Re: NO ENTIENDO BIEN LA DIBINA MISERICORDIA
Pablo777 dijo:
POR QUE NOSOTROS QUE FUIMOS QUIEN JESUS SALVO CON SU SANGRE PODEMOS OFRECER A JESUS A DIOS.?
JESUS DIJO CUANDO PIDAN ALGO PIDANLO EN MI NOMBRE, PERO NO ENTIENDO "YO TE OFRECSO EL CUERPO... DE CRISTO COMO PROPICIASION DE NUETROS PECADO..."
DIOS / JESUS PAGO CON SU SANGRE POR NOSOTROS.
SI ALGUIEN ME PUEDE EXLIAR MUCHAS GRACIAS
Una cosa es hacer nuestras peticiones en el nombre de Jesús y otra es ofrecer a Cristo en sacrificio al Padre.
Porque Cristo se ofreció a sí mismo como único sacrificio aceptable al Padre, habiendo obtenido eterna redención. Y este sacrificio no es repetitivo, él lo hizo una vez para siempre, y ahora está sentado a la diestra de Dios Padre.
Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;
y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. (Hebreos 9.24-26)
En esta voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;
pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; (Hebreos 10.10-13)
En cuanto a pedir todo en el nombre de Jesús. Es bueno que sepamos que este mandamiento viene de él. Jesús dijo:
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. (Juan 14.13,14)
para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre; él os lo dé. (Juan 14.16)
De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido. (Juan 16.23)
El apóstol Juan escribió también:
Y
cualquier cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. (1 Juan 3.22)
¿Pero por qué debemos de pedir y hacer aún milagros en el nombre de Jesús?
Porque somos su cuerpo y estamos en él.
Hay una sencilla leyenda acerca de un pastor montañéz que tenía una oveja madre sin corderito, y un corderito sin una madre. El pastor trataba de persuadir a la oveja madre a aceptar al corderito huerfano como suyo. Pero la oveja no quería saber nada al respecto. Trataba, por todos los medios, de ahuyentar al corderito lejos de su presencia cada vez que lo veía acercarse a ella. Siempre estaba llorando por su propio corderito que había muerto. El pastor, entonces, tomó la piel del corderito muerto y poniéndola sobre el corderito vivo, se lo llevó a la oveja madre. Entonces ella reconoció el olor de su hijo y empezó a acariciarlo, prodigándole sus afectos y atrayendo al corderito extraño a su seno. Fue entonces aceptado como el amado. Ella pensaba que era suyo. Así que lo recibió en el nombre de aquel que amaba y que había perdido.
Esta es una ilustración muy sencilla, muy debajo de la dignidad de un tema tan elevado; sin embargo, nos ayuda a entender que solo “por” y “en Jesús" podemos acercarnos al Padre y “Porque para Dios somos grato olor de Cristo”
Bendiciones.