LUTERO

Bart

2
24 Enero 2001
35.359
4.201

<CENTER>LUTERO</CENTER>

César Vidal


Suele ser habitual que a nuestras pantallas no lleguen o lo hagan con notable retraso algunas películas verdaderamente notables. Ese es el caso de Lutero, cuyo DVD ya tuve oportunidad de comprar en Estados Unidos no hace menos de un año. La película relata la historia del reformador alemán desde sus años de juventud en el convento agustino hasta la consagración legal del principio de libertad religiosa que no sólo salvaría su vida y la de los protestantes centro-europeos sino que cambiaría la Historia. Protagonizada por un Joseph Fiennes que lo mismo ha dado vida a un Shakespeare enamorado que a un comisario del ejército rojo, se trata de una cinta oportuna especialmente en una nación que se ha desarrollado en el prejuicio contra el protestantismo y que en sus medios de comunicación tiene problemas considerables para abordar una información religiosa sólida incluso aunque se refiera a la supuestamente conocida iglesia católica. Tras leer en los últimos días algunas reseñas sobre la película, observo con pesar que sigue existiendo una ignorancia deplorable sobre Lutero y el protestantismo. Sin embargo, la película – a pesar de las limitaciones de un medio como el cine – es bastante exacta en su relato. Lutero aparece como un monje de inquietudes espirituales, al que repugnó el bochornoso comercio de las indulgencias – un comportamiento que hoy no defendería ni el católico más ultramontano – y que solicitó la acción de su obispo para que corrigiera abusos flagrantes. Lutero no logró su objetivo y además se vio excomulgado por un papa tan corrupto que hoy pocos podrían creer que existió jamás. Sin embargo, la sentencia papal tuvo consecuencias inesperadas. Primero, porque llevó a Lutero a abogar por lo mismo que habían solicitado antes de él personajes tan dispares como Isabel la católica, Cisneros, Erasmo o Alfonso de Valdés, es decir, una reforma de la iglesia. Segundo, porque lo desplazó poco a poco hacia basarse sólo en la Biblia como regla de esa reforma. Durante años, Lutero – como el hispano Juan de Valdés – creyó que un concilio podría llevar a cabo esa reforma basada en las Escrituras. Como Valdés también acabó llegando a la conclusión de que no sería así y se vio obligado a articular una realidad eclesial paralela. Lutero no consiguió – y lo lamentó apesadumbrado – una comunidad que alcanzara la supuesta pureza del Nuevo Testamento. Sin embargo, dejó sentadas las bases que seguirían sin excepción todas las confesiones protestantes, los tres principios esenciales de la Reforma: sola Scriptura, solo Christo y sola gratia. En otras palabras, la creencia en que la única regla de fe y conducta es la Biblia (y no la tradición eclesial), la creencia en que es Cristo el único que salva y media entre Dios y los hombres (y no María o los santos) y la creencia en que la salvación no se gana por los propios méritos sino que es un regalo que Dios ofrece al hombre y que éste rechaza o acepta. Este último punto – tan mal entendido y tan tergiversado por autores no protestantes – ha tenido una influencia histórica extraordinaria. El hombre salvado al aceptar la redención que Cristo había realizado por él en la cruz no se dejaría llevar por la angustia sino que se lanzaría, agradecido a su Redentor, por el camino de las obras y los logros. No para salvarse, sino, como escribió Pablo a los Efesios 2, 8-10, porque ya estaba salvado. Como han señalado Kuhn y Whitehead, de ese impulso protestante surgiría la revolución científica del siglo XVI. También nacerían el desarrollo del capitalismo – que permitiría avanzar a las naciones protestantes en contraposición a las católicas – la ética del trabajo o la democracia de los puritanos, ésa que exige dividir el poder para impedir que degenere en tiranía y cuyo monumento más logrado es la constitución de los Estados Unidos. Así quedó demostrado históricamente no que el protestantismo fuera perfecto, pero sí que para llevar a cabo grandes obras hay que partir de una fe sólida y firme. Como la que, con todas sus limitaciones, tenía un monje agustino llamado Martín Lutero.


Fuente: http://www.larazon.es/






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LUTERO

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Acabo de ver la película LUTERO que el final proyectaron en unos multicines bastante antiguos. Me gustó la película en general y la interpretación de tres actores en especial:

Joseph Fiennes (Lutero)
Bruno Ganz (Padre Johann von Staupitz)
Peter Ustinov (Príncipe Federico el Sabio)

Joseph Fiennes no se parece físicamente en nada al Lutero de verdad, tal como nos lo imaginamos a través de cuadros y grabados, pero su personalidad sí me parece bien captada. Lutero no aparece en la película tanto como "el rabioso defensor de la Biblia" contra la autoridad del Papa, sino como el hombre fiel a su conciencia, que se sabe humano, que reconoce sus errores y que se rebela al ver la destrucción de las imágenes por parte de las plebe enloquecida y se desmorona al ver los cadáveres en la guerra de los campesinos promovida por los reformistas radicales, liderados por Tomás Müntzer, que no aparece en la película.

El papel que hacen tanto Peter Ustinov (Federico de Sajonia, de quien dependía Lutero como ciudadano) y Bruno Ganz (Von Staupitz, superior de los agustinos y director espiritual de Lutero) me parecen de lo más logrado de una película que no cae en exageraciones ni excesos al mostrar a los luteranos ni a los católicos. Me parece que se mantiene en todo momento en un terreno bastante neutral, no llega a hacer una especia de apología del luteranismo ni tampoco carga las tintas en la corrupción del clero, aunque aparecen algunos flashes de la misma, como es lógico.

En resumen, la considero muy recomendable, teniendo en cuenta que no se pueden comprimir varios años de historia en dos horas de cine.

Bendiciones.

NOTA: Igor, no me olvido del DVD. Estoy a la espera de que salga a la venta.
 
Re: LUTERO

Demócrito dijo:
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NOTA: Igor, no me olvido del DVD. Estoy a la espera de que salga a la venta.

Ya la vi está buenísima :HIFI:

trataré de ver la otra peli apenas tenga tiempo, le heché un ojo y aunque me parece irreverente y hasta herética me ha hecho reir de lo lindo

Te pasaste de buena gente

Dios te guarde y bendiga
 
LUTERO

igorcb dijo:
Ya la vi está buenísima. Trataré de ver la otra peli apenas tenga tiempo, le heché un ojo y aunque me parece irreverente y hasta herética me ha hecho reir de lo lindo. Te pasaste de buena gente. Dios te guarde y bendiga.

"Así en el cielo como en la tierra" tienes que verla como un ejercicio simpático
de desmitificación de un cristianismo que se erige a sí mismo en absoluto,
cuando el cristianismo lo único que puede hacer es apuntar a Dios, el único
Absoluto, y ponerse a su servicio sin suplantarlo. Yo creo que el buen humor
y el espíritu bonachón con el que está hecha la película contrarresta lo que
tiene de irreverente.

A mí, al menos, me hizo reir mucho y no me produjo el malestar de otras
obras que sí están hechas con mala fe y con la intención de atacar
las creencias y herir los sentimientos más profundos de las personas.

Hay un actor genial, Luis Ciges, que es ese vejete de la boina y la camisa
blanca abotonada hasta arriba, sin corbata, que llega al "cielo español",
muy inferior al "cielo francés", y anda de un lado para otro sin comprender
nada. El pobre falleció hace poco y creo que Dios se va a pasar muy buenos
ratos con él.

Un abrazo.

Demócrito
 
Re: LUTERO

Demócrito dijo:
"Así en el cielo como en la tierra" tienes que verla como un ejercicio simpático de desmitificación de un cristianismo que se erige a sí mismo en absoluto, cuando el cristianismo lo único que puede hacer es apuntar a Dios, el único Absoluto, y ponerse a su servicio sin suplantarlo. Yo creo que el buen humor y el espíritu bonachón con el que está hecha la película contrarresta lo que tiene de irreverente.
Si ya me lo parecía, el afán no es el de instruir sino el de entretener (como si eso fuera raro hoy en día), además el libretista no hade ser muy versado en asuntos de fe, mas bien parece hacer una lectura general de las creencias populares del católico pueblerino promedio.
Demócrito dijo:
A mí, al menos, me hizo reir mucho y no me produjo el malestar de otras
obras que sí están hechas con mala fe y con la intención de atacar
las creencias y herir los sentimientos más profundos de las personas.
A mi con lo poco que la he visto ya me arrancó alguna sonriza y si me parece muy inocente
Demócrito dijo:
Hay un actor genial, Luis Ciges, que es ese vejete de la boina y la camisa
blanca abotonada hasta arriba, sin corbata, que llega al "cielo español",
muy inferior al "cielo francés",
Pues si muestran el cielo Boliviano...

Por cierto hay un chiste que cuenta que un tipo se fue al infirno y se encontró con que cada país tenía su infierno propio para albergar a los de su nacionalidad, y cada recinto infernal se encontraba amurallado y rodeado de guardias para que nadie se escape, pero el infierno boliviano no tenía ni muros ni guardias, cuando el condenado preguntó por qué los bolivianos tenían ese trato preferencial un demonio le respondió que los bolivianos eran los únicos que cuando uno de ellos trataba de escapar los otros lo agarraban para impedírselo y frustrar sus planes :)

Demócrito dijo:
y anda de un lado para otro sin comprender nada. El pobre falleció hace poco y creo que Dios se va a pasar muy buenos ratos con él.
Espero que haya conocido a Cristo antes de morir y le haya entregado su vida