Descubri esto en Contracorriente me ha gustado muchisimo, os lo comparto, para quien no lo conozca:
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"Dios está cambiando la iglesia y eso, a su vez, cambiará el mundo. Millones de cristianos en todo el mundo son conscientes de la reforma inminente a nivel mundial que va a sufrir. De hecho ellos dicen: “La iglesia tal como la conocemos está impidiendo el hecho de ser lo que Dios quiere que sea”.
Sorprendentemente un creciente número de creyentes están oyendo decir a Dios lo mismo. Hay una conciencia colectiva hacia las antiguas revelaciones, un eco espiritual. En las quince tesis que se enumeran a continuación, se resumirán una parte de esto y estoy convencido de que refleja una parte de lo que el Espíritu de Dios le está diciendo a la iglesia hoy. Para algunos puede que sea como la pequeña nube en el cielo de Elías. Otros ya sienten como la lluvia cae a cántaros."
Quince tesis para la reencarnación de la iglesia
1. La iglesia es un estilo de vida, no una serie de reuniones religiosas.
Antes de que se les llamara cristianos, los seguidores de Cristo eran llamados “el Camino”. Una de las razones es que verdaderamente habían encontrado “el camino por el cual vivir” La naturaleza de la iglesia no está reflejada a través de una serie de reuniones religiosas habituales dirigidas por un clero profesional en unos atrios sagrados reservados especialmente para experimentar a Jesús, sino en la forma profética en la que los seguidores de Cristo viven su vida diaria en familias ampliadas siendo una repuesta viva a las preguntas con las que se enfrenta la sociedad, en el lugar que más cuenta: sus hogares.
2. Hora de cambiar el sistema
Al alinearse con la estructura religiosa de la época, la histórica Iglesia Ortodoxa, después de que Constantino en el siglo IV d.C., adoptó un sistema religioso, que se adhería mucho al del Antiguo Testamento, con sacerdotes, altares, un templo cristiano (catedral), incienso y una estructura de adoración judía, como la de una sinagoga. La Iglesia Católica Romana pasó a canonizar el sistema. Lutero sí reformó el contenido del evangelio, pero dejó la estructura externa de la “iglesia” asombrosamente intacta; las Iglesias “Independientes” liberaron al sistema del Estado, y luego los bautistas lo bautizaron, los cuáqueros lo pasaron por la tintorería, el Ejercito de la Salvación le puso uniforme, los pentecostales lo ungieron y los carismáticos lo renovaron, pero hasta el día de hoy nadie ha cambiado realmente la superestructura. Ya es hora de hacer precisamente eso.
3. La Tercera Reforma
Al redescubrir el evangelio de la salvación sólo por la fe y la gracia, Lutero empezó a reformar la iglesia a través de una reforma de teología. En el siglo XVIII a través de movimientos como el de los moravianos se recobró una nueva intimidad con Dios, que llevó a una reforma de la espiritualidad, la Segunda Reforma. Ahora Dios está tocando los odres en sí, iniciando así una Tercera Reforma, una reforma de estructura.
4. De Iglesias-Casas a casas-iglesias
Desde tiempos novo testamentarios, no hay tal cosa como “casa de Dios”. Le costó la vida, pero Estebán recordó inequívocamente que Dios no habita en templos construidos por el hombre. La iglesia es el pueblo de Dios. La iglesia, por tanto, se encontraba y se encuentra a gusto donde las personas están a gusto: en casas normales y corrientes. Ahí, el pueblo de Dios comparte su vida por el poder del Espíritu Santo, tiene “reuniones”, es decir, que cuando se juntan también comen juntos; muchas veces ni vacilan a la hora de vender una propiedad privada y compartir bendiciones materiales y espirituales, se enseñan los unos a los otros en situaciones reales como obedecer a la palabra de Dios, que implica un diálogo y no un monólogo, orar y profetizar los unos con los otros, bautizar, “quedar mal” y sacrificar sus egos al confesar sus pecados, recobrando una nueva identidad colectiva al experimentar el amor, la aceptación y el perdón.
5. La iglesia debe hacerse pequeña para poder llegar a ser grande. Muchas iglesias de hoy en día son demasiadas grandes para poder ofrecer verdadera comunión.
Demasiadas veces se han convertido en “comunión sin comunión”. La iglesia del Nuevo Testamento era un conjunto de grupos pequeños, normalmente entre 10 y 15 personas. No llegaba a crecer hacia arriba, convirtiéndose en grandes congregaciones de unos 20 a 300 personas llenando una catedral y haciendo difícil verdadera comunicación. En vez de eso, se multiplicaba por “los lados”, como células orgánicas, una vez que estos grupos llegasen a 15 o 20 personas. Luego, si era posible, juntaba a todos los cristianos en celebraciones que involucraban a toda la ciudad, como la corte en el templo del rey Salomón en Jerusalén. La iglesia congregacional tradicional como nosotros la conocemos, hablando desde un punto de vista estadístico, ni grande ni hermoso, pero más bien un triste compromiso, un hogar-iglesia que se le ha quedado pequeño y una celebración que no ha alcanzado todas sus posibilidades, y en muchas ocasiones perdiendo la dinámica de ambas.
6. Ninguna iglesia es dirigida solamente por un pastor.
La iglesia local no es dirigida por un pastor, sino que es cuidada/guíada por un anciano, una persona de la comunidad sabia y realista. Los hogares-iglesias se encuentran así enlazados en una red de comunicación por medio de la combinación de ancianos y miembros de los llamados “cinco ministerios” (apóstoles, profetas, pastores, evangelistas y maestros) que están circulando de “hogar en hogar”, y así surge un papel fundamental y muy especial para que se lleve a cabo por los ministerios apostólicos y proféticos. (Efesios 2:20 y 4:11,12) El pastor es una pieza clave para el equipo, pero no puede llevar a cabo nada más que una parte de la tarea de “equipar a los santos para el ministerio” y debe ser complementado por los otros cuatro ministerios para poder funcionar adecuadamente.
7. Las piezas adecuadas - juntadas de forma inadecuada
Al hacer un puzzle, debemos tener las piezas originales, si no el producto final que obtengamos sale mal y las piezas sueltas no tienen mucho sentido. Esto ha sucedido en grandes áreas del mundo cristiano: tenemos todas las piezas correctas, pero las hemos juntado mal, por miedo, tradición, envidias religiosas y una mentalidad basada en el control y el poder. Así como el agua tiene 3 estados distintos: hielo, agua y vapor, los cinco ministerios de Efesios 4:11-12, los apóstoles, los profetas, los pastores, los maestros y los evangelistas también no se encuentran en la actualidad, aunque no siempre en las formas o estados correctos ni en los lugares adecuados: muchas veces están congelados debido al rígido sistema del cristianismo institucionalizado; otras veces son como agua transparente; o se han evaporado en el aire producido por los ministerios “libres” y las iglesias “independientes”, que no tienen que rendirle cuentas a nadie. Ya que la mejor manera de regar una flor es con la versión fluida del agua, estos 5 ministerios tendrán que ser transformados en nuevas formas, y a la vez antiguas, para que todo el organismo espiritual pueda crecer y los “ministros” individuales puedan encontrar su papel y lugar adecuados dentro del conjunto. Esa es una razón más por la cual deberíamos volver al plan original del Creador para su iglesia.
8. Dios no deja a su iglesia en las manos del clero burocrático
Ninguna expresión de la iglesia del Nuevo Testamento fue jamás guiada por un sólo “hombre santo” profesional haciendo el trabajo de comunicarse con Dios y luego alimentando a unos religiosos más o menos pasivos al estilo de Moisés. El cristianismo ha adoptado este método de las religiones paganas, o en el mejor de los casos, del Antiguo Testamento. La pesada profesionalización de la iglesia a partir de Constantino ha sido una influencia dominante demasiado tiempo, dividiendo al pueblo de Dios equivocadamente en clero o laico. De acuerdo al Nuevo Testamento (1ª Timoteo 2:5), “Porque no hay más que un Dios, y no hay más que un hombre que pueda llevar a todos los hombres a la unión con Dios: Jesucristo.” Dios no bendice sin más a religiosos profesionales para que puedan abrir camino a la fuerza entre las personas y Dios para siempre. El velo se ha rasgado, y Dios está permitiendo a personas tener acceso a Él directamente por Jesucristo, el único Camino. Para capacitar el sacerdocio de todos los creyentes, el sistema actual tendrá que cambiar completamente. La burocracia es el más ambiguo de todos los sistemas administrativos, porque básicamente sólo hace dos preguntas: sí o no. No hay sitio para ser espontáneo o humano, no hay sitio para la vida real. Esto quizás no ocasione problemas para la política o las empresas (en el ámbito político o empresarial), pero sí lo hace en la iglesia. Dios parece estar en el negocio de rescatar a Su iglesia de una cautividad babilónica de burócratas religiosos y de espíritus controladores y llevarla al dominio público, a las manos de personas normales y corrientes que quizás todavía tenga el olor de peces, perfume y revolución, pero que son transformadas en manos extrahordinarias por el poder de Dios.
9. Volver de las estructuras cristianas organizadas a orgánicas
El “cuerpo de Cristo” es una descripción muy gráfica de un ser orgánico y no organizado. La iglesia consta, dentro de su nivel local, de muchas familias espirituales, que se relacionan orgánicamente por una red, mientas que la forma en la que están interactuando las distintas piezas es sólo un parte del conjunto en su totalidad. Lo que se ha convertido en un máximo de organización con un mínimo de organismo, deberá ser transformado en un mínimo de organización para permitir un máximo de organismo. Demasiada organización, como una camisa de fuerza, ha estrangulado el organismo por miedo a que algo salga mal. El miedo es lo opuesto de la fe, y no es precisamente una virtud cristiana. El miedo quiere controlar, la fe puede confiar. El control puede ser bueno, pero la confianza es mejor. El cuerpo de Cristo ha sido encomendado por Dios a personas con mentalidad de siervo y que poseen un don sobrenatural y carismático que es un regalo que Dios les ha dado, el hecho de creer que Él todavía está en control, aún si ellos no lo están. El desarrollo de redes regionales y nacionales basadas en la confianza es lo necesario para la reaparición de las formas orgánicas del cristianismo no siendo necesarios nuevos acuerdos de ecumenismo.
10. De alabar nuestra alabanza a alabar a Dios
La imagen más representativa de gran parte del cristianismo contemporáneo puede ser definida, por decirlo delicadamente, como personas santas entrando con regularidad en un lugar sagrado en un día sagrado para participar en un ritual sagrado siguiendo a un hombre santo vestido con ropas sagradas pagado con un salario sagrado. Ya que este negocio orientado hacia el espectáculo llamado “culto de adoración” requiere de mucho talento para organizar y mucha administración burocrática para poder sobrevivir, y de ser patrones formalizados e institucionalizados, rápidamente se transforman en tradiciones rígidas.
Según las estadísticas el tradicional “culto de adoración” de una a dos horas produce hambre de recursos, pero en realidad produce muy poco fruto en cuanto a discipular, es decir, cambiar vidas. Hablando desde una perspectiva económica podría ser una estructura de “gastos elevados y rendimiento bajo”. Tradicionalmente el deseo de “alabar correctamente” ha llevado a la aparición de mucho denominalismo, confesionalismo y nominalismo. Esto no sólo ignora que los cristianos están llamados a “alabar en espíritu y en verdad” y no en catedrales con un himnario en las manos, sino que también ignora que gran parte de la vida es informal y así también el cristianismo como “el camino por el cual vivir.” ¿Debemos pasar de ser actores poderosos para comenzar a “actuar poderosamente”?
11. Deja de traer personas a la iglesia y empieza a llevar la iglesia a las personas
La iglesia está experimentando el cambio de ser una estructura de “venir” a una de “ir”. Como resultado la iglesia debe parar de intentar traer a personas “a la iglesia” y empezar a llevar la iglesia a las personas. La misión de la iglesia nunca se logrará sólo por añadir a la estructura ya existente; hará falta que la iglesia crezca por todas partes como las setas a través de multiplicaciones espontáneas de sí misma en diferentes zonas del mundo donde Cristo todavía no es conocido.
12. Redescubriendo la “Cena del Señor” como una verdadera cena con comida de verdad
La tradición de la iglesia ha conseguido de alguna manera “celebrar la cena del Señor” homeopáticamente y profundamente religiosa, normalmente con unas cuantas gotas de vino, una galleta sin sabor y una cara larga. Sin embargo, la “Cena del Señor” era más bien una cena sustancial con un significado simbólico que una cena simbólica con un significado sustancial. Dios está restaurando el comer en nuestras reuniones.
13. De denominaciones a celebraciones a nivel local o regional
Jesús nos llamó a un movimiento universal, y lo que surgió fue una serie de empresas religiosas con cadenas globales haciendo marketing con sus diferentes ramas del cristianismo y compitiendo los unos con los otros. Gracias a estas distinciones que surgieron dentro del cristianismo gran parte del protestantismo se ha vuelto políticamente insignificante y en muchos casos están más interesados en detalles de tradición y en luchas internas que en desarrollar un testimonio colectivo de cara al mundo. Jesús nunca pidió a las personas que se organizasen en distintas denominaciones: En los primeros días de la iglesia, los cristianos poseían una doble identidad: eran verdaderamente su iglesia, se había convertido verticalmente y se organizaban acorde a los límites geográficos y así se convertían horizontalmente entre sí en la tierra.
Esto no sólo significa que haya vecinos cristianos que se organicen en vecindades, o en casas-iglesias, donde comparten sus vidas a nivel local, sino que se organicen como cristianos juntándose como una sola identidad tantas veces como puedan para experimentar una celebración a nivel regional o dentro de su ciudad expresando la faceta colectiva de la iglesia en dicha región o ciudad. La autenticidad dentro de las zonas que están conectadas con una identidad colectiva, a nivel regional o local, no sólo hará que la iglesia cobre importancia política y que espiritualmente sea convincente, sino que permitirá volver al modelo bíblico de Ciudad-Iglesia.
14. Desarrollando un espíritu a prueba de persecuciones
Crucificaron a Jesús, el Jefe de todos los cristianos. Hoy, sus seguidores muchas veces están más interesados en títulos, medallas y el respeto de la sociedad, o peor aún, se quedan callados y no merecen el fijarnos en ellos. “Bendito seas cuando eres perseguido”, dice Jesús. El cristianismo bíblico es una sana amenaza a lo pagano, a lo pecaminoso, a un mundo corrompido por la avaricia, por el materialismo, por la envidia y cualquier cantidad de valores demoníacos de la ética, del sexo, del dinero o del poder. El cristianismo contemporáneo en muchos países es demasiado inofensivo y educado como para molestarse persiguiéndolo. Pero al vivir los cristianos los valores novo testamentarios de la vida y, por ejemplo, llamando al pecado, pecado, la conversión o la persecución ha sido y será una reacción del mundo. En vez de acomodarnos en zonas provisionales de libertad religiosa, los cristianos deberían prepararse para ser descubiertos como los principales culpables por el anti-globalismo humano y de la esclavitud moderna de tener que divertirse y de la descarada adoración al yo, el centro equivocado del universo. Por eso los cristianos tienen y deben sentir “la tolerancia represiva” de un mundo que ha perdido cualquier absoluto y por lo tanto se niega a reconocer y obedecer a su Creador, Dios, con sus valores absolutos. Uniendo esto con la creciente ideología, privatización y espiritualización de la política y economía, los cristianos, antes de lo que algunos piensan, tendrán su oportunidad de felizmente ser acusados de la misma forma que lo fue Jesús. Deben prepararse ahora para el futuro desarrollando un espíritu a prueba de persecuciones y aún una estructura a prueba de persecuciones.
15. ¿Cuál es el lugar más fácil para ser espiritual?
De igual manera de nuevo el hombre está escondido detrás de un gran púlpito, vestido con ropas sagradas, predicando palabras santas a una multitud sin rostro y luego desapareciendo dentro de una oficina. ¿Y cuál es el lugar más difícil, y por lo tanto el más significativo, para un hombre de ser espiritual? En su casa, en la presencia de su mujer e hijos, donde todo lo que dice pasa automáticamente por una prueba de papel tornasol en contra de la realidad, ¿dónde la hipocresía puede ser desarraigada efectivamente y puede surgir lo auténtico? Gran parte del cristianismo ha huido de la familia, muchas veces como lugar de derrota espiritual, y luego ha organizado acontecimientos en edificios sagrados lejos de la atmósfera de la vida real. Ya que Dios está en el negocio de recuperar los hogares, la iglesia vuelve a sus raíces, de vuelta de donde vino. Literalmente vuelve a casa, completando el círculo de la historia de la iglesia al final de la historia mundial.
Como cristianos pertenecientes a todos los diferentes tipos de caminares que hay en la vida, a todas las denominaciones y trasfondos, sentimos un claro eco en nuestros espíritus en cuanto a lo que Dios está diciendo a su iglesia, y debemos empezar a escuchar globalmente para poder actuar localmente, empezar de nuevo a funcionar como un solo cuerpo. Dejar de pedirle a Dios que bendiga lo que hacemos, y comenzar a hacer lo que Dios está bendiciendo. A organizarse en casa-iglesias locales y a juntarse en celebraciones a nivel regional o de la ciudad.
Estás invitado a formar parte de este movimiento y a hacer tu propia contribución. Quizás tu hogar también pueda llegar a ser un hogar que cambie el mundo.
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"Dios está cambiando la iglesia y eso, a su vez, cambiará el mundo. Millones de cristianos en todo el mundo son conscientes de la reforma inminente a nivel mundial que va a sufrir. De hecho ellos dicen: “La iglesia tal como la conocemos está impidiendo el hecho de ser lo que Dios quiere que sea”.
Sorprendentemente un creciente número de creyentes están oyendo decir a Dios lo mismo. Hay una conciencia colectiva hacia las antiguas revelaciones, un eco espiritual. En las quince tesis que se enumeran a continuación, se resumirán una parte de esto y estoy convencido de que refleja una parte de lo que el Espíritu de Dios le está diciendo a la iglesia hoy. Para algunos puede que sea como la pequeña nube en el cielo de Elías. Otros ya sienten como la lluvia cae a cántaros."
Quince tesis para la reencarnación de la iglesia
1. La iglesia es un estilo de vida, no una serie de reuniones religiosas.
Antes de que se les llamara cristianos, los seguidores de Cristo eran llamados “el Camino”. Una de las razones es que verdaderamente habían encontrado “el camino por el cual vivir” La naturaleza de la iglesia no está reflejada a través de una serie de reuniones religiosas habituales dirigidas por un clero profesional en unos atrios sagrados reservados especialmente para experimentar a Jesús, sino en la forma profética en la que los seguidores de Cristo viven su vida diaria en familias ampliadas siendo una repuesta viva a las preguntas con las que se enfrenta la sociedad, en el lugar que más cuenta: sus hogares.
2. Hora de cambiar el sistema
Al alinearse con la estructura religiosa de la época, la histórica Iglesia Ortodoxa, después de que Constantino en el siglo IV d.C., adoptó un sistema religioso, que se adhería mucho al del Antiguo Testamento, con sacerdotes, altares, un templo cristiano (catedral), incienso y una estructura de adoración judía, como la de una sinagoga. La Iglesia Católica Romana pasó a canonizar el sistema. Lutero sí reformó el contenido del evangelio, pero dejó la estructura externa de la “iglesia” asombrosamente intacta; las Iglesias “Independientes” liberaron al sistema del Estado, y luego los bautistas lo bautizaron, los cuáqueros lo pasaron por la tintorería, el Ejercito de la Salvación le puso uniforme, los pentecostales lo ungieron y los carismáticos lo renovaron, pero hasta el día de hoy nadie ha cambiado realmente la superestructura. Ya es hora de hacer precisamente eso.
3. La Tercera Reforma
Al redescubrir el evangelio de la salvación sólo por la fe y la gracia, Lutero empezó a reformar la iglesia a través de una reforma de teología. En el siglo XVIII a través de movimientos como el de los moravianos se recobró una nueva intimidad con Dios, que llevó a una reforma de la espiritualidad, la Segunda Reforma. Ahora Dios está tocando los odres en sí, iniciando así una Tercera Reforma, una reforma de estructura.
4. De Iglesias-Casas a casas-iglesias
Desde tiempos novo testamentarios, no hay tal cosa como “casa de Dios”. Le costó la vida, pero Estebán recordó inequívocamente que Dios no habita en templos construidos por el hombre. La iglesia es el pueblo de Dios. La iglesia, por tanto, se encontraba y se encuentra a gusto donde las personas están a gusto: en casas normales y corrientes. Ahí, el pueblo de Dios comparte su vida por el poder del Espíritu Santo, tiene “reuniones”, es decir, que cuando se juntan también comen juntos; muchas veces ni vacilan a la hora de vender una propiedad privada y compartir bendiciones materiales y espirituales, se enseñan los unos a los otros en situaciones reales como obedecer a la palabra de Dios, que implica un diálogo y no un monólogo, orar y profetizar los unos con los otros, bautizar, “quedar mal” y sacrificar sus egos al confesar sus pecados, recobrando una nueva identidad colectiva al experimentar el amor, la aceptación y el perdón.
5. La iglesia debe hacerse pequeña para poder llegar a ser grande. Muchas iglesias de hoy en día son demasiadas grandes para poder ofrecer verdadera comunión.
Demasiadas veces se han convertido en “comunión sin comunión”. La iglesia del Nuevo Testamento era un conjunto de grupos pequeños, normalmente entre 10 y 15 personas. No llegaba a crecer hacia arriba, convirtiéndose en grandes congregaciones de unos 20 a 300 personas llenando una catedral y haciendo difícil verdadera comunicación. En vez de eso, se multiplicaba por “los lados”, como células orgánicas, una vez que estos grupos llegasen a 15 o 20 personas. Luego, si era posible, juntaba a todos los cristianos en celebraciones que involucraban a toda la ciudad, como la corte en el templo del rey Salomón en Jerusalén. La iglesia congregacional tradicional como nosotros la conocemos, hablando desde un punto de vista estadístico, ni grande ni hermoso, pero más bien un triste compromiso, un hogar-iglesia que se le ha quedado pequeño y una celebración que no ha alcanzado todas sus posibilidades, y en muchas ocasiones perdiendo la dinámica de ambas.
6. Ninguna iglesia es dirigida solamente por un pastor.
La iglesia local no es dirigida por un pastor, sino que es cuidada/guíada por un anciano, una persona de la comunidad sabia y realista. Los hogares-iglesias se encuentran así enlazados en una red de comunicación por medio de la combinación de ancianos y miembros de los llamados “cinco ministerios” (apóstoles, profetas, pastores, evangelistas y maestros) que están circulando de “hogar en hogar”, y así surge un papel fundamental y muy especial para que se lleve a cabo por los ministerios apostólicos y proféticos. (Efesios 2:20 y 4:11,12) El pastor es una pieza clave para el equipo, pero no puede llevar a cabo nada más que una parte de la tarea de “equipar a los santos para el ministerio” y debe ser complementado por los otros cuatro ministerios para poder funcionar adecuadamente.
7. Las piezas adecuadas - juntadas de forma inadecuada
Al hacer un puzzle, debemos tener las piezas originales, si no el producto final que obtengamos sale mal y las piezas sueltas no tienen mucho sentido. Esto ha sucedido en grandes áreas del mundo cristiano: tenemos todas las piezas correctas, pero las hemos juntado mal, por miedo, tradición, envidias religiosas y una mentalidad basada en el control y el poder. Así como el agua tiene 3 estados distintos: hielo, agua y vapor, los cinco ministerios de Efesios 4:11-12, los apóstoles, los profetas, los pastores, los maestros y los evangelistas también no se encuentran en la actualidad, aunque no siempre en las formas o estados correctos ni en los lugares adecuados: muchas veces están congelados debido al rígido sistema del cristianismo institucionalizado; otras veces son como agua transparente; o se han evaporado en el aire producido por los ministerios “libres” y las iglesias “independientes”, que no tienen que rendirle cuentas a nadie. Ya que la mejor manera de regar una flor es con la versión fluida del agua, estos 5 ministerios tendrán que ser transformados en nuevas formas, y a la vez antiguas, para que todo el organismo espiritual pueda crecer y los “ministros” individuales puedan encontrar su papel y lugar adecuados dentro del conjunto. Esa es una razón más por la cual deberíamos volver al plan original del Creador para su iglesia.
8. Dios no deja a su iglesia en las manos del clero burocrático
Ninguna expresión de la iglesia del Nuevo Testamento fue jamás guiada por un sólo “hombre santo” profesional haciendo el trabajo de comunicarse con Dios y luego alimentando a unos religiosos más o menos pasivos al estilo de Moisés. El cristianismo ha adoptado este método de las religiones paganas, o en el mejor de los casos, del Antiguo Testamento. La pesada profesionalización de la iglesia a partir de Constantino ha sido una influencia dominante demasiado tiempo, dividiendo al pueblo de Dios equivocadamente en clero o laico. De acuerdo al Nuevo Testamento (1ª Timoteo 2:5), “Porque no hay más que un Dios, y no hay más que un hombre que pueda llevar a todos los hombres a la unión con Dios: Jesucristo.” Dios no bendice sin más a religiosos profesionales para que puedan abrir camino a la fuerza entre las personas y Dios para siempre. El velo se ha rasgado, y Dios está permitiendo a personas tener acceso a Él directamente por Jesucristo, el único Camino. Para capacitar el sacerdocio de todos los creyentes, el sistema actual tendrá que cambiar completamente. La burocracia es el más ambiguo de todos los sistemas administrativos, porque básicamente sólo hace dos preguntas: sí o no. No hay sitio para ser espontáneo o humano, no hay sitio para la vida real. Esto quizás no ocasione problemas para la política o las empresas (en el ámbito político o empresarial), pero sí lo hace en la iglesia. Dios parece estar en el negocio de rescatar a Su iglesia de una cautividad babilónica de burócratas religiosos y de espíritus controladores y llevarla al dominio público, a las manos de personas normales y corrientes que quizás todavía tenga el olor de peces, perfume y revolución, pero que son transformadas en manos extrahordinarias por el poder de Dios.
9. Volver de las estructuras cristianas organizadas a orgánicas
El “cuerpo de Cristo” es una descripción muy gráfica de un ser orgánico y no organizado. La iglesia consta, dentro de su nivel local, de muchas familias espirituales, que se relacionan orgánicamente por una red, mientas que la forma en la que están interactuando las distintas piezas es sólo un parte del conjunto en su totalidad. Lo que se ha convertido en un máximo de organización con un mínimo de organismo, deberá ser transformado en un mínimo de organización para permitir un máximo de organismo. Demasiada organización, como una camisa de fuerza, ha estrangulado el organismo por miedo a que algo salga mal. El miedo es lo opuesto de la fe, y no es precisamente una virtud cristiana. El miedo quiere controlar, la fe puede confiar. El control puede ser bueno, pero la confianza es mejor. El cuerpo de Cristo ha sido encomendado por Dios a personas con mentalidad de siervo y que poseen un don sobrenatural y carismático que es un regalo que Dios les ha dado, el hecho de creer que Él todavía está en control, aún si ellos no lo están. El desarrollo de redes regionales y nacionales basadas en la confianza es lo necesario para la reaparición de las formas orgánicas del cristianismo no siendo necesarios nuevos acuerdos de ecumenismo.
10. De alabar nuestra alabanza a alabar a Dios
La imagen más representativa de gran parte del cristianismo contemporáneo puede ser definida, por decirlo delicadamente, como personas santas entrando con regularidad en un lugar sagrado en un día sagrado para participar en un ritual sagrado siguiendo a un hombre santo vestido con ropas sagradas pagado con un salario sagrado. Ya que este negocio orientado hacia el espectáculo llamado “culto de adoración” requiere de mucho talento para organizar y mucha administración burocrática para poder sobrevivir, y de ser patrones formalizados e institucionalizados, rápidamente se transforman en tradiciones rígidas.
Según las estadísticas el tradicional “culto de adoración” de una a dos horas produce hambre de recursos, pero en realidad produce muy poco fruto en cuanto a discipular, es decir, cambiar vidas. Hablando desde una perspectiva económica podría ser una estructura de “gastos elevados y rendimiento bajo”. Tradicionalmente el deseo de “alabar correctamente” ha llevado a la aparición de mucho denominalismo, confesionalismo y nominalismo. Esto no sólo ignora que los cristianos están llamados a “alabar en espíritu y en verdad” y no en catedrales con un himnario en las manos, sino que también ignora que gran parte de la vida es informal y así también el cristianismo como “el camino por el cual vivir.” ¿Debemos pasar de ser actores poderosos para comenzar a “actuar poderosamente”?
11. Deja de traer personas a la iglesia y empieza a llevar la iglesia a las personas
La iglesia está experimentando el cambio de ser una estructura de “venir” a una de “ir”. Como resultado la iglesia debe parar de intentar traer a personas “a la iglesia” y empezar a llevar la iglesia a las personas. La misión de la iglesia nunca se logrará sólo por añadir a la estructura ya existente; hará falta que la iglesia crezca por todas partes como las setas a través de multiplicaciones espontáneas de sí misma en diferentes zonas del mundo donde Cristo todavía no es conocido.
12. Redescubriendo la “Cena del Señor” como una verdadera cena con comida de verdad
La tradición de la iglesia ha conseguido de alguna manera “celebrar la cena del Señor” homeopáticamente y profundamente religiosa, normalmente con unas cuantas gotas de vino, una galleta sin sabor y una cara larga. Sin embargo, la “Cena del Señor” era más bien una cena sustancial con un significado simbólico que una cena simbólica con un significado sustancial. Dios está restaurando el comer en nuestras reuniones.
13. De denominaciones a celebraciones a nivel local o regional
Jesús nos llamó a un movimiento universal, y lo que surgió fue una serie de empresas religiosas con cadenas globales haciendo marketing con sus diferentes ramas del cristianismo y compitiendo los unos con los otros. Gracias a estas distinciones que surgieron dentro del cristianismo gran parte del protestantismo se ha vuelto políticamente insignificante y en muchos casos están más interesados en detalles de tradición y en luchas internas que en desarrollar un testimonio colectivo de cara al mundo. Jesús nunca pidió a las personas que se organizasen en distintas denominaciones: En los primeros días de la iglesia, los cristianos poseían una doble identidad: eran verdaderamente su iglesia, se había convertido verticalmente y se organizaban acorde a los límites geográficos y así se convertían horizontalmente entre sí en la tierra.
Esto no sólo significa que haya vecinos cristianos que se organicen en vecindades, o en casas-iglesias, donde comparten sus vidas a nivel local, sino que se organicen como cristianos juntándose como una sola identidad tantas veces como puedan para experimentar una celebración a nivel regional o dentro de su ciudad expresando la faceta colectiva de la iglesia en dicha región o ciudad. La autenticidad dentro de las zonas que están conectadas con una identidad colectiva, a nivel regional o local, no sólo hará que la iglesia cobre importancia política y que espiritualmente sea convincente, sino que permitirá volver al modelo bíblico de Ciudad-Iglesia.
14. Desarrollando un espíritu a prueba de persecuciones
Crucificaron a Jesús, el Jefe de todos los cristianos. Hoy, sus seguidores muchas veces están más interesados en títulos, medallas y el respeto de la sociedad, o peor aún, se quedan callados y no merecen el fijarnos en ellos. “Bendito seas cuando eres perseguido”, dice Jesús. El cristianismo bíblico es una sana amenaza a lo pagano, a lo pecaminoso, a un mundo corrompido por la avaricia, por el materialismo, por la envidia y cualquier cantidad de valores demoníacos de la ética, del sexo, del dinero o del poder. El cristianismo contemporáneo en muchos países es demasiado inofensivo y educado como para molestarse persiguiéndolo. Pero al vivir los cristianos los valores novo testamentarios de la vida y, por ejemplo, llamando al pecado, pecado, la conversión o la persecución ha sido y será una reacción del mundo. En vez de acomodarnos en zonas provisionales de libertad religiosa, los cristianos deberían prepararse para ser descubiertos como los principales culpables por el anti-globalismo humano y de la esclavitud moderna de tener que divertirse y de la descarada adoración al yo, el centro equivocado del universo. Por eso los cristianos tienen y deben sentir “la tolerancia represiva” de un mundo que ha perdido cualquier absoluto y por lo tanto se niega a reconocer y obedecer a su Creador, Dios, con sus valores absolutos. Uniendo esto con la creciente ideología, privatización y espiritualización de la política y economía, los cristianos, antes de lo que algunos piensan, tendrán su oportunidad de felizmente ser acusados de la misma forma que lo fue Jesús. Deben prepararse ahora para el futuro desarrollando un espíritu a prueba de persecuciones y aún una estructura a prueba de persecuciones.
15. ¿Cuál es el lugar más fácil para ser espiritual?
De igual manera de nuevo el hombre está escondido detrás de un gran púlpito, vestido con ropas sagradas, predicando palabras santas a una multitud sin rostro y luego desapareciendo dentro de una oficina. ¿Y cuál es el lugar más difícil, y por lo tanto el más significativo, para un hombre de ser espiritual? En su casa, en la presencia de su mujer e hijos, donde todo lo que dice pasa automáticamente por una prueba de papel tornasol en contra de la realidad, ¿dónde la hipocresía puede ser desarraigada efectivamente y puede surgir lo auténtico? Gran parte del cristianismo ha huido de la familia, muchas veces como lugar de derrota espiritual, y luego ha organizado acontecimientos en edificios sagrados lejos de la atmósfera de la vida real. Ya que Dios está en el negocio de recuperar los hogares, la iglesia vuelve a sus raíces, de vuelta de donde vino. Literalmente vuelve a casa, completando el círculo de la historia de la iglesia al final de la historia mundial.
Como cristianos pertenecientes a todos los diferentes tipos de caminares que hay en la vida, a todas las denominaciones y trasfondos, sentimos un claro eco en nuestros espíritus en cuanto a lo que Dios está diciendo a su iglesia, y debemos empezar a escuchar globalmente para poder actuar localmente, empezar de nuevo a funcionar como un solo cuerpo. Dejar de pedirle a Dios que bendiga lo que hacemos, y comenzar a hacer lo que Dios está bendiciendo. A organizarse en casa-iglesias locales y a juntarse en celebraciones a nivel regional o de la ciudad.
Estás invitado a formar parte de este movimiento y a hacer tu propia contribución. Quizás tu hogar también pueda llegar a ser un hogar que cambie el mundo.
