Las diaconisas en la iglesia de Roma

Owen

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18 Julio 2005
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Estimados foristas:

La iglesia romana establece que sólo puden ser diaconos los varones, no las mujeres:

Catecismo de la Iglesia Católica dijo:
Catecismo de la Iglesia Católica dijo:
Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia latina ha restablecido el diaconado "como un grado particular dentro de la jerarquía" (LG 29), mientras que las Iglesias de Oriente lo habían mantenido siempre. Este diaconado permanente, que puede ser conferido a hombres casados, constituye un enriquecimiento importante para la misión de la Iglesia. En efecto, es apropiado y útil que hombres que realizan en la Iglesia un ministerio verdaderamente diaconal, ya en la vida litúrgica y pastoral, ya en las obras sociales y caritativas, "sean fortalezcan por la imposición de las manos transmitida ya desde los Apóstoles y se unan más estrechamente al servicio del altar, para que cumplan con mayor eficacia su ministerio por la gracia sacramental del diaconado" (AG 16).

En cambio el Espíritu Santo, por boca de Pablo, dijo:
"Encomiéndoos empero a Febe nuestra hermana, la cual es diaconisa de la iglesia que está en Cencreas" (Rm. 16:1)

"Al sólo Dios sabio, sea gloria por Jesucristo para siempre. Amén. enviada por medio de Febe, diaconisa de la iglesia de Cencreas" (Rm. 16:27)

¿No es esto acaso sustituir la Palabra de Dios con tradiciones de hombres?

Bendiciones en Cristo.
 
Las diaconisas en la iglesia de Roma

Se me olvidó:

El Concilio de Calcedonia establece que existían las diaconisas:
Concilio de Calcedonia dijo:
Canon XV.

De las diaconisas. No se ordene diácono a una mujer antes de los 40 años y no sin diligente examen. Si ocurriere que después de haber recibido la imposición de las manos y haber vivido un cierto tiempo en el ministerio, osare contraer matrimonio, despreciando con ello la gracia de Dios, sea ella anatema junto con aquel que se le unió.

Bendiciones en Cristo.
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

Owen dijo:
Se me olvidó:

El Concilio de Calcedonia establece que existían las diaconisas:


Bendiciones en Cristo.


COMO PUEDEN MALDECIR EL MATRIMONIO?
sea a todos honroso el matrimonio sin mancilla...
no es el matrimonio INSITUCION CREADA POR DIOS?

como pues el catequismo maldice a las monjas por casarse?

otro punto del catecismo QUE NO SOLO CARECE DE FUNDAMENTO BIBLICO, SINO QUE ADEMAS ES CONTRARIO A LA LEY DE DIOS Y A TODA SU PALABRA..


abran los ojos catolicos!!!
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

En qué parte las maldice?
Además la que tiene vocación de religiosa, sabe que entre sus votos está la castidad, sino la posee, entonces su voación ha de ser otra al matrimonio o de laica consagrada...
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

Hola Owen, menos mal que se decidió a tratar el tema por aparte, en lugar de mezclarlo con el otro, como ya nos está acostumbrando.
Respecto a sus breves comentarios, el que hayan existido en algún momento, mujeres que ejercieron una especie de ministerio auxiliar, no implica que el "diaconado femenino" sea análogo al masculino. De este modo, el canon que usted cita, en nada constituye una prueba de que la Iglesia haya ido en contra de aquél canon. Allí simplemente se dictan condiciones, no un mandato de ordenar diaconisas.
Conste que nunca utilizo el "Copy&Paste" de artículos católicos (de hecho no recuerdo haberlo hecho jamás) pero creo que es buena ocasión. Saqué el texto del sitio "mercabá.org" Ignoro si se permite un link directo al artículo, ya que por algo están bloqueados los links a "corazones" pero bueno, de ese sitio (mercabá) proviene el artículo.

mercabá dijo:
DIACONISAS (d)

Sin constituir, como los diáconos (v.), un grado jerárquico del sacramento del Orden (v. JERARQUÍA ECLESIÁSTICA), las d. ejercieron en la Iglesia antigua un ministerio auxiliar, particularmente en la administración de algunos sacramentos.

1. Historia. Desde los orígenes de la Iglesia, ha habido mujeres especialmente dedicadas al servicio de la comunidad cristiana. S. Pablo recomienda a los romanos a Febe «diaconisa de la Iglesia de Cencreas» (Rom 16,1). En la primera epístola a Timoteo se determinan las condiciones requeridas en la mujer para ser inscrita entre las viudas (1 Tim 5,9-10); este último término designa más una función que un estado: S. Ignacio de Antioquía (v.), en su carta a los de Esmirna (13,1) saluda a las «vírgenes llamadas viudas»; Tertuliano habla sólo de viudas, jamás de d. (cfr. Ad uxorem, 1,7; De virginibus velandis, 9). La Didascalia (v.) no siempre distingue claramente entre d. y viuda. Las Constituciones Apostólicas (v.) señalan mejor la diferencia: colocan a las d. por encima de las viudas (cfr. Const. apost. 3,8,1); las d. reciben una consagración (ib. 8,19-20) y son comparadas a los miembros del clero (ib. 8,31), mientras que las viudas no reciben imposición de manos (ib. 8,25,2).

En cuanto a sus funciones, las d. ayudaban a los miembros de la jerarquía en el ministerio pastoral respecto a las mujeres. Les correspondía el cuidado de los enfermos y de los pobres de su sexo y, en caso de necesidad, visitarles a domicilio (ib. 3,16,1; cfr. Epifanio de Salamina, Panarion, 79,3). Estaban al cuidado de la entrada de las mujeres en la iglesia y debían velar por la buena compostura de las mismas en las asambleas (cfr. Const. apost. 2,58,6; 8,28,6). Actuaban en la preparación de las mujeres para el Bautismo (cfr. Vie d'Olympias la diaconesse, ed. Bousquet, 247) y ayudaban a los otros ministros en su administración, especialmente en aquellas funciones en que debe ser salvaguardado el pudor, como inmersión, unciones sobre el cuerpo, -'c. (cfr. Const. apost. 3,16,2-4; 8,28,6; Epifanio, Panarion, 79,3; Exposito fidei, 20). Acompañaban a las mujeres que deseaban visitar al obispo o al diácono (cfr. Const. apost. 2,26,2) y se encargaban, cuando era necesario, del examen corporal de las mujeres (cfr. Epifanio, Panarion, 79,3). En las iglesias siriacas no calcedonianas, sus funciones fueron más amplias aún, pero sin llegar nunca hasta el servicio del altar propiamente dicho.

Según 1 Tim 5,9 la viuda debía tener al menos 60 años. Esta edad mínima aplicada a las d., que la Didascalia (3,1,1,) había reducido a 50, es de nuevo elevada a 60 por las Constituciones Apostólicas (3,1,1) y en el Codex Theodosianus (16,2,27). El Conc. de Calcedonia (can. 15) la reduce definitivamente a 40 años. Los s. iv y v pueden considerarse, en Oriente, como la edad de oro de las d. Entre las más célebres podemos citar a S. Macrina, hermana de S. Basilio y S. Gregorio de Nisa, y a Olimpia, colaboradora de S. Juan Crisóstomo, la cual, habiéndose quedado viuda a los 18 años rechazó los más brillantes partidos para poder consagrarse al servicio de la Iglesia. En tiempos de Justiniano (Novelas, 3,1,1,) había en Constantinopla 40 d. (junto a 100 diáconos y 60 presbíteros).

Más tarde, al ser menos frecuente el Bautismo de adultos, las d. fueron disminuyendo en número e importancia hasta desaparecer por completo. En el s. xiil todavía había d. en Constantinopla, pero no realizaban ministerio alguno ni recibían la antigua consagración, quedando convertido el nombre en un mero título honorífico. Hacia la misma época, el rito de consagración de las d. desaparece de los eucologios (v. LIBROS LITÚRGICOS). En Occidente, la institución de las d. no tuvo jamás el mismo desarrollo que en Oriente. A mediados del s. v, los concilios se muestran desfavorables y prohíben la consagración de las d. (Conc. 1 de Orange, can. 26; Conc. de Epaone, can. 21; Conc. lI de Orleáns, can. 18). Pasado el s. xI habían desaparecido totalmente. Posteriormente, algunas comunidades protestantes utilizaron el nombre -en un sentido distinto del primitivopara un tipo de d. cuyas funciones correspondían sustancialmente a las actividades caritativas, apostólicas o misioneras de las religiosas en el catolicismo. Estas tentativas de institucionalizar la participación femenina en las actividades catequéticas y benéficas se manifestaron ya en el s. xvi, pero hasta el xix no cuajaron (en el luteranismo y en el anglicanismo) en organizaciones amplias y estables. Las comunidades de d. luteranas, reunidas en una federación internacional con sede en Utrech, cuentan hoy con unos 50.000 miembros y tienen casas en Alemania, Holanda, Suiza, países escandinavos y Francia.

2. Teología. El nombre refleja exactamente el complejo de tareas subsidiarias que, desde la edad apostólica, la mujer, sea por una espontánea vocación, sea por tácito o expreso encargo de la autoridad, desempeñó en las iglesias de la antigüedad para servicio indirecto del culto. El N. T. destaca el papel de la mujer, típicamente representado en María, la Madre de Jesús, describiendo la colaboración eficiente de algunas mujeres en la difusión del Evangelio y en la vida de las comunidades (cfr., p. ej., Act 18,1-4; 26-27; Rom 16,14.6.12.15; Philp 4,2-3). S. Lucas, especialmente atento en indicar cómo se enraizan las funciones y la fisonomía de la Iglesia apostólica en la vida histórica de Jesús, da un énfasis particular a la presencia de un grupo de mujeres durante el ministerio del Maestro en Galilea (cfr. Lc 8,1-3). Por otro lado, exaltando el papel santificador y educador de la esposa y de la madre en el hogar, la Iglesia apostólica excluía a la mujer del ejercicio de las funciones jerárquicas. S. Pablo proclama expresamente que ella no debe tomar la palabra en las asambleas litúrgicas (1 Cor 7,14; 14,34-35; 1 Tim 2,8-15).

Esta participación de la mujer en las tareas pastorales de la jerarquía se concretó de modo especial en la institución de las d. cuyo desarrollo histórico hemos descrito anteriormente. Hemos visto también cuáles eran sus funciones. Sobre su situación jurídica digamos que el can. 19 de Nicea dice que las d. no poseen orden alguna y deben ser completamente contadas entre los laicos. A partir del s. iv se les asimiló algo al estado clerical y se usan ritos inspirados en los de la ordenación del diácono. En las Constituciones Apostólicas (8,19-20) se manda lo siguiente: «a la diaconisa, obispo, impónle las manos en presencia del colegio de presbíteros junto con los diáconos y diaconisas y di: Dios eterno, Padre de nuestro Señor Jesucristo, creador del hombre y de la mujer; Tú llenaste de espíritu a María, Débora, Ana y Holda, no juzgaste indigno que tu Hijo unigénito naciera de una mujer y pusiste mujeres vigilantes de las Santas junto al tabernáculo del testimonio y en el templo. Mira ahora hacia esta tu sierva elegida para tu servicio y dale el Espíritu Santo y purifícala de toda mancha de la carne y del espíritu, para que cumpla dignamente la obra a ella confiada para gloria tuya y alabanza de tu Cristo, con quien para Ti y para el Espíritu Santo sea la gloria y la adoración por todos los siglos de los siglos. Amén». El ritual bizantino, posterior al s. VII, añadió otras fórmulas parecidas a las del diácono, como la imposición en el cuello de la estola diaconal y la entrega de un cáliz, que la diaconisa, después de haberlo tomado en las manos, pone sobre la mesa.

Conviene señalar que a pesar de la semejanza externa, el rito no tenía el más mínimo carácter de Sacramento; era una simple bendición constitutiva, que tal vez pueda considerarse un sacramental (v.), y que no pretendía conferir ningún poder sacerdotal, sino que significaba solamente la agregación litúrgica de la elegida al orden de las d. e invocaba sobre ella la asistencia de Dios. S. Epifanio lo declara expresamente: «Aun cuando existe en la Iglesia el orden de las diaconisas, no ha sido establecido en función del sacerdocio o de cualquier otro ministerio de este género» (Expositio fide¡, 21). La Traditio apostolica de Hipólito es aún más explícita: «La viuda entra en un grupo por la simple lectura de su nombre. No debe estar sujeta a la ordenación, porque no ofrece la oblación ni realiza un servicio litúrgico. La ordenación está reservada al clero para su servicio litúrgico, mientras la viuda lo es para la oración, que es común a todos» (n° 11 y 13).

Con la desaparición del rito de la inmersión bautismal se desvanecía esta función atribuida a las d. Por otro lado, el desarrollo de la vida religiosa femenina, con la multiplicidad de sus formas (hospitalarias, educativas, etcétera), vino a corresponder, al menos parcialmente, a aquel ideal de presencia activa de la mujer en la dirección de funciones litúrgicas y en la obra evangelizadora. Este ideal, renovado y adoptado, surgirá particularmente en las Hermanas de la Caridad (v.), que S. Luisa de Marillac (v.) y S. Vicente de Paúl (v.) procuran desembarazar de los obstáculos de la clausura y observancias monásticas, para colocar «en el servicio de los pobres», lo que siempre fue la característica principal de las d.

Algunos autores contemporáneos se muestran partidarios del restablecimiento de la institución de las d., para facilitar así la ayuda de la mujer en el ministerio sacerdotal. Teológicamente no parece ofrecer dificultad esa participación que, según algunos, podría concretarse incluso en la recepción de un sacramental. De hecho ya se da en muchos casos una ayuda de la mujer al clero en diversos aspectos de su ministerio cultual y pastoral (religiosas o no al cuidado de iglesias, hospitales, convictorios sacerdotales, catequesis, etc.). Hay que señalar, sin embargo, que esa participación, de por sí útil y meritoria, no es esencial en la vida religiosa de la mujer ni propiamente hablando constituye una caracterización del apostolado laical (v. APOSTOLADO; LAICOS).
 
Las diaconisas en la iglesia de Roma

Estimado Palermo:

Palermo dijo:
Allí simplemente se dictan condiciones, no un mandato de ordenar diaconisas.

Y si se dictan condiciones es que existen; y si existen es porque no está prohibido la ordenación de diaconisas, como sí lo está en la institución vaticana.

Palermo dijo:
Más tarde, al ser menos frecuente el Bautismo de adultos, las d. fueron disminuyendo en número e importancia hasta desaparecer por completo.

Es decir, que ratifica que su eliminación es por mandato de hombres y no de Dios.

Palermo dijo:
Algunos autores contemporáneos se muestran partidarios del restablecimiento de la institución de las d., para facilitar así la ayuda de la mujer en el ministerio sacerdotal.

Lo que confirma mi intuición: el diaconado femenino está prohibido por mandato de hombres y no de Dios. En cambio, la Palabra dice algo muy diferente. Pregunto: ¿no es esto mancilla la Sacrosanta Escritura?

Bendiciones en Cristo.
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

Salvo220 dijo:
En qué parte las maldice?
Además la que tiene vocación de religiosa, sabe que entre sus votos está la castidad, sino la posee, entonces su voación ha de ser otra al matrimonio o de laica consagrada...


DIME, Salvo, por lo menos un versiculo, con uno me conformaria, de la BIBLIA en el que dia que las mujeres que sirven a Jesus deben de ser celibes...

UNO. solo uno.
gracias

p.s. si en toda la Biblia no encuentras uno, -que de antemano te digo que no lo encontraras- entonces DIME, de donde proviene esa ensenanza?
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

Según san Pablo, parece que ser célibe servidor de Dios tiene más ventajas que la persona que esté casada.


“De igual manera, la mujer soltera y la joven sin casar se preocupan del servicio del Señor y de ser santas en su cuerpo y en su espíritu. Mientras que la casada se preocupa de las cosas del mundo y de agradar a su esposo.” (1 Cor 7:34)
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

Owen dijo:
Estimados foristas:

La iglesia romana establece que sólo puden ser diaconos los varones, no las mujeres:



En cambio el Espíritu Santo, por boca de Pablo, dijo:

"Encomiéndoos empero a Febe nuestra hermana, la cual es diaconisa de la iglesia que está en Cencreas" (Rm. 16:1)

"Al sólo Dios sabio, sea gloria por Jesucristo para siempre. Amén. enviada por medio de Febe, diaconisa de la iglesia de Cencreas" (Rm. 16:27)

¿No es esto acaso sustituir la Palabra de Dios con tradiciones de hombres?

Bendiciones en Cristo.


Solo te cito estos dos versicúlos que es PALABRA de Dios sobre el tema en cuestion:

1Ti 2:12 Porque no permito a una mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el varón, sino estar reposada. <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

<o:p></o:p>

1Ti 2:13 Porque Adán fue formado primero; luego Eva;
ss


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Las diaconisas en la iglesia de Roma

Estimado Eddy:
Eddy González dijo:
Según san Pablo, parece que ser célibe servidor de Dios tiene más ventajas que la persona que esté casada.


“De igual manera, la mujer soltera y la joven sin casar se preocupan del servicio del Señor y de ser santas en su cuerpo y en su espíritu. Mientras que la casada se preocupa de las cosas del mundo y de agradar a su esposo.” (1 Cor 7:34)

San Pablo no obliga a guardar el celibato, sino que lo recomienda. En cambios este Concilio obliga a mantenerlo, violando así la Sacrosanta Palaba de Dios.

Estimado Místico:

MISTICO dijo:
Solo te cito estos dos versicúlos que es PALABRA de Dios sobre el tema en cuestion</B>:

1Ti 2:12 Porque no permito a una mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el varón, sino estar reposada. <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

<o:p></o:p>

1Ti 2:13 Porque Adán fue formado primero; luego Eva;
ss


Estaría de acuerdo si las diaconisas tuviesen autoridad, pero un diácono no la tiene, como sí la tiene un pastor. ¿O es que por ventura Vd. insinúa que san Pablo dice una cosa en su epístola a los Romanos y otra a Tito?

Por lo cual se demuestra que la iglesia de Roma mancilla la Palabra del Espíritu Santo con tradiciones humanas.

Bendiciones en Cristo.
 
Las diaconisas en la iglesia de Roma

Fe de erratas:

No es ¿O es que por ventura Vd. insinúa que san Pablo dice una cosa en su epístola a los Romanos y otra a Tito?

Sino: ¿O es que por ventura Vd. insinúa que san Pablo dice una cosa en su epístola a los Romanos y otra a Timoteo?
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

Owen dijo:
San Pablo no obliga a guardar el celibato, sino que lo recomienda. En cambios este Concilio obliga a mantenerlo, violando así la Sacrosanta Palaba de Dios.
Tampoco obliga a que esté casado. Y si la Sacrosanta Palabra de Dios dice que ser célibe servidor de Dios tiene ventajas sobre una persona que esté casada, ¿qué impide que la Iglesia (católica) adopte eso como una de sus normas?
 
Las diaconisas en la iglesia de Roma

Estimado Eddy:
Eddy González dijo:
Tampoco obliga a que esté casado. Y si la Sacrosanta Palabra de Dios dice que ser célibe servidor de Dios tiene ventajas sobre una persona que esté casada, ¿qué impide que la Iglesia (católica) adopte eso como una de sus normas?

¿Y quién ha dicho que sea obligatorio casarse? Lo que he dicho es que el celibato (como el matrimonio) es voluntario. San Pablo dice que "mejor es casarse que quemarse" (1 Co. 7:9b) y que el obispo sea "marido de una sola mujer" (1 Ti 3:2), es decir, que san Pablo recomienda el celibato, pero no lo impone como condición para ser pastor, mientras que la institución vaticana sí lo hace. ¿No es esto mancillar la Palabra de Dios?

Bendiciones en Cristo.
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

Owen dijo:
Estimado Eddy:


¿Y quién ha dicho que sea obligatorio casarse? Lo que he dicho es que el celibato (como el matrimonio) es voluntario. San Pablo dice que "mejor es casarse que quemarse" (1 Co. 7:9b) y que el obispo sea "marido de una sola mujer" (1 Ti 3:2), es decir, que san Pablo recomienda el celibato, pero no lo impone como condición para ser pastor, mientras que la institución vaticana sí lo hace. ¿No es esto mancillar la Palabra de Dios?

Bendiciones en Cristo.
Reitero mi pregunta: si san Pablo dice que ser célibe servidor de Dios tiene ventajas sobre una persona que esté casada, ¿qué impide que la Iglesia (católica) adopte eso como una de sus normas?

Y sabiendo de antemano que esa es una de las normas, el que no tenga la vocación para el celibato que se abstenga a entrar a esa vocación, y que mejor se case para que no se queme. Hay otras vocaciones para servir a Dios.
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

Hoy en día la función de una diaconisa la hace una monja que no para de hacer buenas obras y cumpliendo de sobremanera la condición para la diaconisa de estar viuda es decir sin marido.

Que importa si se llama “diaconisa” o monja lo importante es la función y la condición
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

San Pablo recomienda el celibato y por este motivo la Iglesia Católica pide LOS VOLUNTARIOS para ser célibe para sacerdote, los que se presentan no se le impone absolutamente nada.
 
Las diaconisas en la iglesia de Roma

Estimado Místico:

MISTICO dijo:
San Pablo recomienda el celibato y por este motivo la Iglesia Católica pide LOS VOLUNTARIOS para ser célibe para sacerdote, los que se presentan no se le impone absolutamente nada.


No crea que no conozco los subterfugios romanistas para tergiversar la Sacrosanta Escritura. Pregunto: ¿dónde dice la Biblia que una condición para ser pastor es ser célibe? Está claro que a esta pregunta no pueden responder con las habituales sutilezas, porque está clara su respuesta: en ningún lado; por lo que se demuestra, una vez más, que el papado corrompe, tergiversa y mancilla la Palabra.

Bendiciones en Cristo.
 
Las diaconisas en la iglesia de Roma

Estimados foristas:

Nos estamos desviando del tema, pues el canon de Calcedonia no versaba sobre el celibato de los sacerdotes papistas, sino de las diaconisas. Pregunto: ¿dónde dice la Sagrada Escritura que las diaconisas no puedan casarse después de ser ordenadas?

Bendiciones en Cristo.
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

Owen dijo:
Estimados foristas:

Nos estamos desviando del tema, pues el canon de Calcedonia no versaba sobre el celibato de los sacerdotes papistas, sino de las diaconisas. Pregunto: ¿dónde dice la Sagrada Escritura que las diaconisas no puedan casarse después de ser ordenadas?

Bendiciones en Cristo.

1Ti 5:9 La viuda sea puesta en lista, no menor de sesenta años, la cual haya sido mujer de un varón. <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

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Pues tienes que ser mujer de un hombre y sin contar la edad de más 60 años, no creo que con esta edad la diaconisa esta para estos trotes de buscar otro marido. Que rompería el techo que le impone de UNO SOLO MARIDO
 
Re: Las diaconisas en la iglesia de Roma

Citacion de owen: ¿Y desde cuando las monjas hacen lo mismo que las diaconisas?<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:eek:ffice:eek:ffice" /><o:p></o:p>

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Pues no lo sé exactamente, supongo que en el momento que no había demasiadas diaconisas debido que todas tenían que tener más de 60 años y como había muchas monjas que podían ejecutar estas tareas.