Los secretos del Vaticano
Documenta, el programa conducido por Román Lejtman en América, presentó un informe especial sobre la misteriosa muerte de Juan Pablo I, la llegada de Juan Pablo II y el primer año de Benedicto XVI
El periodista Román Lejtman presentó, el sábado a las 19 por la pantalla de América, Documenta, un programa especial donde recorrió varios temas escandalosos que rodean al Vaticano y a la Iglesia Católica, como la misteriosa muerte de Juan Pablo I, además de repasar los veinticinco años que duró el papado de Juan Pablo II y el primer año de mandato de Benedicto XVI, quien en su pasado había integrado las filas de los jóvenes hitlerianos.
Luego de ser ordenado cardenal, Karol Wojtyla participó del cónclave que, tras la muerte de Pablo VI, eligió como nuevo Papa al cardenal italiano Albino Luciani, quien asumió en 1978, prometiendo cambios claves para la Santa Sede. Bajo el nombre de Juan Pablo I intentó clarificar el sistema bancario y financiero de la iglesia pero, según el informe, las conspiraciones no tardaron en llegar.
“El creía que la iglesia debía ser de los pobres y que la iglesia debía ser pobre. Creía que no debían acumular tantas riquezas”, expresó el escritor inglés David Vallop, autor de ¿Por voluntad de Dios? Por su parte, su colega italiano Giancarlo Zizola manifestó: “Quería modificar el sistema financiero de la Santa Sede y el sistema de nominación de los Obispos. Es decir que quería intervenir en puntos estratégicos de la estructura de la iglesia…”.
A menos de un mes de su asunción, Juan Pablo I murió en circunstancias poco claras y, aunque la inmediata versión oficial anunció un infarto de miocardio, las sospechas de envenenamiento comenzaron a circular. El 15 de octubre de 1978 asumió Juan Pablo II, rompiendo una tradición de cuatrocientos cincuenta y seis años de Papas italianos, siendo el primer Santo Padre polaco de la historia.
En mayo de 1981 se comenzaron a descubrir los manejos turbios de dinero en el Vaticano y el banquero Roberto Calvi fue acusado de fraude y evasión de divisas, quedando al descubierto el Monseñor Paul Marcinkus. De esta manera, la cúpula de la iglesia católica se vio involucrada en serios problemas y para colmo de males, el 13 de mayo, Juan Pablo II fue baleado por Mehmet Alí Agca.
Los magistrados encargados de la investigación dijeron que todo se hubiera podido esclarecer con la ayuda de la Santa Sede pero que allí tendían a obstaculizar el caso. “La relación entre la Iglesia Católica, el Vaticano y la mafia siempre ha sido muy cercana”, sentenció Vallop al ser consultado por Documenta.
Desde la cárcel, Calvi advirtió que si su situación no cambiaba develaría detalles que involucrarían a altas esferas de la iglesia. Fue liberado pero no le valió de mucho porque un tiempo después fue encontrado ahorcado, en Londres. A pesar de haber formado parte de un gran escándalo, Monseñor Marcinkus conservó su puesto en el Vaticano y viajó a Argentina, al año siguiente, junto al Papa.
El 13 de junio del 2000, Mehmet Alí Agca fue indultado por orden de la Santa Sede y extraditado a Turquía, donde quedó detenido por otras causas judiciales. Durante una de sus confesiones, Agca dijo que el atentado contra Juan Pablo II había sido organizado por el grupo de cardenales del Vaticano.
Tras la muerte de El Papa viajero, el 2 de abril de 2005, el cardenal alemán Joseph Ratzinger fue elegido Sumo Pontífice. “Me da la impresión, luego del primer año de Benedicto XVI en el Vaticano, que es y no su continuador. Es su continuador porque su discurso es exactamente igual. Ha planteado una posición muy crítica respecto al aborto, al divorcio y a los homosexuales”, dijo Román.
“Por otra parte no es su continuador porque Juan Pablo II tenía otra forma de aproximarse a su gente. En definitiva, uno debe respetar a la iglesia católica y a sus feligreses pero también hay que ponerse en un punto crítico. Con tanto poder… ¿Por qué no presentar un discurso más adecuado al siglo XXI o ser más transparentes en las finanzas del Vaticano? Todos temas que, hoy por hoy, Benedicto XVI no tiene tiempo o deseos de modificar”, concluyó el informe Román Lejtman, aportando su punto de vista al tema
Documenta, el programa conducido por Román Lejtman en América, presentó un informe especial sobre la misteriosa muerte de Juan Pablo I, la llegada de Juan Pablo II y el primer año de Benedicto XVI
El periodista Román Lejtman presentó, el sábado a las 19 por la pantalla de América, Documenta, un programa especial donde recorrió varios temas escandalosos que rodean al Vaticano y a la Iglesia Católica, como la misteriosa muerte de Juan Pablo I, además de repasar los veinticinco años que duró el papado de Juan Pablo II y el primer año de mandato de Benedicto XVI, quien en su pasado había integrado las filas de los jóvenes hitlerianos.
Luego de ser ordenado cardenal, Karol Wojtyla participó del cónclave que, tras la muerte de Pablo VI, eligió como nuevo Papa al cardenal italiano Albino Luciani, quien asumió en 1978, prometiendo cambios claves para la Santa Sede. Bajo el nombre de Juan Pablo I intentó clarificar el sistema bancario y financiero de la iglesia pero, según el informe, las conspiraciones no tardaron en llegar.
“El creía que la iglesia debía ser de los pobres y que la iglesia debía ser pobre. Creía que no debían acumular tantas riquezas”, expresó el escritor inglés David Vallop, autor de ¿Por voluntad de Dios? Por su parte, su colega italiano Giancarlo Zizola manifestó: “Quería modificar el sistema financiero de la Santa Sede y el sistema de nominación de los Obispos. Es decir que quería intervenir en puntos estratégicos de la estructura de la iglesia…”.
A menos de un mes de su asunción, Juan Pablo I murió en circunstancias poco claras y, aunque la inmediata versión oficial anunció un infarto de miocardio, las sospechas de envenenamiento comenzaron a circular. El 15 de octubre de 1978 asumió Juan Pablo II, rompiendo una tradición de cuatrocientos cincuenta y seis años de Papas italianos, siendo el primer Santo Padre polaco de la historia.
En mayo de 1981 se comenzaron a descubrir los manejos turbios de dinero en el Vaticano y el banquero Roberto Calvi fue acusado de fraude y evasión de divisas, quedando al descubierto el Monseñor Paul Marcinkus. De esta manera, la cúpula de la iglesia católica se vio involucrada en serios problemas y para colmo de males, el 13 de mayo, Juan Pablo II fue baleado por Mehmet Alí Agca.
Los magistrados encargados de la investigación dijeron que todo se hubiera podido esclarecer con la ayuda de la Santa Sede pero que allí tendían a obstaculizar el caso. “La relación entre la Iglesia Católica, el Vaticano y la mafia siempre ha sido muy cercana”, sentenció Vallop al ser consultado por Documenta.
Desde la cárcel, Calvi advirtió que si su situación no cambiaba develaría detalles que involucrarían a altas esferas de la iglesia. Fue liberado pero no le valió de mucho porque un tiempo después fue encontrado ahorcado, en Londres. A pesar de haber formado parte de un gran escándalo, Monseñor Marcinkus conservó su puesto en el Vaticano y viajó a Argentina, al año siguiente, junto al Papa.
El 13 de junio del 2000, Mehmet Alí Agca fue indultado por orden de la Santa Sede y extraditado a Turquía, donde quedó detenido por otras causas judiciales. Durante una de sus confesiones, Agca dijo que el atentado contra Juan Pablo II había sido organizado por el grupo de cardenales del Vaticano.
Tras la muerte de El Papa viajero, el 2 de abril de 2005, el cardenal alemán Joseph Ratzinger fue elegido Sumo Pontífice. “Me da la impresión, luego del primer año de Benedicto XVI en el Vaticano, que es y no su continuador. Es su continuador porque su discurso es exactamente igual. Ha planteado una posición muy crítica respecto al aborto, al divorcio y a los homosexuales”, dijo Román.
“Por otra parte no es su continuador porque Juan Pablo II tenía otra forma de aproximarse a su gente. En definitiva, uno debe respetar a la iglesia católica y a sus feligreses pero también hay que ponerse en un punto crítico. Con tanto poder… ¿Por qué no presentar un discurso más adecuado al siglo XXI o ser más transparentes en las finanzas del Vaticano? Todos temas que, hoy por hoy, Benedicto XVI no tiene tiempo o deseos de modificar”, concluyó el informe Román Lejtman, aportando su punto de vista al tema