Re: la religion y la diferencias de edad en el matrimonio.
inz dijo:
Buenas tardes...
se me ocurrio relizar esta pregunta.. aqui.. y espero que alguien con un poco de tiempo pueda darme alguna respuesta.. sucede que pronto en algunos meses mas pienso formalizar mi relacion con mi pareja.. tengo que mencionar que estoy muy felis de la relacion que tengo y siempre bajo la direccion de Dios.
Sucede que mi pareja es 7 años mayor que yo.. ella es mujer claro y se llama Via, los dos somos cristianos y hace 2 años llevamos esta relación. he buscando en la biblia algun documento consejo, regla o augurio sobre las relaciones en las que la dama es la mayor pero no encuentro nada, al parecer por que no es una exepción de regla.
Por tal razón, acudo a ustedes a contarles mi inquietud, esta pregunta no es mas que para concer los pro y los contra de una relación similar en experiencia ajena, ambos somos Adventistas del Septimo Dia.
Por favor, apreciaria muchos comentarios de ustedes refiriendose a situaciones similares, como digo quisiera apreciar las cosas buenas y malas de una relacion en la QUE ELLA ES MAYOR, para tener asi un panorama mas amplio y por supuesto la posición religiosa frente al tema.
atte.
Fito.
Querido hno. Si de diferencias de edades en el matrimonio y de los resultados en la convivencia se trata...pues creo, y con humildad lo digo; tengo motivos mas que suficientes para opinar sobre el tema.
Mi historia es larguísima, pero trataré de ser lo mas breve posible. Estoy casado en segundas nupcias. Me casé cuando tenía 20 años de edad y no conocía nada de la vida fuera de mi casa, una casa muy humilde como la que suelen tener los pobres, pero me sentía inmensamente rico por el amor con que me criaron mis padres, y la que fué mi esposa tenía 30 años de edad; ante esa situación, salvo mis padres; no hubo una sola persona que me augurara buenos resultados. Mi madre, muy creyente, me dijo: Hijo mío; Dios es Amor, y donde hay Amor, está garantizada su presencia. Nunca dejen de amarse y Dios los guardará para siempre. Y mi padre me dijo: Hijo, el matrimonio es para toda la vida, por lo tanto este es uno de los pasos mas importantes que el hombre da en la vida, y si la amas, lo que Dios une, no lo separes jamás; de nuestra parte pueden contar con todo nuestro apoyo y nuestro amor. La mujer que sería mi esposa, venía de un hogar muy distinto al mío; un padre golpeador, juntado con su madre, una hermana mayor y un hermano menor, a los que luego abandonaría cuando mi esposa tenía 15 años. Tuvo que salir a trabajar para afrontar el hogar abandonado, y en esa época, la mujer que salía a trabajar, no era bien mirada. Lo cierto es que nos casamos, y fueron 28 años que transcurrieron para escribir una historia de amor en el cielo, 28 años de amor como jamás lo hubiésemos imaginado; hasta que un día la muerte, con su tétrica carcajada, arrebata de mis brazos a mi esposa, la mas amada; al declarársele leucemia; como ambos éramos creyentes, fué en el intenso dolor, un dolor que jamás puede calmar el hombre, que verdaderamente conocimos a Dios, y como Job pudimos decir: "De oídas te había oído, pero ahora mis ojos te ven". Al lado de su lecho me arrodillé, oré a Dios, lloramos, Le dije: Vos vas a tener quien cierre tus ojos, pero quién va a cerrar los míos, Señor, lo que tú unistes yo no lo separé, por favor, no me dejes, llévame con ella, por favor; nos despedimos, y con un hasta luego mi amor, esperamos reencontrarnos con Jesús.
Pasaban los días, y el vacío inmenso que había dejado su partida no me dejaba vivir, y de los dos hijos que tuvimos, uno estaba casado viviendo en Ushuaia, y el menor de 20 años, ante la situación económica del país se preparaba para probar suerte en USA. Pero Dios que no desampara a sus hijos, puso a una jovencita cristiana para que se case conmigo (25 años menor que yo); le dije de mil formas que eso era imposible, primero que necesitaba vivir el duelo por la pérdida de mi esposa, que podía ser mi hija, que tenía un hijo mayor que ella, y es más, fuí a la casa para hablar con su madre para que se lo quite de la cabeza. Pero los caminos de Dios son muy distintos a los nuestros, y el resultado? Ya cumplimos 16 años de casados, de una nueva historia de amor que también se está escribiendo en el cielo; tenemos dos hijos una nena de 16 años y un varón de 12 años que son el amor caminando, y de mi primer esposa (de la cual conocen toda la historia) le dicen tía, y son los que me recuerdan llevarle flores al cementerio.
Querido hermano: No quiero cansarte con mi historia, pero me agradaría que con la ayuda de Dios y tu futura esposa, saquen conclusiones, y si fuera posible, ayudes a tus suegros a comprender que para el amor no hay edad, y que la edad por sí sola no garantiza la felicidad.-
Dios los bendiga y sean muy Felices, con amor cristiano, Hércules