Re: QUE ES UN "SANTO"??
Luis Alberto42 dijo:
Amados hermanos,
Tengo 4 sencillas preguntas:
1. Segun la Palabra de Dios, que significa ser un "Santo"??
2. Puede los hombres hacer "Santo" a alguien??
3. Puede un cristiano "orarle" o "rezarle" a un "Santo"??
4. Pueden los "Santos" interceder por nosotros ante el Padre???
Espero aportes asertados e inteligentes...
Luis Alberto42
1º Puro de vida para Dios o apartado para vivir segun la voluntad de Dios. Apartado del pecado. Separado de lo impuro y consagrado a Dios.
SANTO
C. Adjetivo
qadôsh (קָדוֹשׁ, 6918), «santo». Las lenguas semíticas tienen dos formas originales de la raíz que son distintas. Una significa «puro» y «consagrado» como en el acádico qadistu y el hebreo qadesh («santo»). La palabra describe algo o alguien. La otra quiere decir «santidad» como una circunstancia o como un abstracto, de la misma manera que en arábigo al-qaddus («lo más santo o puro»). En hebreo el verbo qadash y la palabra qadesh combinan ambos elementos: descriptivo y estático. La comprensión tradicional de «separado» es solo un significado derivado y no el principal.
Qadôsh es importante en el Pentateuco, en los escritos poéticos y proféticos, y se encuentra poco en la literatura histórica. El primero de 116 casos se encuentra en Éx 19.6 (rva): «Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes y una nación santa».
En el Antiguo Testamento qadôsh tiene una fuerte connotación religiosa. En uno de sus sentidos el vocablo describe un objeto, lugar o día como «santo», en el sentido de «dedicado» a un propósito especial: «Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro» (Nm 5.17).
En particular, el sábado se ha «dedicado» como un día de descanso: «Si apartas tu pie por respeto al sábado, para no hacer tu capricho en mi día santo; si al sábado llamas delicia, consagrado a Jehovah y glorioso; y si lo honras, no haciendo según tus propios caminos ni buscando tu propia conveniencia ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehovah» (Is 58.13–14 rva). Esta prescripción se basa en Gn 2.3, donde el Señor «santificó» o «dedicó» el sábado.
Dios dedicó a Israel para que fuera su pueblo. Son «santos» por su relación con el Dios «santo».
En cierto sentido, todo el pueblo es «santo» por ser miembros de la comunidad del pacto, independientemente de su fe y obediencia: «Y se juntaron contra Moisés y contra Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?» (Nm 16.3). Dios se propuso que esta nación «santa» fuera un sacerdocio real «santo» entre las naciones (Éx 19.6). Sobre la base de una íntima relación, Dios esperaba que su pueblo cumpliera con sus elevadas expectativas para ellos, demostrando que era una una nación «santa»: «Me seréis santos, porque yo, Jehovah, soy santo y os he separado de los pueblos para que seáis mios» (Lv 20.26 rva).
Los sacerdotes fueron escogidos para servir en el Lugar Santo del tabernáculo o templo. Por su función de mediadores entre Dios e Israel y por su cercanía al templo, Dios los dedicó al oficio sacerdotal: «Serán santos para su Dios y no profanarán el nombre de su Dios; porque ellos presentarán las ofrendas quemadas, el pan de su Dios; por tanto, serán santos. El sacerdote no tomará mujer prostituta o privada de su virginidad. Tampoco tomará mujer divorciada de su marido, porque él está consagrado a su Dios. Por tanto, lo tendrás por santo, pues él ofrece el pan de tu Dios. Será santo para ti, porque santo soy yo, Jehovah, que os santificó» (Lv 21.6–8 rva). Aarón, el sumo sacerdote, era «el santo del Señor» (Sal 106.16 lba).
El Antiguo Testamento clara y enfáticamente enseña que Dios es «santo» moralmente (Lv 11.44) y en poder (1 S 6.20). Es el «santo de Israel» (Is 1.4), «Dios santo» (Is 5.16) y «el Santo» (Is 40.25). Su nombre es «Santo»: «Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados» (Is 57.15). La declaración negativa: «No hay santo como Jehová, porque no hay ninguno aparte de ti; no hay roca como nuestro Dios» (1 S 2.2 rva), señala que Él es «santísimo» y que nadie es tan «santo» como Él. Algunas pocas veces qadôsh se aplica a seres no humanos, alejados de este mundo y dotados de gran poder (Job 5.1; Dn 8.13). Los ángeles del séquito celestial son «santos»: «Y el valle de los montes será rellenado, porque el valle de los montes llegará hasta Azal. Y huiréis como huisteis a causa del terremoto que hubo en los días de Uzías, rey de Judá. Así vendrá Jehová mi Dios, y todos sus santos con Él» (Zac 14.5 rva). Los serafines proclamaban el uno al otro la «santidad» de Dios: «Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos: toda la tierra está llena de su gloria» (Is 6.3).
En la Septuaginta el término hagios («santo») representa el vocablo hebreo qadôsh.
Vine, W. (2000, c1999). Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Neuvo Testamento exhaustivo (electronic ed.). Nashville: Editorial Caribe.
SANTIDAD, SANTIFICACIÓN, SANTO, SANTAMENTE, SANTIFICAR
A. Nombres
1. jagiasmos (ἁγιασμός, 38), «santificación», significa: (a) separación para Dios (1 Co 1.30; 2 Ts 2.13; 1 P 1.2); (b) el estado que de ello resulta, la conducta apropiada por parte de aquellos así separados (1 Ro 6.19, 22; 1 Ts 4.3,4,7; 1 Ti 2.1,5; Heb 12.14). Así, la santificación es el estado predeterminado por Dios para los creyentes, al que en gracia Él los llama, y en el que comienzan y persisten en su curso cristiano. Por ello reciben el nombre de «santos» (jagioi).¶ «La santificación es aquella relación con Dios en la que entran los hombres por la fe en Cristo (Hch 26.18; 1 Co 6.11), y para la cual el único título que tienen es la muerte de Cristo (Ef 5.25,26; Col 1.22; Heb 10.10,29; 13.12).
La santificación también se utiliza en el NT de la separación del creyente de las cosas malas y de los malos caminos. Esta santificación es la voluntad de Dios para el creyente (1 Ts 4.3), y su propósito al llamarlo mediante el evangelio (v. 7); tiene que ser aprendida de Dios (v. 4), conforme Él la enseña mediante su Palabra (Jn 17.17,19; cf. Sal 17.4; 119.9), y el creyente tiene que buscarla seria y constantemente (1 Ti 2.15; Heb 12.14). En razón de que el carácter santo, jagiosune (1 Ts 3.13), no es vicario, esto es, no puede ser transferido o imputado, es una posesión individual, edificada, poco a poco, como resultado de la obediencia a la Palabra de Dios y de seguir el ejemplo de Cristo (Mt 11.29; Jn 13.15; Ef 4.20; Flp 2.5), en el poder del Espíritu Santo (Ro 8.13; Ef 3.16).
«El Espíritu Santo es el agente en la santificación (Ro 15.16; 2 Ts 2.13; 1 P 1.2; cf. 1 Co 6.11. La santificación del Espíritu es asociada con la elección de Dios; es un acto divino que precede a la aceptación del evangelio por parte del individuo» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 115, 271).
2. jagiosune (ἁγιωσύνη, 42), denota la manifestación de la cualidad de la santidad en la conducta personal. Se utiliza: (a) en Ro 1.4, de la absoluta santidad de Cristo en los días de su carne, lo que le distinguió de entre todos los meros seres humanos; esto, que se indica con la frase «el Espíritu de santidad», y en vindicación de ello, su resurrección de entre los muertos, lo señaló como (fue «declarado») el Hijo de Dios; (b) los creyentes deben andar «perfeccionando la santidad en el temor de Dios» (2 Co 7.1), esto es, llevando la santidad a su fin predestinado, mediante la cual (c) puedan ser encontrados «irreprensibles en santidad» en la parusía de Cristo (1 Ts 3.13).¶
En cada pasaje lo que está bajo consideración es el carácter, perfecto en el caso del Señor Jesús, y creciendo hacia la perfección en el caso del cristiano. Aquí se declara que el ejercer el amor es el medio que utiliza Dios para desarrollar la semejanza a Cristo en sus hijos. La frase puede parafrasearse de la siguiente manera: «Que el Señor os capacite más y más para pasar vuestras vidas en los intereses de otros, a fin de que Él pueda así estableceros ahora en el carácter cristiano, para que podáis ser vindicados de toda acusación que pueda ser presentada contra vosotros en el tribunal de Cristo; cf. 1 Jn 4.16,17» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 108, 115).
3. jagiotes (ἁγιότης, 41), denota la cualidad abstracta de la santidad, y se utiliza: (a) de Dios (Heb 12.10); (b) de su manifestación en la conducta del apóstol Pablo y de sus colaboradores (2 Co 1.12; en los mss. más comúnmente aceptados, en lugar de japlotes, que aparece en tr, y asimismo en algunos modernos textos críticos; es la lectura seguida por rvr: «sencillez»; vm sigue en cambio la lectura de Westcott y Hort, la palabra que nos ocupa, y traduce «con santidad y sinceridad»; véanse también, para japlotes, GENEROSIDAD, A, Nº l, LIBERALIDAD, SENCILLEZ).¶
4. josiotes (ὁσιότης, 3742), debe distinguirse del término anterior, Nº 3; josiotes denota aquella cualidad de la santidad que se manifiesta en aquellos que dan igual consideración a la gracia y a la verdad; involucra una recta relación con Dios; se utiliza en Lc 1.75 y Ef 4.24, y en ambos pasajes va asociado con la rectitud.¶
Nota: En 2 Ti 3.2 (rv: «sin santidad») es traducción de anosios (rvr: «impíos»). Véase , C, Nº 2.
B. Adjetivos
1. jagios (ἅγιος, 40), relacionado con A, Nº 1 y 2, que se derivan de la misma raíz que jagnos (que se encuentra en jazo, venerar), fundamentalmente significa separado (entre los griegos, dedicado a los dioses), y por ello, en la Escritura, en su sentido moral y espiritual, separado del pecado y por lo tanto consagrado a Dios, sagrado.
(a) Es predicado de Dios (como el absolutamente Santo, en su pureza, majestad y gloria): del Padre (p.ej., Lc 1.49; Jn 17.11; 1 P 1.15,16; Ap 4.8; 6.10); del Hijo (p.ej., Lc 1.35; Hch 3.14; 4.27,30; 1 Jn 2.20); del Espíritu (p.ej., Mt 1.18 y frecuentemente en todos los Evangelios, Hechos, Romanos, 1 y 2 Corintios, Efesios, 1 Tesalonicenses; también en 2 Ti 1.14; Tit 3.5; 1 P 1.12; 2 P 1.21; Jud 20).
(b) Se utiliza de personas y cosas (véase más abajo) en tanto que estén dedicadas a Dios. Ciertamente, la cualidad, como atributo de Dios, es frecuentemente presentada de una manera que involucra demandas divinas sobre la conducta de los creyentes. Estos reciben el nombre de jagioi, santos, esto es, «santificados». Se emplea como nombre en singular en Flp 4.21, donde se utiliza pas, «todos», con Él. En plural, se utiliza de creyentes, designa a todos los tales, y no se aplica a personas ya muertas que se hubieran caracterizado por actos excepcionales de santidad. Véase especialmente 2 Ts 1.10, donde a «sus santos» también se les describe como «todos los que creyeron», esto es, todo el número de los redimidos. Así, esta santidad no es un logro, sino un estado al que Dios en gracia llama a los hombres; pero los creyentes son llamados a santificarse (en consecuencia a su llamamiento, 2 Ti 1.9), purificándose de toda contaminación, abandonando el pecado, viviendo una vida santa (1 P 1.15; 2 P 3.11), y experimentando comunión con Dios en su santidad. Así, a los santos se les señala de manera figurada como «un templo santo» (1 Co 3.17, una iglesia local; Ef 2.21, la iglesia en su totalidad, cf. 5.27); un «sacerdocio santo» (1 P 2.5); una «nación santa» (2.9).
«Es evidente que jagios y sus palabras relacionadas … expresan algo más y más elevado que jieros, sagrado, externamente asociado con Dios … algo más que semnos, digno, honorable; algo más que jagnos, puro, limpio de contaminación. Jagios es … más amplio … Característicamente es piedad» (G. B. Stevens, en Hastings’ Bible Dictionary). El adjetivo se utiliza también de la parte exterior del tabernáculo (Heb 9.2: «Lugar Santo»); del santuario interior (9.3: «Lugar Santísimo» o, literalmente: «Santo de los Santos», F. Lacueva, Nuevo Testamento Interlineal, loc. cit.; 9.24: «santuario»); v. 25, plural, de la presencia de Dios en el cielo, donde no hay dos compartimientos como en el tabernáculo, siendo todo Él «Lugar Santísimo»; 9.8, 12 (plural neutro); 10.19: «Lugar Santísimo» (neutro plural), véase SANTUARIO; de la ciudad de Jerusalén (Ap 11.2); de su templo (Hch 6.13); de la fe (Jud 20); del saludo de los santos (1 Co 16.20); de ángeles (p.ej., Mc 8.38); de apóstoles y profetas (Ef 3.5); de la futura Jerusalén celestial (Ap 21.2, 10; 22.19).
2. josios (ὅσιος, 3741), relacionado con A, Nº 4, significa religiosamente recto, santo, en oposición a lo torcido o contaminado. Está comúnmente asociado con la rectitud (véase A, Nº 4). Se utiliza «de Dios (Ap 15.4; 16.5); y del cuerpo del Señor Jesús (Hch 2.27; 13.15, en citas del Sal 16.10, lxx; Heb 7.26); y de ciertas promesas hechas a David, que podrían cumplirse solo en la resurrección del Señor Jesús (Hch 13.34). En 1 Ti 2.8 y Tit 1.8 se utiliza del carácter de cristianos. En la lxx, josios es frecuentemente traducción de la palabra hebrea,<~>jasid, que varía en significado entre «santo» y «misericordioso»; cf. Sal 16.10 con 145.17» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, p. 64).
Notas: (1) Para Hch 13.34, véase F. Lacueva, Nuevo Testamento Interlineal, que traduce: «Daré os las cosas santas (josios) de David, las fieles»; cf. vm: «Os daré las santas y seguras [bendiciones] de David».
(2) Para jieros (véase consideraciones bajo B, Nº 1 anterior), que sirve a un propósito sagrado, traducido «santas» en 2 Ti 3.15 (vm, de las Escrituras; rv, rvr, rvr77, lba: «Sagradas Escrituras»; Besson, nvi: «Sagradas Letras»), véase SAGRADO.
3. jieroprepes (ἱεροπρεπής, 2412), apropiado al carácter sagrado, reverente (jieros, sagrado, prepes, ser apropiado). Se traduce: «un porte santo» en Tit 2.3 (rv; rvr: «reverente»). Véase REVERENTE bajo REVERENCIA, C.¶
Nota: (1) En Ap 15.3 la vm sigue aquellos textos que tienen aionon, «siglos», y asigna la lectura ethnon, «naciones», al margen; la rv sigue una lectura inferior, jagion, «santos». (2) En Ap 18.20, los mejores textos tienen jagioi y apostoloi, ambos con el artículo, y ambos precedidos por kai: «y», vm: «y vosotros, los santos y los apóstoles»; la rv traduce «santos, apóstoles», siguiendo aquellos mss. en los que no están la segunda kai ni el artículo, aunque ya revisando la versión de Reina (1569), que traduce «santos apóstoles», en seguimiento de esta variante. (3) En Ap 22.21, la vm sigue aquellos mss. que tienen jagion con el artículo: «con todos los santos»; la (rv, rvr, rvr77) aquellos que simplemente tienen panton, todos, pero añade «vosotros».
C. Adverbio
josios (ὁσίως, 3743), relacionado con A, Nº 4, y B, Nº 2, «santamente», esto es, limpio de mala conducta, y observante de la voluntad de Dios. Se utiliza en 1 Ts 2.10, de la conducta del apóstol y sus compañeros de misión.¶
D. Verbo
jagiazo (ἀγιάζω, 37), hacer santo (de jaagios, santo; véase B, Nº 1). Significa poner aparte para Dios, santificar, hacer una persona o cosa lo opuesto a koinos, común. «Se utiliza: (a) del oro adornando el templo y de la ofrenda puesta sobre el altar (Mt 23.17, 19); (b) de comida (1 Ti 4.5); (c) del cónyuge incrédulo de una persona creyente (1 Co 7.14); (d) la purificación ceremonial de los israelitas (Heb 9.13); (e) del nombre del Padre (Lc 11.2); (f) de la consagración del Hijo por parte del Padre (Jn 10.36); (g) del Señor Jesús dedicándose a sí mismo a la redención de su pueblo (Jn 17.19); (h) al hecho de poner aparte al creyente para Dios (Hch 20.32; cf. Ro 15.16); (i) del efecto sobre el creyente de la muerte de Cristo (Heb 10.10, dicho de Dios, y 2.11; 13.12, dicho del Señor Jesús); (j) de la separación del creyente del mundo en su conducta, por el Padre por medio de la Palabra (Jn 17.17,19); (k) del creyente que se aparta de aquellas cosas que deshonran a Dios y su evangelio (2 Ti 2.21); (1) del reconocimiento del señorío de Cristo (1 P 3.15). En Ap 22.11: «el que es santo, santifíquese todavía», el aoristo o tiempo puntual expresa lo terminante y consumado del acto divino.
«Por cuanto cada creyente es santificado en Cristo Jesús (1 Co 1.2, cf. Heb 10.10), una designación frecuente en el NT para todos los creyentes es «santos», jagioi, esto es, «santificados». Así la santidad, o santificación, no es un logro, sino el estado al que Dios, en su gracia, llama a los pecadores, y en el que comienzan su curso como cristianos (Col 3.12; Heb 3.1)» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 113-114).
Vine, W. (2000, c1999). Vine diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Neuvo Testamento exhaustivo (electronic ed.). Nashville: Editorial Caribe.
2º Solo Dios es Santo y solo el comunica esa cualidad a sus hijos.
Levítico 20:26
Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo,
y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.
3º Esta prohibido por Dios.
Exodo 20:5
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy
Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los
padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación
de los que me aborrecen,
4º Solo hay un mediador puesto por Dios Jesucristo.
1 Timoteo 2:5
Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre,
Hebreos 7:25
por lo cual (Jesus) puede también salvar perpetuamente a los que
por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder
por ellos.
Romanos 8:34
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más
aun, el que también resucitó, el que además está a la
diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Sacad vuestras propias conclusiones.
Bendiciones