El VERDADERO SIGNIFICADO DE ATAR Y DESATAR:
ATAR en hebreo se dice "asar"; la "Mishná" (Shabbat 4,1) lo emplea comentando Números 30,3 como declarar PROHIBIDO (Strack-Billerbeck I, 738). DESATAR en hebreo se dice "hittir"; la Mishná lo emplea para declarar PERMITIDO O LICITO.
La sinagoga usaba ambos verbos para indicar quién estaba ADMITIDO o PROSCRITO de la sinagoga (Excomuniòn) y para la interpretación de ciertos pasajes dífíciles de la Escritura; es, pues, un empleo "técnico" para indicar AUTORIDAD NO SOLO EN MATERIA DE DISCIPLINA [imposición y levantamiento del anatema dictado por la sinagoga; además de la Mishná, Josefo habla de ello en el de Bello Iudaico I, 111], SINO TAMBIEN AUTORIDAD "halákica" PARA ENSEÑAR (en cuanto a la enseñanza, significan LA INTERPRETACION autoritativa de la ley por el rabino ordenado y competente en la materia: "goza de autoridad para prohibir y permitir"). Si Jesús los aplica a Pedro y al resto de los 12, es porque desea transferir a ellos los poderes de que gozaba la sinagoga, y que quedará confirmado por Cristo resucitado en Jn 20,21-23 en cuanto al PERDON DE LOS PECADOS y en Jn 21,15-19 en cuanto a apacentar a las ovejas al modo de Cristo, Buen Pastor (Jn 10,11 y siguientes).
Fuente: Flavio Josefo, Sobre la Guerra de los judíos, libro 1, cap 5, 111. Verbo "deo" (atar) en el Diccionario exegético del NT de Balz-Schneider (Salamanca 1996).
La frase "atar y desatar" proviene del lenguaje usual semìtico y sòlo en èl encuentra su recta significaciòn. El poder de atar y desatar puede significar tres cosas: 1) quien puede atar y desatar, puede declarar algo prohibido o permitido; 2) puede, con poder disciplinar, imponer o levantar una obligaciòn; 3) puede excluir a cualquiera de la comunidad por medio de una excomuniòn, o levantar de nuevo esa excomuniòn. Del contexto de Mt 18, 18 se deduce que los Apòstoles deben poseer dentro de la Iglesia poder jurisdiccional, que no sòlo incluye el derecho de dar preceptos, sino tambièn el poder de dar eficacia a estos preceptos y castigar su infracciòn.
Fuente: Teologia Fundamental, Albert Lang
ATAR en hebreo se dice "asar"; la "Mishná" (Shabbat 4,1) lo emplea comentando Números 30,3 como declarar PROHIBIDO (Strack-Billerbeck I, 738). DESATAR en hebreo se dice "hittir"; la Mishná lo emplea para declarar PERMITIDO O LICITO.
La sinagoga usaba ambos verbos para indicar quién estaba ADMITIDO o PROSCRITO de la sinagoga (Excomuniòn) y para la interpretación de ciertos pasajes dífíciles de la Escritura; es, pues, un empleo "técnico" para indicar AUTORIDAD NO SOLO EN MATERIA DE DISCIPLINA [imposición y levantamiento del anatema dictado por la sinagoga; además de la Mishná, Josefo habla de ello en el de Bello Iudaico I, 111], SINO TAMBIEN AUTORIDAD "halákica" PARA ENSEÑAR (en cuanto a la enseñanza, significan LA INTERPRETACION autoritativa de la ley por el rabino ordenado y competente en la materia: "goza de autoridad para prohibir y permitir"). Si Jesús los aplica a Pedro y al resto de los 12, es porque desea transferir a ellos los poderes de que gozaba la sinagoga, y que quedará confirmado por Cristo resucitado en Jn 20,21-23 en cuanto al PERDON DE LOS PECADOS y en Jn 21,15-19 en cuanto a apacentar a las ovejas al modo de Cristo, Buen Pastor (Jn 10,11 y siguientes).
Fuente: Flavio Josefo, Sobre la Guerra de los judíos, libro 1, cap 5, 111. Verbo "deo" (atar) en el Diccionario exegético del NT de Balz-Schneider (Salamanca 1996).
La frase "atar y desatar" proviene del lenguaje usual semìtico y sòlo en èl encuentra su recta significaciòn. El poder de atar y desatar puede significar tres cosas: 1) quien puede atar y desatar, puede declarar algo prohibido o permitido; 2) puede, con poder disciplinar, imponer o levantar una obligaciòn; 3) puede excluir a cualquiera de la comunidad por medio de una excomuniòn, o levantar de nuevo esa excomuniòn. Del contexto de Mt 18, 18 se deduce que los Apòstoles deben poseer dentro de la Iglesia poder jurisdiccional, que no sòlo incluye el derecho de dar preceptos, sino tambièn el poder de dar eficacia a estos preceptos y castigar su infracciòn.
Fuente: Teologia Fundamental, Albert Lang