Esta es una expresión muy escuchada últimamente, parece ser que se está poniendo de moda, el pretender obtener por medio de "oración" o más bien "exclamación", lo que Dios les ha dado a otros. Pero ¿Que dicen las sagradas escrituras al respecto?.
"Personalmente, quisiera que todos fueran como yo; pero Dios ha dado a cada uno diferentes dones, a unos de una clase y a otros de otra" 1 Corintios 7:7
Este pasaje deja claro, que tal petición o pretención, está fuera totalmente de la voluntad de Dios. Pero, ¿Porqué se enseña todo lo contrario en las iglesias?
He tenido la oportunidad de escuchar incluso afirmaciones como esta: "No puedes pretender, la UNCIÓN que no respetas" Esta manipulación de este concepto, hace que los hermanos se postren literalmente ante hombres, de los cuales pueden esperar la cobertura o trasmisión de tal o cual don o "UNCION".
Por desgracia, hasta las mismas traducciones de la palabra han aportado a tesgiversar el concepto que en el original hebreo se denomina "CONSAGRACIÖN", por "UNCION" lo que ha llevado al deterioro y manipulación de este término, tan significativo para Dios y su libre elección de, a quienes les "da" y "que" les da para la obra del ministerio.
La palabra hebrea para "ungir" es "SUK" y se refiere al derramamiento de aceite sobre el cuerpo después del aseo. Significado muy parecido al griego "ALEIPHO", que significa para los orientales, la preparación del cuerpo para honras especiales incluyendo la sepultura.
No obstante, dios nos ha consagrado, así como en el pasado, para la obra del ministerio, con diferentes dones, para que de esta forma, nos edifiquemos unos a otros en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Pero que pasaría, si todo queremos ser como tal o cual, como podríamos edificar el cuerpo si todos pretendemos ser cabeza y no oreja, o brazo y no pie. ¿Será que la mayoría no hemos entendido, que el mayor ministerio que se nos ha dado, es el de la reconsiliación, y que Dios nos ha capacitado a todos, por medio de su palabra para llevarlo a cabo de la mejor forma?.
Yo no quiero la "UNCION" de nadie, escepto la guia del Espíritu Santo, para poner en uso y a favor del reino, los dones que me fueron dados a mi, para ese propósito. Y tu ¿La unción de quién quieres tener?.
Greivin.
"Personalmente, quisiera que todos fueran como yo; pero Dios ha dado a cada uno diferentes dones, a unos de una clase y a otros de otra" 1 Corintios 7:7
Este pasaje deja claro, que tal petición o pretención, está fuera totalmente de la voluntad de Dios. Pero, ¿Porqué se enseña todo lo contrario en las iglesias?
He tenido la oportunidad de escuchar incluso afirmaciones como esta: "No puedes pretender, la UNCIÓN que no respetas" Esta manipulación de este concepto, hace que los hermanos se postren literalmente ante hombres, de los cuales pueden esperar la cobertura o trasmisión de tal o cual don o "UNCION".
Por desgracia, hasta las mismas traducciones de la palabra han aportado a tesgiversar el concepto que en el original hebreo se denomina "CONSAGRACIÖN", por "UNCION" lo que ha llevado al deterioro y manipulación de este término, tan significativo para Dios y su libre elección de, a quienes les "da" y "que" les da para la obra del ministerio.
La palabra hebrea para "ungir" es "SUK" y se refiere al derramamiento de aceite sobre el cuerpo después del aseo. Significado muy parecido al griego "ALEIPHO", que significa para los orientales, la preparación del cuerpo para honras especiales incluyendo la sepultura.
No obstante, dios nos ha consagrado, así como en el pasado, para la obra del ministerio, con diferentes dones, para que de esta forma, nos edifiquemos unos a otros en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Pero que pasaría, si todo queremos ser como tal o cual, como podríamos edificar el cuerpo si todos pretendemos ser cabeza y no oreja, o brazo y no pie. ¿Será que la mayoría no hemos entendido, que el mayor ministerio que se nos ha dado, es el de la reconsiliación, y que Dios nos ha capacitado a todos, por medio de su palabra para llevarlo a cabo de la mejor forma?.
Yo no quiero la "UNCION" de nadie, escepto la guia del Espíritu Santo, para poner en uso y a favor del reino, los dones que me fueron dados a mi, para ese propósito. Y tu ¿La unción de quién quieres tener?.
Greivin.