Hola,
Hoy en "El Mundo".
Hermanos, si esta gente alcanza un día el poder absoluto, que tiemble la cristiandad. Nerón o Diocleciano se quedarían cortos. La entrevista es tan Heavy que el editorial del Mundo dice esto el mismo día, del alucine que le ha producido.
Este sodomita es el que ha logrado el abominable matrimonio de sodomitas en España que la gran mayoría de los españoles (incluso los votantes del PSOE en su mayoría) repudian.
Lo titulan:
Zerolo, un extremista intransigente que está radicalizando al PSOE
Ni polainos, ni zerolos. Pocas veces nuestro periódico acostumbra a criticar a sus entrevistados el mismo día que difunde sus opiniones, pero el propio Pedro Zerolo, dirigente del PSOE y activista gay, nos libera de esa restricción de cortesía cuando identifica a cuantos no compartimos su entusiasmo por la ley del matrimonio homosexual como «ultraconservadores
» y llega incluso a acusarnos de propugnar algo tan odioso como el «apartheid» por defender –como el Consejo de Estado, el Poder Judicial o la
Academia de Jurisprudencia… o Lionel Jospin o Romano Prodi– que las uniones entre personas del mismo sexo queden reguladas por una institución y una denominación distinta a la secularmente asignada a la unión entre hombre y mujer. Hoy mismo, Enrique Gomariz, un ex miembro de la Ejecutiva del PSOE de Madrid, denuncia en un artículo en estas páginas el miedo de muchos socialistas a expresar su opinión contra el matrimonio homosexual. La arrogancia de Zerolo llega al extremo de propugnar que alguien tan capital en la historia reciente del PSOE como Paco Vázquez no vuelva a
ser candidato puesto que no pasa por el aro de los criterios radicales con los que ha logrado influir en Zapatero. Tácitamente él mismo reconoce que
otros miembros del Gobierno eran partidarios de soluciones más moderadas
en aras del consenso. Pero para Zerolo nada parece suficiente: ahora reclama el «aborto libre» –¿también de un feto de seis meses?– y se arroga la representación de «la inmensa mayoría de la feligresía » para propugnar
«otra Iglesia». Anatematiza a Aquilino Polaino, pero en materia de extremismo se le parece mucho. La diferencia es que mientras el PP repudia a sus polainos, en el PSOE cada vez mandan más los zerolos.
Hoy en "El Mundo".
Hermanos, si esta gente alcanza un día el poder absoluto, que tiemble la cristiandad. Nerón o Diocleciano se quedarían cortos. La entrevista es tan Heavy que el editorial del Mundo dice esto el mismo día, del alucine que le ha producido.
Este sodomita es el que ha logrado el abominable matrimonio de sodomitas en España que la gran mayoría de los españoles (incluso los votantes del PSOE en su mayoría) repudian.
Lo titulan:
Zerolo, un extremista intransigente que está radicalizando al PSOE
Ni polainos, ni zerolos. Pocas veces nuestro periódico acostumbra a criticar a sus entrevistados el mismo día que difunde sus opiniones, pero el propio Pedro Zerolo, dirigente del PSOE y activista gay, nos libera de esa restricción de cortesía cuando identifica a cuantos no compartimos su entusiasmo por la ley del matrimonio homosexual como «ultraconservadores
» y llega incluso a acusarnos de propugnar algo tan odioso como el «apartheid» por defender –como el Consejo de Estado, el Poder Judicial o la
Academia de Jurisprudencia… o Lionel Jospin o Romano Prodi– que las uniones entre personas del mismo sexo queden reguladas por una institución y una denominación distinta a la secularmente asignada a la unión entre hombre y mujer. Hoy mismo, Enrique Gomariz, un ex miembro de la Ejecutiva del PSOE de Madrid, denuncia en un artículo en estas páginas el miedo de muchos socialistas a expresar su opinión contra el matrimonio homosexual. La arrogancia de Zerolo llega al extremo de propugnar que alguien tan capital en la historia reciente del PSOE como Paco Vázquez no vuelva a
ser candidato puesto que no pasa por el aro de los criterios radicales con los que ha logrado influir en Zapatero. Tácitamente él mismo reconoce que
otros miembros del Gobierno eran partidarios de soluciones más moderadas
en aras del consenso. Pero para Zerolo nada parece suficiente: ahora reclama el «aborto libre» –¿también de un feto de seis meses?– y se arroga la representación de «la inmensa mayoría de la feligresía » para propugnar
«otra Iglesia». Anatematiza a Aquilino Polaino, pero en materia de extremismo se le parece mucho. La diferencia es que mientras el PP repudia a sus polainos, en el PSOE cada vez mandan más los zerolos.