TERRORISMO BÍBLICO
Amarrar a una silla Hechos 2:38-39 y torturarlo hasta obligarlo a decir que el bautismo de arrepentimiento sobre el asesinato del Mesías es también para los bebés, no proviene del Espíritu Santo.
Pedro predica en Pentecostés a judíos que habían participado directa o indirectamente en la crucifixión del Mesías (Hch.2:36).
“Arrepentíos y bautícese cada uno…” El bautismo aquí está ligado al arrepentimiento personal, asociado al reciente asesinato del Mesias no a una práctica ritual heredada, como si los niños de los gentiles fuesen culpables de sus padres haber gritado "Crucifícale", escrito está:
Eze_18:20 El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.
Pedro une arrepentimiento y bautismo en un mismo mandato (Hch.2:38).
Un niño no puede arrepentirse ni confesar fe (cf. Marcos 16:16).
Los oyentes eran responsables de haber clamado “¡Crucifícale!” (Lc.23:21).
Los niños de esa época no participaron en ese pecado histórico ni podían ser cómplices, mucho menos los hijos de los gentiles en épocas posteriores hasta el día de hoy.
Cuando este terrorista:
Ebrio de maldad, fuerza Hechos 2:38-39 para defender el bautismo infantil estoy completamente seguro de que su perversa intención de hacer responsables a niños que aún no han nacido del asesinato de Cristo es una orden del catolicismo romano, para asegurar la pederastia posterior cuando los acercan a la casa cural con el pretexto del sacramento de la confirmación.
El texto de Hch.2:38-39 habla de arrepentimiento y fe personal, condiciones imposibles para un bebé, lo que hay detrás del bautismo de niños en el catolicismo romano es una secuela de hechos punibles contra la moral y la buena fe guardada que un creyente en Cristo tiene todo el derecho a rechazar por cuanto se ha manipulado la fe desde su infancia, obligándolos a una membresía de un sistema corrompido, pagano, que hace de todo católico romanista un candidato al infierno, si antes no despierta y busca al Cristo de las Escrituras, el cual se lo cambiaron por un crucifijo, reinas del cielo, escapularios, santos rosarios, altares, invocación de gente muerta, rezos, es decir, toda una parafernalia que solo sirve para engañar a aquellos cuyos nombres no están inscritos en el Libro de la Vida del Cordero.
SON RESPONSABLES.