Purgatorio. Es una doctrina incorrecta de la Iglesia Católica Romana. Según esta enseñanza, existe una pena por los pecados cometidos que debe ser sufrida en el tiempo, aún cuando el castigo eterno haya sido quitado por la absolución sacerdotal. Luego de la muerte, aquellos que no están condenados al infierno, pero tampoco son impecables (o sea, la vasta mayoría de los creyentes) deben ser "purgados" de sus manchas en un lugar o situación que se denomina purgatorio. Luego de que esto ocurra, tras un período indeterminado de tiempo, el alma del difunto es libre para entrar al cielo. Aunuqe nadie sabe cuánto tiempo se prolonga la purga, según la Iglesia Católica "las ofrendas o servicios dados a la Iglesia, las oraciones de los sacerdotes, y las misas ofrecidas por familiares o amigos en beneficio de los difuntos pueden reducir, aliviar o eliminar la estancia del alma en el purgatorio."(1)
Esta doctrina extrabíblica es rechazada por la Iglesia Protestante, pues refleja una mala comprensión de la expiación de Cristo, y asimismo añade una ofensa a la obra consumada en la cruz. El error básico consiste en la enseñanza de que podemos perfeccionarnos a nosotros mismos y quitar nuestro pecado a través del sufrimiento propio. Se le añade el error emparentado de que las buenas obras de los vivos pueden ayudar a los muertos. Si tales cosas fuesen posibles, "para qué sería necesario que muriese Cristo? En Gál. 2:21 Pablo afirmó: "No desecho la gracia de Dios, pues si por la Ley viniera la justicia, entonces en vano murió Cristo".
Por lo demás, en la cruz Cristo declaró ""Consumado es!" (Juan 19:30). En griego, esta expresión era un término contable que expresaba que una deuda estaba completamente pagada, cancelada, de manera definitiva. Si la paga por nuestros pecados fue saldada plenamente en la cruz, "cómo puede ser real el purgatorio, especialmente cuando las Escrituras no lo mencioan, y de hecho contradicen explícitamente la idea? En efecto, dicen: "está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" (Heb. 9:27).
Esta doctrina extrabíblica es rechazada por la Iglesia Protestante, pues refleja una mala comprensión de la expiación de Cristo, y asimismo añade una ofensa a la obra consumada en la cruz. El error básico consiste en la enseñanza de que podemos perfeccionarnos a nosotros mismos y quitar nuestro pecado a través del sufrimiento propio. Se le añade el error emparentado de que las buenas obras de los vivos pueden ayudar a los muertos. Si tales cosas fuesen posibles, "para qué sería necesario que muriese Cristo? En Gál. 2:21 Pablo afirmó: "No desecho la gracia de Dios, pues si por la Ley viniera la justicia, entonces en vano murió Cristo".
Por lo demás, en la cruz Cristo declaró ""Consumado es!" (Juan 19:30). En griego, esta expresión era un término contable que expresaba que una deuda estaba completamente pagada, cancelada, de manera definitiva. Si la paga por nuestros pecados fue saldada plenamente en la cruz, "cómo puede ser real el purgatorio, especialmente cuando las Escrituras no lo mencioan, y de hecho contradicen explícitamente la idea? En efecto, dicen: "está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" (Heb. 9:27).