A los cuatrocientos cristianos de esta población los dirigentes islámicos les permitieron celebrar la Navidad en lo alto de un cerro apartado del resto de la población. Los creyentes no tuvieron más remedio que obedecer. Debido a la larga distancia se quedaron a dormir en aquel lugar. Por la mañana, como sabemos, el tsunami arrasó Meulaboh, en la isla de Aceh, destruyendo un 80 por ciento de la población donde murieron centenares de personas, mientras los cristianos se salvaron en la cima de lo que fue su refugio. Se dice que ahora el Dios de los cristianos inquieta a todos los habitantes de aquella isla de Indonesia.
Entresacado de Presència Evangèlica 237-238. Decembre 2005
Entresacado de Presència Evangèlica 237-238. Decembre 2005