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UNIDAD ENTRE LOS CRISTIANOS.<o></o>
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Hermano evangélico o católico:<o></o>
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Actualmente, en España, los cristianos tenemos evidentes enemigos comunes. Ni evangélicos ni católicos podemos ver con buenos ojos ciertas iniciativas legislativas que tratan de quitar libertad a los ciudadanos, minusvalorar el don precioso de la vida humana, equiparar la familia a cualquier tipo de asociación afectiva, anular el derecho de los padres a elegir la educación religiosa académica que desean para sus hijos, alentar la promiscuidad sexual, debilitar las garantías jurídicas del contrato matrimonial, abandonar la defensa del derecho de los niños a tener un padre y una madre, difamar todo aquello que tenga su base en el cristianismo, etc.<o></o>
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Los ataques son muchos y graves. Vivimos en un ambiente de paganismo creciente, cada vez más hostil. Los principales medios de comunicación de masas, dirigidos por el Gobierno o sus afines (El País, Diario 16, Digital Plus, El Periódico, TVE-1, TVE-2, TV3, Canal Sur, Cadena Ser, RNE, Localia,...), presentan una imagen manipulada de todos aquellos que se atreven a plantar cara a la moda de lo políticamente correcto. Cualquier denuncia de tipo profético, por tanto, es reducida inmediatamente mediante calificativos como integrista, reaccionaria, conservadora, oscura, retrógrada. No existe, ni siquiera, respeto a la libertad de cátedra; baste ver, por ejemplo, los ataques personales que está recibiendo D. Aquilino Polaino, Catedrático de Psicopatología de la Universidad Complutense, por informar en el Senado sobre la "inestabilidad de las relaciones afectivas en la pareja homosexual", para la cual citó estudios realizados en EEUU y en España. Según estos estudios, "el 28 por ciento de los homosexuales estudiados de una muestra de 600 habían tenido 1.000 o más compañeros; el 15 por ciento entre 100 y 249; el 9 por ciento entre 50 y 99; y un solo compañero sólo se daba en tres casos, y de estos 600 homosexuales la mitad tenía menos de 35 años". <o></o>
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Esto es lo que hay en España y vamos a más, dado que el Gobierno escucha mucho antes a las minorías radicales que a la mayoría de los españoles.<o></o>
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Ante esta situación, me permito sugerir que luchemos juntos por defender aquellos valores que compartimos: Menos discusiones y más colaboración. Actuemos conforme al deseo manifestado por Jesús antes de su Pasión, para que el mundo pueda conocerlo a Él y al Padre. Sin unidad de los cristianos, la evangelización se torna enormemente dificultosa porque pierde credibilidad. No se trata de que formemos parte de una misma organización o grupo, sino de cultivar lo que tenemos en común, sabiendo en todo caso cuáles son nuestras diferencias y tratándolas, cuando proceda, con total naturalidad y amor a la Verdad, con el deseo auténtico de ayudarnos unos a otros y estando abiertos a aprender del interlocutor.<o></o>
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Pero, ahora mismo, lo urgente es actuar unidos contra los enemigos de Jesús, que al fin y al cabo son enemigos del hombre. La Historia nos enseña que todas las ideologías que niegan a Dios acaban generando enormes tragedias. Sabemos todos las consecuencias del fascismo; también es necesario conocer los 100 millones de muertos del comunismo, la peor plaga que ha padecido la humanidad.<o></o>
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Es necesario, por tanto, no que olvidemos las diferencias, sino que sepamos convivir con ellas, rezar juntos pese a ellas, actuar en comunión aún existiendo ellas. Cualquier ateo que visite este foro podrá reírse de nosotros viendo las peleas que se producen algunas veces. Ya sé que sus protagonistas son una minoría, pero inevitablemente van a ser los que más llamen la atención.<o></o>
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La Paz sea con todos vosotros.<o></o>
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UNIDAD ENTRE LOS CRISTIANOS.<o></o>
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Hermano evangélico o católico:<o></o>
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Actualmente, en España, los cristianos tenemos evidentes enemigos comunes. Ni evangélicos ni católicos podemos ver con buenos ojos ciertas iniciativas legislativas que tratan de quitar libertad a los ciudadanos, minusvalorar el don precioso de la vida humana, equiparar la familia a cualquier tipo de asociación afectiva, anular el derecho de los padres a elegir la educación religiosa académica que desean para sus hijos, alentar la promiscuidad sexual, debilitar las garantías jurídicas del contrato matrimonial, abandonar la defensa del derecho de los niños a tener un padre y una madre, difamar todo aquello que tenga su base en el cristianismo, etc.<o></o>
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Los ataques son muchos y graves. Vivimos en un ambiente de paganismo creciente, cada vez más hostil. Los principales medios de comunicación de masas, dirigidos por el Gobierno o sus afines (El País, Diario 16, Digital Plus, El Periódico, TVE-1, TVE-2, TV3, Canal Sur, Cadena Ser, RNE, Localia,...), presentan una imagen manipulada de todos aquellos que se atreven a plantar cara a la moda de lo políticamente correcto. Cualquier denuncia de tipo profético, por tanto, es reducida inmediatamente mediante calificativos como integrista, reaccionaria, conservadora, oscura, retrógrada. No existe, ni siquiera, respeto a la libertad de cátedra; baste ver, por ejemplo, los ataques personales que está recibiendo D. Aquilino Polaino, Catedrático de Psicopatología de la Universidad Complutense, por informar en el Senado sobre la "inestabilidad de las relaciones afectivas en la pareja homosexual", para la cual citó estudios realizados en EEUU y en España. Según estos estudios, "el 28 por ciento de los homosexuales estudiados de una muestra de 600 habían tenido 1.000 o más compañeros; el 15 por ciento entre 100 y 249; el 9 por ciento entre 50 y 99; y un solo compañero sólo se daba en tres casos, y de estos 600 homosexuales la mitad tenía menos de 35 años". <o></o>
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Esto es lo que hay en España y vamos a más, dado que el Gobierno escucha mucho antes a las minorías radicales que a la mayoría de los españoles.<o></o>
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Ante esta situación, me permito sugerir que luchemos juntos por defender aquellos valores que compartimos: Menos discusiones y más colaboración. Actuemos conforme al deseo manifestado por Jesús antes de su Pasión, para que el mundo pueda conocerlo a Él y al Padre. Sin unidad de los cristianos, la evangelización se torna enormemente dificultosa porque pierde credibilidad. No se trata de que formemos parte de una misma organización o grupo, sino de cultivar lo que tenemos en común, sabiendo en todo caso cuáles son nuestras diferencias y tratándolas, cuando proceda, con total naturalidad y amor a la Verdad, con el deseo auténtico de ayudarnos unos a otros y estando abiertos a aprender del interlocutor.<o></o>
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Pero, ahora mismo, lo urgente es actuar unidos contra los enemigos de Jesús, que al fin y al cabo son enemigos del hombre. La Historia nos enseña que todas las ideologías que niegan a Dios acaban generando enormes tragedias. Sabemos todos las consecuencias del fascismo; también es necesario conocer los 100 millones de muertos del comunismo, la peor plaga que ha padecido la humanidad.<o></o>
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Es necesario, por tanto, no que olvidemos las diferencias, sino que sepamos convivir con ellas, rezar juntos pese a ellas, actuar en comunión aún existiendo ellas. Cualquier ateo que visite este foro podrá reírse de nosotros viendo las peleas que se producen algunas veces. Ya sé que sus protagonistas son una minoría, pero inevitablemente van a ser los que más llamen la atención.<o></o>
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La Paz sea con todos vosotros.<o></o>