ABORTO, EL DRAMA OLVIDADO por Cesar Vidal

Tobi

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21 Noviembre 2000
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César Vidal


Aborto, el drama olvidado



Corría el año 460 a. de C., cuando en la isla griega de Cos vino al mundo un niño llamado Hipócrates. Educado con su padre, que había practicado durante años la medicina, Hipócrates llegó a crear una extraordinaria escuela dedicada al arte de curar. En ella, Hipócrates consiguió separar la medicina de compañeras tan peligrosas como la superstición o la filosofía, intentando asentar su estudio sobre sólidas bases científicas. A pesar de todo, Hipócrates no consideró nunca que una ciencia como la medicina pudiera separarse de la moral y de la ética y a él debemos el denominado juramento hipocrático, un compromiso que todos los médicos desde hace siglos han suscrito como guía ética de su ejercicio profesional.

Entre los extremos a que se comprometían los que pronunciaban este juramento, se encontraba el siguiente: “No daré ninguna droga letal a nadie, aunque me la pidan, ni sugeriré un uso semejante, y del mismo modo, tampoco proporcionaré a ninguna mujer una sustancia que pueda provocar un aborto, sino que, a lo largo de mi vida, ejerceré mi arte pura y santamente”.

En otras palabras, incluso en un marco como el del paganismo clásico, en el que la vida tenía una consideración muy inferior a la que le dispensa la Biblia, Hipócrates se permitía rechazar tanto la eutanasia como el aborto. Hipócrates no pudo conocer el cristianismo y seguramente tampoco conocía a los profetas de Israel. Sin embargo, presentaba objeciones contra el aborto de carácter moral y, muy especialmente, social. Una sociedad que pretendiera un desarrollo armónico no podía permitirse ni la práctica de la eutanasia ni la del aborto. No podía permitírselo, a menos, claro está, que estuviera dispuesta a despeñarse por un abismo de inmundicia que traería terribles consecuencias.

Desde 1985, el aborto es legal en España en determinados supuestos. El proyecto de ley, presentado por el gobierno socialista de Felipe González, había sido precedido por un cierto número de encuestas que delimitaran hasta donde estarían dispuestos a aceptar los españoles la legalización del aborto sin sufrir demasiados problemas morales.

Esa legalidad coexiste además con una libertad absoluta para utilizar cualquier método anticonceptivo y una información al respecto que se inicia ya en la escuela. A pesar de todo, la cifra de abortos en España no ha disminuido en estos últimos veinte años. De hecho, los datos difícilmente pueden ser más elocuentes.


Uno de cada seis embarazos en España termina en aborto.

Esto significa que cada hora se produce una media de casi diez abortos, es decir, 232 vidas son sacrificadas diariamente en nuestra nación.

Desde la legalización de algunos supuestos de aborto en 1985 se han sacrificado 929.273 vidas.

La cifra de abortos en 2005 fue oficialmente de 79.788.

El aborto constituyó en 2005 la primera causa de mortalidad en España superando a la segunda que fue el cáncer con 55.621 vidas y a los accidentes de tráfico con 5.399 víctimas.

La cifra de abortos lejos de mostrar una tendencia al descenso pone de manifiesto una increíble tendencia al crecimiento. Así, desde 1999 a 2004 la práctica del aborto aumentó en más del 45% pasando de 58.399 abortos a 84.895.

El aborto constituye un gran negocio en España. Nada menos que el 96,43% de los abortos se realizan en negocios abortistas privados que en no pocas ocasiones están relacionados con cargos y militantes de determinados partidos políticos.

La mayoría de los abortos además incumplen la ley vigente. De hecho, el 96,7% de los abortos se cometieron acogiéndose al supuesto de riesgo para la salud de la madre, habitualmente refiriéndose a la salud psíquica. Todo indica que el supuesto daño psicológico no es sino la tapadera de decenas de millares de abortos ilegales, aunque lucrativos.

Si se mantiene el ritmo creciente de abortos, en el año 2007 habremos superado no sólo holgadamente el millón de vidas sacrificadas sino también la cifra de 100.000 abortos al año.

A pesar de todo lo anterior, el gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero ha manifestado en repetidas ocasiones que tiene la intención de despenalizar todos los abortos cometidos, por cualquier causa, durante las 14 primeras semanas de embarazo.

Aunque la defensa de la despenalización del aborto discurre siempre sobre relatos terribles de muchachas violadas o de criaturas supuestamente condenadas por sus características físicas o psíquicas a la muerte, la realidad del aborto en España resulta muy diferente. La aplastante mayoría de los abortos presenta todo el aspecto de eludir la legalidad y de basarse únicamente en el deseo de que se lleve a cabo. Por si fuera poco, el aborto se ha convertido en una lucrativa industria. Y por encima de este drama que nadie desea desvelar porque es políticamente incorrecto hacerlo, se cierne la terrible realidad de que se destruyen casi 100.000 vidas al año sin mover un dedo, un hecho que no sólo desde una perspectiva religiosa o espiritual, sino meramente humana es escalofriante.

Muy enferma debe estar nuestra sociedad cuando semejante despilfarro de vidas, cuando semejante sangría demográfica, cuando semejante carnicería colectiva apenas levanta voces en contra y las escasas que se alzan inmediatamente se ven condenadas al silencio o a la burla.

Y es que las características que ha ido adquiriendo la cuestión del aborto en España sobrepasan con mucho el análisis religioso o filosófico para entrar en el de la mera supervivencia social. Pero – no nos engañemos – tampoco anda muy despierto el pueblo de Dios cuando no se moviliza contra semejante estado de cosas e incluso se escuchan voces que defienden la tesis de mirar hacia otro lado porque, a fin de cuentas, cada uno es libre de hacer lo que quiera y no deberíamos imponer nuestras creencias a nadie.

Al paso que van las cosas, el día menos pensado me voy a encontrar a alguien en alguna iglesia exigiendo a Dios que pida disculpas por haber castigado a Sodoma y Gomorra.


César Vidal Manzanares es un conocido escritor, historiador y teólogo.

© C. Vidal, España, Protestante Digital.com.
 
Re: ABORTO, EL DRAMA OLVIDADO por Cesar Vidal

Que en un país con una tasa de natalidad tan baja como España...
Que en un país en el que hay tantos matrimonios en lista de espera para poder adoptar un bebe como España...

Se permitan tantos abortos...

Naturalmente, hay que intentar no criminalizar a la madre, cada situación es un mundo. Pero yo me pregunto:

¿Dónde están los servicios sociales para ayudar a la chica a enfrentarse psicológicamente a la situación?
¿Dónde están las inspecciones y los jueces para sancionar a aquellos empresarios que despiden a las mujeres por quedarse embarazadas (una situación más grave entre más humilde es la chica, quiero decir entre peor y más mal pagado (y más necesitado el trabajo) más abusos de este tipo encontramos)?
¿Por qué en este país se ha convertido en un lujo tener un hijo?
¿Por qué España que presume según sus gobernantes de ser un país europeo tenemos unas ayudas a la maternidad realmente tercermundistas?

Creo que si se resolviesen estos problemas quizás la tasa de abortos descendería dramáticamente. Lo triste es que por mucho que hablen en campañas electorales, a la hora de la verdad, en la práctica, ninguno de los grandes partidos de este país hace nada para defender la vida y la familia.
 
Re: ABORTO, EL DRAMA OLVIDADO por Cesar Vidal

nodigno dijo:
¿Por qué España que presume según sus gobernantes de ser un país europeo tenemos unas ayudas a la maternidad realmente tercermundistas?

Si al menos fuera tercermundista... No creo que llegue ni a eso.
 
ABORTO, EL DRAMA OLVIDADO por Cesar Vidal

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Aborto en EEUU: empieza la cuenta atrás

Fuente: ForumLibertas.com
Fecha: 2006-03-06

Estados Unidos, que fue uno de los primeros países en generalizar el aborto como consecuencia de la Sentencia Federal de 1973, ha empezado la cuenta atrás de su prohibición.

Dakota del sur, un pequeño estado de menos de un millón de habitantes marcadamente rural, ha aprobado en su Cámara de Representantes, una ley para prohibir el aborto en condiciones muy estrictas, puesto que ni siquiera se permitirá a las víctimas de violación o incesto y sólo se autorizará cuando sea estrictamente necesario para salvar la vida de la madre.

El resultado de la votación ha sido apabullante: 50 votos a favor contra sólo 18 en contra.

Treinta estados más han iniciado o anunciado leyes semejantes. Como es lógico la iniciativa legal de Dakota del Sur será llevada al Tribunal Supremo, lo cual obligará a revaluar la legalización de 1973. La idea que late detrás de esta iniciativa es que la nueva composición del Supremo, con los dos últimos jueces nombrados por Bush, John Roberts y Samuel Alito, ambos católicos, inclinarán la balanza hacia la prohibición o al menos su enérgica limitación, aunque no pueda darse por sentado que éste sea el resultado final.

A lo largo de estos 30 años lo que ha habido es un proceso creciente e inteligente de desarrollo de las organizaciones Provida y, en general, de la presencia y peso político de las organizaciones cristianas. Han tardado tiempo, pero los resultados en éste y otros campos demuestran lo que, por otra parte, es una obviedad histórica: la historia no avanza siempre en el mismo sentido.

Fukuyama recuerda en su libro “La gran ruptura” que la época victoriana, paradigma de una moralidad muy estricta, vino precedida en Inglaterra de un periodo marcado por un acusado libertinaje en las costumbres.

Estados Unidos avanza por el camino que previamente inició en Europa, Polonia, el primer país en volver a ilegalizar el aborto. En el debate americano, necesariamente el tema del aborto se entrecruza con la pena de muerte. Y en este sentido debe recordarse que si los sectores progresistas aplauden a los médicos que se niegan a colaborar en las ejecuciones, porque “los médicos son sanadores no verdugos” este mismo criterio debe aplicarse para su intervención en las prácticas abortivas.

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Re: ABORTO, EL DRAMA OLVIDADO por Cesar Vidal

Que triste que Europa halla llegado a ese punto del camino... Y lo mas triste es que america copia todo a los europeos. En poco tiempo más, luchar contra el aborto será imposible en todo el mundo.
 
Re: ABORTO, EL DRAMA OLVIDADO por Cesar Vidal

El aborto se ha convertido en una de las mayores pesadillas de nuestra era.

Es increíble la insensibilidad masiva a la que nos enfrentamos, y que esto no tenga guisos de cambiar, sino de ir a peor, es la peor noticia.

Una vez leí en un folleto en contra del aborto la técnica operatoria utilizada, y es escalofriante.

A la injusta muerte que sufre la persona (el feto) hay que añadir el dolor con que lo hacen.

Espero que ésto tenga un cambio radical y les ruego a los foristas sus oraciones para llegar a un cambio de pensamiento en la sociedad.
 
ABORTO, EL DRAMA OLVIDADO por Cesar Vidal

Alcarruz dijo:
Que triste que Europa halla llegado a ese punto del camino... Y lo mas triste es que america copia todo a los europeos. En poco tiempo más, luchar contra el aborto será imposible en todo el mundo.

El origen del aborto masivo fue:
1º Unión Soviética al instaurarse la dictadura comunista.
2º Estados Unidos en 1973.
3º Europa a partir de 1975.

En las primeras décadas del siglo XX, la recién nacida Unión Soviética y otros países dieron cabida en sus ordenamientos a la práctica legal de abortos, que fue admitida tras la Segunda Guerra Mundial por varios estados del bloque comunista. Sin embargo, no fue hasta finales de los sesenta cuando comenzó a extender su influencia el movimiento despenalizador, para cuyo crecimiento y expansión fueron claves el auge de las ideas feministas y los graves problemas sociales originados por la sobrepoblación mundial, así como la constatación de una paradoja: el gran avance experimentado por las técnicas quirúrgicas y, sin embargo, el paralelo mantenimiento de un alto índice de mortalidad femenina debido a la práctica de abortos ilegales. El punto de inflexión en el tránsito de los sistemas represivos a los permisivos vino marcado por la sentencia que despenalizó el aborto en Estados Unidos, dictada en 1973 por el Tribunal Supremo de aquel país. A partir de entonces fue admitido en los principales países de Europa: Francia (1975), Alemania (1976), Italia (1978), Portugal (1984), España (1985), etc. En la actualidad está reconocido en todo el mundo occidental, con la excepción de Irlanda, país de marcada tradición católica (en Bélgica se introdujo a principios de los noventa).

Fuente: Enciclopedia Universal, 2006

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