Re: ¿ALABANZA y ADORACION?
"Este pueblo de labios me alaba pero su corazón está lejos de mí"
"está alguien alegre, cante alabanza"
"Todo lo que respire alabe al señor"
La alabanza es una expresión de alegría, es una forma de expresar, lo que sentimos al conocer a Dios y sus maravillas. Es una forma de expresar lo que nuestra conocimiento de él nos incita a declararle. La alabanza expresa en si misma, mi concepto de Dios y mis gracias a él por darse a conocer a mi, y por haber sido conocido por él. En la alabanza, todo mi ser se involucra, voluntaria o involuntariamente, es una expresión total de mi ser hacia él. Involucra incluso al corazón, pero en alegría.
"Entonces le dijo a sus siervos: Quedensé aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante, adoraremos a Dios, y luego regresaremos. Abraham tomo la leña para el olocausto y la puso sobre los hombros de Isaac"
"Ya te he dicho que dejes salir a mi hijo, para que vaya a adorarme; pero como no has querido dejarlo salir, yo voy a matar a tu hijo mayor"
"Vengan, adoremos de rodillas; arrodillémonos delante del Señor pues el nos hizo"
"¿Con qué me presentaré a adorar al Señor, Dios de las alturas? ¿Me presentaré ante él con becerros de un año, para ofrecércelos en holocausto? ¿Se alegrará el Señor si le ofresco mil carneros o diez mil ríos de aceite? ¿O si le ofresco a mi hijo mayor en pago de mi rebelión y mi pecado?"
"Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo"
La adoración es una de las expresiones más sublimes hacia Dios. Este acto involucra mi corazón en lo que estoy sintiendo, mi mente, en el conocimiento de lo que estoy haciendo y mi alma que se ve afectada por la actividad de estas dos partes de mi ser. En la adoración hay gozo, pero se demuestra reverentemente. La adoración es una expresión hacia adentro, no hacia afuera, como lo es la alabanza, es hacia adentro, hacia mi corazón, hacia el trono de mi Señor, hacia su templo en mí. En la adoración se involucran unicamente dos personas: Yo y mi Señor. Es una de las actividades más privadas de la relación con Dios. Aunque la realice ante miles de personas, nada de lo que ellas hagan, puede mescalarse ni afectar este momento íntimo con mi Señor. La adoración me reviste de humildad, ante lo grande de mi Señor, es mi muestra de sujeción y obediencia incondicional a él. Adorar no es cantar, adorar no es levantar manos, adorar es reconocer mi minúscula precencia ante el infinito amor de mi Señor. Entre menos se involucre mi cuerpo, mi carne, en la adoración, más intimidad y satisfacción voy a tener yo y tambien la tendrá mi Señor. He descubierto, que el silencio de la madrugada, y mi silencio, son la máxima expresión de adoración de mi parte a él.
Esto que he escrito, esto que estoy haciendo, esto que estoy sintiendo, esto que él me hace sentir en este momento, esto...esto...hermanos...es adoración.
Greivin.