En la historia de la iglesia, la Iglesia de Cristo, la cual es invisible por cuanto todos los que hemos sido hechos hijos de Dios, somos parte de ésta, y es visible y tangible en cada iglesia local donde se predica el Evangelio de Jesucristo, nuestra tarea más importante ha sido proclamarle, testificar y dar las buenas nuevas a todo el mundo. Nuestra más vital necesidad ha sido depender del Padre Eterno y permanecer en Jesús, para poder realizar nuestra labor.
Pero, al testificar nos encontramos con personas que han creído toda su vida o gran parte de ésta, que hay muchas más cosas en que creer y en las cuales permanecer, y tal como cuando vino nuestro Señor Jesús, a dar libertad a los cautivos, tenemos que explicar una y otra vez, cómo es que somos Salvos de la ira venidera, cómo es que somos hechos hijos de Dios y de quién es la obra y todo el mérito.
Voces que hemos oido a traves de toda la historia, insisten en que el humano tiene que hacer cosas y esforzarse por alcanzar al Señor, pero en este afan, han olvidado que El nos amó y todavía nos ama primero. En todo el proceso de la regeneración, la iniciativa es de Dios y nosotros respondemos a su llamado deliberado, es El quien ha provisto los medios para que obtengamos eso que nos ofrece, eso que muchos alegremente llamamos “salvación”, y tristemente vemos como mucha gente, vive creyendo y pensando que hay “otras” formas de alcanzarla, a pesar de que éstas no están definidas en la Palabra de Dios, ni están definidas por Nuestro Señor Jesús, que antes de partir, DEJO TODO bien detallado, y queriendo o creyendo estar bajo la influencia del Espiritu Santo, han emitido doctrinas y enseñado tales doctrinas a pesar de que éstas, si no son herejías muy cerca estan de serlo.
Pero además de que las doctrinas de la gracia, parecen quedar enterradas entre sinnúmero de rituales y cosas “por hacer”, no faltan los añadidos, los sueños y apariciones, las deseos de glorificar a quienes alguna participación han tenido en la historia de nuestro Señor Jesús, y de eso se trata este tema, sobre la verdadera autoridad y poder de la sierva de nuestro Señor Jesús, Maria, la cual es considerada no sólo Madre de nuestro Señor, sino que en doctrina y en el corazón de los fieles, es Madre de Dios, el creador.
Hace unos días debatiendo, con algunos foristas, llegamos a la conclusión de que Maria es Madre de Dios Encarnado, esto es, de nuestro Señor Jesús, y que ningún católico en su sano juicio (dicho con otras palabras) creería que ella es Madre del Padre del Señor Jesús.
Pues bien, esta clase de afirmación, me mereció investigar un poquito más, y verificar que realmente mi percepción al respecto, estaba totalmente equivocada y que con esta actitud de alguna manera estuviera ofendiendo al catolicismo creyendo que para el pueblo católico, Maria fuese algo más que solamente la Madre de Jesús.
Pero no es así, y muchos católicos en su sano juicio, no creen que María sea solo madre del Señor Jesús, el Verbo de Dios hecho carne, sino que por el contrario, hay quienes han afirmado y otros han creído que aún el mismo universo, debiera girar en torno a Maria.
Y lo más dramático sobre esta doctrina es que algunos católicos se han atrevido a cuestionar nuestros motivos para rechazar sus doctrinas y quererlos minimizar como “errores interpretativos” para con ello acallar nuestra voz.
Quiero compartir con ustedes, mis hermanos en la fe, el siguiente texto de la catequisis de S.S. Juan Pablo II para que lo analicemos objetivamente:
¿Esto es grato a los ojos de Dios?
Yo me pregunto y en el mejor de los planes, ¿quién reina en el Universo?
¿Dios o una sierva de Dios?
¿Ha dado Dios verdaderamente tales facultades a su sierva?
He preguntado a los católicos, que objetaron el que les corrigiésemos de llamar a Maria madre de Dios, y les hemos dicho que hay que llamarla Madre de Jesús, el porqué les es importante que nosotros, ahora los evangélicos o lo que ellos conocen como “protestantes”, reconozcamos a Maria como madre, y no han sabido responder, pero en mi búsqueda encontre quizas parte de la respuesta:
Bueno, es que “tienen que hacerlo”, no son libres para negarlo. Pero nosotros no estamos sujetos a las mismas autoridades jerárquicas, para quienes creemos que Dios es soberano y rey del universo, somos libres de dar la honra y gloria, solamente a El.
Y algo que siempre hemos sabido y que quizas se debería enfatizar más, es que Dios no comparte su gloria con nadie:
Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas" (Isaías 42:8)
"Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea mancillado mi nombre y mi honra no la daré a otro" (Isaías 48:11)
"...para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que le envió" (Juan 5:23)
"Ahora, pues, Padre, glorifícame tú para contigo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese" (Juan 17:5)
"...hablamos sabiduría de Dios... la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria" (1ª Corintios 2:8; Cf. 2ª Corintios 10:11; Santiago 2:1)
"Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre... a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén." (Apocalipsis 1:5-6)
"Mirad a mi y sed salvos todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. Y se dirá de mi: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán y todos los que contra el se enardecen serán avergonzados" (Isaias 45:22-24)
"De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí" (Romanos 14:10-12)
"...para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de os que están en los cielos y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesús es el Señor, para gloria de Dios Padre" (Filipenses 2
11)
"Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios" (según la cita de Isaias 45:23, en donde lo que aquí se dice de Cristo, allí se dice de Jehová)
Bendiciones!
Pero, al testificar nos encontramos con personas que han creído toda su vida o gran parte de ésta, que hay muchas más cosas en que creer y en las cuales permanecer, y tal como cuando vino nuestro Señor Jesús, a dar libertad a los cautivos, tenemos que explicar una y otra vez, cómo es que somos Salvos de la ira venidera, cómo es que somos hechos hijos de Dios y de quién es la obra y todo el mérito.
Voces que hemos oido a traves de toda la historia, insisten en que el humano tiene que hacer cosas y esforzarse por alcanzar al Señor, pero en este afan, han olvidado que El nos amó y todavía nos ama primero. En todo el proceso de la regeneración, la iniciativa es de Dios y nosotros respondemos a su llamado deliberado, es El quien ha provisto los medios para que obtengamos eso que nos ofrece, eso que muchos alegremente llamamos “salvación”, y tristemente vemos como mucha gente, vive creyendo y pensando que hay “otras” formas de alcanzarla, a pesar de que éstas no están definidas en la Palabra de Dios, ni están definidas por Nuestro Señor Jesús, que antes de partir, DEJO TODO bien detallado, y queriendo o creyendo estar bajo la influencia del Espiritu Santo, han emitido doctrinas y enseñado tales doctrinas a pesar de que éstas, si no son herejías muy cerca estan de serlo.
Pero además de que las doctrinas de la gracia, parecen quedar enterradas entre sinnúmero de rituales y cosas “por hacer”, no faltan los añadidos, los sueños y apariciones, las deseos de glorificar a quienes alguna participación han tenido en la historia de nuestro Señor Jesús, y de eso se trata este tema, sobre la verdadera autoridad y poder de la sierva de nuestro Señor Jesús, Maria, la cual es considerada no sólo Madre de nuestro Señor, sino que en doctrina y en el corazón de los fieles, es Madre de Dios, el creador.
Hace unos días debatiendo, con algunos foristas, llegamos a la conclusión de que Maria es Madre de Dios Encarnado, esto es, de nuestro Señor Jesús, y que ningún católico en su sano juicio (dicho con otras palabras) creería que ella es Madre del Padre del Señor Jesús.
Pues bien, esta clase de afirmación, me mereció investigar un poquito más, y verificar que realmente mi percepción al respecto, estaba totalmente equivocada y que con esta actitud de alguna manera estuviera ofendiendo al catolicismo creyendo que para el pueblo católico, Maria fuese algo más que solamente la Madre de Jesús.
Pero no es así, y muchos católicos en su sano juicio, no creen que María sea solo madre del Señor Jesús, el Verbo de Dios hecho carne, sino que por el contrario, hay quienes han afirmado y otros han creído que aún el mismo universo, debiera girar en torno a Maria.
Y lo más dramático sobre esta doctrina es que algunos católicos se han atrevido a cuestionar nuestros motivos para rechazar sus doctrinas y quererlos minimizar como “errores interpretativos” para con ello acallar nuestra voz.
Quiero compartir con ustedes, mis hermanos en la fe, el siguiente texto de la catequisis de S.S. Juan Pablo II para que lo analicemos objetivamente:
María, Reina del universo
María es la reina que posee y ejerce sobre el universo una soberanía que le fue otorgada por su Hijo mismo.
Catequesis de S.S. Juan Pablo II
1. La devoción popular invoca a María como Reina. El Concilio, después de recordar la asunción de la Virgen «en cuerpo y alma a la gloria del cielo», explica que fue «elevada (...) por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores (cf. Ap 19, 16) y vencedor del pecado y de la muerte» (Lumen gentium, 59).
En efecto, a partir del siglo V, casi en el mismo período en que el concilio de Éfeso la proclama «Madre de Dios», se empieza a atribuir a María el título de Reina. El pueblo cristiano, con este reconocimiento ulterior de su excelsa dignidad, quiere ponerla por encima de todas las criaturas, exaltando su función y su importancia en la vida de cada persona y de todo el mundo.
Pero ya en un fragmento de una homilía, atribuido a Orígenes, aparece este comentario a las palabras pronunciadas por Isabel en la Visitación: «Soy yo quien debería haber ido a ti, puesto que eres bendita por encima de todas las mujeres tú, la madre de mi Señor, tú mi Señora» (Fragmenta: PG 13, 1.902 D). En este texto se pasa espontáneamente de la expresión «la madre de mi Señor» al apelativo «mi Señora», anticipando lo que declarará más tarde san Juan Damasceno, que atribuye a María el título de «Soberana»: «Cuando se convirtió en madre del Creador, llegó a ser verdaderamente la soberana de todas las criaturas» (De fide orthodoxa, 4, 14: PG 94 1.157).
http://www.encuentra.com/includes/documento.php?IdDoc=1367&IdSec=247
Resumen:
Es por la “devoción popular” que se invoca a Maria como Reina y reina del universo, por cuanto se convirtió en la madre del Creador, y por ello SOBERANA DE TODAS LAS CRIATURAS exaltando su función y su importancia en la vida de cada persona y de todo el mundo.”
¿Esto es grato a los ojos de Dios?
Yo me pregunto y en el mejor de los planes, ¿quién reina en el Universo?
¿Dios o una sierva de Dios?
¿Ha dado Dios verdaderamente tales facultades a su sierva?
He preguntado a los católicos, que objetaron el que les corrigiésemos de llamar a Maria madre de Dios, y les hemos dicho que hay que llamarla Madre de Jesús, el porqué les es importante que nosotros, ahora los evangélicos o lo que ellos conocen como “protestantes”, reconozcamos a Maria como madre, y no han sabido responder, pero en mi búsqueda encontre quizas parte de la respuesta:
Por lo tanto, todo el que honra a la Señora de los celestiales y de los mortales -y que nadie se crea libre de este tributo de reconocimiento y de amor- la invoque como Reina muy presente, mediadora de la paz; respete y defienda la paz, que no es la injusticia inmune ni la licencia desenfrenada, sino que, por lo contrario, es la concordia bien ordenada bajo el signo y el mandato de la voluntad de Dios: a fomentar y aumentar concordia tal impulsan las maternales exhortaciones y los mandatos de María Virgen.
...Dado en Roma, junto a San Pedro, en la fiesta de la Maternidad de la Virgen María, el día 11 de octubre de 1954, décimosexto de Nuestro Pontificado.
http://www.encuentra.com/includes/documento.php?IdDoc=1368&IdSec=247
Bueno, es que “tienen que hacerlo”, no son libres para negarlo. Pero nosotros no estamos sujetos a las mismas autoridades jerárquicas, para quienes creemos que Dios es soberano y rey del universo, somos libres de dar la honra y gloria, solamente a El.
Y algo que siempre hemos sabido y que quizas se debería enfatizar más, es que Dios no comparte su gloria con nadie:
Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas" (Isaías 42:8)
"Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea mancillado mi nombre y mi honra no la daré a otro" (Isaías 48:11)
"...para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que le envió" (Juan 5:23)
"Ahora, pues, Padre, glorifícame tú para contigo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese" (Juan 17:5)
"...hablamos sabiduría de Dios... la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria" (1ª Corintios 2:8; Cf. 2ª Corintios 10:11; Santiago 2:1)
"Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre... a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén." (Apocalipsis 1:5-6)
"Mirad a mi y sed salvos todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. Y se dirá de mi: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán y todos los que contra el se enardecen serán avergonzados" (Isaias 45:22-24)
"De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí" (Romanos 14:10-12)
"...para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de os que están en los cielos y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesús es el Señor, para gloria de Dios Padre" (Filipenses 2

"Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios" (según la cita de Isaias 45:23, en donde lo que aquí se dice de Cristo, allí se dice de Jehová)
Bendiciones!