Los tres últimos papas, los únicos que gobernaron con dignidad
Tuesday, April 12, 2005 11:12
Hugo Caro Gallón
Juan XXIII, Paulo VI, y Juan Pablo II, fueron los pontífices que dieron a la humanidad un mandato equitativo y progresista, alejándose de los principios dogmáticos amañados, las ansias militares para conquistar provincias, la vehemencia inquisidora de la gran mayoría de los obispos, cardenales, que subieron al trono pontificio, excluyendo a San Pedro, el fundador del cristianismo.
Juan XIII sucedió a Pío XII [Pacelli], que a pesar de su gran inteligencia, se hizo de la vista gorda en la Segunda Guerra Mundial, calló y no hizo nada contra el holocausto judío. El antecesor de Pío XII fue Pío XI, de apellido Ratti, que apoyó el fascismo y las hordas de Benito Mussolini. Cuando invadieron a Etiopía, el papa aprobó la invasión y se adelantó a fundar un colegio para la preparación de misioneros que alcanzarían a la invasión militar; y en 1933 firmó un concordato con Alemania.
Con San Agustín logró la iglesia arcaica su cumbre religiosa. Nacido en Argelia el 13 de noviembre del 354. En su juventud era un ser disoluto y soberbio aunque muy estudioso. Era maniqueo y enseñaba en Cartago. Santa Mónica —su madre— influyó mucho para que se convirtiera a la iglesia fundada por San Pedro. Una vez ella sirvió la cena y cuando ponía los platos una gallina se trepó a la mesa y excretó su excremento [el excremento de las aves de corral se conoce como rila]. Como ya se acercaban su vanidoso hijo y Patricio, su esposo, apresuradamente ella tapó la defecación de la gallina con un plato, porque no había tiempo para limpiar. La cena era frugal. Agustín al ver tan pobre comida exclamó —¡Más bien que consumirme estos míseros alimentos, me comería unas heces de gallina! Su madre levantó el plato y le expresó —¡Si rila es lo que pides, aquí la tienes!
Por muchas otras cosas San Agustín se convirtió en el verano del 386. Agustín dio el concepto de la Trinidad [Padre, Hijo y Espíritu Santo]. El hombre fue creado bueno y justo, patrón de su libre albedrío, y dotado del riesgo de no pecar. El único animal con inmortalidad.
Uno de los vigorosos conductores para establecer la iglesia en occidente fue Inocencio I, Papa del año 402 al 417, pero fue León I [440-461] que prestó un gran servicio a Roma, al convencer al bárbaro Atila que no tomara la ciudad. Además patrocinó para rechazar a los vándalos.
Evoquemos a Constantino que edifico una iglesia en honor a Pedro, en Roma. Su madre Elena hizo una peregrinación a Jerusalén para apoderarse de la cruz de Cristo. Ella creía que la tenían guardada.
Gregorio Magno acrecentó el papado desde el 590 hasta el 604. Se distinguió por su fe y su gran campaña evangelizadora, no obstante, ejercía la fuerza militar y con su poderoso ejército se defendió de los lombardos cuando éstos querían conquistar a Roma. La idea del purgatorio la amplió, tomando los conceptos de Cipriano, Agustín y Cesario de Arlés. Gregorio Magno reformó la música eclesiástica con su famoso “canto gregoriano”
Décadas atrás, el reformador del monasticismo fue Benito de Nursia. Su genio romano para la organización de la iglesia dio principio a un orden para formar desde un seminarista, hasta un papa. Nadie podía ser monje o sacerdote sin haber probado un año la vida monástica. Corría el año 529.
Partiendo del año 1032 hubo tres papas en Roma. Benedicto IX fue colocado en el trono papal por el partido tusculano, Benedicto resultó ser indigno, y sus rivales, los nobles de la fracción de Crescenzio, pudieron desterrarlo de Roma en 1044. Lo sucedió Silvestre III, pero Benedicto retornó con un ejercito y se adueño otra vez del papado. Ya saturado de fingir devoción vendió el papado para contraer matrimonio, corría el año 1045. Su precio fue más o menos, 1.500 libras de plata, su comprador fue Juan Graciano, que se título como Gregorio VI. Sin embargo el judas de Benedicto se negó a abandonar el trono, entonces había ya tres papas en Roma. El rey Enrique III intervino y fueron depuestos los tres codiciosos pontífices. Enrique III nombró a un Alemán, llamado Clemente II [1046-1047].
El papa Inocencio III [ 1198-1216] confirmó la orden de Pedro II de Aragón, que había sentenciado a los herejes a la hoguera, pero fue Gregorio IX [ 1227-1241] que reafirmó y confió a los inquisidores para que se organizaran hasta formar un órgano temible. Inocencio IV en 1252, en una bula, les dio el poder para que torturaran al hereje hasta que confesaré su fe en el demonio. Así murieron achicharrados miles de inocentes, casi todos de las tribus de los cátaros y los valdenses.
Momentáneamente el papado estuvo en Aviñón, y los papas fueron franceses. Citemos a Juan XXII [ 1316-1334. que fue muy habilidoso.
Los italianos por fin tomaron la riendas del poder papal, con Nicolás V [1447-1455], sin embargo, mencionemos a Sixto IV [1471-1485], gran humanista, al él se le debe la construcción de la Capilla Sixtina. Promulgó con una bula en 1476: que para salir del purgatorio sus deudos debían pagar un alto precio. Antes de terminar el siglo [1492] ascendió al podio un Borgia [Alejandro VI], quizás uno de los papas más malvados de la historia. Se afanó por encumbrar a sus hijos bastarlos, Lucrecia, la disoluta, y César, homicida sin escrúpulos. Cuando murió envenenado Alejandro VI, tuvieron que sepultarlo apresuradamente, ya que se hinchó descomunalmente y se pudrió en menos de cuatro horas. Castigo Divino. Le sucedió Julio II, gran impulsador de las artes, ya que confió en Miguel Ángel, lo mismo hizo el papa León X [Juan de Médicis] para que embelleciera la capilla Sixtina.
En el Renacimiento con sostén del papado florecieron las artes, citemos a Cimabue, Giotto, Massaccio, Donatello, Pisanello, Uccello, Filipo Lippi, Botticelli, Rafael, Leonardo, entre otros.
Desgraciadamente todos los pontífices desde la Edad Media apoyaron la inhumana inquisición y el desprecio por las investigaciones científicas. Suprimida en España por Napoleón en 1808 y restablecida de 1814 a 1834. Por eso, Juan Pablo II se despojó de la discriminación, fanatismo, peculado, nepotismo de sus antecesores y le dio a la humanidad una esperanza de progreso y de paz ¡El más grandioso pontífice de todos los tiempos!
El próximo papa, deberá sentarse a la mesa de negociación de Israel y Palestina, lo mismo en la disputa con los demás países árabes; también con la guerrilla colombiana, con los conflictos del continente africano, etcétera. Igualmente colocará a la mujer como sacerdotisa, porque Dios no tiene sexo. Y por fin logrará la unión —en cierta medida— de todas las religiones del mundo, para que haya una paz verdadera, puesto que todas creen en un mismo Dios. Asimismo, que sea más liberal, dadas las condiciones evolutivas de la humanidad.
Comparte tu opinion!