Mensaje 33
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica
1 Co. 14:3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, aliento y consolación
4 … el que profetiza, edifica a la iglesia. 31 Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan y todos sean alentados.
Edificar el Cuerpo de Cristo al profetizar
Disfrutar a Cristo fomenta el crecimiento de los creyentes y desarrolla los dones espirituales.139 En 1 Corintios 14 se recalca que el don principal, el don que excede a todos los demás y que se desarrolla al disfrutar nosotros a Cristo, es el don de profetizar [v. 12].140 Este es el don más sobresaliente debido a que edifica la iglesia (14:4b-5).141 Sin el profetizar, no habría posibilidad de que se edifique el Cuerpo de Cristo.
Profetizar según 1 Corintios 14 no tiene el sentido de predecir o vaticinar. Profetizar es hablar por el Señor, hablar de manera que proclamemos al Señor, que lo infundamos en los demás por medio de nuestras palabras. Es impartir en otros al propio Cristo a quien hemos experimentado.143 [El hecho de que en este contexto profetizar no denota predecir ni vaticinar] queda demostrado por las palabras edificación, aliento y consolación, mencionadas en el versículo 3; las palabras convencido y examinado que aparecen en el versículo 24; y por las frases todos aprendan y todos sean alentados, del versículo 31. Infundir a Cristo en las personas por medio de nuestras palabras, las edifica, alienta y consuela. Cuando hablamos por el Señor, los demás son convencidos y juzgados. El hecho de que todos puedan aprender y que todos puedan ser alentados, también muestra que, en este sentido, profetizar no es predecir, sino hablar por el Señor.
El apóstol Pablo enseñó que todos podemos profetizar (1 Co. 14:31).145 Este versículo, uno de los más claros en toda lan Biblia, dice que todos los creyentes tienen la capacidad de profetizar. El término capacidad denota una habilidad innata…[No obstante], muchos santos entre nosotros tal vez sienten que todos pueden profetizar, excepto ellos. Sin embargo, no hay excepciones. Tal vez no seamos elocuentes, pero aún así podemos profetizar… El Señor desea que todos hablemos. Para que se edifique el Cuerpo orgánico de Cristo, todos debemos hablar.
Para profetizar, hay algunas cosas indispensables. Primero, debemos amar al Señor y tener comunión con El. Debemos vivir delante del Señor y ser personas que están unidas a El al grado de ser uno con El. En segundo lugar, debemos esforzarnos por aprender la verdad. Necesitamos leer mucho la Biblia y las publicaciones espirituales…En tercer lugar, debemos ser flexibles, andar conforme al Espíritu y recibir inspiración instantánea y fresca todo el tiempo. En cuarto lugar, debemos aprender a tener presente una visión celestial amplia, a conocer a Cristo y la iglesia y a no tener opiniones o perspectivas propias, sino las de Dios… En quinto lugar, debemos estar siempre preparados para profetizar en nuestra vida diaria.
Estar conscientes del Cuerpo
En la vida de iglesia, debemos aprender a estar conscientes del Cuerpo… Algunos cristianos son como las mariposas; actúan independientemente. Otros son como las abejas; viven y se mueven juntos. La mariposa vuela de f lor en f lor, siguiendo su propio y dulce camino; pero la abeja trabaja para la colmena. La mariposa vive y trabaja individualmente, pero la abeja tiene una mentalidad corporativa. Nosotros debemos ser como las abejas, debemos estar conscientes del Cuerpo, de manera que podamos convivir con otros miembros del Cuerpo de Cristo. Donde hay revelación del Cuerpo, allí se está consciente del Cuerpo, y donde se está consciente del Cuerpo, quedan automáticamente excluidos los pensamientos y las acciones individuales. Ver a Cristo nos libera del pecado; mientras que ver el Cuerpo nos libera del individualismo… No se trata de cambiar de actitud o de conducta; esto se logra por medio de la revelación. No podemos entrar a la esfera del Cuerpo por otra vía que no sea la de la visión. Una visión concreta e interna resuelve todo el problema.
Lo verdaderamente importante es que hemos llegado a ser miembros del Cuerpo de Cristo, miembros que poseen la misma vida y que se necesitan mutuamente… Así que, todo lo que
hagamos debemos hacerlo en el Cuerpo, unidos al Cuerpo y regulados por el Cuerpo.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Henry
Mensaje 34
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica:
Mt. 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.
Ap.1:10 Yo estaba en el espíritu en el día del Señor… Una vida de reuniones
Hebreos 10:25 dice: “No dejando de congregarnos”. [Una característica de la vida de Dios que nosotros los creyentes hemos recibido] es que le agrada congregarse o reunirse… La Biblia dice que no sólo somos las ovejas del Señor, sino que además de ello, somos Su rebaño (Hch. 20:28; 1 P. 5:2).152 La vida cristiana no es como la vida de una mariposa, la cual sobrevive bien por sí sola; nuestra vida es como la de las ovejas, la cual requiere que seamos un rebaño y que llevemos una vida de reunión. Por consiguiente, necesitamos reunirnos. Las reuniones son cruciales para nosotros, y no debemos abandonarlas.
El principio básico de las reuniones de la iglesia es que el Señor congrega en Su nombre a los creyentes(Mt. 18:20)… Al reunirnos en Su nombre el Señor nos rescata de toda clase de
distracciones y ocupaciones mundanas y terrenales… En especial debemos ser liberados de nuestro yo… En cada reunión de la iglesia necesitamos que el Señor nos saque de todo lo que no sea El mismo y nos reúna en Su nombre.
Las siete clases de reuniones
De acuerdo con el Nuevo Testamento, existen [sólo siete clases de reuniones de la iglesia]. Estos tipos de reunión incluyen: la reunión de la mesa del Señor [la reunión donde se parte
el pan (Mt. 26:26-30; Lc. 22:19-20; Hch. 20:7a; 1 Co. 11:20, 23-26; 10:16-17, 21)]; la reunión de oración [Mt. 18:19-20; Hch. 1:14; 4:31; 12:5, 12]; la reunión para edificación por medio del ejercicio de los dones espirituales [1 Co. 14:26-32]; la reunión para leer la Palabra de Dios [Hch. 15:30-31; Col. 4:16]; la reunión para escuchar mensajes [Hch. 20:7b]; la reunión para predicar el evangelio [2:14, 40:41; 5:42]; y la reunión para tener comunión acerca del mover de Dios [14:27].
Consagrar el primer día de la semana al Señor
El Señor se ha propuesto apartar un día de la semana y lo ha llamado el día del Señor. [Dondequiera que se habla inglés, este día es llamado “Sunday” o día del sol,] lo cual difiere mucho de “el día del Señor”. “Sunday” es un término pagano e idólatra adoptado por el catolicismo y mantenido por la tradición. De hecho, es idolatría decir que un día pertenece al sol. La Biblia se refiere a este día como el primer día de la semana. Apocalipsis 1:10 lo llama “el día del Señor”.
Actualmente, todo el mundo toma el domingo no precisamente para adorar a Dios, sino para dedicarse a los placeres, a los deportes y a toda clase de entretenimiento. Esto es más maligno que adorar ídolos, sin embargo, esta corriente ha arrastrado aun a muchos cristianos… No obstante, nosotros debemos considerar el primer día de la semana como un día para el Señor.157 La Biblia subraya tres cosas que debemos hacer el primer día de la semana: [primero, debemos exultar y regocijarnos porque éste es el día de la resurrección del Señor, el día que hizo Jehová (Sal. 118:24). Segundo, debemos reunirnos para partir el pan en memoria del Señor (Hch. 20:7a; 1 Co. 11:23-25). Tercero, según 1 Corintios 16:1-2], en el primer día de cada semana, cada uno debe ofrendar al Señor según haya prosperado… Por una parte, recordamos cómo el Señor se dio a Sí mismo por nosotros, y por otra parte, debemos también dar alguna ofrenda al Señor en este día… Ofrecer bienes materiales al Señor en Su día es algo que debemos empezar a practicar desde el momento en que creemos… Debemos… decirle al Señor: “Señor, Tú me has dado abundantemente. Señor, te traigo de lo que he ganado y te lo ofrezco”. Uno debe fijar la cantidad que ha de apartar. Si tenemos mucho, debemos ofrecer más. Si tenemos poco, podemos ofrecer menos.
Este día no es nuestro día; es el día del Señor. Este tiempo no es nuestro; es el tiempo del Señor… Esperamos que los nuevos hermanos y hermanas presten atención al día del Señor desde el comienzo de su vida cristiana. Consagremos el primer día de la semana al Señor y digámosle: “Este es Tu día” … Si hacemos esto, veremos cómo la bendición del Señor es derramada sobre la iglesia.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Henry
Mensaje 35
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica
Ex. 5:1 Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.
1 Co. 14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene enseñanza, tiene revelación, tiene lengua, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.
La asamblea de los llamados
En la Biblia, la iglesia es primeramente llamada “la asamblea” [Mt. 16:18; 18:17]… La palabra griega traducida iglesia, es ekklesía, la cual se compone de dos vocablos: ek, que significa fuera, y kaleo, que quiere decir llamada… Por tanto, de acuerdo con el sentido literal de la palabra, la iglesia es la asamblea de aquellos que Dios llama a apartarse del mundo.
¿Cuándo empezó a reunirse el pueblo de Dios? ... En ninguno de los cincuenta capítulos de Génesis se narra que hubiera alguna reunión o asamblea… Pero tan pronto llegamos al segundo libro de la Biblia, Exodo, allí vemos que el pueblo de Dios se reúne. En Exodo, cuando fue introducida la salvación de Dios, de inmediato surgió la necesidad de que se reuniera el pueblo de Dios.
Una fiesta para el Señor
Por supuesto, según la terminología usada en Exodo, no encontramos la palabra asamblea. Sin embargo, cuando Dios llamó a Moisés y lo envió a Egipto a liberar a los hijos de Israel, El habló de esta manera: “Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto” (5:1). Mi pueblo es una entidad colectiva; no es sólo una persona. Este es un pueblo colectivo. Moisés debía decirle a Faraón que dejara ir al pueblo de Dios a celebrarle una fiesta. Tenemos que comprender que el pensamiento de asamblea, el concepto de reunión, está implícito en la palabra fiesta.
Un rico banquete no se compone de un solo platillo. Entre más platillos y más variedad de comida haya, más rica es la fiesta … Tal fiesta es un verdadero disfrute, y una reunión rica debe ser así. Cada santo debe traer un “platillo” diferente. Nuestras reuniones deben ser verdaderas fiestas, tanto para Dios como para el hombre.
Reunirse así en mutualidad puede compararse a la fiestade los tabernáculos que se celebraba en tiempos antiguos. En dicha fiesta los hijos de Israel traían el producto de la buena tierra, el cual cosechaban como fruto de su labor en la tierra, para ofrecerlo al Señor para Su disfrute y para una mutua participación en comunión con el Señor y unos con otros.
La buena tierra tipifica a Cristo. Hoy Cristo es la buena tierra para nosotros, así que debemos laborar en El. La lluvia, el calor del sol, el aire y el suelo fértil provienen de la gracia de Dios, pero necesitamos laborar y cultivar la tierra, sembrar la semilla y cuidar de la cosecha. Esto es cooperar con la gracia de Dios. Necesitamos orar y por otro lado hacerle
frente a muchas cosas. Debemos aprender a confiar en el Señor, permanecer en El, tener comunión con El, tocarlo y permitir que El nos toque. Esta es una labor espiritual, no una lucha humana; no es un esfuerzo humano sino una coordinación espiritual con el Señor. Día tras día todos debemos aprender a vivir de esta manera. Entonces conoceremos a Cristo de una manera práctica y le experimentaremos en nuestro espíritu; luego, cuando vayamos a las reuniones, tendremos algo de Cristo.163 En 1 Corintios 14:26 se nos dice que cuando nos reunamos, cada uno debe tener algo… Ahora el Señor desea que entremos a la realidad plena de esta maravillosa vida de reunión.
La meta de la reunión: exhibir a Cristo
La meta de nuestras reuniones es exhibir a Cristo; la reunión cristiana es una exhibición de la vida cristiana diaria. La vida cristiana diaria es simplemente Cristo. Pablo dijo: “Porque para mí el vivir es Cristo” (Fil. 1:21a). Cristo debe ser nuestro vivir diario, y nuestra reunión es una exhibición, una presentación, de nuestra vida diaria. El centro de esta exhibición es Cristo mismo. Todo lo que oremos, hablemos o cantemos debe tener a Cristo como centro.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Henry
Mensaje 36
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica
Hch. 2:46 Y perseverando unánimes cada día ... y partiendo el pan de casa en casa, comían juntos con alegría y sencillez de corazón.
He. 10:24-25 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos ... sino exhortándonos...
La manera ordenada por Dios con relación a las reuniones cristianas
La manera que Dios estableció con relación a las reuniones cristianas es, en primer lugar, que se tengan reuniones de casa en casa (Hch. 2:46; 5:42). Hechos 2:46 nos dice que los creyentes partían el pan “de casa en casa”, y en 5:42 leemos que “de casa en casa” no cesaban de enseñar y anunciar el evangelio de Jesús, el Cristo”... Según el griego, esto indica que ellos se reunían de acuerdo a las casas, lo cual quiere decir que cada casa tenía una reunión. Así que, el Nuevo Testamento indica que cada uno de nosotros debe tener una reunión en su casa. Por supuesto, estas reuniones de hogar no deben ser solamente con nuestra propia familia, sino que deben también incluir a otros. [Segundo], el Nuevo Testamento también nos muestra que además de tener las reuniones de grupo en las casas, toda la iglesia debe también reunirse en un solo lugar (1 Co.14:23). Al inicio de la vida de iglesia [en Hechos]... las reuniones grandes eran necesarias, pero no constituían una necesidad diaria. La necesidad diaria eran las reuniones de grupo. Así que, la iglesia debe tener regularmente reuniones de hogar separadas, y debe reunirse en un solo lugar según sea necesario. Sin embargo, debemos ver que las reuniones de grupo son más básicas. Las reuniones grandes pueden atraer a las personas, pero sólo las reuniones pequeñas pueden edificarlas... Las reuniones pequeñas son el fundamento de la edificación de la iglesia; ésta es una ley invariable. Si no guardamos esta ley, no tendremos edificación alguna. [Por tanto], las reuniones de grupo son la “línea de vida”, el “pulso”, de nuestra vida de iglesia.
Las reuniones de grupo constituyen el ochenta por ciento de la vida de iglesia, y la vida de iglesia se experimenta en el Cuerpo. En nuestro cuerpo físico, es imposible que un miembro
tenga un problema y los demás miembros no lo sepan. La circulación de vida en nuestro cuerpo transmite el sentir de un miembro a todos los demás. Así que, en la vida de iglesia no debemos esconder nuestros problemas de los otros miembros. Al decir esto, no quiero decir que debemos abrir todas nuestras cosas a los demás sin restricción alguna... No obstante, debemos aprender a compartir nuestros asuntos cotidianos con otros creyentes. Si no nos abrimos adecuadamente unos a otros, es difícil practicar las reuniones de grupo.
Entre todas las reuniones en la vida de iglesia, ninguna otra es tan íntima, práctica ni abarca tantas áreas de nuestra vida como la reunión de grupo. Esta reunión incluye comunión, intercesión, cuidado mutuo y pastoreo. Además, sin esto, es difícil que nos enseñemos mutuamente por medio de preguntas y respuestas.176 Para que pueda darse el perfeccionamiento de los santos, se necesita la enseñanza en las reuniones de grupo, y en estas reuniones, todos son maestros. Cada hermano es a la vez maestro y aprendiz.
La base bíblica para tener reuniones de grupo se encuentra en Hebreos 10:24 y 25. En estos versículos hay tres palabras cruciales: considerar, estimular y exhortar... Considerarnos unos a otros implica recordar, tener una preocupación sincera y amorosa unos por otros. Implica que los santos están en nuestro corazón. [El versículo 24 añade que] debemos también estimular, motivar, a los santos. Algunos tal vez se enfríen; si esto sucede, tenemos que avivar el fuego en ellos. Las buenas obras en este contexto se refieren a dar algo o hacer algo por otros liberalmente. Dar una ayuda económica o cuidar de un hermano enfermo es una buena obra. En el Cuerpo, se necesitan muchas buenas obras como éstas. Debemos estimularnos unos a otros al amor y a esta clase de buenas obras. El versículo 25 también dice que debemos exhortarnos unos a otros.182 Usted me exhorta a mí y yo lo exhorto a usted; usted aprende y yo también aprendo... De acuerdo con este pasaje de la Palabra, debemos [considerarnos], estimularnos y exhortarnos mutuamente.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Henry
Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica
1 Co. 14:3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, aliento y consolación
4 … el que profetiza, edifica a la iglesia. 31 Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan y todos sean alentados.
Edificar el Cuerpo de Cristo al profetizar
Disfrutar a Cristo fomenta el crecimiento de los creyentes y desarrolla los dones espirituales.139 En 1 Corintios 14 se recalca que el don principal, el don que excede a todos los demás y que se desarrolla al disfrutar nosotros a Cristo, es el don de profetizar [v. 12].140 Este es el don más sobresaliente debido a que edifica la iglesia (14:4b-5).141 Sin el profetizar, no habría posibilidad de que se edifique el Cuerpo de Cristo.
Profetizar según 1 Corintios 14 no tiene el sentido de predecir o vaticinar. Profetizar es hablar por el Señor, hablar de manera que proclamemos al Señor, que lo infundamos en los demás por medio de nuestras palabras. Es impartir en otros al propio Cristo a quien hemos experimentado.143 [El hecho de que en este contexto profetizar no denota predecir ni vaticinar] queda demostrado por las palabras edificación, aliento y consolación, mencionadas en el versículo 3; las palabras convencido y examinado que aparecen en el versículo 24; y por las frases todos aprendan y todos sean alentados, del versículo 31. Infundir a Cristo en las personas por medio de nuestras palabras, las edifica, alienta y consuela. Cuando hablamos por el Señor, los demás son convencidos y juzgados. El hecho de que todos puedan aprender y que todos puedan ser alentados, también muestra que, en este sentido, profetizar no es predecir, sino hablar por el Señor.
El apóstol Pablo enseñó que todos podemos profetizar (1 Co. 14:31).145 Este versículo, uno de los más claros en toda lan Biblia, dice que todos los creyentes tienen la capacidad de profetizar. El término capacidad denota una habilidad innata…[No obstante], muchos santos entre nosotros tal vez sienten que todos pueden profetizar, excepto ellos. Sin embargo, no hay excepciones. Tal vez no seamos elocuentes, pero aún así podemos profetizar… El Señor desea que todos hablemos. Para que se edifique el Cuerpo orgánico de Cristo, todos debemos hablar.
Para profetizar, hay algunas cosas indispensables. Primero, debemos amar al Señor y tener comunión con El. Debemos vivir delante del Señor y ser personas que están unidas a El al grado de ser uno con El. En segundo lugar, debemos esforzarnos por aprender la verdad. Necesitamos leer mucho la Biblia y las publicaciones espirituales…En tercer lugar, debemos ser flexibles, andar conforme al Espíritu y recibir inspiración instantánea y fresca todo el tiempo. En cuarto lugar, debemos aprender a tener presente una visión celestial amplia, a conocer a Cristo y la iglesia y a no tener opiniones o perspectivas propias, sino las de Dios… En quinto lugar, debemos estar siempre preparados para profetizar en nuestra vida diaria.
Estar conscientes del Cuerpo
En la vida de iglesia, debemos aprender a estar conscientes del Cuerpo… Algunos cristianos son como las mariposas; actúan independientemente. Otros son como las abejas; viven y se mueven juntos. La mariposa vuela de f lor en f lor, siguiendo su propio y dulce camino; pero la abeja trabaja para la colmena. La mariposa vive y trabaja individualmente, pero la abeja tiene una mentalidad corporativa. Nosotros debemos ser como las abejas, debemos estar conscientes del Cuerpo, de manera que podamos convivir con otros miembros del Cuerpo de Cristo. Donde hay revelación del Cuerpo, allí se está consciente del Cuerpo, y donde se está consciente del Cuerpo, quedan automáticamente excluidos los pensamientos y las acciones individuales. Ver a Cristo nos libera del pecado; mientras que ver el Cuerpo nos libera del individualismo… No se trata de cambiar de actitud o de conducta; esto se logra por medio de la revelación. No podemos entrar a la esfera del Cuerpo por otra vía que no sea la de la visión. Una visión concreta e interna resuelve todo el problema.
Lo verdaderamente importante es que hemos llegado a ser miembros del Cuerpo de Cristo, miembros que poseen la misma vida y que se necesitan mutuamente… Así que, todo lo que
hagamos debemos hacerlo en el Cuerpo, unidos al Cuerpo y regulados por el Cuerpo.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Henry
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Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica:
Mt. 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.
Ap.1:10 Yo estaba en el espíritu en el día del Señor… Una vida de reuniones
Hebreos 10:25 dice: “No dejando de congregarnos”. [Una característica de la vida de Dios que nosotros los creyentes hemos recibido] es que le agrada congregarse o reunirse… La Biblia dice que no sólo somos las ovejas del Señor, sino que además de ello, somos Su rebaño (Hch. 20:28; 1 P. 5:2).152 La vida cristiana no es como la vida de una mariposa, la cual sobrevive bien por sí sola; nuestra vida es como la de las ovejas, la cual requiere que seamos un rebaño y que llevemos una vida de reunión. Por consiguiente, necesitamos reunirnos. Las reuniones son cruciales para nosotros, y no debemos abandonarlas.
El principio básico de las reuniones de la iglesia es que el Señor congrega en Su nombre a los creyentes(Mt. 18:20)… Al reunirnos en Su nombre el Señor nos rescata de toda clase de
distracciones y ocupaciones mundanas y terrenales… En especial debemos ser liberados de nuestro yo… En cada reunión de la iglesia necesitamos que el Señor nos saque de todo lo que no sea El mismo y nos reúna en Su nombre.
Las siete clases de reuniones
De acuerdo con el Nuevo Testamento, existen [sólo siete clases de reuniones de la iglesia]. Estos tipos de reunión incluyen: la reunión de la mesa del Señor [la reunión donde se parte
el pan (Mt. 26:26-30; Lc. 22:19-20; Hch. 20:7a; 1 Co. 11:20, 23-26; 10:16-17, 21)]; la reunión de oración [Mt. 18:19-20; Hch. 1:14; 4:31; 12:5, 12]; la reunión para edificación por medio del ejercicio de los dones espirituales [1 Co. 14:26-32]; la reunión para leer la Palabra de Dios [Hch. 15:30-31; Col. 4:16]; la reunión para escuchar mensajes [Hch. 20:7b]; la reunión para predicar el evangelio [2:14, 40:41; 5:42]; y la reunión para tener comunión acerca del mover de Dios [14:27].
Consagrar el primer día de la semana al Señor
El Señor se ha propuesto apartar un día de la semana y lo ha llamado el día del Señor. [Dondequiera que se habla inglés, este día es llamado “Sunday” o día del sol,] lo cual difiere mucho de “el día del Señor”. “Sunday” es un término pagano e idólatra adoptado por el catolicismo y mantenido por la tradición. De hecho, es idolatría decir que un día pertenece al sol. La Biblia se refiere a este día como el primer día de la semana. Apocalipsis 1:10 lo llama “el día del Señor”.
Actualmente, todo el mundo toma el domingo no precisamente para adorar a Dios, sino para dedicarse a los placeres, a los deportes y a toda clase de entretenimiento. Esto es más maligno que adorar ídolos, sin embargo, esta corriente ha arrastrado aun a muchos cristianos… No obstante, nosotros debemos considerar el primer día de la semana como un día para el Señor.157 La Biblia subraya tres cosas que debemos hacer el primer día de la semana: [primero, debemos exultar y regocijarnos porque éste es el día de la resurrección del Señor, el día que hizo Jehová (Sal. 118:24). Segundo, debemos reunirnos para partir el pan en memoria del Señor (Hch. 20:7a; 1 Co. 11:23-25). Tercero, según 1 Corintios 16:1-2], en el primer día de cada semana, cada uno debe ofrendar al Señor según haya prosperado… Por una parte, recordamos cómo el Señor se dio a Sí mismo por nosotros, y por otra parte, debemos también dar alguna ofrenda al Señor en este día… Ofrecer bienes materiales al Señor en Su día es algo que debemos empezar a practicar desde el momento en que creemos… Debemos… decirle al Señor: “Señor, Tú me has dado abundantemente. Señor, te traigo de lo que he ganado y te lo ofrezco”. Uno debe fijar la cantidad que ha de apartar. Si tenemos mucho, debemos ofrecer más. Si tenemos poco, podemos ofrecer menos.
Este día no es nuestro día; es el día del Señor. Este tiempo no es nuestro; es el tiempo del Señor… Esperamos que los nuevos hermanos y hermanas presten atención al día del Señor desde el comienzo de su vida cristiana. Consagremos el primer día de la semana al Señor y digámosle: “Este es Tu día” … Si hacemos esto, veremos cómo la bendición del Señor es derramada sobre la iglesia.
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Lectura bíblica
Ex. 5:1 Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.
1 Co. 14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene enseñanza, tiene revelación, tiene lengua, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.
La asamblea de los llamados
En la Biblia, la iglesia es primeramente llamada “la asamblea” [Mt. 16:18; 18:17]… La palabra griega traducida iglesia, es ekklesía, la cual se compone de dos vocablos: ek, que significa fuera, y kaleo, que quiere decir llamada… Por tanto, de acuerdo con el sentido literal de la palabra, la iglesia es la asamblea de aquellos que Dios llama a apartarse del mundo.
¿Cuándo empezó a reunirse el pueblo de Dios? ... En ninguno de los cincuenta capítulos de Génesis se narra que hubiera alguna reunión o asamblea… Pero tan pronto llegamos al segundo libro de la Biblia, Exodo, allí vemos que el pueblo de Dios se reúne. En Exodo, cuando fue introducida la salvación de Dios, de inmediato surgió la necesidad de que se reuniera el pueblo de Dios.
Una fiesta para el Señor
Por supuesto, según la terminología usada en Exodo, no encontramos la palabra asamblea. Sin embargo, cuando Dios llamó a Moisés y lo envió a Egipto a liberar a los hijos de Israel, El habló de esta manera: “Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto” (5:1). Mi pueblo es una entidad colectiva; no es sólo una persona. Este es un pueblo colectivo. Moisés debía decirle a Faraón que dejara ir al pueblo de Dios a celebrarle una fiesta. Tenemos que comprender que el pensamiento de asamblea, el concepto de reunión, está implícito en la palabra fiesta.
Un rico banquete no se compone de un solo platillo. Entre más platillos y más variedad de comida haya, más rica es la fiesta … Tal fiesta es un verdadero disfrute, y una reunión rica debe ser así. Cada santo debe traer un “platillo” diferente. Nuestras reuniones deben ser verdaderas fiestas, tanto para Dios como para el hombre.
Reunirse así en mutualidad puede compararse a la fiestade los tabernáculos que se celebraba en tiempos antiguos. En dicha fiesta los hijos de Israel traían el producto de la buena tierra, el cual cosechaban como fruto de su labor en la tierra, para ofrecerlo al Señor para Su disfrute y para una mutua participación en comunión con el Señor y unos con otros.
La buena tierra tipifica a Cristo. Hoy Cristo es la buena tierra para nosotros, así que debemos laborar en El. La lluvia, el calor del sol, el aire y el suelo fértil provienen de la gracia de Dios, pero necesitamos laborar y cultivar la tierra, sembrar la semilla y cuidar de la cosecha. Esto es cooperar con la gracia de Dios. Necesitamos orar y por otro lado hacerle
frente a muchas cosas. Debemos aprender a confiar en el Señor, permanecer en El, tener comunión con El, tocarlo y permitir que El nos toque. Esta es una labor espiritual, no una lucha humana; no es un esfuerzo humano sino una coordinación espiritual con el Señor. Día tras día todos debemos aprender a vivir de esta manera. Entonces conoceremos a Cristo de una manera práctica y le experimentaremos en nuestro espíritu; luego, cuando vayamos a las reuniones, tendremos algo de Cristo.163 En 1 Corintios 14:26 se nos dice que cuando nos reunamos, cada uno debe tener algo… Ahora el Señor desea que entremos a la realidad plena de esta maravillosa vida de reunión.
La meta de la reunión: exhibir a Cristo
La meta de nuestras reuniones es exhibir a Cristo; la reunión cristiana es una exhibición de la vida cristiana diaria. La vida cristiana diaria es simplemente Cristo. Pablo dijo: “Porque para mí el vivir es Cristo” (Fil. 1:21a). Cristo debe ser nuestro vivir diario, y nuestra reunión es una exhibición, una presentación, de nuestra vida diaria. El centro de esta exhibición es Cristo mismo. Todo lo que oremos, hablemos o cantemos debe tener a Cristo como centro.
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Vida interior
Desarrollo, crecimiento y madurez
Lectura bíblica
Hch. 2:46 Y perseverando unánimes cada día ... y partiendo el pan de casa en casa, comían juntos con alegría y sencillez de corazón.
He. 10:24-25 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos ... sino exhortándonos...
La manera ordenada por Dios con relación a las reuniones cristianas
La manera que Dios estableció con relación a las reuniones cristianas es, en primer lugar, que se tengan reuniones de casa en casa (Hch. 2:46; 5:42). Hechos 2:46 nos dice que los creyentes partían el pan “de casa en casa”, y en 5:42 leemos que “de casa en casa” no cesaban de enseñar y anunciar el evangelio de Jesús, el Cristo”... Según el griego, esto indica que ellos se reunían de acuerdo a las casas, lo cual quiere decir que cada casa tenía una reunión. Así que, el Nuevo Testamento indica que cada uno de nosotros debe tener una reunión en su casa. Por supuesto, estas reuniones de hogar no deben ser solamente con nuestra propia familia, sino que deben también incluir a otros. [Segundo], el Nuevo Testamento también nos muestra que además de tener las reuniones de grupo en las casas, toda la iglesia debe también reunirse en un solo lugar (1 Co.14:23). Al inicio de la vida de iglesia [en Hechos]... las reuniones grandes eran necesarias, pero no constituían una necesidad diaria. La necesidad diaria eran las reuniones de grupo. Así que, la iglesia debe tener regularmente reuniones de hogar separadas, y debe reunirse en un solo lugar según sea necesario. Sin embargo, debemos ver que las reuniones de grupo son más básicas. Las reuniones grandes pueden atraer a las personas, pero sólo las reuniones pequeñas pueden edificarlas... Las reuniones pequeñas son el fundamento de la edificación de la iglesia; ésta es una ley invariable. Si no guardamos esta ley, no tendremos edificación alguna. [Por tanto], las reuniones de grupo son la “línea de vida”, el “pulso”, de nuestra vida de iglesia.
Las reuniones de grupo constituyen el ochenta por ciento de la vida de iglesia, y la vida de iglesia se experimenta en el Cuerpo. En nuestro cuerpo físico, es imposible que un miembro
tenga un problema y los demás miembros no lo sepan. La circulación de vida en nuestro cuerpo transmite el sentir de un miembro a todos los demás. Así que, en la vida de iglesia no debemos esconder nuestros problemas de los otros miembros. Al decir esto, no quiero decir que debemos abrir todas nuestras cosas a los demás sin restricción alguna... No obstante, debemos aprender a compartir nuestros asuntos cotidianos con otros creyentes. Si no nos abrimos adecuadamente unos a otros, es difícil practicar las reuniones de grupo.
Entre todas las reuniones en la vida de iglesia, ninguna otra es tan íntima, práctica ni abarca tantas áreas de nuestra vida como la reunión de grupo. Esta reunión incluye comunión, intercesión, cuidado mutuo y pastoreo. Además, sin esto, es difícil que nos enseñemos mutuamente por medio de preguntas y respuestas.176 Para que pueda darse el perfeccionamiento de los santos, se necesita la enseñanza en las reuniones de grupo, y en estas reuniones, todos son maestros. Cada hermano es a la vez maestro y aprendiz.
La base bíblica para tener reuniones de grupo se encuentra en Hebreos 10:24 y 25. En estos versículos hay tres palabras cruciales: considerar, estimular y exhortar... Considerarnos unos a otros implica recordar, tener una preocupación sincera y amorosa unos por otros. Implica que los santos están en nuestro corazón. [El versículo 24 añade que] debemos también estimular, motivar, a los santos. Algunos tal vez se enfríen; si esto sucede, tenemos que avivar el fuego en ellos. Las buenas obras en este contexto se refieren a dar algo o hacer algo por otros liberalmente. Dar una ayuda económica o cuidar de un hermano enfermo es una buena obra. En el Cuerpo, se necesitan muchas buenas obras como éstas. Debemos estimularnos unos a otros al amor y a esta clase de buenas obras. El versículo 25 también dice que debemos exhortarnos unos a otros.182 Usted me exhorta a mí y yo lo exhorto a usted; usted aprende y yo también aprendo... De acuerdo con este pasaje de la Palabra, debemos [considerarnos], estimularnos y exhortarnos mutuamente.
Witness Lee. Living Stream Ministry
Henry
