Querubines=Serafines?

Re: Querubines=Serafines?

SERAFÍN (en hebreo saraf, que significa los ardientes). Seres celestiales de seis alas mencionados en Is 6 que se hicieron presentes en la visión de este profeta de Israel. El Señor estaba en el templo y los serafines andaban en constante vuelo por encima de su trono. Además del par de alas con que volaban, se cubrían el rostro con otras dos y el cuerpo con dos más. Se les llama los «ardientes», no tan solo por su ardor consumidor, sino por la brillantez que tienen al rodear a Dios.
El trisagio que cantaron fue tan estrepitoso que los quinciales de las puertas del templo se estremecieron. Isaías, al encontrarse en presencia de la santidad de Dios, reconoció su pecaminosidad y confesó que era digno de muerte. Dios lo perdonó y uno de los serafines tomó una brasa del altar y, tocando la boca de Isaías, lo purificó dejándolo apto para su trabajo profético.
El mismo término hebreo se traduce «serpientes ardientes» en Nm 21.6; y Dt 8.15 y «serpiente voladora» en Is 14.29 y 30.4. Algunos han pretendido identificar los serafines con Serapis del culto egipcio y con Sharrapu de los babilonios.
Sin embargo, es solo una semejanza de nombres. La palabra serafín se traduce con el sentido de «brillar» y «noble». Se trata simplemente de una realidad divina (2 R 2.11; 6.17; Ez 1.13).
Hemos de observar la diferencia entre los serafines y los ® Querubines. Los querubines están sobre el propiciatorio y en Ezequiel están representados con cuatro alas. En cambio, los serafines están parados alrededor del trono en la visión, como siervos que constantemente alaban a Dios.

QUERUBÍN Forma plural del vocablo hebreo querub (posiblemente originado del acádico karabu [bendecir u orar]), usada para referirse a ciertos dioses menores a veces representados con un animal alado con cabeza de hombre.
Los querubines de la Biblia no son dioses ni reciben adoración; son seres celestiales que sirven a Dios. En Edén guardan «el camino del árbol de la vida» (Gn 3.24). Simbólicamente, guardaban los objetos sagrados en el tabernáculo, pues sobre la cubierta del arca del pacto se colocaron dos figuras de querubines cubiertas con oro. Las alas de estos querubines cubrían el propiciatorio, que era el trono al que Dios descendía en una nube de gloria (Éx 25.22; Lv 16.2).
En la poesía israelita los querubines rodean o sostienen el trono de Dios (1 S 4.4; 2 S 6.2; 2 R 19.15; Sal 80.1; 99.1; Is 37.16). En Ez 10 el trono de Dios es llevado por querubines. En otra figura poética, Jehová cabalga sobre un querubín (2 S 22.11; Sal 18.10).
El templo de Salomón se decoró con muchas lujosas representaciones de querubines (1 R 7.29, 36). Dos de ellos, hechos de olivo y cubiertos de oro, tenían 5 m de altura.
El Antiguo Testamento no describe claramente a los querubines, pero Ezequiel los vio en sus visiones con cuatro caras y cuatro alas cada uno, acompañados por muchas ruedas (Ez 10.3–22; cf. 1.4–28.).
Los arqueólogos han descubierto varios artefactos que pueden tener semejanza con los querubines, pues en el Cercano Oriente antiguo las representaciones de seres alados eran comunes. En Samaria se encontró un grabado en marfil que tenía cuerpo de un animal cuadrúpedo, cara humana y alas. En Gebal (1200 a.C.) se encontró una escultura en la que dos figuras aladas sostienen el trono del rey.
Los querubines, pues, nos presentan otro caso donde la revelación bíblica usa imágenes y figuras comunes, y hasta elementos usados en la mitología, pero los usa con otro sentido y en una manera completamente desmitologizada.
QUERUBÍN Forma plural del vocablo hebreo querub (posiblemente originado del acádico karabu [bendecir u orar]), usada para referirse a ciertos dioses menores a veces representados con un animal alado con cabeza de hombre.
Los querubines de la Biblia no son dioses ni reciben adoración; son seres celestiales que sirven a Dios. En Edén guardan «el camino del árbol de la vida» (Gn 3.24). Simbólicamente, guardaban los objetos sagrados en el tabernáculo, pues sobre la cubierta del arca del pacto se colocaron dos figuras de querubines cubiertas con oro. Las alas de estos querubines cubrían el propiciatorio, que era el trono al que Dios descendía en una nube de gloria (Éx 25.22; Lv 16.2).
En la poesía israelita los querubines rodean o sostienen el trono de Dios (1 S 4.4; 2 S 6.2; 2 R 19.15; Sal 80.1; 99.1; Is 37.16). En Ez 10 el trono de Dios es llevado por querubines. En otra figura poética, Jehová cabalga sobre un querubín (2 S 22.11; Sal 18.10).
El templo de Salomón se decoró con muchas lujosas representaciones de querubines (1 R 7.29, 36). Dos de ellos, hechos de olivo y cubiertos de oro, tenían 5 m de altura.
El Antiguo Testamento no describe claramente a los querubines, pero Ezequiel los vio en sus visiones con cuatro caras y cuatro alas cada uno, acompañados por muchas ruedas (Ez 10.3–22; cf. 1.4–28.).
Los arqueólogos han descubierto varios artefactos que pueden tener semejanza con los querubines, pues en el Cercano Oriente antiguo las representaciones de seres alados eran comunes. En Samaria se encontró un grabado en marfil que tenía cuerpo de un animal cuadrúpedo, cara humana y alas. En Gebal (1200 a.C.) se encontró una escultura en la que dos figuras aladas sostienen el trono del rey.
Los querubines, pues, nos presentan otro caso donde la revelación bíblica usa imágenes y figuras comunes, y hasta elementos usados en la mitología, pero los usa con otro sentido y en una manera completamente desmitologizada.

Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.
 
Re: Querubines=Serafines?

se repitrió por error lo de querubin, pero del diccionario almenos saco la siguiente respuesta:

"Hemos de observar la diferencia entre los serafines y los ® Querubines. Los querubines están sobre el propiciatorio y en Ezequiel están representados con cuatro alas. En cambio, los serafines están parados alrededor del trono en la visión, como siervos que constantemente alaban a Dios." y los serafines tienen seis alas (lo que quiera que eso signifique)
Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.
 
Re: Querubines=Serafines?

Jose Lahoz dijo:
¿Y se basa usted en....?.
Aprecio en sus inquietudes intereses de carácter periférico al verdadero sentido del cristianismo.¿Por qué tanto interés en los ángeles?

Hola. He presentado 100 temas! De todos ellos, solamente 2!!! tratan sobre estos seres. Eso me da un 2% de relacion con todos mis temas!!! Cual es tu preocupacion? Como quiera, pierde cuidado, no soy de esos adoradores de angeles. Bendiciones.
 
Re: Querubines=Serafines?

igorcb dijo:
se repitrió por error lo de querubin, pero del diccionario almenos saco la siguiente respuesta:

"Hemos de observar la diferencia entre los serafines y los ® Querubines. Los querubines están sobre el propiciatorio y en Ezequiel están representados con cuatro alas. En cambio, los serafines están parados alrededor del trono en la visión, como siervos que constantemente alaban a Dios." y los serafines tienen seis alas (lo que quiera que eso signifique)
Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.

Te saludo cordialmente. Acudo a los diccionarios para serciorarme de los significados de los vocablos y ciertamente entiendo que son una inmensa ayuda para el estudio de La Palabra, mas no creo ni un apice de sus interpretaciones "biblicas". Mas adelante expondre mis razones para afirmar lo que digo. Bendiciones.
 
Re: Querubines=Serafines?

igorcb dijo:
se repitrió por error lo de querubin, pero del diccionario almenos saco la siguiente respuesta:

"Hemos de observar la diferencia entre los serafines y los ® Querubines. Los querubines están sobre el propiciatorio y en Ezequiel están representados con cuatro alas. En cambio, los serafines están parados alrededor del trono en la visión, como siervos que constantemente alaban a Dios." y los serafines tienen seis alas (lo que quiera que eso signifique)
Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.


Oh Pastor de Israel, escucha; Tú que pastoreas como a ovejas a José, Que estás entre querubines, resplandece. (Sal. 80:1)

Jehová reina; temblarán los pueblos. El está sentado sobre los querubines, se conmoverá la tierra. (Sal. 99:1)

En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. (Is. 6:1-7)

Ez. Cap. 10

Miré, y he aquí en la expansión que había sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que parecía como semejanza de un trono que se mostró sobre ellos. 2Y habló al varón vestido de lino, y le dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, y llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines, y espárcelos sobre la ciudad. Y entró a vista mía. 3Y los querubines estaban a la mano derecha de la casa cuando este varón entró; y la nube llenaba el atrio de adentro. 4Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del querubín al umbral de la puerta; y la casa fue llena de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria de Jehová. 5Y el estruendo de las alas de los querubines se oía hasta el atrio de afuera, como la voz del Dios Omnipotente cuando habla. 6Aconteció, pues, que al mandar al varón vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró y se paró entre las ruedas. 7Y un querubín extendió su mano de en medio de los querubines al fuego que estaba entre ellos, y tomó de él y lo puso en las manos del que estaba vestido de lino, el cual lo tomó y salió. 8Y apareció en los querubines la figura de una mano de hombre debajo de sus alas.9Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como de crisólito. 10En cuanto a su apariencia, las cuatro eran de una misma forma, como si estuviera una en medio de otra. 11Cuando andaban, hacia los cuatro frentes andaban; no se volvían cuando andaban, sino que al lugar adonde se volvía la primera, en pos de ella iban; ni se volvían cuando andaban. 12Y todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas estaban llenos de ojos alrededor en sus cuatro ruedas. 13A las ruedas, oyéndolo yo, se les gritaba: ¡Rueda! 14Y cada uno tenía cuatro caras. La primera era rostro de querubín; la segunda, de hombre; la tercera, cara de león; la cuarta, cara de águila.15Y se levantaron los querubines; este es el ser viviente que vi en el río Quebar. 16Y cuando andaban los querubines, andaban las ruedas junto con ellos; y cuando los querubines alzaban sus alas para levantarse de la tierra, las ruedas tampoco se apartaban de ellos. 17Cuando se paraban ellos, se paraban ellas, y cuando ellos se alzaban, se alzaban con ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas.18Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del umbral de la casa, y se puso sobre los querubines. 19Y alzando los querubines sus alas, se levantaron de la tierra delante de mis ojos; cuando ellos salieron, también las ruedas se alzaron al lado de ellos; y se pararon a la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehová, y la gloria del Dios de Israel estaba por encima sobre ellos. 20Estos eran los mismos seres vivientes que vi debajo del Dios de Israel junto al río Quebar; y conocí que eran querubines. 21Cada uno tenía cuatro caras y cada uno cuatro alas, y figuras de manos de hombre debajo de sus alas. 22Y la semejanza de sus rostros era la de los rostros que vi junto al río Quebar, su misma apariencia y su ser; cada uno caminaba derecho hacia adelante.