El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Gabaón, a pesar de lo que San Pablo afirma en Romanos 2,6 a 16 (especialmente 2,7-8 y 2,13) usted puede pensar, creer y decir que Pablo ciertamente habla de que somos justificados solamente por la fe, pero al mismo tiempo no pretenda hacer creer a nadie que eso es doctrina católica porque no lo es.
Retrase cuanto quiera su respuesta a mi pregunta sobre el semipelagianismo en esos cánones de Trento aunque no entiendo qué tiene que ver ese asunto con su exposición sobre la pérdida de justificación.
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Gabaon:

Gracias Miguel, de verdad mil gracias por tus intenciones, sé que vienen de Dios. Pero en este aspecto ni siquiera yo tuve que dar el paso a mí me pasó lo que narra el profeta: "Me he hecho encontradizo de quienes no preguntaban por mí; me he dejado hallar de quienes no me buscaban. Dije: «Aquí estoy, aquí estoy» a gente que no invocaba mi nombre." (Isaías 65, 2) Dios me salió al encuentro Él a mí, yo no le andaba buscando, y me salvó y me constituyó hijo suyo, aquí, sentado en un banco católico-apostólico-romano. Si algún día he de irme a algún sitio, me lo dirá el mismo que me llamó estando aquí
.
Te entiendo, a mi me sucedió algo muy parecido.

Mantente donde estás, procura convencer a los que puedas pero que llegará y muy pronto el dia en que tengas que salir, llegará. A Pablo le sucedió cuando se convirtió y abandonó el error, primero fue a sus hermanos judios y esa es la labor que tienes entre los hermanos católicos,..... luego te sucederá: Hec 22:17Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis. 18Y le vi que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí. 19Yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; 20y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban.c 21Pero me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles.

Te estaremos esperando.

Saludos y bendiciones
Miguel
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Dios te bendiga Miguel.

Jejeje, bien, gracias por esperarme, de seguro nos veremo en el Cielo. Si me muero primero, invitaré a San Pablo, Santa Teresita y a San Vicente Ferrer para que te demos la bienvenida.

Mis saludos.

En el Amor de Jesús.
Gabaon.
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Dios te bendiga Reinosa.

Reinosa dijo:
Gabaón, a pesar de lo que San Pablo afirma en Romanos 2,6 a 16 (especialmente 2,7-8 y 2,13) usted puede pensar, creer y decir que Pablo ciertamente habla de que somos justificados solamente por la fe, pero al mismo tiempo no pretenda hacer creer a nadie que eso es doctrina católica porque no lo es.
Retrase cuanto quiera su respuesta a mi pregunta sobre el semipelagianismo en esos cánones de Trento aunque no entiendo qué tiene que ver ese asunto con su exposición sobre la pérdida de justificación.

Reinosa, si se fija en mi primer aporte ya establecí el orden en que trataré los tópicos. Usted acaba de llegar, ajústese o proponga, pero no disponga ¿le parece?.

Ya se lo dije, si por "Sola Fe" usted entiende que basta el asentir a las verdades reveladas para ser justificados y que ese asentir no requiere la compañía de amor por Dios, temor de Dios, detestación del pecado y confianza en Dios, pues esa "fe" (si se le puede llamar así) no puede salvarle. Sencillo.

Si usted cree que el Catolicismo lo que quiere y defiende es la fórmula Fe + Obras para ser justificados, pues sencillamente usted es uno de los que debe estar en este epígrafe para darse cuenta que esto no lo hemos hecho... NUNCA.

Mis saludos en Cristo.

En el Amor de Jesús.
Gabaon.
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Lleve usted el orden que quiera. Seguiré con atención su exposición sobre porqué las obras no justifican o causan el aumento de la justificación al que previamente ha creído, tal y como creo que enseña Santiago en Stg 2,24 y Trento en su canon 24.
Releyéndole, quizás es más sencillo de lo que parece pues la sola fe de la que usted habla es una fe con obras. O sea, la sola fide formata. Que como bien sabe no es la sola fide luterana y calvinista. Si es eso de lo que está hablando, le pido disculpas por mi forma de escribirle
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Dios te bendiga Reinosa.

Me detengo en lo de la Fe Sola.

Ni Calvino ni Lutero estaban en contra de lo que el Catolicismo entiende por Fe Formata. Ellos lo que pensaban es que tal división era absurda, que no podía haber Fe sin que la acompañara la caridad. Que no se podía hablar de una Fe que no estuviera acompañada del amor por Dios, del aborrecimiento por el mal.

El particular problema de Calvino era uno teológico en este caso. Calvino no era antimomista, faltaba más. La oposición de Calvino es que tal división de Fe Formata y de Fe In-Formata eran meras especulaciones.

El problema aquí no es si le añadimos obras a la Fe o no. Eso está fuera de discusión.

El problema es doble:
1. ¿Se le puede llamar "Fe" al asentimiento intelectual a las verdades reveladas?
2. ¿Es suficiente ese asentimiento para salvar?.

Calvino dice que sí a ambos casos. Santiago y el Catolicismo dicen que no a ambos casos.

Pero cuando Calvino dice que sí, especifica que es ese asentimiento el que justifica, pero que ese asentimiento NUNCA se da sin amor por Dios, que NUNCA se da sin aborrecimiento del pecado y que NUNCA se da sin poner toda la esperanza en Dios.

Ante tal especificación pues no hay nada que objetar.

La pregunta que le hace el Trento a Calvino es:
¿Puede existir Fe sin Amor (ambos como regalos de Dios) en el alma de un hombre?

Calvino dice que NO.

Trento dice que SI. Que puede haber FE sin CARIDAD tal como lo hay en los demonios. No basta el movimiento del intelecto para justificar, hace falta el movimiento de los afectos.

Esto no es "obras" mi querido, es solo la integración del hombre completo en la aceptación del misterio de Cristo.

Como Calvino dice que no puede haber Fe sin que los afectos estén integrados, pues contra esa Fe no hay nada que objetar, esa Fe, definitvamente Justifica.

En el Amor de Jesús.
Gabaon.
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Dios te bendiga Tobi.

Perdón que no había visto tu aporte entre los otros. Te respondo.

Lo primero es que lo que Tomás dice lo dice parafraseando Romanos 7, 7: "Sin embargo yo no conocí el pecado sino por la ley. De suerte que yo hubiera ignorado la concupiscencia si la ley no dijera: ¡No te des a la concupiscencia!". Y venga que sí me sorprende que esta opinión de Tomás muy típica del protestantismo, sea corregida precisamente por un protestante. No es nueva tu opinión, de hecho está muy de moda ahora entre los tuyos con esto de la Nueva Perspectiva de Pablo (NPP), de la que apenas me estoy empezando a enterar.

Pablo me da lo que para él fué una solución diciendome que el Evangelio es poder de Dios para salvación. Pero de nuevo surge el problema en mi, y es mediante la pregunta: ¿Y como funciona en mi este poder de Dios?
La tesis de Tomas y la del Concilio de Trento pretenden que la gracia de Dios hará que esto sea para mi creible. Es decir que dicha gracia me dará la fuerza suficiente para que, de mi mismo, se genere la suficiente capacidad de creencia (fe) para que se me haga creible. Pero no es eso lo que dice Pablo. Lo que el dice es que la fe es un don de Dios. Y no obstante perdura una cuestión, la de mi libre albedrío y este me lleva a la pregunta. ¿Acaso Dios me obliga mediante esta fe que me regala (gracia) a que lo acepte y obre en consecuencia? ¿No fué este el error de Calvino con su concepto de predestinación? (la polémica de calvinistas y arminianos)
Cada vez traes más tópicos difíciles. "La Justicia de Dios" ¿qué es? Tobi, sin engaños, y sin excusas, sabemos que ni tus exégetas, ni los míos, ni los unos, ni los otros, ni juntos se ponen de acuerdo respecto a esto. Es más, es en este aspecto donde parece que se borran las líneas denominacionales y se mezclan "mansos con cimarrones" como dicen en el caribe.

Ya lo dije en un epígrafe hace muchos meses que a mí me sorprende y me es de no buen agrado que en el Catolicismo se haga poco énfasis en el aspecto objetivo de nuestra Justificación. Que después de la muerte de Anselmo y Bernardo nada novedoso ha habido en ese sentido.

En Trento (y ya lo hacía Tomás) el énfasis era decir que yo soy hecho justo porque Dios me salva de lo que me hace injusto. La idea es, yo peco porque soy pecador. No es al revés, yo no soy un pecador porque peco sino que peco porque estoy consituído como pecador. Entonces la Justificación consiste en dos aspectos, uno objetivo en el que Jesús satisface legalmente mis faltas y Dios, por esa satisfacción, decide no imputarme más mis pecados. Lo segundo es el aspecto subjetivo en el que Dios borra de mi alma el pecado propiamente dicho y me entrega "algo" por lo que puedo optar por Dios como mi opción fundamental, ese "algo" es la gracia santificante.

Los teólogos postridentinos católicos se dedicaron a enfatizar y subrayar el aspecto subjetivo porque el error de la Reforma era quedarse SOLO con el objetivo. Y muchas veces cometimos el error contrario, hemos oscurecido el aspecto objetivo y de ese oscurecimiento la penumbra ha alcanzado otras verdades, como la Imputación de la Justicia de Cristo, hemos "cosificado" la Gracia Santificante, hemos oscurecido la relación entre la In-Habitación del Espíritu Santo y el estado de Gracia, hemos sobrevalorado el valor de la naturaleza hasta coquetear de nuevo con el... etc., etc., etc.

Esto no son recovecos teológicos, esto en la pastoral se nota gravemente, y por eso mucha comunidad católica no termina de ver la diferencia entre Cristianismo y Ética.

Hay una gran cantidad de teólogos católicos embarcados en la labor de hacer girar el foco católico y alumbrar lo que es netamente propiedad nuestra aprovechando estos aires post-Vaticano II.

En el Amor de Jesús.
Gabaon.
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Pérdida del estado de Justificación. (Parte 1)

Pongamos las cosas en perspectiva.

Calvino, junto a todos los reformadores, considera que la Justificación es únicamente la No-Imputación de los pecados en virtud de la muerte expiatoria de Cristo que se imputa como justicia al que cree en Él. El Catolicismo sostiene que la Justificación es además de esto la renovación y santificación interna del pecador. Más aun, el Catolicismo define como única causa formal de nuestra justificación la santidad de Dios, no con la que Él mismo es santo sino con la que nos hace santos a nosotros.

Naturalmente los Reformadores no encuentran ninguna razón para pensar que ese favor con el que Dios decide no imputarnos los pecados pueda perderse precisamente porque pequemos. Bajo el fundamento de que Justificación = No-Imputación-De-Pecado, pues ningún pecado puede cambiar esa declaración de Justicia sobre el justificado, excepto los pecados que atenten contra la fe. Sobra decir que no todos los reformadores están de acuerdo en esta parte. Ni Lutero (sorpresa) ni en la fórmula de Concorde se apoya esta creencia.

Del mismo modo el Catolicismo al pensar que Justificación = Santidad pues claramente entiende que con una acción grave en contra de la santidad se pierde el estado de Justificación y por eso el canon 23 dice: "Si alguno dijere, que el hombre una vez justificado no puede ya más pecar, ni perder la gracia, y que por esta causa el que cae y peca nunca fue verdaderamente justificado... sea excomulgado." (38). En base a lo dicho en el acápite de Justificación-Santificación es obvio que uno que después de regenerado vuelve a los hábitos pecaminosos de los que fue lavado es porque ha perdido la disposición que Dios le regalara de aborrecer el pecado al justificarlo, por tanto ha perdido su estado de justificación.

Sorprendemente Calvino nunca niega que los justos puedan caer de su estado de gracia, y de hecho reconoce que la Fe que queda en uno que ha cometido pecados graves pierde su cualidad vivificante. En su comentario a la primera carta de Juan Calvino dice lo siguiente: "...el corazón de los justos está tan efectivamente dominado por el Espíritu de Dios, que por medio de una disposición inflexible ellos siguen su guía. Juan no solo muestra que no podemos pecar, sino también que el poder del Espíritu Santo es tan efectivo, que necesariamente nos mantiene en continua obediencia a la santidad.

Pero aquí surge una pregunta, ¿Puede el temor y el amor a Dios extinguirse en alguno que haya sido regenerado por el Espíritu de Dios? que esto no pued suceder, parece inferirse de las palabras del Apóstol.

Hay también esos que son doblemente frenéticos, quienes sostienen, bajo esta pretensión, que todo está permitido para los creyentes, esto es, porque Juan dice que ellos no pueden pecar. Estos mantienen que podemos seguir indiscriminadamente lo que sea a lo que nuestras inclinaciones nos conduzcan. Por eso se toman la libertad de cometer adulterio, robar, y asesinar, porque no puede haber pecado donde reina el Espíritu de Dios. Pero lejos de esto que ese sea el sentido del Apóstol.
" (39)

Claramente lo que Calvino ha dicho es que el impulso del Espíritu Santo a vivir una vida de santidad es irresistible, y que sencillamente el creyente que no vive una vida de santidad es sólo un hipócrita que se engaña a sí mismo con "vana confianza" (40). No hay refugio para el que quiera seguir viviendo una vida de impiedad y suponerse salvado, no en el Calvinismo al menos. Si alguien está dispuesto a defender la doctrina de la Perserverancia de los Santos según Calvino debe estar dispuesto a defender esta eficacia de la gracia irresistible que nunca permitirá que se extinga el temor de Dios, el aborrecimiento por el pecado y el amor a Dios. Cosas, que según la experiencia en uno u otro momento, han visto extinguidas los que una vez fueron justificados.

Como nota marginal menciono que el error de pensar que la in-habitación y la caridad no se pierden con pecados graves no es novedad de algunos reformadores, ya había sido propuesto por Joviniano y resucitado por algunos discípulos de Abelardo.

Calvino ha entendido que Trento se opone a un regalo como este de la Perseverancia de los Santos, pero la doctrina de la Perseverancia Final es netamente Católica. Trento reconoce la existencia de esta gracia, es decir, una gracia por la que Dios predestina a algunos a perseverar hasta el final bajo su cuidado, lo que Trento condena es la creencia de que se pueda conocer esto por haber sido justificados alguna vez. La disputa de Calvino es por su creencia de que Trento niega esta posibilidad, cosa que Trento nunca hace. El mismo Calvino reconoce en algún momento que no hay cosa más peligrosa que tratar de auto-sugestionarse para creerse uno de los predestinados, que los que así hacen podrían terminar perdidos (41), y esta es la única advertencia que Trento hace y condena al que lo diga sin tener una revelación especial; lo único que él dice ser uno a quien se le reveló eso por revelación especial (*shrug*) y estima que ese conocimiento es más común que lo que los Padre de Trento suponen.

Continuará...
_________________________________________________
Notas.

*De todos los títulos en Inglés las traducciones son mías.

38. Concilio de Trento, Sesión VI, Cánones sobre la Justificación, Canon XXIII.
39. John Calvin, Commentaries on The Catholic Epistles, First Epistle of John, Ch. 3.
40. John Calvin, Antidote to the Sixth Session of The Council of Trent on the Doctrine of Justification.
41. ibid.
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Pérdida del estado de Justificación. (Parte 2)

Respecto a la pérdida del estado de Justificación todo el discurso de Calvino se viene en contra de lo que La Iglesia propone como el método para volver al estado de Justificación, a saber, el sacramento de la penitencia. Calvino argumenta: "...aunque La Escritura declara que el arrepentimiento es una renovación del hombre completo; aunque ésta señala hacia su misma fuente: el temor excitado por un verdadero sentido del Juicio Divino; aunque ella enumera sus partes: auto-negación, que consite en odio del pecado e inconformidad con nuestra propia depravación, y una renovación de la vida o regeneración del espíritu, que no es nada más que la restauración de la imagen Divina; aunque ésta marca cuidadosamente sus efectos, y explícitamente define su naturaleza completa, los venerables Padres no presentan nada más que endebles sandeces con las que la doctrina del arrepentimiento ha sido corrompida bajo el Papado." (42)

Definitivamente una agria crítica contra el sacramento de la Reconciliación, pero es en la parte de "temor, juicio, renovación, arrepentimiento, regeneración, auto-negación, odio del pecado, inconformidad con el estado depravado" que quiero hacer énfasis. Este es el camino para ser justificados que Calvino reconoce existe en la Escritura. Y quiero subrayar eso porque detrás de toda la dureza de su crítica al "papismo" aquí no hay ni el más mínimo lugar a duda de que "Justificación por la Sola Fe a lo Calvino" definitivamente incluye los puntos que vimos como pre-cedentes a la justificación enumerados por Trento. Así que aquí no cabe la acusación de laxismo moral con la que el católico suele acusar al protestantismo. Note que Calvino habla de la vuelta al estado de gracia, nunca dice claramente si los justos pueden caer del estado de gracia, pero reconoce cuál es la manera de volver a él, lo que hace suponer que de alguna manera un justificado sí pierde su estado de justicia aunque sea que el Espíritu Santo irresistiblemente le devuelva a él.

El fuego cruzado es el siguiente, el protestante acusa al católico de proponer una justificación dependiente de nuestras acciones y por tanto producto de ellas. De su parte el católico acusa al protestante de proponer con esta creencia una vida licenciosa. La verdad es que Trento propone que la única manera de regresar al estado de justificación es el mismo por el que la alcanzamos inicialmente: por pura gracia. Lo único que cambia ahora es la causa instrumental, antes era el bautismo ahora es la confesión. Y que ahora Trento añade la satisfacción que era innecesaria para el bautismo.

No hay manera de eliminar las penas eternas con obras, sólo por la gratuita infusión de la gracia y la no imputación de nuestros pecados pasados que se da graciosamente en el sacramento. Es lo que Trento defiende.

Ahora bien, cada pecado nos acarrea una serie de consecuencias que aún perdonándose el pecado se nos vienen encima, como lo es la inclinación a volver a cometer el pecado y el quedar atrapados en la debilidad de la concupiscencia al inclinarnos a un hábito pecaminoso. La noticia que Trento aporta es que esas consecuencias naturales, temporales, se pueden eliminar si el creyente añade hábitos contrarios a estos con actos virtuosos. Y nueva vez señala Trento, SIEMPRE lo hace, que estos actos son obras sobrenaturales que son ellas mismas efectos de la gracia, tal como lo eran los previos a la primera justificación: "cuando padecemos, satisfaciendo por los pecados, nos asemejamos a Jesucristo que satisfizo por los nuestros, y de quien proviene toda nuestra suficiencia; sacando también de esto mismo una prenda cierta de que si padecemos con él, con él seremos glorificados. Ni esta satisfacción que damos por nuestros pecados es en tanto grado nuestra, que no sea por Jesucristo; pues los que nada podemos por nosotros mismos, como apoyados en solas nuestras fuerzas, todo lo podemos por la cooperación de aquel que nos conforta. En consecuencia de esto, no tiene el hombre por qué gloriarse; sino por el contrario, toda nuestra complacencia proviene de Cristo; en el que vivimos, en el que merecemos, y en el que satisfacemos, haciendo frutos dignos de penitencia, que toman su eficacia del mismo Cristo, por quien son ofrecidos al Padre, y por quien el Padre los acepta." (43)

No hay espacio para que nadie crea que por sus actos satisfactorios Dios le perdona, estos actos sólo son requeridos para enderezar las disposiciones de uno que ya ha sido perdonado únicamente por los méritos de Cristo y esos mismos actos cobran toda su eficacia del mismo Cristo al que fuimos incorporado en el bautismo, por medio de su gracia. Lo que a Calvino le molesta en esto es que nos acusa de que creemos que estos actos son nuestros y que no proceden de Cristo mismo. Pero Trento no ha incitado a nadie a pensar que es así. Y obviamente le molesta a Calvino la presencia de La Iglesia como administradora del sacramento de la penitencia. Pero este es otro asunto.

Lo que no hay es manera de sustraer el concepto de penas temporales y el de la laboriosidad de la penitencia de la misma Biblia y ya esto Calvino lo ha reconocido. Así que, a mortificar la carne que aquí no hay antinominianos.

En mi próximo aporte tocaré el tema del aumento de la justificación.

Continuará...
_________________________________________________
Notas.

*De todos los títulos en Inglés las traducciones son mías.

42. John Calvin, Antidote to the Sixth Session of The Council of Trent on the Doctrine of Justification.
43. Concilio de Trento, Sesión XIV, Capítulo VIII.
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Perdon hermanos por dejar este mensaje aqui ,queria pedirle Tobi si me puede agregar a su lista de contactos de msn ,le dejo mi direccion de mail:
[email protected]

le dejo este mensaje aqui porque no he podido mandarle un mensaje privado,les pido disculpas.

Hasta siempre con la paz de Cristo.
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

¿Penitencia? ¿Sacramento de penitencia? Eso no lo encuentro en la enseñanza apostólica.

Lo que si encuentro es metanoia (arrepentimiento)
En 1ª Ped. 1:4-5 leemos
<SUP></SUP>
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,<SUP> </SUP>vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo
.
¿Cuales son estos sacrificios espirituales capaces de agradar a Dios por medio de Jesucristo?
También, ¿quienes son los que han recibido este sacerdocio?

Pero si me voy a Juan y en su primera carta, leo:
<SUP></SUP>
Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.<SUP> </SUP>Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;<SUP> </SUP>pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.<SUP> </SUP>Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.<SUP> </SUP>Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.<SUP> </SUP>Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
(1ª.Juan 1:5-10)

¿En que momento perdemos la gracia?

Y no acaba aquí la cuestión, porque mas adelante leemos:
(2:1-6)
<SUP></SUP>
Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.<SUP> </SUP>Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.<SUP> </SUP>Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.<SUP> </SUP>El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;<SUP> </SUP>pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.<SUP> </SUP>El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
¿Cuando perdemos la gracia?
¿Donde en todo el Nuevo Testamento se habla de una casta sacerdotal de entre los creyentes y con la capacidad de prounciar " yo te absuelvo"?
Juan habla de un solo abogado.

Es encomiable tu defensa de las definiciones de Trento, de mucha altura teológica pero cuando descendemos a lo práctico uno se pregunta. ¿Donde está dicha defensa? ¿Es eso lo que se enseña en vuestras catequesis?
Reinosa pone pegas porque esta enseñanza le es una novedad que puede que nunca sospecho. Si es así, significa que está bajo llave y solo se saca en discusiones con el protestantismo y a un nivel ajeno a los miembros de ambas confesiones.
Bendiciones
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Tobi dijo:
¿Penitencia? ¿Sacramento de penitencia? Eso no lo encuentro en la enseñanza apostólica.

Lo que si encuentro es metanoia (arrepentimiento)
En 1ª Ped. 1:4-5 leemos
<SUP></SUP>
.
¿Cuales son estos sacrificios espirituales capaces de agradar a Dios por medio de Jesucristo?
También, ¿quienes son los que han recibido este sacerdocio?

Pero si me voy a Juan y en su primera carta, leo:
<SUP></SUP>
(1ª.Juan 1:5-10)

¿En que momento perdemos la gracia?

Y no acaba aquí la cuestión, porque mas adelante leemos:
(2:1-6)
<SUP></SUP>
¿Cuando perdemos la gracia?
¿Donde en todo el Nuevo Testamento se habla de una casta sacerdotal de entre los creyentes y con la capacidad de prounciar " yo te absuelvo"?
Juan habla de un solo abogado.

Es encomiable tu defensa de las definiciones de Trento, de mucha altura teológica pero cuando descendemos a lo práctico uno se pregunta. ¿Donde está dicha defensa? ¿Es eso lo que se enseña en vuestras catequesis?
Reinosa pone pegas porque esta enseñanza le es una novedad que puede que nunca sospecho. Si es así, significa que está bajo llave y solo se saca en discusiones con el protestantismo y a un nivel ajeno a los miembros de ambas confesiones.
Bendiciones

(No se que ha pasado en mi anterior aporte que aparece en caracteres griegos)
Misterios de la infirmática.
Veremos si no pasa lo mismo con este
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

<HR align=center width="100%" color=#d1d1e1 noShade SIZE=1>
Cita:<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

<TABLE class=MsoNormalTable style="WIDTH: 100%; mso-cellspacing: 0cm; mso-padding-alt: 4.5pt 4.5pt 4.5pt 4.5pt" cellSpacing=0 cellPadding=0 width="100%" border=0><TBODY><TR style="mso-yfti-irow: 0; mso-yfti-firstrow: yes; mso-yfti-lastrow: yes"><TD style="BORDER-RIGHT: #ece9d8 1pt inset; PADDING-RIGHT: 4.5pt; BORDER-TOP: #ece9d8 1pt inset; PADDING-LEFT: 4.5pt; BACKGROUND: #e1e4f2; PADDING-BOTTOM: 4.5pt; BORDER-LEFT: #ece9d8 1pt inset; PADDING-TOP: 4.5pt; BORDER-BOTTOM: #ece9d8 1pt inset">Originalmente enviado por Tobi<o:p></o:p>

¿Penitencia? ¿Sacramento de penitencia? Eso no lo encuentro en la enseñanza apostólica.

Lo que si encuentro es metanoia (arrepentimiento)
En 1ª Ped. 1:4-5 leemos

.
¿Cuales son estos sacrificios espirituales capaces de agradar a Dios por medio de Jesucristo?
También, ¿quienes son los que han recibido este sacerdocio?

Pero si me voy a Juan y en su primera carta, leo:

(1ª.Juan 1:5-10)

¿En que momento perdemos la gracia?

Y no acaba aquí la cuestión, porque mas adelante leemos:
(2:1-6)

¿Cuando perdemos la gracia?
¿Donde en todo el Nuevo Testamento se habla de una casta sacerdotal de entre los creyentes y con la capacidad de prounciar " yo te absuelvo"?
Juan habla de un solo abogado.

Es encomiable tu defensa de las definiciones de Trento, de mucha altura teológica pero cuando descendemos a lo práctico uno se pregunta. ¿Donde está dicha defensa? ¿Es eso lo que se enseña en vuestras catequesis?
Reinosa pone pegas porque esta enseñanza le es una novedad que puede que nunca sospecho. Si es así, significa que está bajo llave y solo se saca en discusiones con el protestantismo y a un nivel ajeno a los miembros de ambas confesiones.
Bendiciones<o:p></o:p>


</TD></TR></TBODY></TABLE>

<o:p> </o:p>
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Dios te bendiga Tobi.

Tu pregunta (y queja) es la misa de Calvino, que no ven ni sacramento, ni satisfacción, ni absolución en la enseñanza apostólica. Si te fijas en este epígrafe nunca he hecho énfasis en los sacramentos (aunque sí me has visto defenderlos todos en otros epígrafes) porque mi interés es sólo mostrar que hemos leido ambos católicos y protestantes este Concilio "a la Luz" de Calvino. Y sólo quiero mostrar la verdad, lo que realmente se ha dicho en Trento y no lo que los reformadores creen que decimos.

Mi postura es sencilla: muchos católicos están defendiendo de lo que Calvino dice que adolecemos y NO es verdad que adolecemos de eso.

Es como que yo diga que estoy tomando pastillas para el dolor de cabeza y de pronto alguien me da todo un discurso de como la aspirina provoca cáncer de estómago y me aconseja que deje de tomarla. De pronto sale un tercero a defender cómo la aspirina prevee el cáncer de colon y previene los infartos, y refuta la opinión del cáncer estomacal y me encomina a seguirla tomando, y se amar todo una trifulca por la aspirina... cuando yo nunca dije que estoy tomando aspirinas. Así veo a Trento.

Para mí sacerdote, bautismo, penitencia y satisfacción son parte íntima del proceso de Justificación. En eso no espero encontrar eco en el Protestantismo, ahora bien, sí pretendo ubicar eso donde Trento lo ubica y no donde a los "defensores de aspirinas" se le apetece ponerlo.

En el Amor de Jesús.
Gabaon.
 
Re: El Concilio de Trento a la Luz de Calvino

Por fin ha salido bien.
Disculpas