Hermano Cedesin, he leido tu mensaje con atención y creo que podría discutir algunas cosas con vos en las que no estoy de acuerdo y en otro momento, sin duda lo hubiera hecho. Pero creo que ahora, en este tiempo especialmente sería totalmente esteril y además muy oneroso, ya que ocuparía tiempo valioso en tratar de imponer mi punto de vista a uno que tiene otro, y si en una cosa estoy de acuerdo con vos es en que de eso DEBE encargarse el Señor, yo creo debo limitarme a decir lo que debo decir.
Pero el tema era otro, ayer mientras trabajaba, oí el pasaje del evangelio donde Jesús habla del Fariseo y del publicano. Debo decirles que lo he leído muchas veces y también he predicado sobre el, algunas mas, siempre lo vi como un buen ejemplo para la Iglesia, asi como tambien debo decir que lo veía lejos de mi, en primera instancia y de la Iglesia por supuesto. Sin embargo, ayer lo vi de otra forma, es más, ayer lo vi como parte de nosotros mismos.
Hoy hace mas de 120 años que el evangelio llegó a estos lares, y todo este tiempo hemos sido los depositarios de la sana doctrina. En este tiempo como en ningún otro, se hacen investigaciones arqueológicas que prueban lo que la Biblia dice, la Iglesia está tecnificada de manera sorprendente(y creo que para bien en un sentido), tenemos infinidad de prestigiosísimos seminarios donde preparamos hombres y mujeres cada vez con mayor especialización, los cuales serán nuestros maestros, pastores y líderes, tenemos multitudinarias campañas evangelísticas, vemos maravillas en las personas, miles y millones de almas sanadas y redimidas, podemos ver maravillas del poder de Dios y de hecho las vemos(yo he visto muchas), tenemos cursos para toda clase de necesidades y nuestro conocimiento acerca de Dios es (creo) el mas importante de la historia, la cantidad de libros, artículos, folletos e infinidad de cosas que tenemos a nuestro alcance hacen que sea dificil acceder a toda la información. Saben que? Creo que aqui está el problema. En Amós 5:4 y subsiguientes, el Señor dice BuscadME(la mayúscula es apropósito), Él jamás dijo hagan seminarios, busquen mis maravillas, estudien el hebreo y el griego, escriban libros, hagan multitudinarias campañas, Él dijo, dice y dirá, mientras quede tiempo, BUSQUENME A MI PARA QUE LES DE VIDA, todo lo demás, es una consecuendia de. No que esté mal todo esto, no está bien, es maravilloso, debemos hacerlo, pero primero debemos buscarlo a Él. Y esto es lo que le pasaba a los personajes del relato evangélico, el Fariseo con toda su historia de depositario de la sana doctrina, agradecía a Dios, que no era como ese publicano que estaba atras, y le mostraba a Dios todas sus virtudes y prácticas como un curriculum de buen fariseo. El otro no, el otro ni siquiera quería mirar hacia arriba, porque estaba avergonzado mirandose a si mismo y comparándose con la magnifiscencia de Dios, sintiendose sucio ante tanta pureza, viendo que ni con muchas vidas podría solucionar la entrada a la precencia de un Trono tan glorioso, en fin, reconociendose indigno de estar en ese lugar.
Ahora Cristo, nuestro Señor, les dice a los discípulos, que supieran que "... ese publicano habia bajado justificado...".
Este es nuestor caso, debemos buscar a Dios, desde lo profundo de nuestro corazón, reconocer que nada de lo que tenemos nos pertenece, que nada de lo que hacemos lo podríamos hacer sin la ayuda y la guia de nuestro Padre Celestial, y mirar hacia nuestro interior, dentro del templo, asi como hizo Ezequías en 2Cr. 29:1-16.
Abramos la puerta del templo del Espíritu de Dios, nuestro espíritu, y dejemos que Su luz admirable ilumine y nos deje ver las impurezas que hemos dejado depositar en un lugar que NO nos pertenece. Saquémoslas, y echémoslas fuera bien lejos, al torrente de Cedrón, para que el agua impetuosa de la santidad de Dios, las arrastre muy lejos de nosotros para siempre. Restauremos los quiciales de las puertas del Templo, para que este ejercicio sea cotidiano y de esa forma no se amontonen inmundicias de ninguna especie en nuestros corazones, para que a su vez no contaminemos a otros. Para que Dios pueda manifestarse atravez de Su Iglesia, por la que pagó tan alto precio y el mundo(no nosotros solamente)vea el poder de aquel que abrió el Mar Rojo, que alimentó con maná al pueblo, que derribó los muro de Jericó, el que levantó de los muertos a Jesucristo.
Ese mismo poder está disponible para nosotros hoy, sin embargo de esa forma no se vé, y debería verse.
dejemos de mirar para otro lado, dejemos de discutir sobre rudimentos inútiles, basta ya de pelearnos entre nosotros por ver quién sabe mas o quién tiene razón. Pongámonos cada uno delante de Dios como ese publicano para que el avivamiento comience en nosotros y cuando digo avivamiento me estoy refiriendo a CONOCER A DIOS PERSONAL E ÍNTIMAMENTE, no conocer acerca de Dios, de doctrinas de teologías sisteméticas de apologética, de homilética, hermeneutica, etc. etc. etc. CONOZCAMOS A DIOS y eso hará la diferencia, no otra cosa, ningún seminario, ningún posgrado, nada de nada, solo la íntima comunión diaria donde la Luz no permite tinieblas, entonces como die 2Co. 7:1 "Por tanto teniendo TAN grandes promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios".
Hermanos disculpen porque sin duda soy reiterativo, y lo seguiré siendo. Creo que no puedo decir otra cosa, este es el mansaje que tengo y debo decirlo. Anhelo profundamente que Dios sea glorificado como solo Él debe serlo y Él nos eligió a nosotros como sus representantes, esforcémonos para que seamos obreros aprobados que usamos bien las herramientas que Él nos dio, que son poderosas, y que en manos santificadas y santas tienen todo el poder del que nos las dió.
Dios los bendiga. Suyo en Cristo, Raúl.
Pero el tema era otro, ayer mientras trabajaba, oí el pasaje del evangelio donde Jesús habla del Fariseo y del publicano. Debo decirles que lo he leído muchas veces y también he predicado sobre el, algunas mas, siempre lo vi como un buen ejemplo para la Iglesia, asi como tambien debo decir que lo veía lejos de mi, en primera instancia y de la Iglesia por supuesto. Sin embargo, ayer lo vi de otra forma, es más, ayer lo vi como parte de nosotros mismos.
Hoy hace mas de 120 años que el evangelio llegó a estos lares, y todo este tiempo hemos sido los depositarios de la sana doctrina. En este tiempo como en ningún otro, se hacen investigaciones arqueológicas que prueban lo que la Biblia dice, la Iglesia está tecnificada de manera sorprendente(y creo que para bien en un sentido), tenemos infinidad de prestigiosísimos seminarios donde preparamos hombres y mujeres cada vez con mayor especialización, los cuales serán nuestros maestros, pastores y líderes, tenemos multitudinarias campañas evangelísticas, vemos maravillas en las personas, miles y millones de almas sanadas y redimidas, podemos ver maravillas del poder de Dios y de hecho las vemos(yo he visto muchas), tenemos cursos para toda clase de necesidades y nuestro conocimiento acerca de Dios es (creo) el mas importante de la historia, la cantidad de libros, artículos, folletos e infinidad de cosas que tenemos a nuestro alcance hacen que sea dificil acceder a toda la información. Saben que? Creo que aqui está el problema. En Amós 5:4 y subsiguientes, el Señor dice BuscadME(la mayúscula es apropósito), Él jamás dijo hagan seminarios, busquen mis maravillas, estudien el hebreo y el griego, escriban libros, hagan multitudinarias campañas, Él dijo, dice y dirá, mientras quede tiempo, BUSQUENME A MI PARA QUE LES DE VIDA, todo lo demás, es una consecuendia de. No que esté mal todo esto, no está bien, es maravilloso, debemos hacerlo, pero primero debemos buscarlo a Él. Y esto es lo que le pasaba a los personajes del relato evangélico, el Fariseo con toda su historia de depositario de la sana doctrina, agradecía a Dios, que no era como ese publicano que estaba atras, y le mostraba a Dios todas sus virtudes y prácticas como un curriculum de buen fariseo. El otro no, el otro ni siquiera quería mirar hacia arriba, porque estaba avergonzado mirandose a si mismo y comparándose con la magnifiscencia de Dios, sintiendose sucio ante tanta pureza, viendo que ni con muchas vidas podría solucionar la entrada a la precencia de un Trono tan glorioso, en fin, reconociendose indigno de estar en ese lugar.
Ahora Cristo, nuestro Señor, les dice a los discípulos, que supieran que "... ese publicano habia bajado justificado...".
Este es nuestor caso, debemos buscar a Dios, desde lo profundo de nuestro corazón, reconocer que nada de lo que tenemos nos pertenece, que nada de lo que hacemos lo podríamos hacer sin la ayuda y la guia de nuestro Padre Celestial, y mirar hacia nuestro interior, dentro del templo, asi como hizo Ezequías en 2Cr. 29:1-16.
Abramos la puerta del templo del Espíritu de Dios, nuestro espíritu, y dejemos que Su luz admirable ilumine y nos deje ver las impurezas que hemos dejado depositar en un lugar que NO nos pertenece. Saquémoslas, y echémoslas fuera bien lejos, al torrente de Cedrón, para que el agua impetuosa de la santidad de Dios, las arrastre muy lejos de nosotros para siempre. Restauremos los quiciales de las puertas del Templo, para que este ejercicio sea cotidiano y de esa forma no se amontonen inmundicias de ninguna especie en nuestros corazones, para que a su vez no contaminemos a otros. Para que Dios pueda manifestarse atravez de Su Iglesia, por la que pagó tan alto precio y el mundo(no nosotros solamente)vea el poder de aquel que abrió el Mar Rojo, que alimentó con maná al pueblo, que derribó los muro de Jericó, el que levantó de los muertos a Jesucristo.
Ese mismo poder está disponible para nosotros hoy, sin embargo de esa forma no se vé, y debería verse.
dejemos de mirar para otro lado, dejemos de discutir sobre rudimentos inútiles, basta ya de pelearnos entre nosotros por ver quién sabe mas o quién tiene razón. Pongámonos cada uno delante de Dios como ese publicano para que el avivamiento comience en nosotros y cuando digo avivamiento me estoy refiriendo a CONOCER A DIOS PERSONAL E ÍNTIMAMENTE, no conocer acerca de Dios, de doctrinas de teologías sisteméticas de apologética, de homilética, hermeneutica, etc. etc. etc. CONOZCAMOS A DIOS y eso hará la diferencia, no otra cosa, ningún seminario, ningún posgrado, nada de nada, solo la íntima comunión diaria donde la Luz no permite tinieblas, entonces como die 2Co. 7:1 "Por tanto teniendo TAN grandes promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios".
Hermanos disculpen porque sin duda soy reiterativo, y lo seguiré siendo. Creo que no puedo decir otra cosa, este es el mansaje que tengo y debo decirlo. Anhelo profundamente que Dios sea glorificado como solo Él debe serlo y Él nos eligió a nosotros como sus representantes, esforcémonos para que seamos obreros aprobados que usamos bien las herramientas que Él nos dio, que son poderosas, y que en manos santificadas y santas tienen todo el poder del que nos las dió.
Dios los bendiga. Suyo en Cristo, Raúl.