Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

toni

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Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos


El Vaticano asegura que el Papa ha tomado la decisión «personalmente»

José R. Navarro / J. L.



Benedicto XVI besa a un bebé al finalizar la audiencia general de ayer


Madrid/Ciudad del Vaticano- Es evidente que los gestos ecuménicos y de diálogo interreligioso se han convertido en una de las constantes del Pontificado de Benedicto XVI. Ayer mismo dió varias muestras de su deseo de acercarse a los creyentes de otras confesiones. Al finalizar la audiencia general de los miércoles dedicó un tiempo a dialogar con responsables religiosos cristianos, musulmanes y judíos norteamericanos que habían participado en el acto.
Momentos antes, en su mensaje en lengua inglesa, les había dirigido unas palabras e invocó sobre ellos «la bendición de Dios, de alegría y paz». Poco más tarde, el Vaticano daba a conocer que Benedicto XVI iba a renunciar a uno de los habituales títulos del Papa, el de Patriarca de Occidente, en lo que se puede entender como una clara señal de «sensibilidad ecuménica» hacia los cristianos ortodoxos.
Aunque en la actualidad el título de Patriarca de Occidente tenía sólo un carácter simbólico, en sus orígenes surgió como contraposición a los patriarcados orientales, los de Constantinopla, Alejandría, Jerusalén y Antioquía.
Fuentes del Vaticano confirmaron que la decisión había sido tomada «personalmente» por el Papa, aunque no precisaron cuáles habían sido las razones que la habían motivado a renunciar a dicho título.
Sin embargo, el prefecto emérito de la Congregación para las Iglesias orientales, el cardenal Achille Silvestrini, comentó a las agencias italianas que «en el pasado, el Patriarcado de Occidente estaba enfrentado al de Oriente, me parece que el Papa, con este gesto, quiere eliminar esta especie de rivalidad existente y que sea una estímulo para el camino ecuménico».
Tradiciones. Sin embargo, según el vaticanista Luigi Accatoli, del «Corriere della Sera», la decisión puede ser «mal interpretada» por las iglesias ortodoxas y los católicos de rito oriental. «Ese mundo está muy arraigado a las tradiciones y puede entender la novedad papal como la reivindicación de una superioridad de rango respecto a los otros patriarcados, o una indirecta reafirmación de que él es el patriarca universal», afirmó Accatoli.
Según observadores vaticanos citados por el propio Accatoli, en la decisión del Papa ha podido influir la convicción de que en el tercer milenio ya no tiene sentido un título, atribuido hace quince siglos a los obispos de Roma por un emperador de Bizancio, informa Efe.
Y todo ello, de nuevo, en una simbólica celebración, la del miércoles de ceniza, en la que el Pontífice ha llamado a «escuchar la palabra de verdad; vivir, hablar y hacer la verdad y rechazar la mentira que envenena a la humanidad» .
Con esta renuncia de Benedicto XVI, los títulos del Papa se quedan reducidos a: Obispo de Roma, Vicario de Jesús en la Tierra, Sucesor del Príncipe de los Apóstoles, Sumo Pontífice de la Iglesia Universal, Primado de Italia, Arzobispo Metropolitano de la Provincia Romana, Soberano de la Ciudad del Vaticano y Siervo de los Siervos de Dios.

Fuente: Larazon.es
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

toni dijo:
Con esta renuncia de Benedicto XVI, los títulos del Papa se quedan reducidos a: Obispo de Roma, Vicario de Jesús en la Tierra, Sucesor del Príncipe de los Apóstoles, Sumo Pontífice de la Iglesia Universal, Primado de Italia, Arzobispo Metropolitano de la Provincia Romana, Soberano de la Ciudad del Vaticano y Siervo de los Siervos de Dios.
Qué interesante..
Pensar que el apóstol Pedro se reconocía como "anciano" (1 Pedro 5:1).
:Twitch_an
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

¡¡¡Ay, madre!!!
¿Es que el papa ignora que los popes y patriarcas ortofodoxos ni se afeitan ni se cortan el pelo? ¿O es que a quien pretende tomar el pelo es a nosotros y no a ellos?
Reflexionemos:
Los ortodoxos no cuestionan el patriarcado occidental de los papas romanos.
Lo que cuestionan es el Obispado universal lo que significa que el Obispo romano está por encima de los diversaos Patriarcados Ortodoxos en incluso por encima de los concilios.

Eso me recuerda que cuando niño me regalaron un librito con historias de Popeye, el de las espinacas. En una de las historietas, Popeye es el rey de una hipotético pais. Pero el pueblo se le rebela y piden una republica. Popeye escuchó la voz de su pueblo, se quito la corona, y se caló un sombrero de copa, dicendo: Ya teneis republica y yo su presidente.
Lo que hay que ver y oir.
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Dos cosas les quiero contar a mis hermanos católicos:
1- Benedicto XVI todavía no ha dicho cuál es la causa de esa decisión. Es aventurado lanzar hipótesis.
2- Precisamente los ortodoxos no tendría ningún problema en aceptar que el Papa es sólo el Patriarca de Occidente. De hecho, lo mismo tuercen el gesto ante este gesto. Así que es bastante raro que la intención del Papa haya sido la que supone Silvestrini


Lo cierto es que Benedicto XVI en su etapa de cardenal abogó por descentralizar muchos temas de los que se encarga la curia romana, pidiendo a los obispos de todo el mundo que se encargaran ellos mismos de esos temas. Este paso podría dar lugar a la instauración en la Iglesia de rito latino de patriarcados nacionales o continentales (hoy primados de carácter meramente honorífico) que tendrían funciones parecidas a las de los patriarcas orientales, lo cual haría disminuir obstensiblemente el trabajo de la curia romana, que así tendría más eficacia a la hora de servir en aquello que realmente debe de ser su cometido específico de servicio al Papa. De ser cierta esta hipótesis que sostengo, y que desde luego puede estar totalmente equivocada, esta decisión del Papa sería más de orden interno que de cara al exterior aunque a nadie se le escaparía el detalle de que una acción así sería dar un giro muy importante en la forma de gobernar la Iglesia siguiendo un modelo que demostró ser bastante eficaz en el primer milenio.
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Tampoco entiendo, ya que como ya se ha dicho, es un título que los patriarcas no le discuten... y es que es en la práctica eso es lo que es, el patriarca de Occidente...

El tiempo dirá...

:color_:
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Juan Crisostomo dijo:
Tampoco entiendo, ya que como ya se ha dicho, es un título que los patriarcas no le discuten... y es que es en la práctica eso es lo que es, el patriarca de Occidente...

El tiempo dirá...

:color_:

No, en la práctica no es patriarca de todo Occidente porque el protestantismo es parte esencial de ese Occidente y no hace falta decir que los protestantes no le ven como su Patriarca.
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

La renuncia al titulo de "Patriarca de Occidente" es algo grave, que traerá consecuencias en la Doctrina católica, ya que se ha quitado un titulo de Pedro, que la misma Tradición de la Iglesia le ha otorgado y que significa que el Obispo de Roma es el Sucesor de Pedro.

El Patriarca representaba en la Iglesia durante los primeros Siglos de la Iglesia la suprema autoridad, ya fuera de una región, o de una porción geográfica, de ahí que la Iglesia tuviese una pentarquía de patriarcas, siendo el primero y el supremo (sobre los demás) el de Roma, luego el de Constantinopla, después Alejandría, Antioquia y Jerusalén, siendo estos últimos cuatro, los que se separaron de la Iglesia y de Pedro, por seguir al Patriarca de Constantinopla Miguel I Cerulario en el año 1054.

El suprimir este titulo, no solo nos da a entender que "quizá" los papas deberán considerar la teología del Primado, y sobre todo el de la Infalibilidad Pontificia, que es uno de los principales dolores de cabeza del falso ecumenismo, y sea quizá el primer "paso" que Roma esta dando para ir suprimiendo los títulos de Pedro, los cuales son en verdad ANTIECUMENICOS y son demasiado católicos.

Fraternalmente, Pax et Bonum.
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Ya salió el "angustias".
Venga hombre, da un pasito más y ponte al lado de los sedevacantistas.
Total, eres tan cismático o más que el famoso Cerulario.

A ver si te enteras. Patriarca de Occidente es un título menor comparado con, por ejemplo, el de Sucesor del príncipe de los apóstoles. Y precisamente es un título que los ortodoxos aceptaban, así que no lo más seguro es que no haya razones ecuménicas en este tema
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Luis Fernando dijo:
Dos cosas les quiero contar a mis hermanos católicos:
1- Benedicto XVI todavía no ha dicho cuál es la causa de esa decisión. Es aventurado lanzar hipótesis.
2- Precisamente los ortodoxos no tendría ningún problema en aceptar que el Papa es sólo el Patriarca de Occidente. De hecho, lo mismo tuercen el gesto ante este gesto. Así que es bastante raro que la intención del Papa haya sido la que supone Silvestrini


Lo cierto es que Benedicto XVI en su etapa de cardenal abogó por descentralizar muchos temas de los que se encarga la curia romana, pidiendo a los obispos de todo el mundo que se encargaran ellos mismos de esos temas. Este paso podría dar lugar a la instauración en la Iglesia de rito latino de patriarcados nacionales o continentales (hoy primados de carácter meramente honorífico) que tendrían funciones parecidas a las de los patriarcas orientales, lo cual haría disminuir obstensiblemente el trabajo de la curia romana, que así tendría más eficacia a la hora de servir en aquello que realmente debe de ser su cometido específico de servicio al Papa. De ser cierta esta hipótesis que sostengo, y que desde luego puede estar totalmente equivocada, esta decisión del Papa sería más de orden interno que de cara al exterior aunque a nadie se le escaparía el detalle de que una acción así sería dar un giro muy importante en la forma de gobernar la Iglesia siguiendo un modelo que demostró ser bastante eficaz en el primer milenio.

Luis, ¿sabes quien és José R. Navarro?
¿He leido bien tu última frase?
En el primer milenio aun se conservó que los Concilios estaban por encima de papas y patriarcas. Las decisiones concliares eran irrevocables. En el segundo milenio solo el Concilio de Constanza tuvo este requisito; aparte, claro, de los Sínodos ortodoxos.
Sobre este particular aun hoy el Patriarca de Moscú reclama para sí el Primus Interpares que ostenta el de Constantinopla. Y los Zares de Rusia se consideraban herederos de los Césares romanos, de aquí que su escudo ostentaba el aguila bicéfala. La causa con que lo justificaban era la ocupación otomana de Constantinopla.
El rechace total del Patriarcado de Moscú al papado se debe precisamente a que los papas se consideran herederos (mediante las falsas decretales) de los Césares romanos en occidente, y algunas cosillas más.
El cisma se provocó no por cuestiones doctrinales, lo del filioque fué un simple pretexto, puesto que lo que papa reclamaba eran la diocesis de Milan, todo el sur de Italia incluyendo Sicilia que estaban bajo la jurisdicción de Constantinopla (tambien Bulgaria).

En cuanto a Merovignio. tienes razón, no sabe por donde anda.
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Queridos hermanos en la fe católica, ¿sabéis en el primer milenio cuál era la diferencia ESENCIAL entre el Patriarca de Constantinopla y el Papa de Roma?
Los ortodoxos lo reconocen implícitamente. El patriarcado de Constantinopla no tiene un origen real en la sucesión apostólica sino en cuestiones de carácter político. El primado de Roma deriva fundamentalmete de la sucesión apostólica de Pedro, aunque se le quiso dotar también de justificaciones políticas, verdaderas y falsas.
La diferencia es que, una vez desaparecidos los condicionamientos políticos, el primado que sigue el modelo ortodoxo queda reducido a la nada como ocurre hoy con el Patriarca de Constantinopla, que pinta menos que un mona.
Y así vemos que el Patriarca de Moscú, que curiosamente hace no mucho escribió acerca de la necesidad de que la Iglesia Ortodoxa tuviera un primado real y no decorativo, tiene muchísmo más poder real del que tienen el resto de patriarcados del mundo. ¿Porqué? Porque Rusia es más grande políticamente.
Sin embargo, todo el poder político real del Vaticano es nada desde la pérdida, afortunada pérdida, de los estados pontificios. ¿Con qué se queda entonces el Obispo de Roma? Sólo con las atribuciones que derivan de ser el sucedor del Protos de los apóstoles.
El Papado hoy está limpio de polvo y paja y puede dedicarse en exclusiva a aquello que es su verdadera función.
Resumiendo, el Patriarca de Constantinopla es hoy patriarca ecuménico porque a un emperador se le ocurrió fundar la ciudad de Constantinopla donde antes había una población pequeña (aunque por allá anduvo el apóstol Andrés). El Patriarca de Moscú es hoy el que más influencia tiene en el mundo ortodoxo porque es el Patriarca de la Rusia de los zares y de Putin.
Sin embargo el Obispo de Roma es el Primado de la Iglesia de Cristo no porque Berlusconi pinte algo en el mundo sino porque, tal y como era aceptado de forma unánime por toda la Iglesia de Cristo en el primer milenio, es quien se sienta en la cátedra de San Pedro..
Si algunos patriacas ortodoxos "temen" hoy a la Iglesia Católica es porque se han dado cuenta que el Papa de Roma interviene muy poco en el manejo interno de las iglesias orientales en comunión con la Sede Apostólica (uniatas), de forma que incluso a la hora de nombrar a obispos y patriarcas Roma se limita a dar su placet a lo que esas iglesias deciden. Eso está provocando que gran número de sacerdotes ortodoxos vean a Roma con otros ojos muy distintos y acaben dando el paso de unirse a ella, pues prefieren depender del sucesor de Pedro que del sucesor de Andrés o Alexis. Es cuestión de tiempo que algún patriarcado ortodoxo nacional importante, por ejemplo el rumano, acepte establecer comunión plena con Roma. Si todavía no ha ocurrido así es porque se prefiere esperar a que la decisión sea a nivel general y no de iglesias nacionales particulares.
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Luis Fernando dijo:
No, en la práctica no es patriarca de todo Occidente porque el protestantismo es parte esencial de ese Occidente y no hace falta decir que los protestantes no le ven como su Patriarca.

Me refería al pueblo católico por supuesto. De igual forma los patriarcas de oriente no son patriarcas de las iglesias cismáticas de los primeros cuatro siglos.

Saludos.
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Luis Fernando dijo:
Queridos hermanos en la fe católica, ¿sabéis en el primer milenio cuál era la diferencia ESENCIAL entre el Patriarca de Constantinopla y el Papa de Roma?
Los ortodoxos lo reconocen implícitamente. El patriarcado de Constantinopla no tiene un origen real en la sucesión apostólica sino en cuestiones de carácter político. El primado de Roma deriva fundamentalmete de la sucesión apostólica de Pedro, aunque se le quiso dotar también de justificaciones políticas, verdaderas y falsas.
La diferencia es que, una vez desaparecidos los condicionamientos políticos, el primado que sigue el modelo ortodoxo queda reducido a la nada como ocurre hoy con el Patriarca de Constantinopla, que pinta menos que un mona.
Y así vemos que el Patriarca de Moscú, que curiosamente hace no mucho escribió acerca de la necesidad de que la Iglesia Ortodoxa tuviera un primado real y no decorativo, tiene muchísmo más poder real del que tienen el resto de patriarcados del mundo. ¿Porqué? Porque Rusia es más grande políticamente.
Sin embargo, todo el poder político real del Vaticano es nada desde la pérdida, afortunada pérdida, de los estados pontificios. ¿Con qué se queda entonces el Obispo de Roma? Sólo con las atribuciones que derivan de ser el sucedor del Protos de los apóstoles.
El Papado hoy está limpio de polvo y paja y puede dedicarse en exclusiva a aquello que es su verdadera función.
Resumiendo, el Patriarca de Constantinopla es hoy patriarca ecuménico porque a un emperador se le ocurrió fundar la ciudad de Constantinopla donde antes había una población pequeña (aunque por allá anduvo el apóstol Andrés). El Patriarca de Moscú es hoy el que más influencia tiene en el mundo ortodoxo porque es el Patriarca de la Rusia de los zares y de Putin.
Sin embargo el Obispo de Roma es el Primado de la Iglesia de Cristo no porque Berlusconi pinte algo en el mundo sino porque, tal y como era aceptado de forma unánime por toda la Iglesia de Cristo en el primer milenio, es quien se sienta en la cátedra de San Pedro..

Esto es cierto. Sin embargo, habría que tomar en cuenta que Pedro fundó la Iglesia de Antioquía antes que la de Roma. Dado esto, no me queda claro cual de los dos patriarcas es el auténtico sucesor, si el de Roma o el de Antioquía.

El punto al que quiero llegar, es que el primado de Roma como patriarcado más importante se debió también a razones meramente políticas.


Saludos.
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Luis Fernando dijo:
Si algunos patriacas ortodoxos "temen" hoy a la Iglesia Católica es porque se han dado cuenta que el Papa de Roma interviene muy poco en el manejo interno de las iglesias orientales en comunión con la Sede Apostólica (uniatas), de forma que incluso a la hora de nombrar a obispos y patriarcas Roma se limita a dar su placet a lo que esas iglesias deciden. Eso está provocando que gran número de sacerdotes ortodoxos vean a Roma con otros ojos muy distintos y acaben dando el paso de unirse a ella, pues prefieren depender del sucesor de Pedro que del sucesor de Andrés o Alexis. Es cuestión de tiempo que algún patriarcado ortodoxo nacional importante, por ejemplo el rumano, acepte establecer comunión plena con Roma. Si todavía no ha ocurrido así es porque se prefiere esperar a que la decisión sea a nivel general y no de iglesias nacionales particulares.


No sabía esto, así como tampoco de cual fuente lo sacas. Pero está muy interesante.

A mi juicio, el patriarcado de Constantinopla (una ciudad que ya ni siquiera existe) no tiene ningún sentido como patriarcado principal. Sin embargo, y como ya los tiempos de los Concilios Ecuménicos se cerraron para los ortodoxos, dudo que esta situación cambie.

Saludos.
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Juan Crisostomo dijo:
Esto es cierto. Sin embargo, habría que tomar en cuenta que Pedro fundó la Iglesia de Antioquía antes que la de Roma. Dado esto, no me queda claro cual de los dos patriarcas es el auténtico sucesor, si el de Roma o el de Antioquía.

El punto al que quiero llegar, es que el primado de Roma como patriarcado más importante se debió también a razones meramente políticas.


Saludos.

La primacía de Roma está basada en que allá murieron mártires los apóstoles Pedro y Pablo y quedó el sucesor en el ministerio petrino.
Los padres conciliares de Calcedonia lo reconocieron explícitamente en la carta que dirigieron al Papa León Magno.
Pero ni siquiera hay que ir a Calcedonia. Quedémonos en el siglo II. El teólogo más importante de dicho siglo, Ireneo de Lyon, da testimonio de lo que ya era doctrina cristiana en su Adversus haereses:
3,2. Pero como sería demasiado largo enumerar las sucesiones de todas las Iglesias en este volumen, indicaremos sobre todo las de las más antiguas y de todos conocidas, la de la Iglesia fundada y constituida en Roma por los dos gloriosísimos Apóstoles Pedro y Pablo, la que desde los Apóstoles conserva la Tradición y «la fe anunciada» (Rom 1,8) a los hombres por los sucesores de los Apóstoles que llegan hasta nosotros. Así confundimos a todos aquellos que de un modo o de otro, o por agradarse a sí mismos o por vanagloria o por ceguera o por una falsa opinión, acumulan falsos conocimientos. Es necesario que cualquier Iglesia esté en armonía con esta Iglesia, cuya fundación es la más garantizada -me refiero a todos los fieles de cualquier lugar-, porque en ella todos los que se encuentran en todas partes han conservado la Tradición apostólica.

Así que en todo caso lo que se discutió es hasta dónde llegaba la primacía de la sede romana. Pero esa primacía misma tenía su fundamento en razones eclesiológicas antes que políticas, cosa que de ninguna manera se puede decir del patriarcado de Constantinopla
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Tobi dijo:
El cisma se provocó no por cuestiones doctrinales, lo del filioque fué un simple pretexto, puesto que lo que papa reclamaba eran la diocesis de Milan, todo el sur de Italia incluyendo Sicilia que estaban bajo la jurisdicción de Constantinopla (tambien Bulgaria).

Esto es más o menos cierto.

Creo que todo cristiano de que investiga a fondo sus creencias y raíces, termina sintiendo simpatía por alguna de estas dos iglesias históricas.
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Juan Crisostomo dijo:
Esto es más o menos cierto.

Creo que todo cristiano de que investiga a fondo sus creencias y raíces, termina sintiendo simpatía por alguna de estas dos iglesias históricas.


Yo la tengo por las dos, :bienhecho
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

=Luis Fernando La primacía de Roma está basada en que allá murieron mártires los apóstoles Pedro y Pablo y quedó el sucesor en el ministerio petrino.
Los padres conciliares de Calcedonia lo reconocieron explícitamente en la carta que dirigieron al Papa León Magno.
Pero ni siquiera hay que ir a Calcedonia. Quedémonos en el siglo II. El teólogo más importante de dicho siglo, Ireneo de Lyon, da testimonio de lo que ya era doctrina cristiana en su Adversus haereses:
3,2. Pero como sería demasiado largo enumerar las sucesiones de todas las Iglesias en este volumen, indicaremos sobre todo las de las más antiguas y de todos conocidas, la de la Iglesia fundada y constituida en Roma por los dos gloriosísimos Apóstoles Pedro y Pablo, la que desde los Apóstoles conserva la Tradición y «la fe anunciada» (Rom 1,8) a los hombres por los sucesores de los Apóstoles que llegan hasta nosotros. Así confundimos a todos aquellos que de un modo o de otro, o por agradarse a sí mismos o por vanagloria o por ceguera o por una falsa opinión, acumulan falsos conocimientos. Es necesario que cualquier Iglesia esté en armonía con esta Iglesia, cuya fundación es la más garantizada -me refiero a todos los fieles de cualquier lugar-, porque en ella todos los que se encuentran en todas partes han conservado la Tradición apostólica.

Así que en todo caso lo que se discutió es hasta dónde llegaba la primacía de la sede romana. Pero esa primacía misma tenía su fundamento en razones eclesiológicas antes que políticas, cosa que de ninguna manera se puede decir del patriarcado de Constantinopla

Empecinados en creer en una leyenda, la del Quo Vadis.
Que si Antioquía, que si Roma.
Haceis caso a las leyendas y no le haceis caso al mismo Pedro. Aquel que solo se dió un título a si mismo: El de presbitero.

Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey
1ª Ped. 5:1-3

En cuanto a pretendidos primados.
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;
Y el que creyere en él, no será avergonzado.
Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen,
La piedra que los edificadores desecharon,
Ha venido a ser la cabeza del ángulo;
y:
Piedra de tropiezo, y roca que hace caer,
porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.

1ª Ped. 2:4-8.-

¿Desdse cuando se traduce Sion por Roma?
Resulta risible que creais en presuntos sucesores como a Leon I, (no en Gregorio I) en Gregorio VII, Inocencio III, Pio IX etc. y no creais en vuestro presunto primer papa.

Como bien escribió Oscar Cullman: Cualquier Villorrio de Palestina tiene mas derecho a presumir de tener la tumba del Apóstol Pedro, que Roma.

O la respuesta de unos de los Patriarcas Ortodoxos.
Si vosotros presumis de tener las tumbas de Pedro y Pablo, nosotros tenemos una tumba vacia y precisamente en Sion.

Ah, y lo de Rumanía... Dejad de soñar. Los sueños solo son una catarsis para eliminar las tensiones anímicas.

Cuidado que no se os aplique la sentencia 1ª Ped. 2:8.
Fraternalmente
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Tobi dijo:
Empecinados en creer en una leyenda, la del Quo Vadis.
Que si Antioquía, que si Roma.
Haceis caso a las leyendas y no le haceis caso al mismo Pedro. Aquel que solo se dió un título a si mismo: El de presbitero.

¿Estás diciendo que es una leyenda que Pedro murió como mártir en Roma?

Es que me da la risa floja si sostienes semejante teoría

Por cierto, Pedro sin duda era presbítero. El Papa también. Y más que presbítero. El Papa también
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Luis Fernando dijo:
Tobi dijo:
Empecinados en creer en una leyenda, la del Quo Vadis.
Que si Antioquía, que si Roma.
Haceis caso a las leyendas y no le haceis caso al mismo Pedro. Aquel que solo se dió un título a si mismo: El de presbitero.

¿Estás diciendo que es una leyenda que Pedro murió como mártir en Roma?

Es que me da la risa floja si sostienes semejante teoría

Por cierto, Pedro sin duda era presbítero. El Papa también. Y más que presbítero. El Papa también

El papa más que presbíterio, Faltaría más. Solo que Pedro nos informa de quien son vuestros papas y sus pretensiones de ser coronados con una triple corona. Pedro solo aceptó la de espinas.

El caso es que dentro de poco no os quedarán presbíteros. Ahora ya teneis que importarlos de America.

En cuanto a la leyenda. Lo es. Una leyenda perqueñada desde muy temprano, pero leyenda al fin.

¿Obispo de Roma durante 25 años? Leyenda
Pablo escribiendo a Roma y desde Roma y no le cita una sola vez. Luego leyenda.
La pretendida tumba de Pedro en Roma. Oscar Cullman demuestra que es un quimera. Pio XII levantó polvoreda afirmando que se había encontrado dicha tumba, pero al poco ya no se habló más del tan importante hallazgo.
¿Por que? Pues porque la ciencia arqueológica ha adelantado de una manera que ya no son posibles los fraudes.

Los carnavales tienen mas audiencia que vuestras procesiones y de éstas, las que la tienen, es porque son un trágico remedo de las primeras.
No quereis ver la realidad, pero esta está aquí, a la vista de todos.
 
Re: Benedicto XVI renuncia al Patriarcado de Occidente para acercarse a los ortodoxos

Tobi dijo:
¿Obispo de Roma durante 25 años? Leyenda
Pablo escribiendo a Roma y desde Roma y no le cita una sola vez. Luego leyenda.

Por Dios, las cosas que uno tiene que leer....

Amigo mio, alguna vez te has tomado la tarea de leer 1Pedro 5:13??????... en fin, la enciclopedia católica lo explica mucho mejor que yo:


ACTIVIDAD Y MUERTE EN ROMA - SEPULCRO

Es un hecho histórico indisputablemente establecido que San Pedro trabajó en Roma durante la última parte de su vida y finalizó su vida terrenal por el martirio. En cuanto a la duración de su actividad Apostólica en la capital Romana, la continuidad o no de su residencia allí, los detalles y éxito de sus trabajos y la cronología de su arribo y de su muerte, todas estas cuestiones son inciertas y pueden resolverse solamente mediante hipótesis más o menos bien fundadas. El hecho esencial es que Pedro murió en Roma: esto constituye el fundamento histórico del reclamo de los Obispos de Roma sobre el Primado Apostólico de Pedro.

La residencia y la muerte de San Pedro en Roma son establecidas más allá de toda disputa como hechos históricos por una serie de claros testimonios, que se extienden desde el final del primer siglo hasta el final del segundo, proviniendo de varios países.

- Que el modo y, por ende, el lugar de su muerte hayan sido conocidos en círculos Cristianos muy extendidos hacia el final del siglo primero, resulta claro a partir de la observación introducida en el Evangelio de San Juan, respecto de la profecía de Cristo sobre que Pedro le estaba ligado a Él y sería conducido adonde no quisiera -- "Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios" (Juan, xxi, 18-19, ver arriba). Tal observación presupone el conocimiento de la muerte de Pedro por los lectores del Cuarto Evangelio.

- La Primera Epístola de San Pedro fue escrita casi indudablemente en Roma, dado que el saludo final reza: "Os saluda la (iglesia) que está en Babilonia, elegida como vosotros, así como mi hijo Marcos" (v, 13). Babilonia debe ser identificada aquí como la capital Romana, desde que no puede referirse a Babilonia sobre el Eufrates, que yacía en ruinas o a la Nueva Babilonia (Seleucia) sobre el Tigris, o a la Babilonia Egipcia cerca de Menfis, o a Jerusalén, debe referirse a Roma, la única ciudad que es llamada Babilonia en otra parte por la antigua literatura Cristiana (Apoc., xvii, 5; xviii, 10; "Oracula Sibyl.", V, versos 143 y 159, ed. Geffcken, Leipzig, 1902, 111).

- A partir del Obispo Papias de Hierápolis y de Clemente de Alejandría, ambos quienes apelan al testimonio de los antiguos presbíteros (i.e., los discípulos de los Apóstoles), conocemos que Marcos escribió su Evangelio en Roma a pedido de los Cristianos Romanos, que deseaban un memorial escrito de la doctrina predicada a ellos por San Pedro y sus discípulos (Eusebio, "Hist. Eccl.", II, xv; III, xi; VI, xiv); esto es confirmado por Irineo (Adv. haer., III, i). En conexión con esta información relativa al Evangelio de San Marcos, Eusebio, fiándose quizá de una fuente anterior, dice que Pedro en su Primera Epístola describió a Roma en forma figurada como a Babilonia.

- Otro testimonio sobre el martirio de Pedro y Pablo es proporcionado por Clemente de Roma en su Epístola a los Corintios (escrita alrededor del A.D. 95-97), donde afirma (v): "Mediante el ardor y la astucia, los mayores y más rectos sustentos [de la Iglesia] han sufrido la persecución y han sido guerreados hasta la muerte. Coloquemos ante nuestra mirada a los buenos Apóstoles—San Pedro, quien a consecuencia de un injusto ardor sufrió, no uno o dos, sino numerosos agravios y, habiendo dado así testimonio (martyresas), ha ingresado al merecido lugar de gloria". Después menciona a Pablo y un número de elegidos, que estaban reunidos con los otros y sufrieron el martirio "entre nosotros" (en hemin, i.e., entre los Romanos, sentido que la expresión también tiene en el capítulo iv). Indudablemente habla, como lo prueba el párrafo completo, de la persecución Nerónica, refiriendo de esa manera el martirio de Pedro y Pablo a esa época.

- En su carta escrita a comienzos del siglo segundo (antes del 117), mientras era llevado a Roma para ser martirizado, el venerable Obispo Ignacio de Antioquía procura por todos los medios refrenar a los Cristianos Romanos de pugnar por lograr el perdón para él, señalando: "Ninguna cosa les mando, como Pedro y Pablo: ellos eran Apóstoles, mientras que yo soy sólo un cautivo" (Ad. Rom., iv). El significado de esta expresión debe ser, que los dos Apóstoles trabajaron personalmente en Roma, predicando allí el Evangelio con autoridad Apostólica.

- El Obispo Dionisio de Corinto en su carta a la Iglesia Romana en tiempos del Papa Sotero (165-74), dice: "Por lo tanto, usted mediante su urgente exhortación ha ligado muy estrechamente la siembra de Pedro y Pablo en Roma y en Corinto. Pues ambos plantaron la semilla del Evangelio también en Corinto y juntos nos instruyeron, tal como en forma similar enseñaron en el mismo lugar de Italia y sufrieron el martirio al mismo tiempo" (En Eusebio, "Hist. Eccl.", II, xxviii).

- Irineo de Lyon, un nativo del Asia Menor y discípulo de Policarpo de Esmirna (un discípulo de San Juan), pasó un tiempo considerable en Roma poco después de la mitad del Siglo II y luego siguió a Lyon, donde devino Obispo en el 177; describió a la Iglesia Romana como la más destacada y principal conservadora de la tradición Apostólica, como "la más grande y más antigua iglesia, conocida por todos, fundada y organizada en Roma por los dos más gloriosos Apóstoles, Pedro y Pablo" (Adv. haer., III, iii; cf. III, i). De este modo apela al hecho, conocido y reconocido universalmente, de la actividad Apostólica de Pedro y Pablo en Roma, para hallar en ello una prueba de la tradición en contra de los herejes.


- En sus "Hypotyposes" (Eusebio, "Hist. Eccl.", IV, xiv), Clemente de Alejandría, maestro en la escuela de catequesis de esa ciudad desde alrededor del año 190, afirma con la fuerza de la tradición de los presbíteros: "Después que Pedro hubo anunciado la Palabra de Dios en Roma y predicado el Evangelio en el espíritu de Dios, la multitud de los oyentes pidió a Marcos, que había acompañado extensamente a Pedro en todos su viajes, que escriba lo que los Apóstoles les habían predicado" (ver arriba).


- Como Irineo, Tertuliano apela en sus escritos contra los herejes a la prueba aportada por las labores Apostólicas de Pedro y Pablo en Roma acerca de la veracidad de la tradición eclesiástica. En "De Praescriptione", xxxv, dice: "Si están cerca de Italia, tienen a Roma, en donde la autoridad está siempre a mano. Qué afortunada es esta Iglesia para la cual los Apóstoles han volcado toda su enseñanza con su sangre, donde Pedro ha emulado la Pasión del Señor y donde Pablo ha sido coronado con la muerte de Juan" (el Bautista). En "Scorpiace", xv, él también habla de la crucifixión de Pedro. "El retoño de fe ensangrentado primero por Nerón en Roma. Allí Pedro fue ceñido por otro, dado que fue ligado a la cruz". Como una ilustración de la falta de importancia sobre qué agua se utiliza para administrar el bautismo, sostiene en su libro ("Sobre el Bautismo", cap. v) que no hay "ninguna diferencia entre aquélla con la que Juan bautizó en el Jordán y aquélla con la que Pedro bautizó en el Tiber"; y contra Marcion apela al testimonio de los Cristianos de Roma, "a quienes Pedro y Pablo han legado el Evangelio, sellado con su sangre" (Adv. Marc., IV, v).


- Cayo, el Romano que vivió en Roma en tiempos del Papa Ceferino (198-217), escribió en su "Diálogo con Proclus" (en Eusebio, "Hist. Eccl", II, xxviii) dirigido en contra de los Montanistas: "Pero yo puedo mostrar los trofeos de los Apóstoles. Si tienen a bien ir al Vaticano o al camino a Ostia, hallarán los trofeos de aquéllos que han fundado esta Iglesia". Por trofeos (tropaia) Eusebio entiende las tumbas de los Apóstoles, pero su óptica es confrontada por investigadores modernos que consideran que se refiere al lugar de la ejecución. Para nuestro propósito no es importante cuál opinión es correcta, pues el testimonio retiene su valor total en ambos casos. De cualquier modo, los lugares de ejecución y de entierro de ambos estaban próximos; San Pedro, que fue ejecutado en el Vaticano, recibió también allí su sepultura. Eusebio se refiere también a "la inscripción de los nombres de Pedro y Pablo, que han sido preservados hasta hoy allí en las sepulturas" (en Roma).


- Existía por ende en Roma un antiguo memorial epigráfico conmemorando la muerte de los Apóstoles. La lóbrega cita en el Fragmento Muratorio ("Lucas optime theofile conprindit quia sub praesentia eius singula gerebantur sicuti et semote passionem petri evidenter declarat", ed. Preuschen, Tubingen, 1910, p. 29) presupone también una definida tradición antigua con respecto a la muerte de Pedro en Roma.

- Los apócrifos Hechos de San Pedro y Hechos de los Santos Pedro y Pablo, pertenecen de manera similar a la serie de testimonios sobre la muerte de los dos Apóstoles en Roma.

En oposición a este testimonio claro y unánime de la temprana Cristiandad, unos pocos historiadores Protestantes en tiempos recientes han tratado de descartar como legendaria la residencia y muerte de Pedro en Roma. Estos intentos han resultado un completo fracaso. Se aseveraba que la tradición respecto de la residencia de Pedro en Roma se inició primero en los círculos Ebionitas y formaba parte de la Leyenda de Simón el Mago, en la que Pablo es enfrentado por Pedro como un falso Apóstol debajo de Simón; al tiempo que esta pelea fuera transplantada a Roma, también surgió en fecha temprana la leyenda de la actividad de Pedro en esa capital (así en Baur, "Paulus", 2da ed., 245 sqq., seguida por Hase y especialmente Lipsius, "Die quellen der romischen Petrussage", Kiel, 1872). Pero esta hipótesis se ha visto fundamentalmente insostenible por el carácter íntegro y la importancia puramente local del Ebionitismo, siendo refutada directamente por los antedichos testimonios genuinos y enteramente independientes, que son de al menos una antigüedad similar. Más aún, ha sido enteramente abandonado por historiadores Protestantes serios (cf., e.g., los comentarios de Harnack en "Gesch. der altchristl. Literatur", II, i, 244, n. 2). Un más reciente intento de demostrar que San Pedro fue martirizado en Jerusalén fue realizado por Erbes (Zeitschr. fur Kirchengesch., 1901, pp. 1 sqq., 161 sqq.). Él apela a los apócrifos Hechos de San Pedro, en los que dos Romanos, Albino y Agripa, son mencionados como perseguidores de los Apóstoles. A éstos identifica como Albino, Procurador de Judea y sucesor de Festus, y a Agripa II, Príncipe de Galilea, de donde llega a la conclusión que Pedro fue condenado a muerte y sacrificado por el Procurador de Jerusalén. Lo insostenible de esta hipótesis se hace inmediatamente visible por el mero hecho que nuestro más antiguo testimonio definido sobre la muerte de Pedro en Roma antedata por mucho los Hechos apócrifos; además, nunca en toda la extensión de la antigua Cristiandad se ha sido designada otra ciudad fuera de Roma como el lugar del martirio de los Santos Pedro y Pablo.

Aunque la actividad y muerte de San Pedro en Roma sea tan claramente establecida, no tenemos información precisa sobre los detalles de su estancia Romana. Las narraciones contenidas en la literatura apócrifa del siglo segundo, sobre la supuesta contienda entre Pedro y Simón el Mago, pertenecen al dominio de la leyenda. De lo ya dicho sobre el origen del Evangelio de San Marcos, podemos deducir que Pedro trabajó durante un largo período en Roma. Esta conclusión es avalada por la voz unánime de la tradición, que desde la segunda mitad del siglo segundo designa al Príncipe de los Apóstoles como fundador de la Iglesia Romana. Se sostiene ampliamente que Pedro hizo una primera visita a Roma luego de ser milagrosamente liberado de la prisión en Jerusalén; que Lucas se refería a Roma por "otro lugar", pero omitió el nombre por razones especiales. No es imposible que Pedro haya realizado un viaje de misión a Roma alrededor de esta época (después del 42 AD), pero este viaje no puede ser establecido con certeza. De cualquier forma, no podemos, en apoyo de esta teoría, apelar a las notas cronológicas de Eusebio y Jerónimo, dado que, aún cuando estas notas se retrotraen a las crónicas del siglo tercero, no son tradiciones de antiguo sino el resultado de cálculos basados en las listas episcopales. En la lista de obispos de Roma que data del siglo segundo, se introdujo en el siglo tercero (como sabemos por Eusebio y la "Cronografía de 354") la nota sobre veinticinco años de pontificado de San Pedro, pero no podemos rastrear su origen. Este agregado, en consecuencia, no sustenta la hipótesis de una vista de San Pedro a Roma luego de su liberación de la prisión (alrededor del 42). Por lo tanto, podemos admitir solamente la posibilidad de una visita tan anterior a la capital.

La tarea de determinar el año de la muerte de San Pedro está rodeada de dificultades similares. En el siglo cuarto y aún en las crónicas del tercero, hallamos dos notas distintas. En las "Crónicas" de Eusebio se da la muerte de Pedro y Pablo como en los años decimotercero y decimocuarto de Nerón (67-68); esta fecha, aceptada por Jerónimo, es la sostenida generalmente. El año 67 también es avalado por la afirmación aceptada al igual por Eusebio y Jerónimo, sobre que Pedro fue a Roma en el reinado del Emperador Claudio (según Jerónimo, en el 42), así como por la tradición antedicha de los veinticinco años de episcopado de Pedro (cf. Bartolini, "Sopra l'anno 67 se fosse quello del martirio dei gloriosi Apostoli", Roma, 1868). Una versión distinta es provista por la "Cronografía de 354" (ed. Duchesne, "Liber Pontificalis", I, 1 sqq.). Ésta refiere el arribo de San Pedro en Roma al año 30, y su muerte como la de San Pablo al año 55. Duchesne ha mostrado que las fechas en la "Cronografía" fueron insertadas en una lista de los Papas que contiene solamente sus nombres y la duración de sus pontificados, de donde, bajo la suposición cronológica de ser el año de la muerte de Cristo el 29, se insertó el año 30 como el comienzo del pontificado de Pedro y su muerte referida al 55 sobre la base de los veinticinco años de pontificado (op. cit., introd., vi sqq.). Esta fecha, sin embargo, ha sido defendida recientemente por Kellner ("Jesus von Nazareth u. seine Apostel im Rahmen der Zeitgeschichte", Ratisbon, 1908; "Tradition geschichtl. Bearbeitung u. Legende in der Chronologie des apostol. Zeitalters", Bonn, 1909). Otros historiadores han aceptado el año 65 (e. g., Bianchini, en su edición del "Liber Pontilicalis" en P. L.. CXXVII. 435 sqq.) o el 66 (e. g. Foggini, "De romani b. Petri itinere et episcopatu", Florencia, 1741; también Tillemont). Harnack procuró establecer el año 64 (i . e . el comienzo de la persecución Neroniana) como el de la muerte de Pedro ("Gesch. der altchristl. Lit. bis Eusebius", pt. II, "Die Chronologie", I, 240 sqq.). Esta fecha, que ya había sido sustentada por Cave, du Pin y Wiesler, ha sido aceptada por Duchesne (Hist. ancienne de l'eglise, I, 64). Erbes refiere la muerte de San Pedro al 22 febrero de 63 y la de San Pablo a 64 ("Texte u. Untersuchungen", nueva serie, IV, i, Leipzig, 1900, "Die Todestage der Apostel Petrus u. Paulus u. ihe rom. Denkmaeler"). Por ende la fecha de la muerte de Pedro no ha sido decidida aún; el período entre julio de 64 (inicio de la persecución Neroniana) y comienzos de 68 (el 9 de julio Nerón huyó de Roma y se suicidó) debe dejarse abierto para la fecha de su muerte. El día de su martirio también se desconoce; 29 de junio, el día aceptado de su fiesta desde el siglo cuarto, no puede ser probado como el día de su muerte (ver abajo).

Con respecto a la forma en que Pedro murió, contamos con la tradición—atestiguada por Tertuliano a fines del siglo segundo (ver arriba) y por Orígenes (en Eusebio, "Hist. Eccl.", II, i)—sobre que sufrió crucifixión. Orígenes sostiene que: "Pedro fue crucificado en Roma con su cabeza hacia abajo, como él mismo había deseado sufrir". Como el lugar de la ejecución pueden muy probablemente aceptarse los Jardines Neronianos en el Vaticano, dado que según Tácito allí se representaban en general las horrendas escenas de la persecución Neroniana; y en este distrito, en la vecindad de la Vía Cornelia y al pié de las Colinas Vaticanas, el Príncipe de los Apóstoles halló su sepultura. De esta tumba (dado que la palabra tropaion era, como ya se dijo, correctamente interpretada como tumba) Cayo ya habla en el siglo tercero. Por un tiempo los restos de Pedro descansaron con los de Pablo en una cripta en la Vía Apia en el lugar ad Catacumbas, donde ahora está la Iglesia de San Sebastián (que en su erección en el siglo cuarto fue dedicada a los dos Apóstoles). Los restos habrían sido probablemente llevados allí a comienzos de la persecución Valeriana en 258, para protegerlos de la amenaza de profanación cuando fueron confiscados los sepulcros Cristianos. Fueron más tarde restituidos a su previo lugar de reposo y Constantino el Grande hizo erigir una magnífica basílica sobre la tumba de San Pedro al pié de la Colina Vaticana. Esta basílica fue reemplazada por la actual de San Pedro en el siglo dieciséis. La cripta con el altar construido sobre ella (confessio) ha sido el más venerado santuario de un mártir en Occidente. En la estructura inferior del altar, sobre la cripta que contenía el sarcófago con los restos de San Pedro, se hizo una cavidad. Ésta fue cerrada por medio de una puerta en el frente del altar. Al abrir esta puerta el peregrino disfrutar del gran privilegio de arrodillarse justo encima del sarcófago del Apóstol. Se solían dar llaves de esta puerta como recuerdos (cf. Gregorio de Tours, "De gloria martyrum", I, xxviii).

La memoria de San Pedro está íntimamente relacionada con la Catacumba de Santa Priscilla en la Vía Salaria. Según la tradición corriente en la tardía antigüedad Cristiana, en este lugar San Pedro instruía a los fieles y administraba el bautismo. Esta tradición parece haber estado basada en testimonios de monumentos aún anteriores. La catacumba situada debajo del jardín de una villa de la antigua familia Cristiana y senatorial Acilii Glabriones y su fundación, se retrotrae hacia fines de siglo primero; y dado que Acilio Glabrio (q. v.) cónsul en 91, fue bajo Domiciano condenado a muerte por ser Cristiano, es bastante posible que la fe Cristiana de la familia datase de los tiempos Apostólicos y que al Príncipe de los Apóstoles se le haya otorgado recepción hospitalaria en la casa de ellos durante su residencia en Roma. Las relaciones entre Pedro y Prudencio, cuya casa estaba en el sitio del actual templo de Prudencio (ahora Santa Prudentiana) parecen recostarse más bien en una leyenda.


En relación con las Epístolas de San Pedro, ver EPÍSTOLAS DE SAN PEDRO; respecto de los varios apócrifos que llevan el nombre de Pedro, especialmente el Apocalipsis y el Evangelio de San Pedro, ver APÓCRIFOS. El sermón apócrifo de Pedro (kerygma), que data de la segunda mitad del siglo segundo, era probablemente una colección de supuestos sermones del Apóstol; varios fragmentos son preservados por Clemente de Alejandría (cf. Dobschuts, "Das Kerygma Petri kritisch untersucht" en "Texte u. Untersuchungen", XI, i, Leipzig, 1893).