La Mujer y la Serpiente

Tobi

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21 Noviembre 2000
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La mujer y la serpiente

Génesis 3:15


La Reina Valera dice así:

“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”

La Vulgata dice:

“Establezco enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje, él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el calcañar”

La Biblia Sinaí (versión judía) dice:

“Y pondré odio entre tú y la mujer y entre tu simiente y su simiente. Ella te pisoteará la cabeza y tú le herirás la planta del pie”

La Biblia de Editorial Jerusalén de México (versión judía) dice así:

“Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre su descendencia y tu descendencia; ella te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón”

La Peshita dice:

“Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu posteridad y la de ella. Su posteridad te pisará la cabeza. Tú le herirás el talón”.

Primero debemos decir que los comentaristas en el Judaísmo no ven este pasaje como un texto mesiánico, aunque si podemos ver gracias a la Literatura Rabínica que la serpiente se relaciona con Satanás, el Malvado.

Estas palabras se anticipan a la lucha que la humanidad tendrá con los descendientes de la serpiente, los hijos de la oscuridad, y su última derrota por Dios y los hijos de la luz. Es claro que no debemos entender que la serpiente representa sólo al animal verdadero, sino que también representa a todos los que siguen su camino. Por medio de la serpiente actúa la persona de Satanás, que no nos es revelada a nosotros por su nombre, sino mucho tiempo después en las Escrituras (Job 1 y 2; I Crónicas 21; y Zacarías 3).

Dios prometió que la serpiente (Satanás) será un día destruida. Un día un descendiente de la mujer aplastaría la cabeza de la serpiente. Un día, el que fue astuto con la mujer, será erradicado. No tendremos que vivir más con las provocaciones y esquemas del mal.

En este pasaje se menciona a la hora de destruir a Satanás: "tú le morderás el talón". Mientras que el descendiente de la mujer le dará un golpe fatal al maligno, aplastando la cabeza, en el intento, el talón del descendiente será mordido, mientras que el tentador recibe el golpe más fuerte y el Libertador que había de venir sufre el daño.

En la segunda parte de la maldición Dios dice que pondrá enemistad entre la serpiente y la mujer, en esta parte de la maldición Dios se dirige directamente a la serpiente y la maldice ‘entre ti’, pero cuando dice ‘la mujer’ (ha’ishá) no se refiere sólo a Eva, sino que esa enemistad estará entre todo el género de la mujer y la serpiente, de allí que después el verso continúa y diga: “entre tu descendencia y su descendencia.

Ella te aplastará la cabeza, a la hora de leer este trozo del texto en español muchas personas se equivocan y piensa que la palabra ella se refiere a Eva, en varias interpretaciones de este texto he leído que incluso se refieren a la simiente de Eva como a una hija que nacerá en el futuro, porque algunas traducciones dicen: Ella te pisoteará.... En esta sección del texto la palabra hebrea (él o el) ha sido traducida como ella debido a que varias versiones utilizan las palabras descendencia y simiente que son femeninas , y se traduce como ella, pero cuando nosotros leemos el pasaje en hebreo nos damos cuenta que ella se refiere a la palabra simiente (zera) que es una palabra masculina en hebreo, es por eso que la Vulgata Latina es muy fiel cuando dice: ... entre tu linaje y su linaje, él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el calcañar.

Además para poder entender la segunda parte del verso debemos ver el uso de la palabra ‘zera’, debido a que esta palabra tiene muchas acepciones sólo veremos unas cuantas:

    1. Semilla de un fruto o trozo de una planta del cual puede crecer una nueva planta (Gn. 1:11-12).
    2. Para referirse a la época de la cosecha (Génesis 8:22).
    3. Así también se le llama a la cosecha (I Samuel 8:15).
    4. Descendencia (Gn. 13:16; Nm. 17:5; Tratado Baba Batra 126).
    5. Es el semen (Levítico 15:32).
Es claro que la palabra ‘zera’ en Gn. 3:15, es una expresión genérica relacionada con la humanidad, debido a que la Biblia habla de los descendientes de Eva, pero nosotros también debemos tomar en cuenta que en hebreo posteriormente dice ‘él’ y no ellos, de allí también podemos aprender que dentro de todas las generaciones que vienen de Eva, Uno es el que saldrá para combatir a la serpiente.

Se debe entender que en un plano natural la serpiente sólo puede llegar a morder a la persona en su talón debido a que ya no tiene altura, pero incluso así también puede llegar a matar al hombre, en el caso de esta profecía, la serpiente solo podrá herir al que lo combate, pero después ella recibirá el golpe mortal.

Aunque muchos enfocan el énfasis del pasaje en la mujer, es decir, en Eva, el punto central del texto se encuentra en la parte final del verso: “él te aplastará la cabeza y tú le herirás la planta del pie”, por las siguientes razones:

    1. Se habla de la maldición de la serpiente y no de la mujer.
    2. El texto comienza con el castigo inmediato y termina con el castigo final que ha de venir.
    3. La simiente, o el linaje es el que mata a la serpiente que ya existía desde los tiempos antiguos, mientras que la mujer queda en el pasado con la promesa de que ha de venir uno que dará el toque final.
Algunos han querido interpretar que Dios aquí habla de una “nueva” Eva, pero lo interesante es que en los textos más antiguos del Judaísmo tal idea no existe, y el texto no puede aceptar ese paralelismo si lo vemos a la luz de otros textos, ya que su lenguaje no se presta para interpretación tan fantasiosa, mientras que sí podemos encontrar fuentes que nos hablan de un Adam Celestial.

Una interpretación católica dice así: “Las citas de Gn 3,15 o sus alusiones se reducen a breves fragmentos, pero tienen en común tres cosas (aquí sólo cito la principal): Considerar a Eva como figura de María, unida a Cristo en la lucha contra el pecado y victoriosa junto con él...” (Estudio Exegético, Apologética.org).

Sin tener que desviarnos del tema según el verso de Gén. 3:15, el único papel que tiene Eva es esperar a que alguno de sus descendientes en un tiempo no definido llevara a cabo lo dicho en la última parte del texto, pero cómo se puede interpretar que María ayuda contra el pecado y es victoriosa junto con Cristo, el pasaje bien claro dice “él te aplastará”, es decir, el linaje o la simiente, que pueden llegar a ser todos los descendientes de Eva a través de los tiempos y también puede ser una sola persona, de hecho según los versos del Nuevo Testamento se habla de Una sola persona que derrotará a la serpiente por medio de muchos, pero claro está no se habla de dos personas en contra de la serpiente como algunos quieren interpretar. Estoy seguro que para poder evadir esta idea expresada en el Nuevo Testamento y otras fuentes, como podemos ver en la interpretación anterior de forma astuta ciertos teólogos agregan la palabra “‘unida’ a Cristo”, es decir, son dos en uno, pero tampoco tal palabra puede justificar lo dicho en Génesis.

<SUP>Por otro lado, los que apoyan la tesis de María como la nueva Eva, una y otra vez dicen que sólo es insinuada en el verso, que no todos están de acuerdo con tal idea y que es un paralelismo que no se puede dar como un hecho, y aunque la Iglesia Romana ha intentado dar a</SUP> María un puesto como corredentora y victoriosa con Jesús, como dice Pío XII: “Pues debe sobre todo recordarse que, ya desde el siglo II, la Virgen María es presentada por los Santos Padres como la nueva Eva, aunque sujeta, estrechísimamente unida al nuevo Adán en la lucha contra el enemigo infernal; lucha que, como de antemano se significa en el Protoevangelio (Gn 3,15), había de terminar en la más absoluta victoria sobre la muerte y el pecado, que van siempre asociados entre sí en los escritos del Apóstol de las gentes (Rom 5 y 6; I Cor 15,21-26, 54-57)”.

La afirmación de Pío XII parece ser muy cierta y parece ser que tiene base bíblica, pero nos basta sólo con ver una de las citas para darnos cuenta que sus palabras que otorgan ese lugar a María no son de confianza.

Para poder devolver el texto a su sentido correcto debemos mencionar dos textos:

“... porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos” (Romanos 5:16-19).

En estos pasajes Pablo reitera la comparación entre el pecado y la gracia, y también menciona una analogía entre el primer Adam y el Segundo Adam, por el pecado de Adam es la condenación de muchos, pero la justificación de muchos es gracias a la obra y victoria de Uno solo, Yeshua da vida eterna a todos los que han sido condenados por la transgresión de uno solo. La idea de una nueva Eva a la luz de este verso es simplemente un mito que no tiene una sola base bíblica en que apoyarse, y cuando hablamos de base es a un verso, pero también a una enseñanza.

La enseñanza del Segundo Adam, Yeshua, se puede ver también de una forma clara en los siguientes versos: “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (I Corintios 15:21-22),

Es interesante que los romanistas a la hora de hablar sobre la nueva Eva mencionan como base el siguiente texto: “Por la mujer fue el comienzo del pecado, y por causa de ella morimos todos” (Eclesiástico 25:24), en este verso tenemos dos problemas:

    1. La cita contradice lo dicho por Pablo en Romanos y I Corintios.
    2. El libro de Eclesiástico, se encuentra entre los libros apócrifos, y según la cita ya podemos darnos una pequeña idea de por qué.
Por último debemos mencionar un capítulo que es clave y aunque ya sabemos quién es la simiente que derrotará a la serpiente, este texto nos da más detalles:

“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte... Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:10-11 y 17).

Con base a este texto muchos han querido decir que María es la vencedora junto con Jesús en su batalla final contra la muerte, pero si leemos con más atención el texto, nos daremos cuenta que la descripción de la mujer no es igual con la descripción que la misma María nos da: “la bajeza de Su sierva” (Lc. 1:48), además incluso si alguien todavía quiere seguir afirmando que esa mujer es María, los versos nos dicen que la mujer lo único que hace es huir y ser socorrida para que el dragón no la toque (versos 4-6 y 13-16), según este capítulo la mujer es asistida por la ayuda Divina, y en ningún momento menciona o insinúa que la mujer intentó o quiso luchar contra la serpiente antigua y que llegó a tener la victoria junto con su hijo como ‘una pareja’, es cierto que María tuvo parte en la victoria, pero junto con todos los ‘hermanos’ (verso 10).

Es también en este pasaje donde se nos dice quién es la simiente dicha por Dios a la serpiente: “... nuestros hermanos... Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos” (versos. 10-11), nuestros hermanos, es el Cuerpo del Mesías, que hacen efectiva la victoria contra el acusador por medio de la sangre del Cordero derramada por la cancelación de los pecados en la cruz, y tienen la palabra de testimonio como dice Juan: “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (I Juan 5:11-12).

Ahora, cuando vemos el último texto, primera vista podemos ver que hay una supuesta contradicción debido a que en el Apocalipsis dice: “ellos le han vencido”, mientras que en el texto que ahora mencionamos dice: “el Dios de paz aplastará en breve a Satanás”, no hay ningún error o diferencia entre las enseñanzas de Juan y cuando Pablo dice: “Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros” (Romanos 16:20).

Pablo se despide de la congregación de los creyentes en Roma, usando los términos de Génesis 3:15, que se refieren al Día de la Venganza que llegará con el fin del la época de la sumisión (13:11-14). Aquí nuevamente le recuerda a la Comunidad en Roma que la victoria final sobre las fuerzas de la oscuridad y en contra de los espíritus de Belial está próxima. Esta es una promesa que también ha sido mencionada en los rollos del Mar Muerto en los Himnos de Agradecimiento y en Libro de las Leyes de la Comunidad, y en la Literatura Rabínica también se menciona cuál será el final de la serpiente que hizo caer al Adam.
 
Re: La Mujer y la Serpiente

Tampoco aquí nos dan una respuesta.
Cuando algo es incontrastable ni siquiera sus paguinitas web les dan "argumentus". ¿Sabran que es eso?
 
Re: La Mujer y la Serpiente

Cuando está bien analizado mediante amplios estudios ya no tenemos contrincantes y los mitos romanistas se van al pairo.