Nosotros, los hijos de Lutero

Bart

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24 Enero 2001
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http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_29713.html

Nosotros, los hijos de Lutero

Luis Hernández Arroyo


“El libertador de verdad, el forjador de occidente, de los derechos humanos, de la democracia, de la libertad personal protegida por la ley, fue Lutero. Él fue quien liberó nuestra conciencia.”


Ahora que resurge el conflicto moral entre el Islam y Occidente, y que muchísimos no saben exactamente a que atenerse, bueno sería deshacer errores muy extendidos y clarificar la trayectoria real seguida por nuestra sociedad.

Hay una concepción errónea muy extendida entre nosotros, alimentada por siglos de enseñanza acomplejada o tendenciosa, que mantiene el origen de la sociedad libre en la Revolución Francesa. Este error se complementa con otro, menos extendido pero no menos mendaz, según el cual el marxismo habría venido a "redondear" la faena del progreso de la historia.

La verdad es muy otra: lo que mejor explica los hechos es que, como dice Barzum, "todo empezó con Lutero". La historia no transcurre por el camino de las decisiones intencionadas, sino por el de las consecuencias no intencionadas y sorpresivas. Los ilustrados y revolucionarios quisieron construir una sociedad nueva en la que el hombre, en pleno uso de razón, sería por fin libre. Libre de ataduras religiosas y libre de soberanos arbitrarios. Robespierre no era malo probablemente; o al menos no tanto como otros que luego le aplicaron a él su propia medicina. Pero él y sus colegas fracasaron. Lo que trajeron fue el Terror, la opresión, la guerra y Napoleón, sangriento responsable éste de millones de muertos, franceses y no franceses. Todos los países que se emanciparon hipnotizados por "las luces", como las Españas iberoamericanas, se quemaron en el intento.

El libertador de verdad, el forjador de occidente, de los derechos humanos, de la democracia, de la libertad personal protegida por la ley, fue Lutero. Él fue quien liberó nuestra conciencia. Todo empezó cuando declaró que "la fe de cada uno es cosa absolutamente libre. No se puede forzar a los corazones. Se logrará, como mucho, constreñir a los débiles a mentir, a decir lo contrario de o que piensan en el fondo de sí mismos". Y, más adelante, estas hermosas palabras: "la herejía es una fuerza espiritual: no se la puede herir con el hierro ni quemar con el fuego".

¡La herejía, fuerza espiritual! Cada vez que leo estas palabras, me conmuevo, no por motivos religiosos sino porque, desde entonces, la historia tomó otro camino, el que condujo a la libertad. La libertad, arduamente conquistada, de ser herejes. Ahí esta la clave. ¿No es la base de los Derechos Humanos? Seamos herejes, y con orgullo.

El trecho recorrido desde entonces no ha sido ni fácil ni rectilíneo. La semilla frutificó en unos Ingleses que en 1620 arribaron a las costas de Massachussets para fundar una sociedad sin persecuciones religiosas. Hicieron un pacto cuyas palabras siguen resonando en todas leyes promulgadas desde entonces, como en la Declaración de Independencia:

"Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad."

Desde entonces, sus descendientes fueron fieles a esa fe en la libertad del hombre, y consolidaron la primera nación de la historia protectora de la libertad y de la igualdad ante la ley. A veces defendieron la Libertad con las armas, dentro y fuera de su tierra; como siguen haciéndolo ahora.

No fue, por tanto, en la tierra de Lutero donde su semilla se hizo frondoso árbol. Fue en otro continente, y desde él vino con el tiempo a nutrirnos y renovarnos, sobre todo en nuestros periodos de mayor ofuscación. Sabido es que nunca, y menos hoy, hemos sido generosos a la hora de reconocer esa Deuda. Hoy esa convicción está en decadencia en Europa porque sus huellas han sido borradas.

Lutero se enfrentó al poder de la Iglesia y al mundo medieval no por ambición de poder, sino para declarar con toda la fuerza de su enorme fe que "el hombre es libre, dueño de su conciencia, y que la herejía es una fuerza no combatible con las armas". A él le debemos el redescubrirnos un camino que estaba en San Pablo y dejarlo firmemente abierto ante nosotros. Somos, queramos o no, sus hijos. Recuperemos esa senda para enfrentarnos a las amenazadas que nos acechan, y comencemos por proclamar, contra tanto pusilánime de la hora actual, genuflexo antes de que se lo pidan, nuestra fe en el derecho a la herejía.

Fuente: http://www.libertaddigital.com/
 
Nosotros, los hijos de Lutero

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Luteranos

I. Definición y génesis histórica

Los luteranos forman la primera iglesia protestante que emergió, primero en Alemania, como resultado del movimiento de reforma iniciado por el monje agustino Martín Lutero. A todos sus seguidores, y quienes también decidieron separarse de la iglesia oficial de entonces -la Iglesia Católica Romana- se les llamó, lógicamente, luteranos.

A todas luces, Martín Lutero fue el genio y el héroe de esa trascendental y profunda revolución teológica que sacudió los cimientos de la autoritaria Iglesia Romana, que le asestó un golpe certero a la autoridad papal, que arremetió contra el error y tráfico de las indulgencias y que, sobre todo, fue una estentórea clarinada que despertó la conciencia de millones de europeos, iluminándola con la auténtica verdad bíblica.

Para ser justos, no se puede desligar a la persona de Lutero de tan necesaria como providencial reforma; el impacto de su recia personalidad le imprimió un sello inequívoco a la Iglesia Luterana. Para entender a ésta hay que conocer a aquél.

La revolución religiosa empezó en Lutero mismo. La otra -la eclesiástica- fue la repercusión de la suya. Lutero, quien nació en Eisleben el 10 de noviembre de 1483, hijo de un minero, fue profesor en la Universidad de Wittenberg, Alemania, y un fraile apasionadamente religioso, muy estudioso, de mente clara y carácter impetuoso. Dos incidentes fueron los medios de que Dios se valió para producir en Lutero una transformación espiritual profunda y para utilizarlo como el instrumento humano en la enérgica proclamación de la verdad eterna. Fueron éstos: la bula del Papa León X, que autorizaba la venta de las indulgencias, y el descubrimiento que Lutero había hecho por sí mismo de la verdad cardinal del evangelio y que el apóstol Pablo la expresa así: "mas el justo por la fe vivirá" (Ro. 1:17).

Si por un lado la bula papal le provocó indignación y arrojo, por el otro, la doctrina neotestamentaria de la justificación por la fe, la sola fide, le iluminó la mente y le trajo paz, gozo y seguridad a su corazón religioso penitente. Esa experiencia, radical y tajante, convirtió a Lutero en el coloso de la verdad, de la justicia y de la libertad.

De ahí en adelante, Lutero fue el luchador, el proclamador, el investigador, el maestro y guía, el escritor y organizador. Compareció ante el emperador Carlos V y el representante del Papa en la Dieta de Worms, y con determinación afirmó: "... no puedo creer al Papa o al concilio solos; me adhiero a mi conciencia y a la Palabra de Dios... no puedo retractarme... Aquí estoy, no puedo más... Dios me ayude". El Papa lo excomulgó, el Elector Federico de Sajonia lo apoyó, e infinidad de gente lo siguió. La obra de Lutero se consolidó y se estableció. Lutero, amante de la vida familiar, fundó su propio hogar; realizó una labor importante como escritor y compositor de himnos y lanzó al mundo su obra monumental: la traducción de la Biblia al idioma del pueblo alemán.

Las iglesias luteranas en la actualidad cuentan con 69 millones de adherentes en 85 países del mundo. El número de miembros luteranos en los Estados Unidos hacia el final de 1973 era de 8 millones.

Los grupos regionales luteranos son conocidos como distritos o sínodos. Ellos eligen delegados a las convenciones nacionales, y en tal capacidad actúan como "la iglesia". Los luteranos reconocen que la autoridad final está en las congregaciones locales, las cuales, a su vez, transfieren parte de esta autoridad a las corporaciones mayores.

II. Cuerpo de doctrinas características

Los luteranos aceptan la Biblia como la Palabra de Dios, y también los documentos conocidos como el Credo de los Apóstoles, el Credo Niceno, igual que la Confesión de Ausburgo y los Catecismos de Lutero; todo lo cual, y seis otras "Confesiones", están incluidos en el Libro de Concordia. Ellos afirman no tener doctrinas diferentes de la fe cristiana, según se describen éstas en el Nuevo Testamento y que se resumen en el Credo de los Apóstoles.

Respecto de las ordenanzas del evangelio, o "sacramentos", los luteranos creen así: "Los sacramentos del bautismo y de la cena del Señor no son considerados como meros símbolos y monumentos conmemorativos, sino como canales a través de los cuales Dios imparte su gracia. Los luteranos creemos que el cuerpo y la sangre reales de Cristo están presentes en, con, y bajo los elementos terrenales en la cena del Señor, y que éstos son recibidos sacramental y sobrenaturalmente. La Iglesia Luterana cree en el bautismo infantil; las personas bautizadas son consideradas como si hubieran recibido del Espíritu Santo el don potencial de la regeneración y son miembros de la iglesia, aunque la calidad de miembro activo se adquiere después de la confirmación."

De acuerdo con la Confesión de Augsburgo, "el bautismo es necesario para la salvación". En el Pequeño Catecismo de Lutero dice así: "El bautismo produce el perdón de pecados." Creen que por medio de la fe en Cristo se empieza una nueva vida, la cual se alimenta y se fortalece por los dones de Dios que vienen a través de su Palabra y los sacramentos.

Ellos piensan que la vida cristiana es una respuesta de agradecimiento al Padre celestial amoroso, más bien que una obediencia a un monarca duro. Entre los luteranos, la forma de culto y la liturgia son muy semejantes a las de la Iglesia Católica, de la cual Lutero conservó varias cosas. Lutero puso énfasis en la doctrina del "sacerdocio de los creyentes", entendiendo por esto <que el cristiano, individualmente, tiene acceso ante Dios y recibe su gracia salvadora. Lutero rechazó los otros "sacramentos" de la iglesia Católica, por considerar que Cristo no los estableció.

Los luteranos creen en que cada cristiano es "santo" no en el sentido de que es perfecto, sino en que por la gracia de Dios progresa hacia la santidad. El pecado es, en esencia, desobediencia a Dios; es la condición básica de nuestra personalidad. La única razón de nuestra existencia es hacer la voluntad de Dios nuestro Creador.

El hombre necesita ser rescatado y la salvación es un don, un regalo de Dios. Cuando el hombre quiere ser salvo y cree en Cristo, Dios viene al hombre y lo salva. Sólo Dios puede salvarnos. A este respecto, el sacrificio de Cristo en la cruz es suficiente y completo.

Los luteranos creen en la doctrina de la Santísima Trinidad; creen también en el cielo y el infierno, como los lugares y estados finales de quienes mueren en Cristo y de quienes mueren sin el perdón de sus pecados.

Los luteranos no reconocen al Papa de Roma como la cabeza visible de la iglesia cristiana, ni como el sucesor de Pedro en la institución del papado. Pero sí muestran un gran respeto a todas las demás iglesias de la cristiandad. En cuanto al divorcio, a los medios artificiales de anticoncepción y otras cuestiones de índole social, dicen que la iglesia no es una sociedad legisladora, sino una agencia mediante la cual el Espíritu Santo moldea y dirige las vidas cristianas en su crecimiento hacia la santidad.

Práctica y doctrinalmente, creen en la separación de la iglesia y el Estado, (aunque en Alemania y los países del Norte de Europa funcionaron como iglesia oficial del Estado) y unánimemente se han opuesto al nombramiento de embajadores ante el Vaticano. No obstante, participan activamente en el movimiento ecuménico para que las diferentes denominaciones del cristianismo histórico se entiendan, se relacionen y cooperen entre sí.

Fuente: www.meta-religion.com/Religiones_del_mundo/Cristianismo/Denominaciones/luteranos.htm
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Re: Nosotros, los hijos de Lutero

¡La herejía, fuerza espiritual! Cada vez que leo estas palabras, me conmuevo, no por motivos religiosos sino porque, desde entonces, la historia tomó otro camino, el que condujo a la libertad. La libertad, arduamente conquistada, de ser herejes. Ahí esta la clave. ¿No es la base de los Derechos Humanos? Seamos herejes, y con orgullo.

¡Qué cosas!

Pues me temo que el infierno está lleno de orgullosos.

La única y verdadera libertad es la fidelidad a la verdad, no a la herejía.
 
Re: Nosotros, los hijos de Lutero

Luis Fernando dijo:
¡Qué cosas!

Pues me temo que el infierno está lleno de orgullosos.

La única y verdadera libertad es la fidelidad a la verdad, no a la herejía.
Ciertamente.
Pero no creo que el artículo hable de la herejía propiamente dicha, sino de la "herejía" conforme la entiende Roma, poder religioso contra el cual luchó Martín Lutero.
 
Re: Nosotros, los hijos de Lutero

Es que precisamente el propio Lutero, que no dudó en aliarse al poder temporal de unos príncipes, no era lo que se dice muy abierto a la libertad religiosa y al libre examen. Basta con leer lo que opinaba de aquellos que no concordaban con él doctrinalmente. También se lo pueden preguntar a su colega Zwinglio o a Calvino y su régimen teocrático, todos ellos muy ajenos a los famosos derechos humanos a los que alude el autor del artículo.

Y claro, mejor no me meto en lo que hicieron esos "héroes" que arribaron a las costas de Massachussets en 1620. Que se lo pregunten a los que sufrieron las consecuencias de la primera acción de guerra química (envío de mantas infectas de viruela) a manos de ellos.


Este mundo occidental en el que vivimos cree que la libertad consiste en poder hacer y pensar lo que uno quiera. Los cristianos sabemos que eso no es cierto.
 
Re: Nosotros, los hijos de Lutero

Algo sobre el verdadero libertador, aquél de quien sí podemos presumir:


El servicio a la verdad de la fe, un servicio a la alegría, asegura el Papa

Discurso a la asamblea plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe

Benedicto XVI está convencido que el servicio que la Iglesia ofrece a la verdad de la fe es, en última instancia, un servicio a la alegría profunda.

Así se lo explicó este jueves a los cien participantes en la asamblea plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en un discurso en el que recogió «con algo de emoción», su experiencia como prefecto de ese organismo vaticano durante más de veinte años.

«En la vida de la Iglesia, la fe tiene una importancia fundamental, pues es fundamental el don que Dios hace de sí mismo en la Revelación y esta auto-entrega de Dios es acogida en la fe», reconoció al explicar la importancia del servicio que ofrece esa Congregación.

Cuando la fe pierde este carácter central, reconoció, «también el tejido de la vida eclesial pierde su vivacidad original y se deteriora, cayendo en un activismo estéril y reduciéndose a habilidad política de estilo mundano», reconoció.

«Si la verdad de la fe se pone con sencillez y decisión en el centro de la existencia cristiana --añadió--, la vida del hombre queda vivificada por un amor que no conoce pausas ni confines, como he podido recordar en mi reciente carta encíclica "Deus caritas est"».

Según el Papa, «Jesús es la estrella polar de la libertad humana: sin Él pierde su orientación, pues sin el conocimiento de la verdad la libertad se degenera, se aísla y se reduce a libre albedrío estéril»

«Con él, la libertad recupera su razón de ser, se reconoce como hecha para el bien y se expresa en acciones y comportamientos de caridad»
, subrayó.

«Jesucristo, que es la plenitud de la verdad, atrae hacia sí el corazón de todo hombre, lo dilata, lo llena de alegría --explicó--. Sólo la verdad es capaz de invadir la mente y de hacerle gozar plenamente. Esta alegría ensancha las dimensiones del espíritu humano, levantándole de las angustias del egoísmo, haciéndole capaz de amor auténtico».

«Por este motivo, el servicio a la fe, que es testimonio de quien es la verdad entera, es también un servicio a la alegría y es esta la alegría que Cristo quiere difundir en el mundo: ¡es la alegría de la fe en Él, de la verdad que por medio de Él se comunica, de la salvación que viene de Él!», exclamó.

«¡Esta es la alegría que experimenta el corazón cuando nos arrodillamos para adorar en la fe a Jesús!», reconoció.

Profundizando continuamente en el conocimiento de Cristo, indicó, «podemos mostrar a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo que la fe en Él no es algo sin importancia para el destino de la humanidad: por el contrario, es el cumplimiento de todo lo que es auténticamente humano».

«Sólo desde esta perspectiva podremos ofrecer respuestas convincentes al hombre que se encuentra en búsqueda. Este compromiso es de importancia decisiva para el anuncio y la transmisión de la fe en el mundo contemporáneo. En realidad, la tarea de evangelizar exige hoy, como prioridad urgente, este compromiso», concluyó.
 
Re: Nosotros, los hijos de Lutero

Luis Fernando dijo:
Este mundo occidental en el que vivimos cree que la libertad consiste en poder hacer y pensar lo que uno quiera. Los cristianos sabemos que eso no es cierto.
Ajá. Seré curioso. ¿En qué consiste la libertad, entonces?
 
Re: Nosotros, los hijos de Lutero

Esto:
Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
 
Lutero no es nada de eso.

Lutero no es nada de eso.

DIOS Y ALMAS

Bart dijo:
“El libertador de verdad, el forjador de occidente, de los derechos humanos, de la democracia, de la libertad personal protegida por la ley, fue Lutero.

Lutero no fué nada de eso.

"Libertador de verdad", en el sentido Posmoderno es Nietzsche (o sea, negador del valor de la verdad en sí misma considerada).

Lutero creía en verdades absolutas como el que más.

Uno puede creer en "A" o en "B", pero sigue creyendo en la verdad, a diferencia del relativista.

En ese sentido Lutero no agrega nada al tema.

¿Lutero forjador de Occidente?

Para nada.

Lutero nada más provee una "bandera religiosa" a los Príncipes locales que luego crean el Absolutismo Monárquico.

¿Lutero creador de los derechos humanos?

Para nada.

La consideración de derechos inalienables a la persona deviene de la religión judeo-cristiana ya muchos siglos antes que Lutero.

¿Lutero un demócrata?


No se de dónde se inventaron ésto, pero ciertamente Lutero no era ningún demócrata.

Recuperemos esa senda para enfrentarnos a las amenazadas que nos acechan, y comencemos por proclamar, contra tanto pusilánime de la hora actual, genuflexo antes de que se lo pidan, nuestra fe en el derecho a la herejía.

¿Derecho a la herejía?

Pues si la herejía es mentira, en verdad que nadie tiene derecho a la mentira según el Cristianismo.

El diablo -asesino desde el comienzo- es el padre de toda mentira, nos dice El Señor.

Un cristiano-protestante lo es pues cree estar en la verdad, y no "regodeándose en mentira/herejía".

Así que, o se es cristiano o se es posmodernista, pero no se puede ser ambas cosas a la vez.

ALABADO SEA JESUCRISTO
 
Re: Nosotros, los hijos de Lutero

Luis Fernando dijo:
Esto:
Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Amén.
El problema radica cuando algún jerarca religioso se cree con derecho a definir excluyentemente cuál sea esa verdad en la que hay que permanecer, arrogándose derechos de infalibilidad para interpretarla. A lo largo de la historia tristemente muchos han pretendido ser dueños exclusivos de esa verdad que liberta. Y paradójica y sorprendentemente serían "libres" aquellos que aceptaran ser esclavos de sus caprichosos designios. Curiosa libertad.

Claro que Cristo, en el texto citado, no se refiere a una libertad respecto al mero "hacer o pensar", sino a la libertad de aquellos que viven en tinieblas espirituales. Y esa libertad viene del Hijo. Como está escrito: "Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres" (Juan 8:34-36). Respecto a la otra libertad, Pablo lo dijo claro: "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica." (1 Cor 10:23)
 
Re: Nosotros, los hijos de Lutero

No es una cuestión de jerarcas sino de ministerios pero ese es un tema muy trillado en el que no nos vamos a poner de acuerdo
 
Re: Nosotros, los hijos de Lutero

Por supuesto LFP no puede porque no quiere entenderlo.
El elogio a la herejía no es otra cosa que el elogio a la libertad individual de cada ser humano. Si el mismo Dios le dió esta libertad al crearlo, ¿que poderes mundanos se la pueden quitar en nombre de sus presuntas verdades?
El artículo que nos ha transcrito Bart muestra, ademas, el destino de los pueblos de Europa. Aquellos que no aceptaron los principios de la Reforma se vieron sujetos a los de la Revolución Francesa. A partir de entonces la guerra religiosa pasó de católicos contra protestantes (o viceversa) en una guerra sin cuartel entre católicos. Aquellos que le quitaron el poder temporal al papado, reduciéndole a lo que hoy es el Vaticano, no fueron protestantes sino católicos. Las revoluciones y contra-revoluciones en España ha sido siempre (y aun lo son) cosa de católicos. Y lo malo es que aún queda por decidir quien ha salido vencedor. Si nos trasladamos al Continente Americano, nos encontramos con lo mismo. Alli donde no triunfó la Reforma triunfo la revolución, pero la revolución es el cuento del nunca acabar. Y así vemos que han saltado de unas democracias corruptas a unas Dictaduras más corruptas todavía.
Luis Fernando cita algunas de las barbaridades que cometieron los reformados con los nativos de las tierras conquistadas, pero calla las "azañas" de un Hernan Cortes, un Pizarro y otros angelitos que las hiceron de igual o mayor calibre que aquellos que critica. (Claro que lo usa como medio de justificación). Pero lo más tremendo es que estos las hicieron en el nombre de Dios y en eso mostraron que eran unos fieles católicos.
¿Y que diremos de Rusia? Tampoco aceptaron (junto a toda la ortodoxia) la Reforma y el resultado fué el comunismo. Si el zarismo fué despota y cruel el comunismo no fue mejor ni mucho menos.
La Reforma es un progreso constante respetando la libertad de conciencia humana y el derecho del individuo frente a los poderes de las Instituciones.
¿A quien debemos la Declaración o Carta de los Derechos Humanos? ¿A los católicos? La Institución no los reconoció hasta su Concilio Vaticano II, pero si seguimos las resoluciones del Vaticano I y el famoso Silabario de Errores de Pio IX vemos cual es el auténtico pensar del vaticanismo.
Otro detalle: Los paises monárquicos que quedan en Europa son mayoritariamente protestantes. Y todos estos tienen una monarquía constitucional. ¿Y como llegaron a ella? No mediante revolución o Golpes de Estado.
Ahora este mundo Occidental se enfrenta de nuevo al mismo reto. Su democracia (con todos los defectos que se le quieran atribuir) a un absolutismo islámico y me temo que se nos está planteando como una guerra a muerte. Y no se trata de una guerra religiosa puesto que la religión es sólo un pretexto. Es una cuestión de concepciones políticas. El caso de Iran es más que clarificador que enfrenta el poder atómico con el del petróleo. Se dan cuenta que el del petróleo tiene los días contados y con eso el de emires y ayatolas. ¿Y donde dirigen su mayor inquina? ¿A los USA? Pues no, sino a Israel? ¿Por que? Pues porque es una isla de democracia incrustada en el Medio Oriente. ¿Alguien cree que la democracia es posible en los territorios palestinos? Solo hay que ver lo que ha ocurrido en las elecciones celebradas actualmente. Los paises musulmanes en ninguna manera desean un Estado Palestino y demócrata en aquella región. La democracia es un veneno para sus jerifaltes y temen la contaminación. Puede que me equivoque, ojalá
pero me temo que nunca veremos a un Estado Palestino, en paz con Israel y colaborando juntos, enterrando odios y buscando el bienestar de ambos pueblos.
Perdon por el rollo.
 
Re: Nosotros, los hijos de Lutero

Luis Fernando dijo:
Es que precisamente el propio Lutero, que no dudó en aliarse al poder temporal de unos príncipes, .

Aunque los adeptos a la ICR satanizan a Lutero y creen aun que se alió a los poderes terrenos, como el movil de la verdadera reforma, reformados y no reformado tenemos que agradecr a Luetero que cimbrara las conciencias de los cristianos con la sola lectura de la Biblia, (para bien en su mayoría, para mal en otros casos).

Con la instalación de la imprenta, la edición y la lectura de la Biblia al alcance de mas y mas, fue notorio que se marcó un parteaguas en la historia con esta la primera revolución intelectual de la historia. Con al lectura de la Biblia vino la necesidad de aprender a leer y todo ello sembró en grande medida la diferencia entre la luz del conocimeinto de la Verdad y con ello la verdadera "libertad" de la que aquí se ha hablado y el contraste con la sombra de la religiosidad supersticiosa.

Estamos ante la segunda revolución intelectual de la historia con la creación de la computadora, la red y lo que ello implica (para bien en muchops casos y para mal en otros) y con ello la difusión de la Palabra tambien. Cites y foros cristianos como éste, al alcance de unas cuantas teclas, por medio de los cuales se difunde el evangelio por todo el mundo para testimonio a todas las naciones y luego vendrá el fin.

Sería, en todo caso injustamente decir que la iglesia de Roma no has sido aliada por centurias a los poderes terrenos, de tal modo que aun todos los "principes" de Alemania que apoyaron a Lutero palidecían ante el poder y autoridad de Carlos V el hombre mas poderoso de Europa, Felipe IV, los reyes católicos, etc. En fin, creo que hay mucho material par afirmar que la ICR ha tenido una egemonía bastante mas terrena que aquel apoyo recibido por Lutero y venido de los nobles de Alemania.

Saludos
 
Lutero miente.

Lutero miente.

DIOS Y ALMAS

Demócrito dijo:
A todas luces, Martín Lutero fue el genio y el héroe de esa trascendental y profunda revolución teológica

No es cierto.

El mismo Lutero dijo muchas veces que no tenía idea de cuál sería el resultado de lo iniciado por él.

A todas luces que Lutero no era ni "genio" ni mucho menos "héroe".

Genio es -normalmente- el pensador perspicaz.

La única "teología" de Lutero es falsificar la Biblia para adecuarla así a una doctrina que él había hecho con anterioridad a leer bien la Biblia: es la de "Sola Fide" por supuesto.

Así, Lutero falsificó Rom. 3,28 y otros agregando la palabra "sola" antes de "fé".

Pero la Biblia en ninguna parte soporta tal doctrina, pues obviamente la salvación bíblica es un conjunto de factores que asume la persona incluyendo el de la fé, mas no la fé sola como decía él y argüía contra la Iglesia (de tal suerte que la Iglesia siempre tuvo la verdad bíblica, da la cual es custodia).

Por otra parte, héroe es -normalmente- el valeroso ejecutor histórico de un movimiento.

No así lo es Lutero, puesto que en realidad son los diversos Príncipes Sajones (léase: poder político) los que "ejecutan" el movimiento en sí, y hacen algo del Protestantismo.

Lutero en su propia vida después de 1521 es apenas un confuso espectador.

que sacudió los cimientos de la autoritaria Iglesia Romana,

Sí, sí.......... y el "feminismo" sacudió también los cimientos de la "autoritaria sociedad patriarcal".

Cualquier parecido, no es coincidencia.

Es la misma falacia dirigida contra la cultura judeo-cristiana proveniente del anarquismo, nada más que parafraseada.

que le asestó un golpe certero a la autoridad papal

¡Pequeño error!

La Autoridad Apostólica dada por Cristo (Mt. 16,18-19) sigue tan en pie en Su Iglesia como siempre lo ha estado.

Sería lo mismo decir: "Arrio le asestó el golpe final a la Autoridad Apostólica"

O bien: "Pelagio le asestó el golpe...."

En la verdad histórica objetiva, o desaparece tal Autoridad o no desaparece.

Así, por ejemplo, es verdad histórica objetiva el afirmar: "La Revolución Francesa le asestó el golpe final a la Monarquía francesa".

En éste caso histórico concreto no desaparece la Autoridad Apostólica, y no por esfuerzo humano alguno sino exclusivamente por obra de Dios.

Curiosamente lo que sí desapareció fueron los "estados calvinistas" y demás entes surgidos del Protestantismo.

Y si no me cree, pregúntenle a Suecia.

despertó la conciencia de millones de europeos, iluminándola con la auténtica verdad bíblica.

Mentira histórica demasiado repetida.

La verdad es que todos los siervos del Príncipe protestante eran protestantes, *y no por convicción* sino por política.

La verdad es que no existen "ni trazas" en la historia del aludido movimiento "de verdad bíblica" sino sólo el Absolutismo Monárquico, que es el hijo legítimo de la Reforma Protestante (ésto al haber roto el equilibrio de la Autoridad Apostólica; así el poder civil se desboca hasta la locura).

Para ser justos, no se puede desligar a la persona de Lutero de tan necesaria como providencial reforma;

Mentira calvinista.

Los pecados nunca son "providenciales".

No porque acaeció en la historia tal o cual pecado de los hombres, se puede involucrar a la Providencia.

El pecado del Cisma Protestante con su consecuencia del pecado que es el Absolutismo Monárquico (y luego la época del terror que fué reacción a éste) son solo eso: pecados humanos.

El hecho de que Dios pueda escribir derecho en renglones chuecos en nada cambia la realidad al respecto.

el impacto de su recia personalidad le imprimió un sello inequívoco a la Iglesia Luterana.

La personalidad de Lutero no era recia, sino altamente voluble y baladí.

Esto lo demuestran sus desvaríos en el trato con la Iglesia entre 1517 y 1521, por no señalar sus desvaríos acaecidos hasta su propia muerte.

Lutero habrá sido lo que sea, menos una "personalidad recia".

ALABADO SEA JESUCRISTO
 
La verdadera liberta.

La verdadera liberta.

DIOS Y ALMA

Querido hermano en Cristo Daniel:

Juan 8:32 dijo:
Ajá. Seré curioso. ¿En qué consiste la libertad, entonces?

Una cosa es libertad formal y otra sustancial.

La libertad formal es el sólo hecho de poder hacer una cosa o la otra sin importar qué.

Libertad sustancial -en cambio-, es el actuar conforme a la Voluntad de Dios que es el Bien Supremo.

Es -como enseñan en la escuela- el hecho de escoger entre dos cosas la mejor.

Y este es el concepto bíblico de libertad.

No así el de la "libertad formal".

La "libertad formal" (que es la enarbolada por el Posmodernismo) es precisamente la "libertad" del pecador.

La Biblia nos dice que esa no es libertad en verdad:

"En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo." (Jn. 8,34)

Por tanto el que comete pecado, es libre para cometerlo, mas se hace él mismo esclavo al usar erróneamente de su libertad.

Así que los cristianos no nos podemos dirigir sólamente por el concepto formal de libertad, como insinuaste en la pregunta, sino fundamentalmente por el concepto sustancial o cualitativo de libertad.

La verdadera libertad de Cristo, y por eso Él mismo dice: "ustedes sabrán la verdad, y la verdad los hará libres" (Jn. 8,32).

Sólo la verdad hace libre al ser humano, mientras que la mentira (herejía incluída) lo esclaviza.

ALABADO SEA JESUCRISTO
 
Nosotros, los hijos de Lutero

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Juan Pablo II y Lutero

El pontificado de Juan Pablo II también propició el acercamiento a los protestantes. Karol Wojtyla levantó la excomunión a Lutero, al tiempo que luteranos y católicos, tras años de trabajo común, pudieron firmar una declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación, uno de los puntos principales que enfrentó a Martín Lutero con la Iglesia Católica. La declaración, firmada en 1999 en Augsburgo, la misma ciudad donde el reformador conoció la bula papal que lo excomulgaba, suponía un paso muy importante, a pesar de que existían diferencias de matiz. Las relaciones con otras confesiones protestantes avanzaron a paso desigual, aunque el diálogo se mantuvo en general. Otra de las iglesias más cercanas a Roma era la anglicana. Una comisión conjunta trabajó durante el pontificado de Juan Pablo II para llegar a acuerdos, pero decisiones unilaterales de la Iglesia de Inglaterra, como la ordenación de mujeres sacerdotes o la polémica consagración de un obispo abiertamente homosexual en Estados Unidos, impidieron toda posibilidad de éxito. Otro de los problemas en el diálogo católico-anglicano era la falta de una autoridad única en la Iglesia de Inglaterra, dividida entre el arzobispo de Canterbury, con un poder más nominal que real, y la Conferencia de Lambeth.



Juan Pablo II fue, además, el primer Papa en pedir perdón por los errores cometidos por la Iglesia católica. Se atrevió también a "bendecir" el rock and roll, bendiciendo con su presencia un concierto de Bob Dylan, condenar con coraje el Holocausto y hasta a rehabilitar a figuras que, como Lutero o Galileo, eran hasta ese momento paradigma de herejía.

Recopilado por Demócrito
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El Gobierno Apostólico de la Iglesia

El Gobierno Apostólico de la Iglesia

DIOS Y ALMAS

Querido hermano en Cristo Daniel:

Juan 8:32 dijo:
El problema radica cuando algún jerarca religioso se cree con derecho a definir excluyentemente cuál sea esa verdad

La Biblia nos dice que Cristo promete el Espíritu de la Verdad *no en el Sermón de la Montaña* u otro sitio "para el público en general", sino en reunión "exclusivista y excluyente" con 'la élite Apostólica' reunida: Jn. 14,26.

Por tanto la Iglesia con Su Gobierno que es la Autoridad Apostólica es la manera querida por Dios, y no otra.

Y el fiel no tiene problemas al respecto, pues sabemos que para entrar al Reino nos tenemos que hacer como niños (o sea, que la humildad y sencillez son básicas para el creyente).

ALABADO SEA JESUCRISTO
 
La Reforma tuvo consecuencias nefastas.

La Reforma tuvo consecuencias nefastas.

DIOS Y ALMAS

Tobi dijo:
Por supuesto LFP no puede porque no quiere entenderlo.
El elogio a la herejía no es otra cosa que el elogio a la libertad individual de cada ser humano.

Ya vimos que eso es mentira.

La verdadera libertad descansa en la verdad y no en la mentira.

Quien escoge la mentira, termina esclavizado.

Y esa es la verdad bíblica.

Si el mismo Dios le dió esta libertad al crearlo, ¿que poderes mundanos se la pueden quitar en nombre de sus presuntas verdades?

Dios le dá al hombre la verdadera libertad contemplada en Su Gracia.

El pecado no es de Dios, si bien Dios le dá al hombre libertad incluso para pecar y así esclavizarse.

Aquellos que no aceptaron los principios de la Reforma se vieron
sujetos a los de la Revolución Francesa.

Entre Revolución Francesa y Protestantismo hay un eslabón que los une: el Absolutismo Monárquico.

La Revolución Francesa fué reacción contra el Absolutismo, y eso es verdad histórica innegable.

Y: ¿qué es el Absolutismo? ¿cómo surge?

Pues el Absolutismo es la forma despótica de un gobierno civil totalitario, que surge después de la Reforma una vez que perdió el contrapeso que antes tenía que era la Iglesia.

Antes del Protestantismo, los gobiernos civiles no podían hacer lo que quisiesen, pues tenían un freno.

Pero después de la Reforma, el gobierno "se apodera" de la Iglesia de su comarca y de ahí que surge el Absolutismo.

Por tanto Revolución Francesa es consecuencia del Protestantismo y la Reforma protestante, y no una oposición como usted dice.

ALABADO SEA JESUCRISTO
 
Re: Nosotros, los hijos de Lutero

Juan Pablo II no levantó excomunión alguna a Lutero.
De hecho, las excomuniones no se levantan a fallecidos sino a vivos.
Lo que sí se han levantado es alguno de los anatemas mutuos entre católicos y luteranos por algunos aspectos (no todos) de la doctrina sobre la justificación.
 
Re: Nosotros, los hijos de Lutero

Tobi dijo:
¿Y que diremos de Rusia? Tampoco aceptaron (junto a toda la ortodoxia) la Reforma y el resultado fué el comunismo. Si el zarismo fué despota y cruel el comunismo no fue mejor ni mucho menos.

Claro, claro..... como en el siglo XVI los ortodoxos rusos se negaron a aceptar una Reforma que se parecía al cristianismo del primer milenio lo que un higo a una castaña entonces les tocó sufrir el comunismo...... en el siglo XX

Tobi:
Otro detalle: Los paises monárquicos que quedan en Europa son mayoritariamente protestantes.

Luis:
Veamos, monarquías católicas en Europa:
España, Bélgica

Monarquías protestantes:
Gran Bretaña, Holanda, Suecia, Dinamarca, Noruega

Tobi:
Y todos estos tienen una monarquía constitucional. ¿Y como llegaron a ella? No mediante revolución o Golpes de Estado.

Luis:
No, nada, nada. Lo de Crammer fue un cuento de hadas


Veamos, países europeos donde alguna modalidad de protestantismo es HOY la religión oficial:
Dinamarca: luteranismo
Gran Bretaña: anglicanismo
Suecia: luteranismo
Noruega: luteranismo (tengo dudas si es oficial)
Finlandia: luteranismo (junto con, curiosamente, la I Ortodoxa a pesar de que sólo un 1% de los fineses son ortodoxos)

Países europeos donde el catolicismo es la religión oficial:
Vaticano
Malta (no estoy seguro)