El diálogo entre las religiones

20 Febrero 2006
28
0
EL DIALOGO ENTRE LAS RELIGIONES
El renacimiento de una pluralidad religiosa querida por Dios lleva necesariamente al diálogo interreligioso a descubrir que el otro creyente no es un enemigo sino un aliado, un hermano, un hijo de Dios. Y si la aceptación profunda de la realidad nos conduce al diálogo, este fructifica normalmente en una colaboración práctica en la mejora de nuestro mundo y una colaboración teórica de una ética mundial.
Debido a su conciencia de pueblo elegido, Israel juzga peyorativamente a las otras religiones. Los gentiles están bajo la cólera de los y el juicio de Dios y deben convertirse al Dios de Israel. En los profetas hay amenazas y juicios negativos sobre los paganos, su politeísmo y laxismo ético. Pero también en el A.T se afirma la posibilidad de una auténtica experiencia religiosa en algunos paganos y la posibilidad de una religión natural.
El pueblo de Israel al sentirse liberado por Dios descubre a Dios como creador y reconoce unas alianzas anteriores a la de Moisés. La alianza con Adán, primera alianza universal, representa la alianza de Dios con la raza humana a través de la creación. La alianza con Noe es signo de alianza con toda la creación y símbolo de la persistencia del orden del cosmos (Gn 9). El pueblo de Israel reconoce que antes de Moisés se había manifestado Dios y establecido una alianza cósmica.
También el A.T reconoce que existen santos de las naciones antes de Israel (Abel, Henoc y Noe ) y santos de las naciones extranjeras (Job, Lot, la reina de Saba y Melquisedec). La experiencia de Dios como Señor de todos los pueblos y único Dios fue cristalizando y desarrollando una visión abierta y universalista reflejada, por ejemplo, en algunos Salmos (33,119) en el cántico del siervo, en Jeremías y Ezequiel. Muchos textos exhortan a todas las naciones a la alabanza y a la unión escatológica. Estos textos son fruto de un largo proceso desde la monolatría al monoteísmo en los que las críticas de los profetas jugaron un papel fundamental. La conversión de las naciones en el libro de Isaías por ejemplo, implica dirigirse a Israel. Israel, por lo tanto, va tomando conciencia en esta época de la universalidad del plan de Dios.
En el A.T. también aparece una economía universal basada en la palabra, la sabiduría y el Espíritu. La palabra de Dios, en el génesis, es la realizadora de los designios divinos, de la creación y de la acción cósmica de Dios.
La sabiduría de Dios (Pr 8 y Sb 6,13) reflejo de la armonía divina, se manifiesta en la creación, en el desarrollo de la historia, en toda conducta perfecta, en la belleza y el orden humanos. El Espíritu de Dios (Gn 1,2 Sb 1,7;11,24; 12,1) se muestra presente en la creación y recreación, en la historia de Israel y tiene una influencia universal (“”llena la tierra”) y esta presente en todos.
El propio Jesús de Nazaret aunque limitó su actividad a Israel (Mt 15,24) admite una fe salvifica en los paganos (el centurión, la mujer cananea, la mujer samaritana) y les promete una parte en el Reino de Dios en la reunión escatológica de las naciones. El juicio de Jesús sobre los gentiles no fue negativo como el de sus contemporáneos. El nazareno rechaza todo resentimiento y todo odio ante los romanos y samaritanos. Incluso afirma que los gentiles serán juzgados conforme a la caridad que hayan practicado con el prójimo (Mt25) y que incluso en el juicio saldrán mejor librados los habitantes de Ninive que los israelitas (Mt 12,41).
La Iglesia apostólica reconoce la necesidad de predicar el evangelio fuera de Israel. Pedro predica a la familia del centurión Cornelio y comprende que “el don del Espíritu Santo había sido también derramado sobre los gentiles” (Hch17 22,31). Juan en su prólogo, afirma como la creación es realizada por Dios por medio del logos-sabiduría ampliando enormemente la perspectiva neotestamentaria y posibilitando una aproximación positiva a las religiones. La carta a los hebreos atestigua la fe de algunos paganos como Abel, Henoc o la ramera Rahab (Hb 11,4.5 y 31; Stg 2:25-26)
Por lo tanto, en la Biblia descubrimos junto con una crítica al politeísmo un reconocimiento de la fe y santidad de algunos paganos, la obtención de la salvación por sus buenas obras y por el ejercicio de la caridad. Ademas el reconocimiento de Dios como creador, como Señor de todos los pueblos y de la historia abre una economía más amplia basada en la palabra (creación), la sabiduría (armonía, belleza y obras) y Espíritu (historia).
Karlt Rahaner con su teoría del “cristianismo anónimo” mantiene que cabe abrirse incoscientemente a la autodonación de Dios dentro de la propia tradición en la hondura de la existencia espiritual puesto que Dios ofrece la gracia de Cristo concretamente a la persona (que es el lugar de la autocomunicación de Dios en Jesucristo). Para este gran teólogo existe una presencia universal del ministerio de Cristo, no del cristianismo, accesible a cualquiera en cualquier situación histórica si se abre de alguna forma a la autocominicación de Dios que alcanza su punto culmen en Cristo. La historia del mundo es la de un mundo agraciado en todos sus rincones y épocas. La realidad y la humanidad están orientadas hacia Cristo. De ahí que la cristología sea el cumplimiento perfecto de la antropología.
La salvación alcanza anónimamente a través de las otras tradiciones religiosas a las personas debido al carácter social de la vida religiosa. Las religiones, por lo tanto son configuraciones legitimas del cristianismo anónimo.
Aunque para algunas ciertos aspectos de esta teología son criticables (la terminología es ofensiva, no resalta suficientemente la novedad del cristianismo, desvaloriza la teología de la Cruz, transforma lo natural en una función de la naturaleza) hay sin duda aquí una gran aportación que no se puede dejar a un lado fácilmente.
“En nuestro tiempo la esposa de Cristo prefiere usar de la medicina de la misericordia más que de la severidad. Piensa que hay que remediar a los necesitados mostrándoles la validez de la doctrina sagrada más que condenándolos”. Además, en actitud de apertura a los nuevos lenguajes de la humanidad recordaba que una cosa es la sustancia del “deposito de la fe” y otra la manera de expresarlo.
Este Espíritu de diálogo hizo que la iglesia en el concilio tomara conciencia de su identidad con profunda humildad y apertura y reconociera que la Iglesia, en el curso de los siglos, tiende constantemente a la plenitud de la verdad divina. Hasta que en ella se cumplan las verdades de Dios. La Iglesia deja de ser propietaria exclusiva de la verdad para ponerse en camino hacia la verdad. Esto supone dejar de lado toda posesión estática y plenitud presente. Con el concilio también los conceptos teológicos se comprenden de forma más abierta. La tradición se concibe cómo algo vivo y en crecimiento; la iglesia como comunidad de fe, de esperanza y de caridad que no tiene otro anhelo “que de servir con creciente generosidad y con suma eficacia a los hombres de hoy (Gadium et Spes 93).
Sólo Dios salva. Sólo Dios establece los caminos de salvación. La salvación es el destino universal pensado por Dios PARA TODOS. Por eso la vocación del hombre es divina. Las religiones son canales, caminos o medios del poder salvador de Dios.
Los cristianos creemos que el “Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de sólo Dios conocida, se asocien a este ministerio pascual” (Gadium sepes 22). La unidad de la raza humana en su origen y destino proporciona derechos incuestionables a toda persona basados en la igual dignidad de todos y proporciona una única meta última, que es la comunicación con el Dios Uno y Trino, al que tienden las
personas a través de diversos caminos religiosos. Por eso Rahner consideró a las religiones hasta cierto punto legitimas halló en ellas elementos de verdad y gracia.
Puesto que el Espíritu Santo opera en todas las dimensiones del universo también tenemos que reconocerle en los impulsos de diálogo. “En una atmósfera de animosidad provocada por la injusticia y la violación de los derechos humanos, el diálogo significa impotencia y vulnerabilidad. Desde una posición de debilidad, uno puede comunicar verdaderamente la propia confianza en el otro.
Dialogar significa abrir el corazón y expresar el propio pensamiento con ánimo y respeto. Pero, como lo ha demostrado la experiencia el Espíritu se ha servido precisamente de la impotencia y la vulnerabilidad para llevar al perdón reciproco y a la reconciliación entre individuos, familias y comunidad...
El diálogo requiere una profunda espiritualidad que hace al hombre capaz como hizo Jesucristo, de perseverar en su fe en el amor de Dios también cuando todo parece desmoronarse. El diálogo, en fin, requiere una entrega total de sí mismo a imitación de Cristo. De ahí que la espiritualidad cristiana sea en el fondo una espiritualidad del diálogo “se debería escuchar ante todo a Dios y a Cristo antes de escuchar al hombre, y continuar escuchando mientras se escucha al hombre, Cristo es continuamente nuestro maestro y nuestro modelo; contemplándole, escuchándole, uno se pregunta sin cesar: ¿cómo ve Él al otro? ¿Qué es lo que El desea dar a este hombre? ¿y que le ha dado ya antes de este encuentro?.
Las otras religiones no pueden ser presentadas como las fuerzas del anti-reino.
El vaticano II presenta las religiones como una preparación del Reino de Dios. Puesto que en todas las tradiciones religiosas se encuentran los valores del Reino de Dios como frutos del Espíritu, podemos concluir que a través de esos valores hay en ellas una buena voluntad por acercar la venida del Reino.
La iglesia puede aprender de los símbolos religiosos de las religiones que son un autentico potencial de liberación-salvación y muchos seres humanos expresan sus deseos de liberación-salvación en el lenguaje de las religiones.
 
El Tiempo está cerca

El Tiempo está cerca

jose gallego dijo:
EL DIALOGO ENTRE LAS RELIGIONES
El renacimiento de una pluralidad religiosa querida por Dios lleva necesariamente al diálogo interreligioso a descubrir que el otro creyente no es un enemigo sino un aliado, un hermano, un hijo de Dios. Y si la aceptación profunda de la realidad nos conduce al diálogo, este fructifica normalmente en una colaboración práctica en la mejora de nuestro mundo y una colaboración teórica de una ética mundial.
Debido a su conciencia de pueblo elegido, Israel juzga peyorativamente a las otras religiones. Los gentiles están bajo la cólera de los y el juicio de Dios y deben convertirse al Dios de Israel. En los profetas hay amenazas y juicios negativos sobre los paganos, su politeísmo y laxismo ético. Pero también en el A.T se afirma la posibilidad de una auténtica experiencia religiosa en algunos paganos y la posibilidad de una religión natural.
El pueblo de Israel al sentirse liberado por Dios descubre a Dios como creador y reconoce unas alianzas anteriores a la de Moisés. La alianza con Adán, primera alianza universal, representa la alianza de Dios con la raza humana a través de la creación. La alianza con Noe es signo de alianza con toda la creación y símbolo de la persistencia del orden del cosmos (Gn 9). El pueblo de Israel reconoce que antes de Moisés se había manifestado Dios y establecido una alianza cósmica.
También el A.T reconoce que existen santos de las naciones antes de Israel (Abel, Henoc y Noe ) y santos de las naciones extranjeras (Job, Lot, la reina de Saba y Melquisedec). La experiencia de Dios como Señor de todos los pueblos y único Dios fue cristalizando y desarrollando una visión abierta y universalista reflejada, por ejemplo, en algunos Salmos (33,119) en el cántico del siervo, en Jeremías y Ezequiel. Muchos textos exhortan a todas las naciones a la alabanza y a la unión escatológica. Estos textos son fruto de un largo proceso desde la monolatría al monoteísmo en los que las críticas de los profetas jugaron un papel fundamental. La conversión de las naciones en el libro de Isaías por ejemplo, implica dirigirse a Israel. Israel, por lo tanto, va tomando conciencia en esta época de la universalidad del plan de Dios.
En el A.T. también aparece una economía universal basada en la palabra, la sabiduría y el Espíritu. La palabra de Dios, en el génesis, es la realizadora de los designios divinos, de la creación y de la acción cósmica de Dios.
La sabiduría de Dios (Pr 8 y Sb 6,13) reflejo de la armonía divina, se manifiesta en la creación, en el desarrollo de la historia, en toda conducta perfecta, en la belleza y el orden humanos. El Espíritu de Dios (Gn 1,2 Sb 1,7;11,24; 12,1) se muestra presente en la creación y recreación, en la historia de Israel y tiene una influencia universal (“”llena la tierra”) y esta presente en todos.
El propio Jesús de Nazaret aunque limitó su actividad a Israel (Mt 15,24) admite una fe salvifica en los paganos (el centurión, la mujer cananea, la mujer samaritana) y les promete una parte en el Reino de Dios en la reunión escatológica de las naciones. El juicio de Jesús sobre los gentiles no fue negativo como el de sus contemporáneos. El nazareno rechaza todo resentimiento y todo odio ante los romanos y samaritanos. Incluso afirma que los gentiles serán juzgados conforme a la caridad que hayan practicado con el prójimo (Mt25) y que incluso en el juicio saldrán mejor librados los habitantes de Ninive que los israelitas (Mt 12,41).
La Iglesia apostólica reconoce la necesidad de predicar el evangelio fuera de Israel. Pedro predica a la familia del centurión Cornelio y comprende que “el don del Espíritu Santo había sido también derramado sobre los gentiles” (Hch17 22,31). Juan en su prólogo, afirma como la creación es realizada por Dios por medio del logos-sabiduría ampliando enormemente la perspectiva neotestamentaria y posibilitando una aproximación positiva a las religiones. La carta a los hebreos atestigua la fe de algunos paganos como Abel, Henoc o la ramera Rahab (Hb 11,4.5 y 31; Stg 2:25-26)
Por lo tanto, en la Biblia descubrimos junto con una crítica al politeísmo un reconocimiento de la fe y santidad de algunos paganos, la obtención de la salvación por sus buenas obras y por el ejercicio de la caridad. Ademas el reconocimiento de Dios como creador, como Señor de todos los pueblos y de la historia abre una economía más amplia basada en la palabra (creación), la sabiduría (armonía, belleza y obras) y Espíritu (historia).
Karlt Rahaner con su teoría del “cristianismo anónimo” mantiene que cabe abrirse incoscientemente a la autodonación de Dios dentro de la propia tradición en la hondura de la existencia espiritual puesto que Dios ofrece la gracia de Cristo concretamente a la persona (que es el lugar de la autocomunicación de Dios en Jesucristo). Para este gran teólogo existe una presencia universal del ministerio de Cristo, no del cristianismo, accesible a cualquiera en cualquier situación histórica si se abre de alguna forma a la autocominicación de Dios que alcanza su punto culmen en Cristo. La historia del mundo es la de un mundo agraciado en todos sus rincones y épocas. La realidad y la humanidad están orientadas hacia Cristo. De ahí que la cristología sea el cumplimiento perfecto de la antropología.
La salvación alcanza anónimamente a través de las otras tradiciones religiosas a las personas debido al carácter social de la vida religiosa. Las religiones, por lo tanto son configuraciones legitimas del cristianismo anónimo.
Aunque para algunas ciertos aspectos de esta teología son criticables (la terminología es ofensiva, no resalta suficientemente la novedad del cristianismo, desvaloriza la teología de la Cruz, transforma lo natural en una función de la naturaleza) hay sin duda aquí una gran aportación que no se puede dejar a un lado fácilmente.
“En nuestro tiempo la esposa de Cristo prefiere usar de la medicina de la misericordia más que de la severidad. Piensa que hay que remediar a los necesitados mostrándoles la validez de la doctrina sagrada más que condenándolos”. Además, en actitud de apertura a los nuevos lenguajes de la humanidad recordaba que una cosa es la sustancia del “deposito de la fe” y otra la manera de expresarlo.
Este Espíritu de diálogo hizo que la iglesia en el concilio tomara conciencia de su identidad con profunda humildad y apertura y reconociera que la Iglesia, en el curso de los siglos, tiende constantemente a la plenitud de la verdad divina. Hasta que en ella se cumplan las verdades de Dios. La Iglesia deja de ser propietaria exclusiva de la verdad para ponerse en camino hacia la verdad. Esto supone dejar de lado toda posesión estática y plenitud presente. Con el concilio también los conceptos teológicos se comprenden de forma más abierta. La tradición se concibe cómo algo vivo y en crecimiento; la iglesia como comunidad de fe, de esperanza y de caridad que no tiene otro anhelo “que de servir con creciente generosidad y con suma eficacia a los hombres de hoy (Gadium et Spes 93).
Sólo Dios salva. Sólo Dios establece los caminos de salvación. La salvación es el destino universal pensado por Dios PARA TODOS. Por eso la vocación del hombre es divina. Las religiones son canales, caminos o medios del poder salvador de Dios.
Los cristianos creemos que el “Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de sólo Dios conocida, se asocien a este ministerio pascual” (Gadium sepes 22). La unidad de la raza humana en su origen y destino proporciona derechos incuestionables a toda persona basados en la igual dignidad de todos y proporciona una única meta última, que es la comunicación con el Dios Uno y Trino, al que tienden las
personas a través de diversos caminos religiosos. Por eso Rahner consideró a las religiones hasta cierto punto legitimas halló en ellas elementos de verdad y gracia.
Puesto que el Espíritu Santo opera en todas las dimensiones del universo también tenemos que reconocerle en los impulsos de diálogo. “En una atmósfera de animosidad provocada por la injusticia y la violación de los derechos humanos, el diálogo significa impotencia y vulnerabilidad. Desde una posición de debilidad, uno puede comunicar verdaderamente la propia confianza en el otro.
Dialogar significa abrir el corazón y expresar el propio pensamiento con ánimo y respeto. Pero, como lo ha demostrado la experiencia el Espíritu se ha servido precisamente de la impotencia y la vulnerabilidad para llevar al perdón reciproco y a la reconciliación entre individuos, familias y comunidad...
El diálogo requiere una profunda espiritualidad que hace al hombre capaz como hizo Jesucristo, de perseverar en su fe en el amor de Dios también cuando todo parece desmoronarse. El diálogo, en fin, requiere una entrega total de sí mismo a imitación de Cristo. De ahí que la espiritualidad cristiana sea en el fondo una espiritualidad del diálogo “se debería escuchar ante todo a Dios y a Cristo antes de escuchar al hombre, y continuar escuchando mientras se escucha al hombre, Cristo es continuamente nuestro maestro y nuestro modelo; contemplándole, escuchándole, uno se pregunta sin cesar: ¿cómo ve Él al otro? ¿Qué es lo que El desea dar a este hombre? ¿y que le ha dado ya antes de este encuentro?.
Las otras religiones no pueden ser presentadas como las fuerzas del anti-reino.
El vaticano II presenta las religiones como una preparación del Reino de Dios. Puesto que en todas las tradiciones religiosas se encuentran los valores del Reino de Dios como frutos del Espíritu, podemos concluir que a través de esos valores hay en ellas una buena voluntad por acercar la venida del Reino.
La iglesia puede aprender de los símbolos religiosos de las religiones que son un autentico potencial de liberación-salvación y muchos seres humanos expresan sus deseos de liberación-salvación en el lenguaje de las religiones.
Sin dudas, el Tiempo está cerca...

:kaffeetri
 
El diálogo entre las religiones

jose gallego dijo:
El renacimiento de una pluralidad religiosa querida por Dios lleva necesariamente al diálogo interreligioso a descubrir que el otro creyente no es un enemigo sino un aliado, un hermano, un hijo de Dios. Y si la aceptación profunda de la realidad nos conduce al diálogo, este fructifica normalmente en una colaboración práctica en la mejora de nuestro mundo y una colaboración teórica de una ética mundial.

Petrino hacía una diferencia interesante entre ecumenismo (diálogo entre
cristianos) y diálogo interreligioso (diálogo con los no cristianos). Me
parece importante diferenciar ambas cosas y no englobarlo todo dentro del
ecumenismo, pues la consecuencia de ello sería su rápida degradación. Las
experiencias que he conocido de sincretismo (zen cristiano, yoga cristiano,
cristianobudismo, etc.) me parecieron una ceremonia de la confusión para
buscadores de novedades, pero algo sin futuro. El autoritarismo dentro de
los grupos de zen cristiano es asfixiante, sólo soportable por quienes sienten
un gusto especial por ser manejados como muñecos de guiñol.
...
 
El diálogo entre las religiones

...
Completando mi mensaje anterior yo distinguiría tres cosas:
1ª) Ecumenismo: Diálogo entre cristianos.
2ª) Diálogo interreligioso: Diálogo de cristianos con no cristianos.
3ª) Sincretismo: Sistema filosófico-religioso que trata de conciliar
doctrinas diferentes.

Los dos primeros me parecen válidos si se llevan a cabo respetando la regla
de no utilizarlos para fagocitar al otro. El último es, para mí, la ceremonia de
la confusión que sólo conduce a callejones sin salida.
...
 
Re: El diálogo entre las religiones

Hoy en la Iglesia nos preguntamos por la voluntad de Jesús, debemos de ser humildes y modestos y no confundirla con la nuestra. Hay toda una línea de conducta y actuación que está ciertamente en línea con la voluntad del Señor. Todo lo que acelera la llegada del Reino del Abba, todo lo que crea entre nosotros fraternidad.
La voluntad de Jesús es que no dejemos de soñar, ni de ver visiones, ni de esperar milagros, ni de caminar, ni de luchar en contra del mundo viejo.
Volvamos a Galilea, volvamos a soñar, y a acoger con ilusión tantos sueños que el Espíritu fue sembrando por el mundo.
Que la Iglesia de Jesús pueda sonreír a través de nuevos momentos de reconciliación. QUE UNA GRAN OLA DE ECUMENISMO NOS INVADA A TODOS. Necesitamos voces proféticas que nos llamen de nuevo a la comunión pero no en formulas, no en personajes autoritarios, sino en Jesucristo, en su evangelio, en la fe de su comunidad, de su pueblo, en la practica del Evangelio.
 
El diálogo entre las religiones

jose gallego dijo:
Hoy en la Iglesia nos preguntamos por la voluntad de Jesús, debemos de ser humildes y modestos y no confundirla con la nuestra. Hay toda una línea de conducta y actuación que está ciertamente en línea con la voluntad del Señor. Todo lo que acelera la llegada del Reino del Abba, todo lo que crea entre nosotros fraternidad.

La voluntad de Jesús es inequívoca. El oró apasionadamente por la unidad
de sus discípulos. Juan 17,21: Te pido que todos ellos estén unidos; que
como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros,
para que el mundo crea que tú me enviaste.
...