(), no hay un estilo correcto de alabanza. Jesús sólo dio dos requisitos para la
alabanza genuina. El libro de Juan, capítulo 4, versículo 24, dice, “Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad”. Esos son los dos y únicos requisitos de la alabanza que agradan a Dios. Tiene que ser en espíritu, y en verdad. ¿Qué quiere decir esto? En espíritu, quiere decir con todo el corazón. No puede ser sólo un rito muerto, ni palabras vacías. No puedo ser yo, diciendo cosas que no están en mi mente y corazón. Tengo que adorar a Dios genuinamente, con mi espíritu. Y tengo también que adorarle en verdad. Esto quiere decir que mi oración tiene que ser basada en la Palabra de Dios. Cuando desarrollamos una alabanza que no está basada en la Biblia, sino en tradición, experiencia o simplemente algo que nos gusta hacer, no estamos adorando en verdad. La alabanza verdadera está basada en la Palabra de Dios y cada vez que la practicamos, debemos preguntarnos si está basada en la Biblia. Si no, entonces no debemos hacerla, porque no es
alabanza verdadera.
Ahora, una vez que se ha establecido que la alabanza se está haciendo en espíritu y en verdad, creo que Dios nos da bastante libertad sobre el cómo alabarle. Puede ser fuerte, en silencio, muy emocional, o sin emoción. Por todo el mundo Jesucristo es adorado todos los domingos en miles de
formas. Y la forma en que es adorado en África es diferente a la forma de Europa; y la forma de Asia es diferente a la de Sur América, Australia, Norte América o cualquier otra parte. Casi todos los debates sobre el estilo de alabanza son en realidad cuestión de preferencia personal. No tiene que ver
con lo que es correcto ó incorrecto. Y es interesante lo que a cada Iglesia le gusta pensar, “Bueno, la forma en que nosotros alabamos es la forma correcta”. Pero la Biblia dice que mientras lo hagas en espíritu y en verdad, está bien.
Rick Warren