Re: ¿Fue el supuesto "tercer papa" un protestante?
Joxan dijo:
Querido LF,
Es muy tuyo, cuando ves que te has quedado sin razón, este tipo de mensaje categórico donde dices cosas tan grandilocuentes como "contundente", "sin lugar a dudas", etc. como queriendo cerrarlo.
Pero la cosa que es que en ese segundo epígrafe no has demostrado lo que dices. Clemente habla de las obras, pero no como méritos para salvación. Estás torciendo lo que dice Clemente, como tuerces las Escrituras Santas.
Sí, claro, por eso has ido texto por texto demostrando que estoy errado. En fin, tú mismo.
Además ahora vas (veo que te queda algo de la sana enseñanza) y sueltas que las obras son obras "realizadas sin duda en la gracia de Dios".
Es grave tu desconocimiento de la doctrina católica. Yo no suelto eso como si fuera algo que me queda del protestantismo. Suelto eso porque pertenece al depósito de la fe católica. Es decir, que si podemos obrar bien es por la gracia de Dios operante en nosotros.
¿No son pues consecuencia de nosotros? ¿Son las obras que preceden o anteceden a la Gracia salvadora de Dios?
Te respondo con cánones y decretos de concilios de la Iglesia Católica:
Can. 9. "Sobre la ayuda de Dios. Don divino es el que pensemos rectamente y que contengamos nuestros pies de la falsedad y la injusticia; porque cuantas veces bien obramos, Dios, para que obremos, obra en nosotros y con nosotros".
Can. 10. Sobre la ayuda de Dios. La ayuda de Dios ha de ser implorada siempre aun por los renacidos y sanados, para que puedan llegar a buen fin o perseverar en la buena obra.
Can. 18. "Que por ningún merecimiento se previene a la gracia. Se debe recompensa a las buenas obras, si se hacen; pero la gracia, que no se debe, precede para que se hagan".
Cap. 5. De la necesidad de preparación para la justificación en los adultos, y de donde procede
Declara además [el sacrosanto Concilio] que el principio de la justificación misma en los adultos ha de tomarse de la gracia de Dios preveniente por medio de Cristo Jesús, esto es, de la vocación, por la que son llamados sin que exista mérito alguno en ellos, para que quienes se apartaron de Dios por los pecados, por la gracia de Él que los excita y ayuda a convertirse, se dispongan a su propia justificación, asintiendo y cooperando libremente [Can. 4 y 5] a la misma gracia, de suerte que, al tocar Dios el corazón del hombre por la iluminación del Espíritu Santo, ni puede decirse que el hombre mismo no hace nada en absoluto al recibir aquella inspiración, puesto que puede también rechazarla; ni tampoco, sin la gracia de Dios, puede moverse, por su libre voluntad, a ser justo delante de Él [Can. 3]. De ahí que, cuando en las Sagradas Letras se dice: Convertíos a mí y yo me convertiré a vosotros [Zach. 1, 3], somos advertidos de nuestra libertad; cuando respondemos: Conviértenos, Señor, a ti, y nos convertiremos [Thren. 5, 21], confesamos que somos prevenidos de la gracia de Dios.
¿Qué? ¿ya?
En todo caso no comparto la doctrina antibíblica de que son fundamentales en la consecución de la salvación.
O sea, que la sola fe vale para salvarte. Tú mismo, oye
Pobre LF si pones tu esperanza en tí mismo y/o en algo que tú puedas hacer para ser salvo robándole a Cristo Su gloria y Su mérito.
Dios te bendiga,
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No entiendes nada. Ya respondí a eso en este mismo epígrafe:
http://forocristiano.iglesia.net/showpost.php?p=261521&postcount=18