Estimados foristas, en la cercanía de la navidad en donde se festeja el nacimiento de Dios hecho hombre me gustaría acercarles una pequeña reflexión.-
Desde el punto de vista judaico, el hecho de que el ídolo no sea más que un producto de la actividad humana (desconocido como tal) y que el idólatra -creyendo adorar a Dios- no haga más que postrarse ante la obra de sus manos, no lleva a negar la existencia del Dios, sino a plantearlo como un Otro absoluto, un Irrepresentable, un Infigurable. El Eterno deviene de un lugar no metaforizable, un sitio que no puede más que sustraerse constantemente al trabajo de lo imaginario.-
Ahora bien, creo que es a partir de la ruptura de esta relación trascendental que se hace posible el cristianismo. Es la humanidad de Dios en el cristianismo, lo que hace posible la inversión que descubre la esencia del cristianismo. La proximidad de Dios y el hombre permite invertir las relaciones. Por primera vez algunos comenzaron a plantearse la posibilidad de que quizás no es el hombre quien es reflejo y producto de Dios, sino que es Dios quien es reflejo y producto del hombre. Así el cristianismo quizás sea el momento teológico que permite, por simple inversión, que Dios se vea reflejado (al hacerse hombre) en nuestro propio ser .-
Creo que aquí hay gente que puede aportar mucho a esta cuestión, saludos.
Desde el punto de vista judaico, el hecho de que el ídolo no sea más que un producto de la actividad humana (desconocido como tal) y que el idólatra -creyendo adorar a Dios- no haga más que postrarse ante la obra de sus manos, no lleva a negar la existencia del Dios, sino a plantearlo como un Otro absoluto, un Irrepresentable, un Infigurable. El Eterno deviene de un lugar no metaforizable, un sitio que no puede más que sustraerse constantemente al trabajo de lo imaginario.-
Ahora bien, creo que es a partir de la ruptura de esta relación trascendental que se hace posible el cristianismo. Es la humanidad de Dios en el cristianismo, lo que hace posible la inversión que descubre la esencia del cristianismo. La proximidad de Dios y el hombre permite invertir las relaciones. Por primera vez algunos comenzaron a plantearse la posibilidad de que quizás no es el hombre quien es reflejo y producto de Dios, sino que es Dios quien es reflejo y producto del hombre. Así el cristianismo quizás sea el momento teológico que permite, por simple inversión, que Dios se vea reflejado (al hacerse hombre) en nuestro propio ser .-
Creo que aquí hay gente que puede aportar mucho a esta cuestión, saludos.