Sólo es una película...

Abdón

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26 Septiembre 2005
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Yo también lo leí

Miguel Molina
Columnista, BBC Mundo


Me pareció un texto predecible que anuncia a cada página la inminencia de la película, de la secuela, de otros libros dedicados a analizar, a interpretar, a recontar una historia tan inverosímil como intrascendente.

Sé que otros piensan distinto. Los he visto enfrascados en la lectura de El Código en aviones y trenes y autobuses, y en salas de espera y parques y cafés al aire libre y de los otros, y hay más que no he visto. Yo lo leí durante un resfriado invernal.


Me pareció un texto predecible que anuncia a cada página la inminencia de la película, de la secuela, de otros libros dedicados a analizar, a interpretar, a recontar una historia tan inverosímil como intrascendente

Entre febrículas fantásticas y capítulos hipnóticos busqué sin encontrar el relato que esperaba y encontré sin buscar las grietas en los muros de esa historia, es decir terminé de leer el libro y lo puse debajo de la cama.

La última vez que lo vi estaba en una caja debajo de la mesa donde ponemos las cosas que vamos dejando de usar.

El diario The Guardian cuenta que Ian McKellen, quien actúa como uno de los protagonistas de la película, dice que leyó el libro y creyó todo lo que dice porque Dan Brown lo convenció de que así era.

"Pero cuando lo terminé", agregó McKellen según The Guardian, "pensé que tenía potencial de mamarracho".


En ese tiempo

En ese tiempo la inclemencia del verano de California obligaba a la gente a encerrarse en sus casas durante el día. Uno pasaba las tardes jugando dardos en la sombra, nunca demasiado lejos de un tanque con hielo y con cerveza.

En el frescor del crepúsculo veíamos películas mexicanas en televisión.


A veces me ganaba la indignación por detalles que la película se negaba a registrar, o por diálogos que nadie sostendría en ningún idioma, o porque la situación era inexplicable o insostenible o las dos cosas

Por lo general eran producciones de los hermanos Almada en las que se contaba en imágenes corridos como el de La Venganza del Silla de Ruedas, el de Emilio Varela contra Camelia la Texana, o el de El Hombre de Medellín, historias de amor y muerte llenas de narcos y agentes de todas las policías.

Pero eran trabajos comerciales, descuidados, que ilustraban el fragor de la industria más que la pasión del arte, y que nosotros veíamos en silencio quizá digno de mejor causa y con una cerveza al alcance de la mano.

A veces me ganaba la indignación por detalles que la película se negaba a registrar, o por diálogos que nadie sostendría en ningún idioma, o porque la situación era inexplicable o insostenible o las dos cosas.

Y yo protestaba en voz alta, y los demás se reían y me daban una cerveza y me decían maestro, no la tome en serio, no crea, por eso es película.


Risas y abucheos

Han pasado veinte años y habrían pasado otros veinte o más sin recordar el consejo de mis compañeros de casa si no hubiera sido por El Código Da Vinci, que también había olvidado.

El mundo, como advierte el clásico, ya no es lo que era antes.


El mundo, como advierte el clásico, ya no es lo que era antes

Uno se entera de que la película ha causado controversia en India y en Tailandia y en otros lados del mundo, y de que hay quienes consideran que partes de la obra son blasfemas porque sugieren que Cristo se hizo hombre y tuvo mujer e hijos.

Pero también se entera de que quienes han visto la película antes de condenar su propuesta iconoclasta cuentan que se trata de un mamarracho descomunal, y de que en el Festival de Cannes la recibieron entre risas y abucheos.

Por favor. Una película no puede conmover una religión que dura dos milenios, y menos si es como nos cuentan, pese a que uno nunca deja de sentir la necesidad de creer.

Y quienes crean que la historia que cuenta el texto de Brown es verdadera tendrían que haber oído a mis compañeros de casa en California, donde la luz del sol no deja ver las sombras.
 
Re: Sólo es una película...

Abdón dijo:
Yo también lo leí

Miguel Molina
Columnista, BBC Mundo


Me pareció un texto predecible que anuncia a cada página la inminencia de la película, de la secuela, de otros libros dedicados a analizar, a interpretar, a recontar una historia tan inverosímil como intrascendente.

Sé que otros piensan distinto. Los he visto enfrascados en la lectura de El Código en aviones y trenes y autobuses, y en salas de espera y parques y cafés al aire libre y de los otros, y hay más que no he visto. Yo lo leí durante un resfriado invernal.


Me pareció un texto predecible que anuncia a cada página la inminencia de la película, de la secuela, de otros libros dedicados a analizar, a interpretar, a recontar una historia tan inverosímil como intrascendente

Entre febrículas fantásticas y capítulos hipnóticos busqué sin encontrar el relato que esperaba y encontré sin buscar las grietas en los muros de esa historia, es decir terminé de leer el libro y lo puse debajo de la cama.

La última vez que lo vi estaba en una caja debajo de la mesa donde ponemos las cosas que vamos dejando de usar.

El diario The Guardian cuenta que Ian McKellen, quien actúa como uno de los protagonistas de la película, dice que leyó el libro y creyó todo lo que dice porque Dan Brown lo convenció de que así era.

"Pero cuando lo terminé", agregó McKellen según The Guardian, "pensé que tenía potencial de mamarracho".


En ese tiempo

En ese tiempo la inclemencia del verano de California obligaba a la gente a encerrarse en sus casas durante el día. Uno pasaba las tardes jugando dardos en la sombra, nunca demasiado lejos de un tanque con hielo y con cerveza.

En el frescor del crepúsculo veíamos películas mexicanas en televisión.


A veces me ganaba la indignación por detalles que la película se negaba a registrar, o por diálogos que nadie sostendría en ningún idioma, o porque la situación era inexplicable o insostenible o las dos cosas

Por lo general eran producciones de los hermanos Almada en las que se contaba en imágenes corridos como el de La Venganza del Silla de Ruedas, el de Emilio Varela contra Camelia la Texana, o el de El Hombre de Medellín, historias de amor y muerte llenas de narcos y agentes de todas las policías.

Pero eran trabajos comerciales, descuidados, que ilustraban el fragor de la industria más que la pasión del arte, y que nosotros veíamos en silencio quizá digno de mejor causa y con una cerveza al alcance de la mano.

A veces me ganaba la indignación por detalles que la película se negaba a registrar, o por diálogos que nadie sostendría en ningún idioma, o porque la situación era inexplicable o insostenible o las dos cosas.

Y yo protestaba en voz alta, y los demás se reían y me daban una cerveza y me decían maestro, no la tome en serio, no crea, por eso es película.


Risas y abucheos

Han pasado veinte años y habrían pasado otros veinte o más sin recordar el consejo de mis compañeros de casa si no hubiera sido por El Código Da Vinci, que también había olvidado.

El mundo, como advierte el clásico, ya no es lo que era antes.


El mundo, como advierte el clásico, ya no es lo que era antes

Uno se entera de que la película ha causado controversia en India y en Tailandia y en otros lados del mundo, y de que hay quienes consideran que partes de la obra son blasfemas porque sugieren que Cristo se hizo hombre y tuvo mujer e hijos.

Pero también se entera de que quienes han visto la película antes de condenar su propuesta iconoclasta cuentan que se trata de un mamarracho descomunal, y de que en el Festival de Cannes la recibieron entre risas y abucheos.

Por favor. Una película no puede conmover una religión que dura dos milenios, y menos si es como nos cuentan, pese a que uno nunca deja de sentir la necesidad de creer.

Y quienes crean que la historia que cuenta el texto de Brown es verdadera tendrían que haber oído a mis compañeros de casa en California, donde la luz del sol no deja ver las sombras.

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Buen alegato. Tanto revuelo con lo de la pelicula lo unico que ha hecho es promocionarla y muchos que no la verian ahora tienen curiosidad por verla.

¿Alguien ha pensado si esto no puede ser una estrategia politica de la ICAR, para publicitar al Opus Dei?, algo al respecto he oido. Bueno aparte de expeculaciones yo no pienso gastarme el dinero en ir a verla (por no engrosarles la bolsa), seguramente la vea cuando la echen en TV y si no hay otra cosa que sea preferible.

Bendiciones
 
Re: Sólo es una película...

Miniyo dijo:
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Buen alegato. Tanto revuelo con lo de la pelicula lo unico que ha hecho es promocionarla y muchos que no la verian ahora tienen curiosidad por verla.

¿Alguien ha pensado si esto no puede ser una estrategia politica de la ICAR, para publicitar al Opus Dei?, algo al respecto he oido. Bueno aparte de expeculaciones yo no pienso gastarme el dinero en ir a verla (por no engrosarles la bolsa), seguramente la vea cuando la echen en TV y si no hay otra cosa que sea preferible.

Bendiciones

La promoción es negativa (se habla mal de ella) por lo que no tendría sentido...
 
Re: Sólo es una película...

Abdón dijo:
La promoción es negativa (se habla mal de ella) por lo que no tendría sentido...

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En el marketing lo importante es que el producto llegue al conocimiento maximo de personas con el proposito de llegar a interesarlas.

Si te das cuenta muchos utilizan hasta lo escandaloso por eso del refran "en rio revuelto, ganancia de pescadores" porque hay clientes para todo tipo de productos, pero lo que se necesita es que el producto llegue a oidos de los interesados. Luego ya tendran tiempo de argumentar y convencer a sus presas.

Y el escandalo lo consigue, lo que no saben es que esa tactica es muy peligrosa.

San Mateo 18:6

Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños
que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello
una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo
profundo del mar.


Bendiciones
 
Re: Sólo es una película...

Miniyo dijo:
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En el marketing lo importante es que el producto llegue al conocimiento maximo de personas con el proposito de llegar a interesarlas.

Si te das cuenta muchos utilizan hasta lo escandaloso por eso del refran "en rio revuelto, ganancia de pescadores" porque hay clientes para todo tipo de productos, pero lo que se necesita es que el producto llegue a oidos de los interesados. Luego ya tendran tiempo de argumentar y convencer a sus presas.

Y el escandalo lo consigue, lo que no saben es que esa tactica es muy peligrosa.

San Mateo 18:6

Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños
que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello
una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo
profundo del mar.


Bendiciones

Yo estoy estudiando mercadeo... y creo que no me han enseñado nunca ese concepto y si bien he escuchado y leido de excelentes mañejos de crisis de productos que se ha estimado que han aprovechado a la imagen de la empresa, ¿promoción negativa que la haga bien al producto? Bueno...
 
Re: Sólo es una película...

Abdón dijo:
Yo estoy estudiando mercadeo... y creo que no me han enseñado nunca ese concepto y si bien he escuchado y leido de excelentes mañejos de crisis de productos que se ha estimado que han aprovechado a la imagen de la empresa, ¿promoción negativa que la haga bien al producto? Bueno...

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Mira es solo una opinion y no pretendo decir que sea verdad, solo que es posible, a veces hay cosas muy retorcidas. Por ejemplo escuche decir que desde el libro de Dan Brown el Opus ha tenido una publicidad que no hubiese pagado con millones de dolares, si ademas, luego pueden desmontar todo argumento del libro facilmente entonces han conseguido promocionarse y lo seguiran haciendo cuando tengan que desmontar las falacias del libro. Publicidad gratis.

Repito es una opinion y no tiene por que ser asi, la verdad es que ni me importa.

Bendicion