Por Carlos Canosa
<?XML:NAMESPACE PREFIX = O /><o></o> En 2 reyes 17:24-26 se cuenta que luego del exilio de Israel profetizado por Oseas y Amós - es decir, el exilio del Reino del Norte o “casa de Israel” integrado por diez tribus - el rey de Asiria pobló de nuevo Samaria (otro nombre para el Reino del Norte) con gentes de otras naciones. Y entonces sucedió algo extraño:
<o></o>
"Y trajo el rey de Asiria gente de Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron en sus ciudades. Y aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí, que no temiendo ellos a Yahwéh, envió Yahwéh contra ellos leones que los mataban. Dijeron, pues, al rey de Asiria: Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la ley del Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en medio de ellos, y he aquí que los leones los matan, porque no conocen la ley del Dios de la tierra".<o></o>
<o></o>
Es decir, Yahwéh mandó leones entre los nuevos habitantes de Israel que seguían dioses extraños y no temían al Dios de Israel. <o></o>
<o></o>
Esto es muy ilustrativo para los EEUU de la agenda anti-mesiánica y para la Europa que aplaude los mismos postulados de esta agenda apostata. Si en la tierra en que se adoro a Elohim se olvidan de Él y van tras dioses extraños - los de la Nueva Era, por ejemplo - la tierra se llenara de leones voraces. Estos leones pueden ser la violencia callejera, la violencia domestica, el terrorismo, el terrorismo de la naturaleza: huracanes, terremotos y tsunamis, los accidentes de transito, los adolescentes asesinos y otras materializaciones de los leones de Yahwéh.<o></o>
<o></o>
Olvidar el "primer amor" trastorna el clima y la seguridad interna de las naciones de la cristiandad, antes y ahora. <o></o>
<o></o>
***<o></o>
Y la forma en que se soluciono el problema en la antigua Samaria es igualmente llamativa (versículos 27 al 40):
<o></o>
" Y el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allí a alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá, y vaya y habite allí, y les enseñe la ley del Dios del país. 28 Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado cautivo de Samaria, y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer a Yahwéh.<o></o>
<o></o>
Pero cada nación se hizo sus dioses, y los pusieron en los templos de los lugares altos que habían hecho los de Samaria; cada nación en su ciudad donde habitaba.<o></o>
<o></o>
Así temieron a Yahwéh aquellas gentes, y al mismo tiempo sirvieron a sus ídolos; y también sus hijos y sus nietos, según como hicieron sus padres, así hacen hasta hoy”.<o></o>
<o></o>
Es decir, el emperador asirio hizo volver algunos de los sacerdotes de los que había exilado para que enseñaran la ley de Elohim a los nuevos habitantes de Samaria. Y estos aprendieron a temer al Dios de Israel... pero no abandonaron sus dioses. Es decir: "temieron a Yahwéh" pero, al mismo tiempo, siguieron adorando a sus dioses.<o></o>
<o></o>
Es por eso que los judíos tenían prohibido pasar por Samaria, aunque Nuestro Maestro lo hizo varias veces, y en una de ellas le predico a la mujer que venia a recoger agua al pozo de Jacob. Ella conocía al Dios de Israel pero vivía en pecado. <o></o>
<o></o>
Algunas congregaciones se han poblado de samaritanos espirituales: "temen a Yahwéh" pero siguen también a sus propios dioses.<o></o>
<o></o>
Por eso siempre tienen sed. <o></o>
<o></o>
Nuestro Maestro mandó predicar su evangelio del Reino "en Judea, en Samaria...y hasta los confines de la tierra". Hoy las religiones están llenas de samaritanos espirituales que precisan que se les predique de nuevo un evangelio puro que los invite a abandonar sus dioses particulares, a la vez que un falso sentido de la “tolerancia” incrustado en el discurso predominante de estos días quiere igualar a Yahwéh y a los dioses espurios que nos han invadido: por eso es que – como en aquellos días - los leones de Yahwéh están haciendo destrozos en la cristiandad.
shalom<o></o>