Re: UNIDAD CRISTIANA
Estimado Demócrito, así es, tienes razón, el Señor nos llama cuando El quiere. Y siempre está con nosotros: hasta cuando creemos que nos deja solos, es cuando más cerca está. La noche oscura o el desierto es una gran bendición para las almas, sólo hay que tener paciencia y confianza para dejarse purificar de lo que no es agradable a Sus Ojos. Se sufre mucho pero es necesario. Es como un síndrome de abstinencia para un adicto. No hay otra forma de depurar el alma.
Es una gran bendición que hayas encontrado al Señor en el evangelismo. En verdad fue una bendición del Señor.
En mi caso personal el Señor me concedió una visión en mi cocina un 27 de julio y me llevó de la mano hasta el confesionario a 10 cuadras de mi casa a confesarme por primera vez en mi vida hace apenas tres años. Y para que las dudas, que la mayoría de las persona se empeñarían con fervor militante en poner en mi cabeza desde entonces, no hicieran ni una pequeña fisura en mi, me dió una señal. Hasta pasado varios meses no advertí de la gracia que me concedió.
Luego de confesarme me dirijí al altar mayor y por detrás vi un cuadro de la Santisima Trinidad parecido a este:
Observa la paloma que representa al Espíritu Santo. Pués una igual pero de luz se había dibujado lentamente frente a mi ojos en forma inesperada el día anterior. Aun hoy en cada misa miro esa paloma y el Señor me dice que estoy en donde el Señor quiere que esté.
Si el Señor hubiera querido llevarme a la iglesia bautista de 10 cuadras más al norte o a la iglesia pentecostal de cinco cuadras más al sur, podría haberlo hecho también. Pero no fue esa Su Voluntad.
Tampoco lo es que todos tratemos de convencer a todos los demás que somos los dueños exclusivos del Espíritu Santo. El quiere más bien que nos dejemos transformar docilmente por El.
Mi amado Jesús no es mejor que El tuyo. Es el Mismo, no hay otro. Hay Uno solo.
La división está en nuestro corazón. Mientras no admitamos nuestra oscuridad y dejemos que el Señor la sane, seguiremos tratando desesperadamente de encontrar la oscuridad de los demás para que no se note la propia. Ya te lo dije: en el país de los ciegos el tuerto es rey. Pero es tuerto y no es El Rey.
Muchas bendiciones Demócrito y ya es hora de dormir. Bendiciones. Inés
Estimado Demócrito, así es, tienes razón, el Señor nos llama cuando El quiere. Y siempre está con nosotros: hasta cuando creemos que nos deja solos, es cuando más cerca está. La noche oscura o el desierto es una gran bendición para las almas, sólo hay que tener paciencia y confianza para dejarse purificar de lo que no es agradable a Sus Ojos. Se sufre mucho pero es necesario. Es como un síndrome de abstinencia para un adicto. No hay otra forma de depurar el alma.
Es una gran bendición que hayas encontrado al Señor en el evangelismo. En verdad fue una bendición del Señor.
En mi caso personal el Señor me concedió una visión en mi cocina un 27 de julio y me llevó de la mano hasta el confesionario a 10 cuadras de mi casa a confesarme por primera vez en mi vida hace apenas tres años. Y para que las dudas, que la mayoría de las persona se empeñarían con fervor militante en poner en mi cabeza desde entonces, no hicieran ni una pequeña fisura en mi, me dió una señal. Hasta pasado varios meses no advertí de la gracia que me concedió.
Luego de confesarme me dirijí al altar mayor y por detrás vi un cuadro de la Santisima Trinidad parecido a este:
Observa la paloma que representa al Espíritu Santo. Pués una igual pero de luz se había dibujado lentamente frente a mi ojos en forma inesperada el día anterior. Aun hoy en cada misa miro esa paloma y el Señor me dice que estoy en donde el Señor quiere que esté.
Si el Señor hubiera querido llevarme a la iglesia bautista de 10 cuadras más al norte o a la iglesia pentecostal de cinco cuadras más al sur, podría haberlo hecho también. Pero no fue esa Su Voluntad.
Tampoco lo es que todos tratemos de convencer a todos los demás que somos los dueños exclusivos del Espíritu Santo. El quiere más bien que nos dejemos transformar docilmente por El.
Mi amado Jesús no es mejor que El tuyo. Es el Mismo, no hay otro. Hay Uno solo.
La división está en nuestro corazón. Mientras no admitamos nuestra oscuridad y dejemos que el Señor la sane, seguiremos tratando desesperadamente de encontrar la oscuridad de los demás para que no se note la propia. Ya te lo dije: en el país de los ciegos el tuerto es rey. Pero es tuerto y no es El Rey.
Muchas bendiciones Demócrito y ya es hora de dormir. Bendiciones. Inés