Todos sabemos la oración que Jesús enseño a sus discípulos como modelo de oración, no obstante toda la palabra habla de la oración, de su poder y efectibidad, pero la pregunta siempre es: ¿Lo estamos haciendo bién?, ¿La estamos usando para lo que fue dispuesta?, ¿Será la herramienta que ocupamos para lo que la estamos ocupando? o ¿su efectibidad no lo es tanto, por no saber usarla correctamente o para lo que fué hecha?
No quiero hacer un análisis de la oración modelo, ya que se han hecho cualquier cantidad, y desde muchos ángulos, sino más bién un análisis del acto de ORAR.
La oración no fué establecida solamente como una requisición de lo que pretendemos para nosotros del Padre, sino además de otro poco de usos, entre ellos y el más importante para mi, como una manera de conectarnos con la Luz del creador, y así, establecer una comunicación recíproca y legible entre ambas partes, orador y creador, donde ambos obtienen lo que cada uno desea del otro.
Pero voy a hacer algunas acotaciones al respecto, de lo que mi Señor en su infinita voluntad, a decidido enseñarme al respecto y enriquecerlo con lo que él mismo les ha enseñado también a ustedes.
Vamos compartamos nuestras experiencias y revelaciones, en esta fabuloso obsequio de Dios, cuyo uso y conocimiento, ha caracterizado a los grandes hombres mencionados en la Biblia, especialmente a Jesús.
Greivin.
No quiero hacer un análisis de la oración modelo, ya que se han hecho cualquier cantidad, y desde muchos ángulos, sino más bién un análisis del acto de ORAR.
La oración no fué establecida solamente como una requisición de lo que pretendemos para nosotros del Padre, sino además de otro poco de usos, entre ellos y el más importante para mi, como una manera de conectarnos con la Luz del creador, y así, establecer una comunicación recíproca y legible entre ambas partes, orador y creador, donde ambos obtienen lo que cada uno desea del otro.
Pero voy a hacer algunas acotaciones al respecto, de lo que mi Señor en su infinita voluntad, a decidido enseñarme al respecto y enriquecerlo con lo que él mismo les ha enseñado también a ustedes.
Vamos compartamos nuestras experiencias y revelaciones, en esta fabuloso obsequio de Dios, cuyo uso y conocimiento, ha caracterizado a los grandes hombres mencionados en la Biblia, especialmente a Jesús.
Greivin.