Hola hermanos,
La venida del Mesías es la esperanza de Dios y de la humanidad. Es el centro de la providencia de Dios, es el momento en el que la historia del mal puede terminar para comenzar la historia eterna del bien. Es el momento histórico que marca el inicio del reino de los cielos.
Peo todas esas cosas no van a ocurrir automáticamente aunque venga el Mesías. Jesús vino como Mesías hace dos mil años, y se esperaba que se manifieste la era mesiánica. Incluso los primeros cristianos que predicaban la muerte y resurrección de Jesús, esperaban y anunciaban fervientemente la Parusía, el fin del mundo, cuando todas las cosas serían restauradas y un nuevo cielo y una nueva tierra creadas. Decían que estaba cerca, a la vuelta de la esquina.
Sin embargo el tiempo fue pasando y nada formidable ni excepcional ha ocurrido, el reino de Dios no ha caído del cielo. Más bien el cristianismo fue el camino de la amargura, del sufrimiento y la persecución, hasta que después de casi 400 años el cristianismo recibe el reconocimiento estatal y se fundan las bases de la fe cristiana.
Jesús es elevado de Mesías-hombre redentor a Dios redentor. Ya no es un hombre con una misión mesiánica, es Dios en persona encarándose en un hombre para redimir a los hombres pecadores. El Jesús real e histórico se ha transformado en una leyenda y un mito.
Es tiempo de bajar a Jesús del cielo y meditar de nueva sobre Jesús el hombre que vino a realizar una misión, la misión del Mesías. ¿Cómo nueva Adán, es decir, hombre, que era Jesús, cuál era su misión mesiánica? ¿Si Jesús es el ultima adán que viene a restituir el fallo de la caída, cometido entre Adán y Eva, ya que Eva fue tentada primero por Satán y llevada a pecar es evidente que Jesús como Adán restaurado debía recuperar a una Eva al lado del cielo. Esa es la ley de la restitución. Puesto que la caída significa que nacimos de unos padres falsos en al tierra debemos renacer de unos padres verdaderos en al tierra.
En pocas palabras, parte fundamental de la misión de Jesús era casarse y tener hijos, formar la familia de Dios. Ahora bien, la idea de que desde su nacimiento Jesús es Dios encarnado nos hace creer que todo lo que ocurría en y alrededor de la vida de Jesús es automático, cual guión de película se tratase. Sin embargo, Jesús-el hombre- no podía realizar su misión él sólo, necesitaba la colaboración de otros. Si no fuera necesario un fundamento de apoyo, ¿Por qué tomó tanto tiempo la venida del Mesías? ¿Si es Dios que se encarna, por qué esperar tanto tiempo, no puede Dios encarnarse cuando y cómo quiere?
Cuando el tiempo era apropiado Dios envió, tal como prometió, al Mesías. Jesús debía haberse casado. Eso en la época y en el la tradición judaica no era nada raro, era lo más normal del mundo. Pero en esa tradición los hijos eran casados por los padres, no se casaban como quieran, como ahora. Allí vemos que algo ocurrió, cuando todo el mundo alrededor de Jesús se casaba, Jesús no. Las familias de Zacarías y de José y María debieron estar unidos y ofrecerle a Jesús la esposa del cielo.
Vemos en Lucas que Maria va a casa de su prima Isabel, esposa del sumo sacerdote Zacarías, encinta de Juan Bautista, permaneció allí unos tres meses y luego volvió a su casa, seguramente ya con tripita de Jesús. No lo sabemos, pero cabe que la familia de Zacarías debió ofrecer protección a Maria y su bebé, pues nada más recibir el anuncio del ángel Maria se fue a la casa de su prima Isabel, por algo sería. Imagínese Jesús siendo educado por un sumo sacerdote. Pero esto no se da, Maria vuelvo con José que quiso repudiarla en silencio pero acepta la situación por mandato de un ángel en un sueño. No hay más mención de contacto entre la dos familias emparentadas, cada una fue por su lado, Jesús a los treinta años abandona su casa, en aquellos dais se casaban muy pronto, a los 12 o 14 años. Pero está claro que Jesús no fue emparejado por sus padres.
La boda de Jesús no sería una boda como las demás, sino la boda del cordero, la boda con la que Dios quiso bendecir a Adán y Eva como antepasados del linaje divino en la tierra, la boda que hubiera dado comienzo al reino eterno de amor y paz en la tierra, la boda de valor cósmico. La boda donde la masculinidad de Dios se encarnaría en Jesús y la feminidad de Dios (El Espíritu Santo) se encarnaría en su esposa y crearían el linaje físico y espiritual en la tierra, engendrando los hijos e hijas directos de Dos.
Así los padres de valor divino abrirían el camino para que cada hombre y mujer pudiera renacer del linaje sustancial de Dios, y darían redención completa, física y espiritual, a la humanidad, establecer el reino de los cielos sería un proceso gradual pero constante, en el que el camino de alcanzar valor divino y familias ideales quedaría abierto para todo ser humano. Una segunda venida no seria necesaria, el fin del mundo se hubiera realizado en aquel momento, y el mundo hoy seria ya el reino ideal de la bondad eterna de Dios.
Pero Jesús no fue apoyado y al final de su ministerio público se quedó completamente sólo, hasta sus mejores discípulos, Pedro que prometió dar su vida por él, todos huyeron y conocéis el resto, que hemos creído que su final estuvo escrito en el guión de Dios desde siempre, pero no todo lo que ocurre es la voluntad de Dios sólo porque ocurre.
Que Dios os bendiga
Mario
La venida del Mesías es la esperanza de Dios y de la humanidad. Es el centro de la providencia de Dios, es el momento en el que la historia del mal puede terminar para comenzar la historia eterna del bien. Es el momento histórico que marca el inicio del reino de los cielos.
Peo todas esas cosas no van a ocurrir automáticamente aunque venga el Mesías. Jesús vino como Mesías hace dos mil años, y se esperaba que se manifieste la era mesiánica. Incluso los primeros cristianos que predicaban la muerte y resurrección de Jesús, esperaban y anunciaban fervientemente la Parusía, el fin del mundo, cuando todas las cosas serían restauradas y un nuevo cielo y una nueva tierra creadas. Decían que estaba cerca, a la vuelta de la esquina.
Sin embargo el tiempo fue pasando y nada formidable ni excepcional ha ocurrido, el reino de Dios no ha caído del cielo. Más bien el cristianismo fue el camino de la amargura, del sufrimiento y la persecución, hasta que después de casi 400 años el cristianismo recibe el reconocimiento estatal y se fundan las bases de la fe cristiana.
Jesús es elevado de Mesías-hombre redentor a Dios redentor. Ya no es un hombre con una misión mesiánica, es Dios en persona encarándose en un hombre para redimir a los hombres pecadores. El Jesús real e histórico se ha transformado en una leyenda y un mito.
Es tiempo de bajar a Jesús del cielo y meditar de nueva sobre Jesús el hombre que vino a realizar una misión, la misión del Mesías. ¿Cómo nueva Adán, es decir, hombre, que era Jesús, cuál era su misión mesiánica? ¿Si Jesús es el ultima adán que viene a restituir el fallo de la caída, cometido entre Adán y Eva, ya que Eva fue tentada primero por Satán y llevada a pecar es evidente que Jesús como Adán restaurado debía recuperar a una Eva al lado del cielo. Esa es la ley de la restitución. Puesto que la caída significa que nacimos de unos padres falsos en al tierra debemos renacer de unos padres verdaderos en al tierra.
En pocas palabras, parte fundamental de la misión de Jesús era casarse y tener hijos, formar la familia de Dios. Ahora bien, la idea de que desde su nacimiento Jesús es Dios encarnado nos hace creer que todo lo que ocurría en y alrededor de la vida de Jesús es automático, cual guión de película se tratase. Sin embargo, Jesús-el hombre- no podía realizar su misión él sólo, necesitaba la colaboración de otros. Si no fuera necesario un fundamento de apoyo, ¿Por qué tomó tanto tiempo la venida del Mesías? ¿Si es Dios que se encarna, por qué esperar tanto tiempo, no puede Dios encarnarse cuando y cómo quiere?
Cuando el tiempo era apropiado Dios envió, tal como prometió, al Mesías. Jesús debía haberse casado. Eso en la época y en el la tradición judaica no era nada raro, era lo más normal del mundo. Pero en esa tradición los hijos eran casados por los padres, no se casaban como quieran, como ahora. Allí vemos que algo ocurrió, cuando todo el mundo alrededor de Jesús se casaba, Jesús no. Las familias de Zacarías y de José y María debieron estar unidos y ofrecerle a Jesús la esposa del cielo.
Vemos en Lucas que Maria va a casa de su prima Isabel, esposa del sumo sacerdote Zacarías, encinta de Juan Bautista, permaneció allí unos tres meses y luego volvió a su casa, seguramente ya con tripita de Jesús. No lo sabemos, pero cabe que la familia de Zacarías debió ofrecer protección a Maria y su bebé, pues nada más recibir el anuncio del ángel Maria se fue a la casa de su prima Isabel, por algo sería. Imagínese Jesús siendo educado por un sumo sacerdote. Pero esto no se da, Maria vuelvo con José que quiso repudiarla en silencio pero acepta la situación por mandato de un ángel en un sueño. No hay más mención de contacto entre la dos familias emparentadas, cada una fue por su lado, Jesús a los treinta años abandona su casa, en aquellos dais se casaban muy pronto, a los 12 o 14 años. Pero está claro que Jesús no fue emparejado por sus padres.
La boda de Jesús no sería una boda como las demás, sino la boda del cordero, la boda con la que Dios quiso bendecir a Adán y Eva como antepasados del linaje divino en la tierra, la boda que hubiera dado comienzo al reino eterno de amor y paz en la tierra, la boda de valor cósmico. La boda donde la masculinidad de Dios se encarnaría en Jesús y la feminidad de Dios (El Espíritu Santo) se encarnaría en su esposa y crearían el linaje físico y espiritual en la tierra, engendrando los hijos e hijas directos de Dos.
Así los padres de valor divino abrirían el camino para que cada hombre y mujer pudiera renacer del linaje sustancial de Dios, y darían redención completa, física y espiritual, a la humanidad, establecer el reino de los cielos sería un proceso gradual pero constante, en el que el camino de alcanzar valor divino y familias ideales quedaría abierto para todo ser humano. Una segunda venida no seria necesaria, el fin del mundo se hubiera realizado en aquel momento, y el mundo hoy seria ya el reino ideal de la bondad eterna de Dios.
Pero Jesús no fue apoyado y al final de su ministerio público se quedó completamente sólo, hasta sus mejores discípulos, Pedro que prometió dar su vida por él, todos huyeron y conocéis el resto, que hemos creído que su final estuvo escrito en el guión de Dios desde siempre, pero no todo lo que ocurre es la voluntad de Dios sólo porque ocurre.
Que Dios os bendiga
Mario