La Prosperidad Bíblica

19 Julio 2005
2.650
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www.regresoacasa.org
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La Prosperidad Bíblica
Andrés G.Panasiuk
Saturday, 11 de June de 2005

Dios quiere que tú seas próspero. Sin embargo, la prosperidad de Dios, no es la prosperidad “tocada” por la filosofía del materialismo de la que escuchamos hablar.

El Salmo 1 y 3ª Juan nos dan una buena idea de la prosperidad integral de Dios. El Salmo 1 dice: “Bienaventurado el varón […] y todo lo que hace prosperará”. San Juan desea a los creyentes que “prosperemos tanto en nuestra salud como en nuestra vida interior”.

La prosperidad integral y bíblica no es solamente prosperidad material. También puede ser emocional, física o espiritual. Es una afrenta a la memoria de los misioneros que lo dejaron todo para traernos el evangelio el decir que si una persona no es materialmente rica no está bendecida por Dios.

Yo creo que el avaro y mezquino cada vez tendrá menos y que a menos que seamos generosos y dadivosos, Dios abrirá las ventanas de los cielos para bendecirnos.

Sin embargo, el dar a Dios debe ser nuestra expresión de adoración a El. Proverbios 3:9 dice que debemos honrar a Dios con nuestras posesiones y las primicias de todos nuestros frutos. La razón principal por la que cada uno de nosotros le damos de nuestros bienes a Dios no debe ser para multiplicar nuestras propias posesiones, sino debe ser para darle honor y gloria a El. Esa es la enseñanza a través de toda la Escritura.

Debemos dejar de pensar en dar para tener buena suerte, bienestar económico, progreso o fortuna, y también debemos dejar de definir a las palabras “bendición” y “prosperidad” en términos materiales y positivos.

Esa es una clara influencia de una filosofía mundana y diabólica –el materialismo– filtrándose en el seno de la iglesia latinoamericana. La bendición de Dios puede ser material y positiva, como en el caso de Abraham, Job y José; o puede no serlo, como en el caso de los apóstoles, la iglesia primitiva y muchos misioneros.

La Biblia nos dice que Dios es soberano, y Él puede decidir a quién le da y cuánto le da a cada uno. Dios quiere prosperarnos, pero a unos nos prospera en un área y a otros en otra. A algunos los prospera en el área económica, a otros en el área espiritual y a otros los prospera en el área familiar o en el área ministerial.

Hay diferentes razones por las que Dios da y por las que Dios no da cosas materiales. San Pablo, en Romanos 11 refiriéndose a la prosperidad dice: “Porque ¿quién entendió la mente de Dios? ¿O quién fue su consejero? ¿Quién le dio a Él primero para que le fuese recompensado?”.

¿Quién le va dar a Dios para que eso lo obligue a Dios a recompensarnos? La respuesta a esa pregunta retórica es: “Nadie”. Dios promete prosperarnos, pero esa promesa no es con referencia exclusiva a cuestiones materiales.

Cuando mis suegros volvieron a Estados Unidos después de haberse pasado 15 a 20 años en el África, su situación económica estaba bastante más pobre de lo que estaba el día que salieron rumbo a Zimbabwe a comienzos de los años 60. Sin embargo, mi suegro traía bajo el poncho una buena cantidad de iglesias plantadas en lugares inhóspitos del continente africano, cientos de convertidos a Cristo y decenas de líderes entrenados para hacer la Obra del Señor. Yo me rehúso a creer que ellos hayan sido “maldecidos” por Dios, simplemente porque su situación económica no era la más brillante.

La “Teología de la Prosperidad” es como un catarro. La iglesia se la pega de tiempo en tiempo y, cuando el pueblo se da cuenta de lo incoherente que es, eventualmente desaparece... hasta la próxima generación de creyentes.

Ahórrese el dolor de cabeza y acepte el concepto bíblico y equilibrado de la prosperidad en la Palabra de Dios.

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Re: La Prosperidad Bíblica

JESUS VIVIO Y MURIO POBRE, JUAN EL BUTISTA NO TENIA NI CASA Y SE BESTIA CON PIEL DE CAMELLO, PABLO DICE QUE LO PERDIO TODO Y QUE TODO LO CONSIDERA COMO BASURA PARA GANAR A CRISTO. PEDRO Y JUAN LE DICEN AL PARALITICO EN EL TEMPLO: NO TENEMOS NI ORO NI PLATA PERO DE LO QUE TENGO TE DOY , Y LO SANARON.

LOS HOMBRES DEL NUEVO PACTO FUERON POBRES, LOS DEL VIEJO PACTO FUERON MUY RICOS , ABRHAM, ISAAC Y JACOB.

LOS FALSOS PASTORES HABLAN DE PROSPERIDAD PARA METER A LA GENTE EN EL VIEJO PACTO DONDE NO HAY SALVACION.

LA RIQUEZA ESTA EN EL ESPIRITU SANTO. DEL CORAZON DEL QUE CREE EN MI BROTARAN RIOS DE AGUA VIVA JN 7.37.

EL ESPIRITU SANTO ES LA GARANTIA DE LO QUE VAMOS A RECIBIR.
 
Re: La Prosperidad Bíblica

Pero que esto??? mis amados los extremos son un tanto peligrosos.

Es imprtante que como cristianos entendamos que todos los extremos son malos.

El evangelio de la properidad, en donde viven predicando todo el tiempo sobre dinero esta mal, pues es el ser prospero no solo siginifica tener millones de pesos, significar estar contentos con lo que tenemos pues la prosperidad vienes de adentro hacia fuera, tu alma prospera porque Dios te bendice en todo, pero también el evangelio de la detrrota y de la miseria en donde siempre está de por medio la palabra´pobre, y le siguen la miseria, y la "humildad" la falsa humildad ya que la verdadera humildad no necesariamenta está ligada a la pobreza pues cuantos pobres son orgullosos sin embargo hay ricos humildes.

Dios quiere que seamos prosperados en todo asi como prospera nuestra alma, no quiere decir que si no tenemos dinero no somos prosperos, pues lo primero que debe prosperar es nuestra alma a medida de que avance nuestra relación con el señor y lo demás vendrá por añadidura.
Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma “ ( 3 de Juan 1:2).


Mucho cuidad con eso.... el evangelio de la prosperidad está mal pero el de la pobreza no se queda atrás.....
 
La Prosperidad Bíblica

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LA CAMISA DEL HOMBRE FELIZ

Érase una vez en un lejano país un Rey que no era feliz. Compraba las especias más exquisitas de Oriente, se vestía con los paños más finos, comía los manjares más deliciosos y... no era feliz.

Los consejeros del reino buscaban y buscaban entre lo más bello, lo más caro y único del planeta, aquello que pudiera hacerle sentir satisfecho de la vida y, por más que le ponían regalos a sus pies, el rey era incapaz de sentirse en paz consigo mismo.

Un día llegó un rumor: en el reino había un hombre que decía que era inmensamente feliz. Busquemos su camisa, - dijeron los consejeros - un hombre feliz sin duda llevará una camisa espléndida, digna de su dicha. Buscaron y buscaron por aldeas y pueblos sin hallarlo, hasta que un día encontraron en un paraje remoto y escondido a un aldeano que les indicó que él conocía a ese hombre y que era realmente feliz.

El Rey acudió con todo su séquito y la guardia prendió al hombre y lo llevó ante el Rey. Este le preguntó -¿Eres realmente feliz? – Sí, majestad, contesto el hombre asombrado de que el Rey se ocupara de su felicidad. -Entonces, ¡dame tu camisa!, le exigió el Rey . -Disculpe Majestad. Soy cabrero y vago todo el año por los pastos y montes con mi rebaño. En verano hace calor y no necesito camisa, en invierno me cubro con una suave manta de lana de oveja y no necesito camisa.

El Rey y sus cortesanos asombrados comprobaron que aquello era cierto. Efectivamente, el que así hablaba no llevaba camisa y sin embargo ¡era feliz!

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Re: La Prosperidad Bíblica

Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente? Los plantaste, y echaron raíces; crecieron y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones. (Jer. 12:1,2)

Saludos.
 
Re: La Prosperidad Bíblica

Armando Hoyos dijo:
Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente? Los plantaste, y echaron raíces; crecieron y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus corazones. (Jer. 12:1,2)

Saludos.

Además de: Salmo 73...

2 "En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;
Por poco resbalaron mis pasos.

3 Porque tuve envidia de los arrogantes,
Viendo la prosperidad de los impíos.

4 Porque no tienen congojas por su muerte,
Pues su vigor está entero.

5 No pasan trabajos como los otros mortales,
Ni son azotados como los demás hombres.

6 Por tanto, la soberbia los corona;
Se cubren de vestido de violencia.

7 Los ojos se les saltan de gordura;
Logran con creces los antojos del corazón.

He aquí estos impíos,
Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.


13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón,
Y lavado mis manos en inocencia;

14 Pues he sido azotado todo el día,
Y castigado todas las mañanas.

15 Si dijera yo: Hablaré como ellos,
He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.

16 Cuando pensé para saber esto,
Fue duro trabajo para mí,


17 Hasta que entrando en el santuario de Dios,
Comprendí el fin de ellos.

18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos;
En asolamientos los harás caer.

19 !!Cómo han sido asolados de repente!
Perecieron, se consumieron de terrores.

20 Como sueño del que despierta,
Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.

21 Se llenó de amargura mi alma,
Y en mi corazón sentía punzadas.

22 Tan torpe era yo, que no entendía;
Era como una bestia delante de ti.


23 Con todo, yo siempre estuve contigo;
Me tomaste de la mano derecha.

24 Me has guiado según tu consejo,
Y después me recibirás en gloria.

Aleluya!!!.

"Señor no me des las riquesas de los impios, si mi fin puede ser cambiado por el de ellos."

Greivin
 
Re: La Prosperidad Bíblica

Greivin. dijo:
Además de: Salmo 73...

2 "En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;
Por poco resbalaron mis pasos.

3 Porque tuve envidia de los arrogantes,
Viendo la prosperidad de los impíos.

4 Porque no tienen congojas por su muerte,
Pues su vigor está entero.

5 No pasan trabajos como los otros mortales,
Ni son azotados como los demás hombres.

6 Por tanto, la soberbia los corona;
Se cubren de vestido de violencia.

7 Los ojos se les saltan de gordura;
Logran con creces los antojos del corazón.

He aquí estos impíos,
Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.


13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón,
Y lavado mis manos en inocencia;

14 Pues he sido azotado todo el día,
Y castigado todas las mañanas.

15 Si dijera yo: Hablaré como ellos,
He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.

16 Cuando pensé para saber esto,
Fue duro trabajo para mí,


17 Hasta que entrando en el santuario de Dios,
Comprendí el fin de ellos.

18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos;
En asolamientos los harás caer.

19 !!Cómo han sido asolados de repente!
Perecieron, se consumieron de terrores.

20 Como sueño del que despierta,
Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.

21 Se llenó de amargura mi alma,
Y en mi corazón sentía punzadas.

22 Tan torpe era yo, que no entendía;
Era como una bestia delante de ti.


23 Con todo, yo siempre estuve contigo;
Me tomaste de la mano derecha.

24 Me has guiado según tu consejo,
Y después me recibirás en gloria.

Aleluya!!!.

"Señor no me des las riquesas de los impios, si mi fin puede ser cambiado por el de ellos."

Greivin

:bienhecho

Si fueres limpio y recto, Ciertamente luego se despertará por ti, Y hará próspera la morada de tu justicia. (Job. 8:6)

:radiante:
 
Re: La Prosperidad Bíblica

Demócrito dijo:
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La Prosperidad Bíblica
Andrés G.Panasiuk
Saturday, 11 de June de 2005

Dios quiere que tú seas próspero. Sin embargo, la prosperidad de Dios, no es la prosperidad “tocada” por la filosofía del materialismo de la que escuchamos hablar.

El Salmo 1 y 3ª Juan nos dan una buena idea de la prosperidad integral de Dios. El Salmo 1 dice: “Bienaventurado el varón […] y todo lo que hace prosperará”. San Juan desea a los creyentes que “prosperemos tanto en nuestra salud como en nuestra vida interior”.

La prosperidad integral y bíblica no es solamente prosperidad material. También puede ser emocional, física o espiritual. Es una afrenta a la memoria de los misioneros que lo dejaron todo para traernos el evangelio el decir que si una persona no es materialmente rica no está bendecida por Dios.

Yo creo que el avaro y mezquino cada vez tendrá menos y que a menos que seamos generosos y dadivosos, Dios abrirá las ventanas de los cielos para bendecirnos.

Sin embargo, el dar a Dios debe ser nuestra expresión de adoración a El. Proverbios 3:9 dice que debemos honrar a Dios con nuestras posesiones y las primicias de todos nuestros frutos. La razón principal por la que cada uno de nosotros le damos de nuestros bienes a Dios no debe ser para multiplicar nuestras propias posesiones, sino debe ser para darle honor y gloria a El. Esa es la enseñanza a través de toda la Escritura.

Debemos dejar de pensar en dar para tener buena suerte, bienestar económico, progreso o fortuna, y también debemos dejar de definir a las palabras “bendición” y “prosperidad” en términos materiales y positivos.

Esa es una clara influencia de una filosofía mundana y diabólica –el materialismo– filtrándose en el seno de la iglesia latinoamericana. La bendición de Dios puede ser material y positiva, como en el caso de Abraham, Job y José; o puede no serlo, como en el caso de los apóstoles, la iglesia primitiva y muchos misioneros.

La Biblia nos dice que Dios es soberano, y Él puede decidir a quién le da y cuánto le da a cada uno. Dios quiere prosperarnos, pero a unos nos prospera en un área y a otros en otra. A algunos los prospera en el área económica, a otros en el área espiritual y a otros los prospera en el área familiar o en el área ministerial.

Hay diferentes razones por las que Dios da y por las que Dios no da cosas materiales. San Pablo, en Romanos 11 refiriéndose a la prosperidad dice: “Porque ¿quién entendió la mente de Dios? ¿O quién fue su consejero? ¿Quién le dio a Él primero para que le fuese recompensado?”.

¿Quién le va dar a Dios para que eso lo obligue a Dios a recompensarnos? La respuesta a esa pregunta retórica es: “Nadie”. Dios promete prosperarnos, pero esa promesa no es con referencia exclusiva a cuestiones materiales.

Cuando mis suegros volvieron a Estados Unidos después de haberse pasado 15 a 20 años en el África, su situación económica estaba bastante más pobre de lo que estaba el día que salieron rumbo a Zimbabwe a comienzos de los años 60. Sin embargo, mi suegro traía bajo el poncho una buena cantidad de iglesias plantadas en lugares inhóspitos del continente africano, cientos de convertidos a Cristo y decenas de líderes entrenados para hacer la Obra del Señor. Yo me rehúso a creer que ellos hayan sido “maldecidos” por Dios, simplemente porque su situación económica no era la más brillante.

La “Teología de la Prosperidad” es como un catarro. La iglesia se la pega de tiempo en tiempo y, cuando el pueblo se da cuenta de lo incoherente que es, eventualmente desaparece... hasta la próxima generación de creyentes.

Ahórrese el dolor de cabeza y acepte el concepto bíblico y equilibrado de la prosperidad en la Palabra de Dios.

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Primera vez que leo un estudio al respecto equilibrado...
 
Re: La Prosperidad Bíblica

Demócrito dijo:
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La Prosperidad Bíblica
Andrés G.Panasiuk
Saturday, 11 de June de 2005

Dios quiere que tú seas próspero. Sin embargo, la prosperidad de Dios, no es la prosperidad “tocada” por la filosofía del materialismo de la que escuchamos hablar.

El Salmo 1 y 3ª Juan nos dan una buena idea de la prosperidad integral de Dios. El Salmo 1 dice: “Bienaventurado el varón […] y todo lo que hace prosperará”. San Juan desea a los creyentes que “prosperemos tanto en nuestra salud como en nuestra vida interior”.

La prosperidad integral y bíblica no es solamente prosperidad material. También puede ser emocional, física o espiritual. Es una afrenta a la memoria de los misioneros que lo dejaron todo para traernos el evangelio el decir que si una persona no es materialmente rica no está bendecida por Dios.

Yo creo que el avaro y mezquino cada vez tendrá menos y que a menos que seamos generosos y dadivosos, Dios abrirá las ventanas de los cielos para bendecirnos.

Sin embargo, el dar a Dios debe ser nuestra expresión de adoración a El. Proverbios 3:9 dice que debemos honrar a Dios con nuestras posesiones y las primicias de todos nuestros frutos. La razón principal por la que cada uno de nosotros le damos de nuestros bienes a Dios no debe ser para multiplicar nuestras propias posesiones, sino debe ser para darle honor y gloria a El. Esa es la enseñanza a través de toda la Escritura.

Debemos dejar de pensar en dar para tener buena suerte, bienestar económico, progreso o fortuna, y también debemos dejar de definir a las palabras “bendición” y “prosperidad” en términos materiales y positivos.

Esa es una clara influencia de una filosofía mundana y diabólica –el materialismo– filtrándose en el seno de la iglesia latinoamericana. La bendición de Dios puede ser material y positiva, como en el caso de Abraham, Job y José; o puede no serlo, como en el caso de los apóstoles, la iglesia primitiva y muchos misioneros.

La Biblia nos dice que Dios es soberano, y Él puede decidir a quién le da y cuánto le da a cada uno. Dios quiere prosperarnos, pero a unos nos prospera en un área y a otros en otra. A algunos los prospera en el área económica, a otros en el área espiritual y a otros los prospera en el área familiar o en el área ministerial.

Hay diferentes razones por las que Dios da y por las que Dios no da cosas materiales. San Pablo, en Romanos 11 refiriéndose a la prosperidad dice: “Porque ¿quién entendió la mente de Dios? ¿O quién fue su consejero? ¿Quién le dio a Él primero para que le fuese recompensado?”.

¿Quién le va dar a Dios para que eso lo obligue a Dios a recompensarnos? La respuesta a esa pregunta retórica es: “Nadie”. Dios promete prosperarnos, pero esa promesa no es con referencia exclusiva a cuestiones materiales.

Cuando mis suegros volvieron a Estados Unidos después de haberse pasado 15 a 20 años en el África, su situación económica estaba bastante más pobre de lo que estaba el día que salieron rumbo a Zimbabwe a comienzos de los años 60. Sin embargo, mi suegro traía bajo el poncho una buena cantidad de iglesias plantadas en lugares inhóspitos del continente africano, cientos de convertidos a Cristo y decenas de líderes entrenados para hacer la Obra del Señor. Yo me rehúso a creer que ellos hayan sido “maldecidos” por Dios, simplemente porque su situación económica no era la más brillante.

La “Teología de la Prosperidad” es como un catarro. La iglesia se la pega de tiempo en tiempo y, cuando el pueblo se da cuenta de lo incoherente que es, eventualmente desaparece... hasta la próxima generación de creyentes.

Ahórrese el dolor de cabeza y acepte el concepto bíblico y equilibrado de la prosperidad en la Palabra de Dios.

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Demócrito

Buen aporte; muy de acuerdo con lo que expones.

Dios te bendiga
 
Re: La Prosperidad Bíblica

saraesther dijo:
Pero que esto??? mis amados los extremos son un tanto peligrosos.

Es imprtante que como cristianos entendamos que todos los extremos son malos.

El evangelio de la properidad, en donde viven predicando todo el tiempo sobre dinero esta mal, pues es el ser prospero no solo siginifica tener millones de pesos, significar estar contentos con lo que tenemos pues la prosperidad vienes de adentro hacia fuera, tu alma prospera porque Dios te bendice en todo, pero también el evangelio de la detrrota y de la miseria en donde siempre está de por medio la palabra´pobre, y le siguen la miseria, y la "humildad" la falsa humildad ya que la verdadera humildad no necesariamenta está ligada a la pobreza pues cuantos pobres son orgullosos sin embargo hay ricos humildes.

Dios quiere que seamos prosperados en todo asi como prospera nuestra alma, no quiere decir que si no tenemos dinero no somos prosperos, pues lo primero que debe prosperar es nuestra alma a medida de que avance nuestra relación con el señor y lo demás vendrá por añadidura.
Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma “ ( 3 de Juan 1:2).


Mucho cuidad con eso.... el evangelio de la prosperidad está mal pero el de la pobreza no se queda atrás.....

Estimada Hna. Sara

Dios le bendiga grandemente y le guarde siempre.

Su hno. Dagoberto
 
La Prosperidad Bíblica

Dagoberto Juan dijo:
Demócrito: Buen aporte; muy de acuerdo con lo que expones. Dios te bendiga.

Dagoberto, el artículo no es mío, sino de Andrés G.Panasiuk.
Yo estoy de acuerdo con él, me parece sensato y equilibrado,
pero no lo escribí yo.

Un saludo cordial.

Demócrito
...
 
Re: La Prosperidad Bíblica

Hola
Estoy de acuerdo en que la prosperidad Biblica no pasa por tener dinero,evidentemente Jesus era pobre materialmente,pues acaso le hacia falta tener dinero para hacer la obra del Padre?
En nuestro caso es parecido, pero entonces que hay de los ricos y poderosos?Si los vemos parece que vivieran en otro mundo ajeno al nuestro(el espiritual)Es como si no tuvieran conciencia de su estado.Entonces serian culpables?Saben lo que hacen o donde estan?Para Dios nada es imposible podria ser la respuesta.Pero nosotros debemos preocuparnos de seguir por el verdadero camino
 
La Prosperidad Bíblica

carloseduguti dijo:
Hola
Estoy de acuerdo en que la prosperidad Biblica no pasa por tener dinero,evidentemente Jesus era pobre materialmente,pues acaso le hacia falta tener dinero para hacer la obra del Padre?
En nuestro caso es parecido, pero entonces que hay de los ricos y poderosos?Si los vemos parece que vivieran en otro mundo ajeno al nuestro(el espiritual)Es como si no tuvieran conciencia de su estado.Entonces serian culpables?Saben lo que hacen o donde estan?Para Dios nada es imposible podria ser la respuesta.Pero nosotros debemos preocuparnos de seguir por el verdadero camino

Jesús condenó la riqueza que separa de Dios, el apego al dinero, no la riqueza en sí. Si fuera así los ricos no podrían ser cristianos ni los cristianos ricos y yo conozco cristianos ricos que viven con más sencillez que muchos de clase media y hacen obras de caridad sin que nadie se entere. El mismo Jesús tenía amigos ricos, como José de Arimatea, y le seguían mujeres de la alta sociedad que ponían su tiempo y sus bienes al servicio del Reino de Dios en vez de malgastarlos en pasatiempos y lujos mundanos.

La cuestión si eres rico, es cuál es tu referencia: Dios o tu riqueza. Con la riqueza se pueden crear puestos de trabajo, ser justo con tus obreros, hacer obras sociales, ayudar a la iglesia; pero en cualquier caso un cristiano rico sabe que su mayor riqueza es Cristo, no su cuenta bancaria.

No creo que el objetivo del cristianismo sea crear sociedades empobrecidas, sino sociedades que tengan a Dios como valor supremo y que den a sus riquezas un sentido social.

...
 
Re: La Prosperidad Bíblica

Quisiera que me explicasen este verso...

Mateo 19:24 (Reina-Valera 1960)
Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
 
La Prosperidad Bíblica

Abdón dijo:
Quisiera que me explicasen este verso...
Mateo 19:24 (Reina-Valera 1960)
Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.

Yo entiendo por rico, en este pasaje, a la persona que pone su corazón en
sus riquezas, no en Dios. El concepto peyorativo de rico en el Evangelio no
creo que tenga el sentido de clase social, como en el marxismo, sino un
sentido espiritual. Para los marxistas la clase burguesa es mala en sí misma
por el simple hecho de tener la propiedad de los medios de producción, no
admiten que un empresario pueda ser un hombre justo con sus obreros y
una buena persona. Así como el marxismo sataniza a la burguesía, diviniza
al proletariado, sin entrar en consideraciones espirituales y morales acerca
de unos y otros. No se preocupa del interior de las personas, sino que uno
es bueno o malo según la clase social a que pertenezca y, en el caso del
proletariado, además de su conciencia de clase y de su compromiso de
lucha por los intereses de la misma.

La moral marxista es una moral de clase y de conciencia de clase. La moral
cristiana tiene en cuenta a la persona en su conjunto, en todas sus
dimensiones, no solamente en la económica.

Mt 6,21
Porque donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón.

Mt 15,8
Este pueblo me honra de labios afuera, pero su corazón está lejos de mí.

Mt 22,37
Jesús le dijo: –Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.

Mc 7,6
Jesús les contestó: –Bien habló el profeta Isaías de lo hipócritas que sois, cuando escribió: Este pueblo me honra de labios afuera, pero su corazón está lejos de mí.

Lc 21,34
Tened cuidado y no dejéis que vuestro corazón se endurezca por los vicios, las borracheras y las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no caiga de pronto sobre vosotros.

Demócrito

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Re: La Prosperidad Bíblica

Me gustaria creer que un rico tenga fe.La experiencia desmiente eso pero puedo juzgar a los demas?Pero porque la riqueza es un obstaculo insalvable para el creyente?El tener lleva al poseer y el poseer es apego.No sera que nuestro Dios es tan celoso que es muy exigente?El tema que esto tambien esta en el corazon del rico.Y alli solo hay lugar para Dios.Cual seria la solucion para el rico?No lo se pero no me gustaria estar en su piel
 
Re: La Prosperidad Bíblica

El problema no es ser rico, es saber serlo. Salomón; Abraham, David, etc. etc. fueron hombres ricos; pero supieron humillarse como el mejor de los necesitados y confiar en Dios, más que en sus riquezas.

Saludos y bendiciones.