Re: Donde se encuentra en el antiguo pacto que el mismo D-s vendría como el Mesías?
Joxan dijo:
A LOS JUDAIZANTES QUE NIEGAN LA DIVINIDAD DE JESUCRISTO (QUE LEAN TITO)
Me expliquen, por favor, como explican este tipo de afirmaciones de Pablo en su epístola, inspirada por el Dios de Israel:
(...)
la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador (Tito 1:3)
¿Quién es Nuestro salvador?= Dios
(...)
Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador. (Tito 1:4)
¿Quién es Nuestro salvador?= Jesucristo
(...)
repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. (Tito 1:13-14)
(...)
para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. (Tito 2:10)
¿Quién es Nuestro salvador?= Dios
(...)
aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, (Tito 2:13)
¿Quién es Nuestro salvador?= Jesucristo
(...)
cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador (Tito 3:4)
¿Quién es Nuestro salvador?= Dios
(...)
el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, (Tito 3:6)
¿Quién es Nuestro salvador?= Jesucristo
(...)
Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho (Tito 3:9)
¿Quién es nuestro Salvador: Dios o Jesucristo Su Hijo? ¿En
qué pensaba Pablo cuando escribió estas líneas? ¿No será que Jesucristo es Dios?
¿Qué tenemos que hacer para ser sanos en la fe? ¿Qué tenemos que evitar por ser fábulas, mandamientos de hombres que se apartan de la verdad, por ser cuestiones necias, vanas y sin provecho?
Que cada cual saque sus conclusiones.
Paz a los que aman al Señor, y al Israel de Dios.
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Sacado de:
http://www.cristianismo-primitivo.org/preguntas/preguntas.htm
Aunque no soy judaizante ni niego la divinidad de Jesús (divinidad no es ser Dios; ej. los ángeles son divinos pero no son Dios), me gustaría responder.
La Biblia llama "nuestro Salvador" a Jesús y también a Dios Padre. ¿Significa eso que son la misma persona o que ambas son Dios? No.
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En primer término, el Padre no es el Hijo. El Padre es YHWH (o Jehová) y el Hijo es el Cristo Mesías. Esta verdad fundamental se prueba con el texto de
Salmos 110:1 en donde el Señor (YHWH=Adonai=Jehová) le dice al Señor (Adoni, el Mesías),
“siéntate a mi diestra hasta que haya puesto a tus enemigos bajo tus pies”.
Habiendo demostrado que YHWH y Jesucristo son dos personas diferentes (Padre e Hijo), entonces no habría UN Salvador ¡sino DOS! Esto contradeciría lo dicho en Isaías 43:11, donde YHWH dice ser El Único Salvador.
Pero lo cierto es que el nombre “JESÚS” viene del Griego ‘I-esóus’ y del Hebreo ‘Jesúa’ o ‘Jehosúa’ en su forma completa, que significa: “Jehová es Salvador”. De modo que el nombre de Jesús y su significado son importantes, pues revela que el verdadero Salvador detrás del nombre de Jesús es Su Padre y Dios, YHWH.
En realidad Jesús es el Portador de la Salvación. Él trae la salvación de Dios. Esta salvación viene por CREER en JESUCRISTO, como el Hijo de Dios. También es CREER en el MENSAJE o EVANGELIO de CRISTO, el cual es de DIOS, SU PADRE (Juan 1:12; 3:16; 5:24; 6:29; 12:44; 17:8,21). Al leer los textos entre paréntesis notaremos que Cristo es el enviado de Dios para traer la salvación---¡Su Salvación!
Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio derecho de ser hechos hijos de Dios
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.
De cierto, de cierto os digo que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna. El tal no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.
Respondió Jesús y les dijo: --Esta es la obra de Dios: que creáis en aquel que él ha enviado.
Pero Jesús alzó la voz y dijo: "El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió
porque les he dado las palabras que me diste, y ellos las recibieron; y conocieron verdaderamente que provengo de ti, y creyeron que Tú me enviaste.
para que todos sean una cosa, así como Tú, oh Padre, en mí y yo en ti, que también ellos lo sean en nosotros; para que el mundo crea que Tú me enviaste.
Ahora que Jesús está en el cielo, los cristianos ejercen la función de salvadores a través de la Palabra de Cristo (la cual es de Su Padre). En Judas 23 leemos:
“A otros SALVAD, arrebatándolos del fuego...” Y Santiago 5:20 dice:
“Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, SALVARÁ DE MUERTE UN ALMA...”
El Apóstol Pablo dice en 1 Timoteo 2:3-5, que el Salvador de los hombres es el Padre, y Quien, a través de Cristo, salva a todos los hombres que se arrepienten. ¡Esta es la verdad del asunto!
De igual manera, Pablo le dice a Tito:
“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia...el cual derramó en nosotros abundantemente POR JESUCRISTO nuestro Salvador.” (3:4-6). Aquí se lee de “Dios nuestro Salvador” (v.4) y “Jesucristo nuestro Salvador” (v.6). No dice que Jesucristo Dios es nuestro Salvador. Lo que Dice es que Dios el Padre, por medio de Cristo, salvó a los hombres por Su amor y misericordia. De este modo Jesús se convierte en el Salvador de los hombres, pues él es el Portador de la salvación de Dios. Así, en 1 Tesalonicenses 5:9 Pablo escribe con verdad:
“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para ALCANZAR SALVACIÓN POR MEDIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.” Jesús es el medio para alcanzar la salvación de Dios Padre.
En Lucas 2:25-31 tenemos la historia de Simeón, un varón justo que esperaba la consolación de Israel. Este hombre tomó en sus brazos al bebe Jesús, y bendijo a Dios, diciendo:
“...porque han visto mis ojos TU SALVACIÓN, LA CUAL HAS PREPARADO EN PRESENCIA DE TODOS LOS PUEBLOS...” (v.30,31). Sí, Jesús es la Salvación de Dios. Es el INTERMEDIARIO entre Dios y los hombres, el Abogado, el Intercesor, el Medio para alcanzar el perdón de Dios por nuestros delitos y pecados. Sin el derramamiento de sangre no hay remisión de los pecados. Jesús sirvió como el Cordero que quita los pecados del mundo. De esta forma Jesús fue el medio para alcanzar la salvación de Dios. Y se convirtió en el salvador de los hombres realmente, aunque en verdad es el Padre quien perdona y salva finalmente, pues Él PREPARÓ dicha salvación como dijo Simeón.
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Ahora consideremos lo siguiente:
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Las cartas pastorales de Pablo son un único cuerpo de escritos conteniendo un único vocabulario, estilo, y pensamiento. Hay muchos pensamientos paralelos expresados entre estas cartas. El primer y mejor lugar para verlo son estas cartas particulares y es una práctica bien conocida entre serios eruditos.
Pablo escribió 13 de los 27 libros que forman el Nuevo Testamento. Él usa la palabra theos (“Dios”) más de 500 veces. En todas estas ocasiones, Pablo no se refiere a Jesús como “Dios”. Y como el respetado erudito Joachim Jeremias ha señalado, la frase “el gran Dios” no es un término que un judío como Pablo aplicaría a otro sino al Abba Padre. Para Pablo,
hay un Dios,
el Padre (
1 Corintios 8:6; Efesios 4:6) y él identifica a “Dios” como “el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,” una indicación que hace numerosas veces. Por supuesto, los trinitarios señalarán a Romanos 9:5, otra traducción trinitaria gravemente imperfecta que es discutida en varias ocasiones por ellos mismos. Esta es la típica manera trinitaria de argumentar, es decir, construir un argumento débil sobre otro en un intento de crear una ilusión de validez. Si Pablo solamente hubiera escrito una o dos epístolas, sería de poco peso decir que nunca se refirió a Jesús como “Dios”. Pero el hecho claro de que él escribió la mitad de los libros del Nuevo Testamento, cubre toda clase de preguntas teológicas, y usó la palabra “Dios” más de 500 veces sin alguna vez referirse a Jesús como Dios es muy llamativo.
Quizás, a diferencia del trinitario, Pablo no tenía una concepción trinitaria de Dios como la doctrina principal de la fe porque nunca había oído hablar de tal cosa. Pienso que sabemos cómo estarían de enredados los libros del Nuevo Testamento con descripciones de Jesús como “Dios” y “Dios el hijo” si hubieran sido escritos por una persona con la mente del trinitario de hoy. Los trinitarios quisieran hacernos creer que Pablo entendió a Jesús como “Dios”, pero se le olvidó mencionar este concepto en todos sus escritos excepto en dos ocasiones aisladas donde hace simplemente una alusión breve a Jesús como “Dios”, y en pasajes con estructuras gramaticales que ponen serias dudas sobre estas interpretaciones trinitarias, e incluso admitidas por los mismos eruditos trinitarios...
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1 Timoteo 1 (el mismo Pablo escribió)
1 Pablo, Apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza;
2 a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.
3 Como te rogué cuando partí para Macedonia, quédate en Efeso, para que requieras a algunos que no enseñen doctrinas extrañas,
4 ni presten atención a fábulas e interminables genealogías, que sirven más a especulaciones que al plan de Dios, que es por la fe.
11 Según el evangelio de la gloria del Dios bendito, que me ha sido encomendado.
12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel al ponerme en el ministerio,
13 a pesar de que antes fui blasfemo, perseguidor e insolente. Sin embargo, recibí misericordia porque, siendo ignorante, lo hice en incredulidad.
14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante con la fe y el amor que hay en Cristo Jesús.
15 Fiel es esta palabra y digna de toda aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
16 No obstante, por esta razón recibí misericordia, para que Cristo Jesús mostrase en mí, el primero, toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.
17 Por tanto, al Rey de los siglos, al inmortal, invisible y único Dios, sean la honra y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
1 Timoteo 2
3 Esto es bueno y aceptable delante de Dios nuestro Salvador,
4 quien quiere que todos los hombres sean salvos y que lleguen al conocimiento de la verdad.
5 Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
6 quien se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
1 Timoteo 3:15
para que si me tardo, sepas Cómo te conviene conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y fundamento de la verdad.
1 Timoteo 4:10
Porque para esto mismo trabajamos arduamente y luchamos, pues esperamos en el Dios viviente, quien es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los que creen.
1 Timoteo 5:21
Requiero solemnemente delante de Dios y de Cristo Jesús y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicio, no haciendo nada con parcialidad.
1 Timoteo 6
11 Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia, la mansedumbre.
12 Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna, a la cual fuiste llamado y confesaste la buena confesión delante de muchos testigos.
13 Te mando delante de Dios, quien da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, quien dio testimonio de la buena confesión delante de Poncio Pilato,
14 que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la Aparición de nuestro Señor Jesucristo.
15 A su debido tiempo la mostrará el Bienaventurado y solo Poderoso, el Rey de reyes y Señor de señores;
16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible, a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver. A él sea la honra y el dominio eterno. Amén.
2 Timoteo 1 (el mismo Pablo lo escribió)
1 Pablo, Apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús;
2 a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de parte de Dios el Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.
3 Doy gracias a Dios, a quien rindo culto con limpia conciencia como lo hicieron mis antepasados, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones de noche y de día.
8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, prisionero suyo. Más bien, sé partícipe conmigo de los sufrimientos por el evangelio, según el poder de Dios.
9 Fue él quien nos salvó y nos llamó con santo llamamiento, no conforme a nuestras obras, sino conforme a su propio propósito y gracia, la cual nos fue dada en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo;
10 y ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús. El anuló la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio,
11 del cual he sido puesto como predicador, Apóstol y maestro.
2 Timoteo 2
9 Por él soporto sufrimientos hasta prisiones, como si fuera malhechor. ¡Pero la palabra de Dios no está presa!
10 Por tanto, todo lo sufro a favor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús, con gloria eterna.
11 Fiel es esta palabra: Si morimos con él, también viviremos con él.
12 Si perseveramos, también reinaremos con él. Si le negamos, él también nos negará.
13 Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo.
14 Recuérdales esto, requiriéndoles delante de Dios que no contiendan sobre palabras, que para nada aprovecha, sino que lleva a la ruina a los que oyen.
15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.
2 Timoteo 3
14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te has persuadido, sabiendo de quienes lo has aprendido
15 y que desde tu niñez has conocido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por medio de la fe que es en Cristo Jesús.
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la Reprensión, para la corrección, para la Instrucción en justicia,
17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra.
2 Timoteo 4
1 Te requiero delante de Dios y de Cristo Jesús, quien ha de juzgar a los vivos y a los muertos, tanto por su manifestación como por su reino:
2 Predica la palabra; mantente dispuesto a tiempo y fuera de tiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y enseñanza.