientos de Cristo en el camino angosto. La crisis final revelará todas las mentiras y las falsas enseñanzas que aun se sostienen en el protestantismo. Como dijo Jesús:, “todo lo que no sembró mi Padre será desarraigado”.. Te adelanto un dato. La crisis final será en relación al Sábado. Así como Dios probó a nuestros primeros pobres con algo aparentemente tonto como el fruto del árbol del bien y del mal, o como a los israelitas con el maná en el desierto. Así también será en la crisis final, por algo aparentemente sin importancia. Un mandamiento escrito por el dedo de Dios para todo pueblo y raza en la creación, está siendo pisoteado.

Que Dios te siga acompañando y bendiciendo
 
Re: LA DESCRIPCION MAS EXACTA DE LA IGLESIA CATOLICA

Advy dijo:
Hermana LULIS. Saludos en el Señor.:9:

Le respondo a lo expresado por usted en este epígrafe.

“una mezcla subjetiva de juicios que a mi ver, están totalmente equivocados”

Me gustaría saber por qué están totalmente equivocados.

Por lo siguiente:

“pero de ahi a decir que los católicos y los protestantes son lo mismo, creo que hay un abismo de diferencia”

No son lo mismo pero cada día se parecen más, sobre todo en el amor a las cosas del mundo. Lee mi respuesta a Saraesther para mayor detalles, porque también dijo lo mismo.

ah... si bueno, hay un problema con las generalizaciones, nunca son buenas, jamas son del todo acertadas, es decir, siempre puede haber errores al usarlas. Tal juicio es totalmente subjetivo por lo tanto generalizar sobre ello y pensar o creer que todas las iglesias protestantes se estan haciendo hacia las cosas del mundo... de ahì a que sea absoluta y completamente toda la verdad, es lo que señala o marca ese abismo de diferencia.

Me comprendes? Mira, me explico mejor, si hay iglesias que se dicen protestanes que estan jugando una arriesgada apuesta por el ecumenismo, si es cierto, pero ésto no significa, que automaticamente TODAS las iglesias protestantes vayan a jugarlo... o que todas las iglesias no catòlicas son "protestantes" sin más... creeme, hay más sopas y no me da nada decirlo aca, es la verdad, es nuestra lucha, la iglesia católica ante quienes somos iglesia de Cristo, es tan solo... una secta más.

“Creo, que analizar tal escrito resulta vano, creo que quien lo escribió si bien, en su tiempo y observando un grupo particular, es probable que acertara, pero a estas alturas, y en este sitio, y sin ningún contexto que lo apoye, esta fuera de lugar.”

A estas alturas es PEOR. No puede comparar la desviación de los postulados de la Reforma de aquel entonces con la existente ahora. Dígame los mismos luteranos subscribiendo un acuerdo con el Vaticano en relación a la justificación por la fe. Lutero “debe tener pesadilla en su sueño mortal”.

Si, es probable, pero creeme, sufriría más leyendo lo que compartiste al principio.


“Ahora yo te preguntaría a ti, ¿Crees que hay alguno que sea salvo fuera de la Iglesia Adventista”

Por supuesto que sí, pero el mundo religioso cristiano está llegando a una encrucijada donde tendrá que decidir si seguir el camino fácil del ecumenismo o participar de los sufrimientos de Cristo en el camino angosto. La crisis final revelará todas las mentiras y las falsas enseñanzas que aun se sostienen en el protestantismo. Como dijo Jesús:, “todo lo que no sembró mi Padre será desarraigado”.. Te adelanto un dato. La crisis final será en relación al Sábado. Así como Dios probó a nuestros primeros pobres con algo aparentemente tonto como el fruto del árbol del bien y del mal, o como a los israelitas con el maná en el desierto. Así también será en la crisis final, por algo aparentemente sin importancia. Un mandamiento escrito por el dedo de Dios para todo pueblo y raza en la creación, está siendo pisoteado.

Que Dios te siga acompañando y bendiciendo

Querido, nuevamente, ésta clase de comentarios, sólo son posibles si realmente crees que todas las iglesias protestantes estan apostando por el ecumenismo, es decir bajo esta falsa premisa, si, es probable que sólo haya tales opciones.

Sin embargo, hoy igual que antes, la Iglesia sólo tiene una opción. Y no es la ley mosaica, me gusta que intentes convencerme pero vamos!, es tiempo de caminar bajo la gracia, no que sigamos intentar alcanzar a Dios por medio de las obras, pues el nos alcanzó primero.

DTB