"Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites." Santiago 4:3.
Será esta una respuesta que nos satisfaga a la pregunta de ¿porqué no recibimos lo que pedimos?
Bueno, debería satisfacernos, no obstante, vamos a analizar a que se refiere la palabra con "...gastar en nuestros deleites"
"¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís."
He aquí algunas razones que nos dá Santiago, por lo cual no recibimos. Al parecer "nuestras pasiones" combaten entre nosotros por medio de la codicia, el no tener amor por los hermanos (matais) y la envidia. Este combate que nos hace luchar entre nosotros, para alcanzar nuestro propio bien es en vano, porque no obtenemos lo que deseamos.
Lo curioso es que nos dice que no recibimos porque lo que pedimos lo pedimos para satisfacer nuestros propios deleites. Yo me pregunto ¿Como puedo identificar ¿que es un pedido para mis propios deleites y uno que no lo es?. A simple vista pareciera facil de determinar, pero, ¿que podemos pedir que no lleve como intensión deleitarnos de una u otra forma? Y si el pedir para deleitarme de alguna forma, lleva como resultado el no recibir ¿A que se limitan los pedidos que si podamos contar con recibirlos?.
Haber hermanos!!! ¿Que opinan al respecto? Yo tengo mis conclusiones, pero edifiquémonos mutuamente, compartiendo.
Les dejo la palabra que dice en el Salmo 37: "Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón."
¿será que el corazón pide más acertadamente que nuestra boca o nuestra mente?.
Dios les bendice!
Greivin.
Será esta una respuesta que nos satisfaga a la pregunta de ¿porqué no recibimos lo que pedimos?
Bueno, debería satisfacernos, no obstante, vamos a analizar a que se refiere la palabra con "...gastar en nuestros deleites"
"¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís."
He aquí algunas razones que nos dá Santiago, por lo cual no recibimos. Al parecer "nuestras pasiones" combaten entre nosotros por medio de la codicia, el no tener amor por los hermanos (matais) y la envidia. Este combate que nos hace luchar entre nosotros, para alcanzar nuestro propio bien es en vano, porque no obtenemos lo que deseamos.
Lo curioso es que nos dice que no recibimos porque lo que pedimos lo pedimos para satisfacer nuestros propios deleites. Yo me pregunto ¿Como puedo identificar ¿que es un pedido para mis propios deleites y uno que no lo es?. A simple vista pareciera facil de determinar, pero, ¿que podemos pedir que no lleve como intensión deleitarnos de una u otra forma? Y si el pedir para deleitarme de alguna forma, lleva como resultado el no recibir ¿A que se limitan los pedidos que si podamos contar con recibirlos?.
Haber hermanos!!! ¿Que opinan al respecto? Yo tengo mis conclusiones, pero edifiquémonos mutuamente, compartiendo.
Les dejo la palabra que dice en el Salmo 37: "Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón."
¿será que el corazón pide más acertadamente que nuestra boca o nuestra mente?.
Dios les bendice!
Greivin.