INTEGRISMO RELIGIOSO: ¿PELIGRO PARA LAS IGLESIAS CRISTIANAS?

sebas

0
7 Julio 2005
15
0
56
DECLARACIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE INTOLERANCIA Y DISCRIMINACIÓN FUNDADAS EN LA RELIGIÓN O LAS CONVICCIONES

Proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de noviembre de 1981
[resolución 36/55]


La Asamblea General,

Considerando que uno de los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas es el de la dignidad e igualdad propias de todos los seres humanos, y que todos los Estados Miembros se han comprometido a tomar medidas conjuntas y separadamente, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, para promover y estimular el respeto universal y efectivo de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin distinción de raza, sexo, idioma ni religión,
Considerando que en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los Pactos internacionales de derechos humanos se proclaman los principios de no discriminación y de igualdad ante la ley y el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión o de convicciones,
Considerando que el desprecio y la violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión o de cualesquiera convicciones, han causado directa o indirectamente guerras y grandes sufrimientos a la humanidad, especialmente en los casos en que sirven de medio de injerencia extranjera en los asuntos internos de otros Estados y equivalen a instigar el odio entre los pueblos y las naciones,
Considerando que la religión o las convicciones, para quien las profesa, constituyen uno de los elementos fundamentales de su concepción de la vida y que, por tanto, la libertad de religión o de convicciones debe ser íntegramente respetada y garantizada, Considerando que es esencial promover la comprensión, la tolerancia y el respeto en las cuestiones relacionadas con la libertad de religión y de convicciones y asegurar que no se acepte el uso de la religión o las convicciones con fines incompatibles con la Carta, con otros instrumentos pertinentes de las Naciones Unidas y con los propósitos y principios de la presente Declaración,
Convencida de que la libertad de religión o de convicciones debe contribuir también a la realización de los objetivos de paz mundial, justicia social y amistad entre los pueblos y a la eliminación de las ideologías o prácticas del colonialismo y de la discriminación racial,
Tomando nota con satisfacción de que, con los auspicios de las Naciones Unidas y de los organismos especializados, se han aprobado varias convenciones, y de que algunas de ellas ya han entrado en vigor, para la eliminación de diversas formas de discriminación, Preocupada por las manifestaciones de intolerancia y por la existencia de discriminación en las esferas de la religión o las convicciones que aún se advierten en algunos lugares del mundo,
Decidida a adoptar todas las medidas necesarias para la rápida eliminación de dicha intolerancia en todas sus formas y manifestaciones y para prevenir y combatir la discriminación por motivos de religión o convicciones,
Proclama la presente Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones:

Artículo 1

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Este derecho incluye la libertad de tener una religión o cualesquiera convicciones de su elección, así como la libertad de manifestar su religión o sus convicciones individual o colectivamente, tanto en público como en privado, mediante el culto, la observancia, la práctica y la enseñanza.

2. Nadie será objeto de coacción que pueda menoscabar su libertad de tener una religión o convicciones de su elección.

3. La libertad de manifestar la propia religión o las propias convicciones estará sujeta únicamente a las limitaciones que prescriba la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos o los derechos y libertades fundamentales de los demás.

Artículo 2


1. Nadie será objeto de discriminación por motivos de religión o convicciones por parte de ningún Estado, institución, grupo de personas o particulares.

2. A los efectos de la presente Declaración, se entiende por "intolerancia y discriminación basadas en la religión o las convicciones" toda distinción, exclusión, restricción o preferencia fundada en la religión o en las convicciones y cuyo fin o efecto sea la abolición o el menoscabo del reconocimiento, el goce o el ejercicio en pie de igualdad de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Artículo 3

La discriminación entre los seres humanos por motivos de religión o convicciones constituye una ofensa a la dignidad humana y una negación de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, y debe ser condenada como una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y enunciados detalladamente en los Pactos internacionales de derechos humanos, y como un obstáculo para las relaciones amistosas y pacíficas entre las naciones.

Artículo 4

1. Todos los Estados adoptarán medidas eficaces para prevenir y eliminar toda discriminación por motivos de religión o convicciones en el reconocimiento, el ejercicio y el goce de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en todas las esferas de la vida civil, económica, política, social y cultural.

2. Todos los Estados harán todos los esfuerzos necesarios por promulgar o derogar leyes, según el caso, a fin de prohibir toda discriminación de ese tipo y por tomar las medidas adecuadas para combatir la intolerancia por motivos de religión o convicciones en la materia.

Artículo 5

1. Los padres o, en su caso, los tutores legales del niño tendrán el derecho de organizar la vida dentro de la familia de conformidad con su religión o sus convicciones y habida cuenta de la educación moral en que crean que debe educarse al niño.

2. Todo niño gozará del derecho a tener acceso a educación en materia de religión o convicciones conforme con los deseos de sus padres o, en su caso, sus tutores legales, y no se le obligará a instruirse en una religión o convicciones contra los deseos de sus padres o tutores legales, sirviendo de principio rector el interés superior del niño.

3. El niño estará protegido de cualquier forma de discriminación por motivos de religión o convicciones. Se le educará en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y hermandad universal, respeto de la libertad de religión o de convicciones de los demás y en la plena conciencia de que su energía y sus talentos deben dedicarse al servicio de la humanidad.

4. Cuando un niño no se halle bajo la tutela de sus padres ni de sus tutores legales, se tomarán debidamente en consideración los deseos expresados por aquéllos o cualquier otra prueba que se haya obtenido de sus deseos en materia de religión o de convicciones, sirviendo de principio rector el interés superior del niño.

5. La práctica de la religión o convicciones en que se educa a un niño no deberá perjudicar su salud física o mental ni su desarrollo integral teniendo en cuenta el párrafo 3 del artículo 1 de la presente Declaración.

Artículo 6

De conformidad con el artículo 1 de la presente Declaración y sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo 3 del artículo 1, el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión o de convicciones comprenderá, en particular, las libertades siguientes:
a) La de practicar el culto o de celebrar reuniones en relación con la religión o las convicciones, y de fundar y mantener lugares para esos fines;
b) La de fundar y mantener instituciones de beneficencia o humanitarias adecuadas;
c) La de confeccionar, adquirir y utilizar en cantidad suficiente los artículos y materiales necesarios para los ritos o costumbres de una religión o convicción;
d) La de escribir, publicar y difundir publicaciones pertinentes en esas esferas;
e) La de enseñar la religión o las convicciones en lugares aptos para esos fines;
f) La de solicitar y recibir contribuciones voluntarias financieras y de otro tipo de particulares e instituciones;
g) La de capacitar, nombrar, elegir y designar por sucesión los dirigentes que correspondan según las necesidades y normas de cualquier religión o convicción;
h) La de observar días de descanso y de celebrar festividades y ceremonias de conformidad con los preceptos de una religión o convicción;
i) La de establecer y mantener comunicaciones con individuos y comunidades acerca de cuestiones de religión o convicciones en el ámbito nacional y en el internacional.

Artículo 7

Los derechos y libertades enunciados en la presente Declaración se concederán en la legislación nacional de manera tal que todos puedan disfrutar de ellos en la práctica.

Artículo 8

Nada de lo dispuesto en la presente Declaración se entenderá en el sentido de que restrinja o derogue ninguno de los derechos definidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los Pactos internacionales de derechos humanos.
 
Re: INTEGRISMO RELIGIOSO: ¿PELIGRO PARA LAS IGLESIAS CRISTIANAS?

La mayor tragedia criminal de la historia del terrorismo se vivía precisamente en la conmemoración por Naciones Unidas del Día Internacional de la Paz, el 11 de Septiembre. ¿Quién sabe si fue paradoja o provocación obscena del terrorismo más brutal?. En cualquier caso el dolor irreparable de las familias de miles de personas asesinadas o heridas y la conmoción, estupor, miedo o desconcierto de millones de seres humanos en todo el mundo revelan las dimensiones incalculables de una acción terrorífica de guerra contra EE.UU. y también contra toda la familia humana victimizada por el horror.

El escalofrío que recorrió el cuerpo de los ciudadanos al constatar la vulnerabilidad y el alcance de la acción del terrorismo extremo se incrementa al comprobar la naturaleza fanática del suicida estimulada con la creencia de que el asesinato más abyecto es la base para su fe. Aún más, la invisibilidad de los asesinos, el anonimato criminal, la no reivindicación de la cúpula terrorista dirigente que se sumerge e impide su visualización, traslada a la ciudadanía la sensación de impotencia e incapacidad de unos sistemas de seguridad que fracasan al impedir la agresión contra víctimas indefensas y contra un orden civilizatorio democrático.

Pero hemos de salir de la conmoción y analizar cuales son los factores que posibilitan la generación del odio, como impedir el alimento que hace posible la existencia del terrorismo, y además cuales son sus causas profundas, su lógica y las nuevas bases sobre las que interviene el terrorismo de hoy. Quizás después de un análisis riguroso, lleguemos a la conclusión que tras detener a los culpables y hacer justicia en nombre de las víctimas y de los ciudadanos, también resulte necesario trabajar por globalizar la democracia y la libertad, por acabar con la miseria, los desastres y las guerras, y compartir una Etica Cívica Universal respetada por toda religión, ideología ó convicción, donde el "no matarás" y los derechos humanos sean un imperativo moral y legal que sustancie toda convivencia.

Ahora bien, resulta urgente y necesario acabar definitivamente con cualquier legitimación ó justificación intelectual ó política del terrorismo. En modo alguno la práctica terrorista puede dejar de considerarse inserta en el ámbito de los crímenes contra la humanidad y singularmente como acciones de carácter genocida, como ha sido el reciente ataque a los EE.UU., o son en España los crímenes de ETA pese a que haya quien quiera diferenciarlos. No hay nada que entender y mucho menos que justificar en estas acciones extremas de violencia cuyo resultado bárbaramente inhumano podemos comprobar. El silencio puede convertir en cómplice a quien lo practique y situar la responsabilidad del crimen en circunstancias fuera de quien ejecuta el terror supondría la asunción de la infamia.

En este sentido, plantear el dilema Paz ó Guerra como alternativas posicionales de respuesta al bárbaro atentado de las Torres Gemelas, no puede ser menos que calificado de inmoral. Es obvio que éticamente no es posible defender la guerra, pero hablar de una paz que descanse en la impunidad del crimen y en la injusticia para con las víctimas equivale en la práctica a legitimar el discurso de "paz" que practican los sanguinarios de ETA. Y mas grave resulta aún si se quiere sacar rentabilidad política de un uso demagógico del discurso "pacifista", una bandera mancillada con su utilización por numerosos grupos, ahora "pacifistas", que nunca manifestaron su actividad por la paz y la libertad en la lucha contra el terrorismo en España.

Es verdad que no se puede estar de acuerdo moralmente con los bombardeos y sus efectos colaterales que se cobran diariamente víctimas civiles, pero tampoco se puede guardar silencio con el Ántrax terrorista que asesina cuanto puede y victimiza a millones de ciudadanos, ni con las matanzas de cristianos en Pakistan, ni con las ejecuciones sumarias..ni con la violación de dignidad y derechos de la mitad de la población afghana, las mujeres, prisioneras del integrismo de por vida,..ni con tantas cosas que este mundo necesita arreglar. Pero su arreglo nunca vendrá de la mano del terrorismo, del crimen contra la humanidad, ni de la mano del fanatismo que lo sustenta, sea de matriz integrista como la red AL Qaeda, sea de matriz neonazi como apuntan las investigaciones del FBI acerca de la actividad simbiótica en EE.UU. de grupos antisemitas y racistas con el integrismo, ó sea de cualquier matriz totalitaria que niega la condición de ciudadanía y los valores democráticos a la pluralidad de personas que viven en este mundo. Se equivoca malintencionadamente quien de nuevo apuesta por la equidistancia entre las instituciones democráticas occidentales y los regímenes integristas como el Taliban que amparan y cobijan la actividad terrorista.

No es posible transigir en este punto; la libertad condición necesaria para que sea realizable la dignidad humana, no puede ser quebrada por la intolerancia y sus manifestaciones. Quien predica "tolerancia" con la agresión está haciendo un uso perverso del lenguaje al denigrar un valor, la Tolerancia, que implica un profundo respeto a la dignidad y a las diversas identidades de las personas. Precisamente lo que resulta profundamente necesario es ser intransigentes con los intolerantes, no transigir con quienes en sus conductas, actitudes ó manifestaciones violan la dignidad, la libertad y los derechos fundamentales de las personas, lo que nos debe de llevar, irrenunciablemente, a estar firmemente al lado de las víctimas del terrorismo exigiendo Justicia, y a reclamar las transformaciones necesarias a nivel mundial para que esta siempre sea posible, sin olvidar que deberán estar presididas por el principio universal de defensa de la vida humana y la lucha impenitente por erradicar la pobreza y dar vigencia plena a los universales Derechos Humanos.

El terrorismo, el racismo, el antisemitismo, la xenofobia, el integrismo, la violencia, el sexismo, la homofobia, el fanatismo...son las diversas caras del mismo, maligno y único poliedro, la Intolerancia. Mientras tanto y en la esperanza de que la reacción del género humano frente a la intolerancia criminal sea pronta, racional y ajustada a derecho, solo nos cabe compartir el dolor con las víctimas y sus familias desde un activo compromiso de solidaridad.

Esteban Ibarra
Presidente
Movimiento contra la Intolerancia
 
¡No al terror fundamentalista!

¡No al terror fundamentalista!

¡No al terror fundamentalista!

El jueves 7 de julio del 2005 será un día que ningún ciudadano decente de Londres olvidará. Menos de 24 horas después de que a nuestra ciudad le fuera concedido el honor de llevar a cabo los juegos olímpicos del 2012, en parte por su naturaleza multicultural y tolerante, el corazón de la ciudad ha sido desgarrado por cuatro bombas.
A estas alturas, lo más probable es que los responsables del atentado sean terroristas islámicos – fanáticos religiosos que no son más que clérigos fascistas que predican la política del odio y matan indiscriminadamente.
Este cobarde atentado ha sido un asalto a londinenses inocentes, cristianos, hindúes, musulmanes, judíos, negros y blancos, trabajadores que iban a cumplir con su quehacer cotidiano.

Quienes dicen ser los responsables de la matanza utilizan el mismo lenguaje del antisemitismo europeo cuando se refieren a la “cruzada sionista del gobierno británico”. Mienten cuando citan las guerras de Afganistán e Irak. El atentado ha sido dirigido contra la gente corriente de la ciudad en que se produjo la más grande manifestación contra la guerra. El auténtico motivo del atentado es su desprecio por la democracia y por la idea de la convivencia en armonía de gentes de diferentes culturas yreligiones.

En este aspecto nada les diferencia de los nazis del Partido Nacionalista Británico, una organización que también ha hecho uso del terrorismo. No debemos olvidar que el ultimo atentado letal con bomba en Londres antes de la matanza del 7 J fue protagonizado por David Copeland, miembro histórico del BNP, que al ser detenido declaró ante la policía que el objetivo de su acción era forzar una reacción violenta que condujera a un gobierno de su partido.

La Política de los fundamentalistas islámicos es la política del odio y de la intolerancia. Es la otra cara de la moneda del BNP y de otros grupos nazis.

Hace tan solo un año que un dirigente del BNP afirmó que un ataque terrorista contra Londres sería bueno para sus intereses. Afirmación que ningún político respetable formularía jamás.
Como resultado de esta detestable atrocidad, inocentes ciudadanos de origen asiático, y creyentes en el Islam serán objeto de ataques racistas, estimulados por la propaganda de la ultraderecha.

Londres no tolerará ni pogromos ni cazas de brujas. Por lo que hacemos un llamamiento a los sindicatos, algunos de cuyos miembros sabemos que han sido víctimas del atentado, a convocar una manifestación masiva, junto con el alcalde Ken Livingston, para que todos los Londinenses puedan demostrar su rechazo al terrorismo y sus solidaridad con sus conciudadanos, bajo el slogan: "Londres unido contra el odio y el terrorismo".


Fin de HORROR TERRORISTA .Comunicado de Searchlight (Organización Antirracista con sede en Londres).
 
Re: INTEGRISMO RELIGIOSO: ¿PELIGRO PARA LAS IGLESIAS CRISTIANAS?

sebas dijo:
DECLARACIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE INTOLERANCIA Y DISCRIMINACIÓN FUNDADAS EN LA RELIGIÓN O LAS CONVICCIONES

Hitler sabía bien de qué hablaba cuando hablaba de eliminar la religión por intolerante y enemiga del progreso.

Vosotros también. Sios de la misma escuela, bajo una pretendida tolerancia pretendéis eliminar a los que no piesan como vosotros y tenemos valores religiosos y morales firmemente enraizados y no hacemos comprimisos con nuestra fe.

Vaya, veo que un sodomita disfrazado de cristiano se nos ha colado en el rebaño.

Eres de la escuela del Cerolo (político sosomita socialista español), habláis de intolerancia, pero los intolerantes sois vosotros que nos queréis hacer comulgar con ruedas de molino a los demás (en este caso, que si o si aceptemos vuestro pecado de sodomía).

Lo siento, no trago.

Me quedo con la manifestación por la familia de más de un millón de personas que son la exhibición vergonzosa y ostentación de pecado que hacéis gala los sodomitas.

<><