Re: Oremos por los damnificados de New Orleans
<TABLE cellSpacing=1 cellPadding=2 width="100%" border=0><TBODY><TR><TD class=v1>Posted on Thu, Sep. 01, 2005</TD></TR><TR><TD colSpan=2><TABLE cellSpacing=5 cellPadding=0 align=right border=0><TBODY><TR><TD><TABLE cellSpacing=0 cellPadding=0 width=250 border=0><TBODY><TR><TD><TABLE cellSpacing=0 cellPadding=0 width="100%" border=0><TBODY><TR><TD class=adlabel align=left><SCRIPT language=JavaScript1.1>_krdDartInc++;document.write('<SCRIPT LANGUAGE="JavaScript1.1" SRC="http://ad.doubleclick.net/adj/elnuevo.homepage/homepage;kw=center6;pos=center6;group=rectangle;tile='+_krdDartInc+';ord='+_krdDartOrd+'?"><\/SCRIPT>');</SCRIPT><SCRIPT language=JavaScript1.1 src="http://ad.doubleclick.net/adj/elnuevo.homepage/homepage;kw=center6;pos=center6;group=rectangle;tile=3;ord=1125570491890?"></SCRIPT>

<NOSCRIPT>

</NOSCRIPT></TD></TR></TBODY></TABLE></TD></TR><TR><TD> </TD></TR><TR><TD class=relatedstoryborder><TABLE cellSpacing=1 cellPadding=2 width="100%" border=0><TBODY><TR><TD class=relatedstorytitlebkg align=middle> C O N T E N I D O R E L A C I O N A D O </TD></TR><TR><TD class=relatedstoryborder align=middle><TABLE align=center><TBODY><TR><TD align=middle>
</TD></TR><TR><TD align=right width=300>PATRICK SCHNEIDER / AP </TD></TR><TR><TD class=v1 align=left width=300>EN MEDIO de la devastación de Biloxi, Beth Stump y su bebé Breanna de 9 semanas esperan por auxilio.</TD></TR></TBODY></TABLE></TD></TR></TBODY></TABLE></TD></TR><TR><TD><SCRIPT language=JavaScript>if (typeof(krd_topix_property) != 'undefined') {document.write('<script language="JavaScript">var topixcats = new Array();<\/script><script language="JavaScript" src="http://ctx.topix.net/ctx/program.js?ref=http%3A%2F%2Fwww.realcities.com%2Fmld%2Frealcities%2F12528492.htm"><\/script><script language="JavaScript" src="/js/kr_topix_links.js"><\/script>');}</SCRIPT></TD></TR></TBODY></TABLE></TD></TR></TBODY></TABLE>
Se teme que haya miles de muertos en Nueva Orleans
[size=-1]D. OVALLE, P. LONG y M. MERZER / The Miami Herald[/size]
[size=-1]NUEVA ORLEANS[/size]
<!-- begin body-content -->
Una gran ciudad norteamericana prácticamente se desintegró ayer y ahora se estima que las muertes provocadas por el huracán Katrina sean miles.
Cuerpos flotaban por las calles. Fantasmales sobrevivientes deambulaban con el agua a la cintura. Bandas de saqueadores armados merodeaban entre las ruinas y el eco de los disparos resonaba a través de la ciudad.
La gobernadora ordenó la evacuación de Nueva Orleans a partir de hoy en la mañana. Unos 350 autobuses estaban trasladando a por lo menos 25,000 refugiados del Superdome y otras partes de la ciudad al Astrodome de Houston.
Y el alcalde confirmó lo que muchos sabían pero no se animaban a decir:
''Mínimo, cientos. Lo más probable, miles'', dijo el alcalde Ray Nagin cuando le preguntaron sobre los muertos. Y eso se refiere sólo a los muertos de Nueva Orleans, que fuera una de las ciudades más populares y alegres de la nación.
El alcalde se sumó a la gobernadora llamando a la total evacuación de la ciudad. ''Tenemos que hacerlo'', dijo Nagin. ``La ciudad no será funcional hasta dentro de dos o tres meses''.
Una de las escenas que justificaban esa evaluación: en cierto momento, los bomberos estaban con el agua a la rodilla en el Barrio Francés, regando agua sobre un incendio.
Otro: personas acaudaladas se vieron durmiendo no en sus casas, no en hoteles, no en albergues sino en los pedazos de concreto de la Interestatal 10, una de las grandes arterias de la ciudad, en medio del fango y los escombros.
''Es horrible'', dijo Joan Britton, cuya familia se sumó a otras 50 durante una noche de pesadilla en el concreto. ''Muchos bebitos lloraban''. Mientras hablaba, pasó un cadáver flotando por debajo del elevado.
Nadie sabía la magnitud de las muertes y la destrucción en Biloxi, Gulfport y otras partes de Mississippi y Luisiana. Había más de 78,000 personas en albergues.
''Estamos frente a uno de los peores desastres en la historia de la nación'', dijo el presidente George W. Bush, durante una alocución al país. ``La situación es terriblemente oscura para los afectados''.
El Pentágono despachó el barco hospital USNS Comfort, equipos de rescate en lanchas rápidas, helicópteros de búsqueda y cuatro barcos con agua potable y abastecimientos de emergencia.
Un equipo de la Guardia Costera de 21 personas salió de su base en Fort Lauderdale para sumarse al esfuerzo de ayuda. Asistirá en los rescates, traerá marcadores lumínicos de canales y otros instrumentos de navegación para ayudar a las embarcaciones que transitan por las áreas inundadas.
''Estamos esperando lo peor, así que estamos preparándonos mentalmente para eso'', dijo la portavoz Gretchen Eddy.
Masivas cantidades de ayuda federal iban rumbo a la región, y hacía falta más.
Desde Slidell, Luisiana, hasta Mobile, Alabama, toda la costa del Golfo alrededor y al sur de la I-10 era una inmensa ciénaga de árboles caídos, edificios destruidos y gente hambrienta.
En Slidell, en la esquina noreste del lago Pontchartrain, había más de 50 personas en una gasolinera de la I-10. No tenían lugar a donde ir, nada que comer y nada que beber. Estaban esperando a que el dueño echara a andar un generador para poder conseguir gasolina. Y huir.
''Necesitamos ayuda'', dijo David Meaders, de 36 años, que perdió su casa y todo lo que tenía en el vecino Pearlington, Mississippi. ``Necesitamos algo y no hay nada''.
En Nueva Orleans, saqueadores dejaron vacías las tiendas de alimentos, agua y ropa, algo casi comprensible debido a las circunstancias. Pero también se llevaron televisores, artículos electrodomésticos y pistolas.
La mayor parte de las veces no fueron detenidos. Al tercer día después de Katrina, las tropas de la Guardia Nacional y la policía seguían demasiado ocupadas rescatando a las víctimas del huracán.
Las pandillas hasta reclamaron secciones del Superdome y algunos prisioneros tuvieron que ser sacados de sus celdas inundadas y albergados temporalmente a lo largo de una sección rota de la carretera I-10.
El superintendente de la policía de Nueva Orleans, Eddie Compass, calificó la situación del orden como ``muy débil''.
La gobernadora Kathleen Blanco dijo que las 20,000 personas dentro del fétido Superdome tenían que estar evacuadas para mañana. El nivel inferior estaba inundado con cuatro pies de agua, los inodoros se desbordaban y el aire acondicionado no funcionaba.
Agregó que todos los residentes de la ciudad también tenían que ser evacuados.
Pero, ¿cómo hacerlo? El agua bloqueaba casi todas las rutas de salida y muchas carreteras --incluyendo partes de la I-10-- se derribaron en montañas de concreto roto.
Los funcionarios de emergencia en Nueva Orleans dijeron que el agua había dejado de entrar en la ciudad, pero sólo porque los niveles habían igualado los del Lago Pontchartrain.
Dependiendo de la topografía de la ciudad, la altura de las inundaciones variaba: cerca del Ayuntamiento, los refugiados avanzaban en tres pies de agua. En el área del Lowe Ninth Ward, junto al río Mississippi, la altura era increíble: hasta 15 pies.
Más al este, en Biloxi y Gulfport, la búsqueda de supervivientes y cadáveres continuaba en medio de un agobiante calor.
<!-- end body-content --></TD></TR></TBODY></TABLE>
<TABLE cellSpacing=1 cellPadding=0 width="100%" border=0><TBODY><TR><TD width=10>
</TD><TD width=234><SCRIPT language=JavaScript1.1>_krdDartInc++;document.write('<SCRIPT LANGUAGE="JavaScript1.1" SRC="http://ad.doubleclick.net/adj/elnuevo.homepage/homepage;kw=bottom;pos=bottom;group=234x60;tile='+_krdDartInc+';ord='+_krdDartOrd+'?"><\/SCRIPT>');</SCRIPT><SCRIPT language=JavaScript1.1 src="http://ad.doubleclick.net/adj/elnuevo.homepage/homepage;kw=bottom;pos=bottom;group=234x60;tile=4;ord=1125570491890?"></SCRIPT>

<NOSCRIPT>

</NOSCRIPT></TD></TR></TBODY></TABLE>