Al reflexionar sobre tu vida: ¿Cual es tu balance final?

vid

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24 Marzo 2005
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Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” (Salmo, 90:12)
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El versí**** arriba citado, nos invita a la reflexión, pero no una reflexión a la ligera, sino, seria y profunda. La reflexión en la persona, va de acuerdo con la madurez con la que cuente, esto, en los que alguna vez reflexionan. Muchos, ni siquiera conocen el significado de la palabra y nunca han reflexionado sobre algo. Muchos factores están envueltos en el hecho de que una persona tome más o menos en serio su vida, y en que un cristiano juzgue seriamente o livianamente su vida espiritual. Por ejemplo, la forma de crianza y la enseñanza de sus padres, así como la voluntad personal de tomar un rumbo certero en la vida. La educación secular, aunque poco, también juega un papel importante, por el hecho de la mentalidad que adopta una persona por motivo de los estudios universitarios que curse. Por ejemplo, los que estudian carreras humanitarias, como doctores, enfermeras, etc, ello supone que la persona tiene ciertas inclinaciones muy positivas a ayudar al que está en desgracia, lo que le llevó a estudiar esa profesión. Y así, podemos especular sobre una variedad de posibilidades.

Reflexionar, es el acto de meditar o pensar, ponderar, despacio y con detenimiento, examinar con cuidado, algo con el fin de analizar si estuvo bien o mal, si fue justo o injusto, etc. En este caso, implica, reflexionar sobre las experiencias de nuestra vida, sobre nuestras acciones y actitudes ante la misma, y en general, pasar juicio sobre lo útil o no ӯtil de nuestra vida vivida, para buscar aquellas cosas que nos den orientación para la vida en lo adelante, como también, procurar enmendar lo que hallamos hecho malo o erróneo en el pasado para no volver a cometer los mismos errores.

Muchas personas pasan por la vida, comiendo todo lo que pueden, adquiriendo todo lo que pueden, viviendo a su manera en la medida que pueden, sin tener en cuenta a sus semejantes. Nunca notan la necesidad del que está a su lado, nunca extienden su mano de ayuda o su palabra de consuelo, o palabra de consejo, nunca les sobra tiempo para nada, sólo para satisfacer sus necesidades, y sus intereses eso es todo lo que importa. Son los mismos que usualmente, no tienen a nadie a su lado a la hora de su aflicción. No han sembrado, así que, no pueden cosechar.

El salmo 90, es una oración que hiciere el gran Moisés, libertador y legislador de Israel, por mano de Dios. Moisés vivió y vio mucho, el sabía lo que la vida da y lo que la vida quita, experimentó muchos momentos de luchas, de derrotas, así como también, grandes victorias y logros. Moisés es una cátedra de vida, sólo Abraham y Salomón se le compara, y sólo Jesús lo supera. En cortas palabras, cuando Moisés hablaba de algo, el hombre sabía de lo que estaba hablando. Pero aún Moisés necesitó reflexionar, ponderar, analizar su vida para ver si acaso algo había que enmendar, para aprender de lo vivido para redefinirse como ser humano y así evitar los errores del pasado. Para ponerse en línea con Dios, enderezando sus pasos, para que lo cojo no se saliera del camino sino que alcanzara sanidad. (Hebreos, 12:12-13) En otras palabras, para que lo torcido no siguiera torcido. ¿Ha oído el dicho: árbol que nace torcido jamás su tronco endereza? Bueno, en el mundo eso es cierto, pero en Dios es muy distinto. El mundo lo mejor que te puede dar es pensamientos positivos, fijarte metas para alcanzarlas, animarte a ser lo que egoístamente quieres ser y conseguir lo que quieres conseguir, esto es materialmente. Y darte con ello, sin sabores, dolores, angustias y zozobra. Eso es lo mejor que el mundo da.

Pero, en cristo, es muy distinto, porque el reino del mundo y el reino de Dios son opuestos entre sí. Las leyes que gobiernan el reino de Dios son desconocidas por el mundo. Dios nos ofrece salvación, paz, gozo, seguridad, independientemente de nuestra condición física y/o, nuestra situación económica. El mundo no conoce y además no entiende eso. El mundo quita, Dios da, el mundo te dice: “Adquiere, acumula, todo lo que puedas, vive para ti” pero, Dios te dice; “Ayuda, bendice a otros, da de ti, de tu tiempo y de tu dinero, vive para mí, y sólo así, conocerás mi paz, mi felicidad, mi gozo.” (Mateo, 6:19-34; Lucas, 12:13-21; 18:18-30)

Se ha comprobado aún científicamente que, las personas generosas son las más felices. En cambio, los mezquinos, son los más infelices y miserables no importa el dinero que tengan o la salud física que ostenten, nunca alcanzan la felicidad ni el sentido de la vida. La vida se disfruta en la medida en que vives para Dios y su ley y te das al servicio de otros. Siempre que oigo políticos y funcionarios públicos decir que les gusta servir a su pueblo, a su país, me pregunto: ¿Por qué entonces, cobraran un sueldo? El mundo se define muy distinto a como Dios lo define. Lamentablemente existen aún, “cristianos” que no difieren de la mentalidad y valores del mundo, son una decepción como creyentes y una vergüenza para el evangelio de Cristo. Tienen mucha: “doctrina” y mucha actividad de iglesia, lloran en los cultos, tiemblan y gritan de júbilo, pero no conocen el verdadero significado de la vida cristiana o cristianismo.

Pero Dios transforma las vidas, cambia los corazones, hace nuevas todas las cosas, no ha establecido una iglesia de nombres sino una iglesia compuesta de gente lavada en la sangre de Cristo y llenos del verdadero amor. Gente que vienen a ser la sal de la tierra y la luz del mundo. (Mateo, 5:13-16; 1 Juan, 2:15-17; 3:1-23)

Enséñanos Señor, a contar (reflexionar sobre) nuestros días de tal modo…” Te puedo garantizar que, no soy perfecto, mucho me falta todavía por aprender de / en Dios, pero al mismo tiempo te digo que, cada día muero, cada día, procuro serle más agradable y confío que tú lo hagas también, cada día enmiendo y busco servirle mejor. Te garantizo que no soy el mismo cristiano de hace 20, 15, 10, 5, 1 años atrás. Ni aún, el mismo que fui ayer. Yo no soy mejor que tú o que nadie, simplemente busco servirle al Señor y a mi prójimo con alegría de corazón, con amor y fe, con devoción. Juzgo mi “ayer” muy severamente para enmendar mi presente y ser mejor cada día, como cristiano y como persona. Todo, en la única forma en que eso puede ser posible, por la gracia y la misericordia de Dios.

Confío en que Dios me dará cada día, la fortaleza y la sabiduría que necesito para ser quien el quiere que yo sea porque sin el, nada podemos hacer. (Juan, 15:5; Santiago, 1:2-18 ) (Ver, 5) Tú puedes hacer igual, a fin de cuentas, Dios no me ama a mí más que a tí. La pregunta es si nos ponemos en una posición donde podamos ser interceptados por el amor y la gracia de Dios. Esa posición se le conoce como: “las coordenadas; Humillación y obediencia.” Nadie me enseñó eso, no lo leí en un libro, Dios me lo enseño, mis tropiezos, mis fracasos, mis errores, me ayudaron a madurar, pero sólo cuando he reflexionado sobre ellos, con detenimiento, despacio, examinando, ponderando donde fallé, que hice mal hecho, y humillándome a Dios y midiéndole perdón recibiendo su gracia y su perdón, y siguiendo mi camino confiando en el, en sus promesas, en su sabiduría, y en que su Santo Espíritu me guiará.

A lo mejor no soy el más indicado para aconsejarte ni tu me has pedido tu consejo, solamente obedezco al Espíritu Santo en este asunto, pero te puedo decir que Dios es bueno, que quiere tratarte como a hijo suyo, por eso te disciplina y te permite caer, y fracasar, para que te des cuenta que no se trata de ti, de lo “mucho que sabes” o, “de lo sagaz que eres” sino que, se trata de cuan humillado vives ante Dios y de cuan obediente eres a su palabra. Eso es lo que al final nos dará un balance bueno, honorable, digno de ser considerado por Dios para otorgarnos su favor. Dios te guarde y te bendiga, y te de entendimiento en todo.

en Cristo,

:Exit-Stag
 
Re: Al reflexionar sobre tu vida: ¿Cual es tu balance final?

vid dijo:
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” (Salmo, 90:12)
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El versículo arriba citado, nos invita a la reflexión, pero no una reflexión a la ligera sino, seria y profunda. La reflexión en la persona, va de acuerdo con la madurez con la que cuenta, esto, en los que alguna vez reflexionan. Muchos, ni siquiera conocen el significado de la palabra y nunca han reflexionado sobre algo. Muchos factores están envueltos en el hecho de que una persona tome más o menos en serio su vida, y en que un cristiano juzgue seriamente o livianamente su vida espiritual. Por ejemplo, la forma de crianza y la enseñanza de sus padres, así como la voluntad personal de tomar un rumbo certero en la vida. La educación secular, aunque poco, también juega un papel importante, por el hecho de la mentalidad que adopta una persona por motivo de los estudios universitarios que curse. Por ejemplo, los que estudian carreras humanitarias, como doctores, enfermeras, etc, ello supone que la persona tiene ciertas inclinaciones muy positivas a ayudar al que está en desgracia, lo que le llevó a estudiar esa profesión. Y así, podemos especular sobre una diversidad de posibilidades.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

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Reflexionar, es el acto de meditar o pensar, ponderar, despacio y con detenimiento, examinar con cuidado algo con el fin de analizar si estuvo bien o mal, si fue justo o injusto, etc. En este caso, implica, reflexionar sobre las experiencias de nuestra vida, sobre nuestras acciones y actitudes ante la misma y en general, pasar juicio sobre lo útil o no útil de nuestra vida vivida, para buscar aquellas cosas que nos den orientación para la vida en lo adelante, como también, procurar enmendar lo que hallamos hecho malo o erróneo en el pasado y así evitar cometer los mismos errores. <o:p></o:p>

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Muchas personas pasan por la vida, comiendo todo lo que pueden, adquiriendo todo lo que pueden, viviendo a su manera en la medida que pueden, sin tener en cuenta a sus semejantes. Nunca notan la necesidad del que está a su lado, nunca extienden su mano de ayuda o su palabra de consuelo o de consejo, nunca les sobra tiempo para nada, sólo para satisfacer sus necesidades y sus intereses eso es todo lo que cuenta par ellos. Son los mismos que usualmente, no tienen a nadie a su lado a la hora de su aflicción. No han sembrado, así que, no pueden cosechar.<o:p></o:p>

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El salmo 90, es una oración que hiciere el gran Moisés, libertador y legislador de Israel, por mano de Dios. Moisés vivió y vio mucho, el sabía lo que la vida da y lo que la vida quita, experimentó muchos momentos de luchas, de derrotas, así como también, grandes victorias y logros. Moisés es una cátedra de vida, sólo Abraham y Salomón se le compara, y sólo Jesús lo supera. En cortas palabras, cuando Moisés hablaba de algo, el hombre sabía de lo que estaba hablando. Pero aún Moisés necesitó reflexionar, ponderar, analizar su vida para ver si acaso algo había que enmendar, para aprender de lo vivido para redefinirse como ser humano y así acercarse más a Dios. Para enderezar sus pasos, para que lo cojo no se saliera del camino sino que alcanzara sanidad. (Hebreos, 12:12-13) En otras palabras, para que lo torcido no siguiera torcido. ¿Ha oído el dicho: árbol que nace torcido jamás su tronco endereza? Bueno, en el mundo eso es cierto, pero en Dios es muy distinto. El mundo, lo mejor que te puede dar es pensamientos positivos, fijarte metas para alcanzarlas, animarte a ser lo que egoístamente quieres ser y conseguir, esto es materialmente. Y darte con ello, sin sabores, dolores, angustias y zozobra. Eso es lo mejor que el mundo da. ¡Muy poco por cierto!<o:p></o:p>

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Pero, en cristo, es muy distinto, porque el reino del mundo y el reino de Dios son opuestos entre sí. Las leyes que gobiernan el reino de Dios son desconocidas para el mundo. Dios nos ofrece salvación, paz, gozo, seguridad, independientemente de nuestra condición física y/o, nuestra situación económica. En el tenemos grandes y fieles promesas de bien. (Jeremías, 29:11-13) El mundo no conoce y además no entiende eso. El mundo quita, Dios da, el mundo te dice: “Adquiere, acumula, todo lo que puedas, vive para ti” pero, Dios te dice; “Ayuda, bendice a otros, da de ti, de tu tiempo y de tu dinero, vive para mí, y sólo así conocerás mi paz, mi felicidad, mi gozo.” (Mateo, 6:19-34; Lucas, 12:13-21; 18:18-30)<o:p></o:p>

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Se ha comprobado aún científicamente, que las personas generosas son las más felices. En cambio, los mezquinos, son los más infelices y miserables no importa el dinero que tengan o la salud física que ostenten, nunca alcanzan la felicidad ni el sentido de la vida no importa que digan: “soy cristiano”, por que en tales circunstancias su cristianismo sería algo muy cuestionable. La vida se disfruta en la medida en que vives para Dios y te das al servicio de otros. Siempre que oigo políticos y funcionarios públicos decir que les gusta “servir” a su pueblo, a su país, a su gente, me pregunto: ¿Por qué entonces, cobraran un sueldo? El mundo se define muy distinto a como Dios lo define. Lamentablemente existen aún, “cristianos” que no difieren de la mentalidad y valores del mundo, son una decepción como creyentes y una vergüenza para el evangelio de Cristo. Tienen mucha: “doctrina” y mucha actividad de iglesia, lloran en los cultos, tiemblan y gritan de júbilo, pero no conocen el verdadero significado de la vida cristiana o cristianismo. Afortunadamente, son los menos.<o:p></o:p>

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Pero Dios transforma las vidas, cambia los corazones, hace nuevas todas las cosas, no ha establecido una iglesia de nombres sino una iglesia compuesta de gente lavada en la sangre de Cristo y llenos del verdadero amor. Gente que vienen a ser la sal de la tierra y la luz del mundo. (Mateo, 5:13-16; 1 Juan, 2:15-17; 3:1-23)<o:p></o:p>

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Enséñanos Señor, a contar (reflexionar sobre) nuestros días de tal modo, que traigamos sabiduría a nuestro corazón” fue la oración de Moisés. Te puedo garantizar que, no soy perfecto, mucho me falta todavía por aprender de / en Dios, pero al mismo tiempo te digo que, cada día muero, cada día, procuro serle más agradable y confío que tú lo hagas también, cada día enmiendo y busco servirle mejor. Te garantizo que no soy el mismo cristiano de hace 20, 15, 10, 5, 1 años atrás. Ni aún, el mismo que fui ayer. Yo no soy mejor que tú o que nadie, simplemente busco servirle al Señor y a mi prójimo con alegría de corazón, con amor y fe, con devoción. Juzgo mi “ayer” muy severamente para enmendar mi presente y ser mejor cada día, como cristiano y como persona. Todo, en la única forma en que eso puede ser posible, por la gracia y la misericordia de Dios.<o:p></o:p>

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Confío en que Dios me dará cada día, la fortaleza y la sabiduría que necesito para ser quien el quiere que yo sea porque sin el, nada podemos hacer. (Juan, 15:5; Santiago, 1:2-18) (Ver, 5) Tú puedes hacer igual, a fin de cuentas, Dios no me ama a mí más que a tí. La pregunta es si nos ponemos en una posición donde podamos ser interceptados por el amor y la gracia de Dios. Esa posición se le conoce como: “las coordenadas; Humillación y obediencia.” Nadie me enseñó eso, no lo leí en un libro, Dios me lo enseño a través de mis tropiezos, mis fracasos, mis errores, que me ayudaron a madurar, pero sólo cuando he reflexionado sobre ellos, con detenimiento, despacio, examinando, ponderando donde fallé, que hice mal hecho, y humillándome a Dios y pidiéndole perdón recibiendo su gracia y su perdón, y siguiendo mi camino confiando en el, en sus promesas, en su sabiduría, y en que su Santo Espíritu me guiará. <o:p></o:p>

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A lo mejor no soy el más indicado para aconsejarte ni tu me has pedido consejo, solamente obedezco al Espíritu Santo en este asunto, pero te puedo decir que Dios es bueno, que quiere tratarte como a hijo suyo, por eso te disciplina y te permite caer, y fracasar, para que te des cuenta que no se trata de ti, de lo “mucho que sabes” o, “de lo sagaz que eres” (Hebreos, 12:1-11) sino que, se trata de cuan humillado vives ante Dios y de cuan obediente eres a su palabra. Eso es lo que al final nos dará un balance bueno, honorable, digno de ser considerado por Dios para otorgarnos su favor. Dios te guarde y te bendiga, y te de entendimiento en todo.<o:p></o:p>

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en Cristo,

VID

:Exit-Stag
 
Re: Al reflexionar sobre tu vida: ¿Cual es tu balance final?

¡Vaya, que poco gusto tienen en este foro..!


:Duel: