Reafirmación de SOLA SCRIPTURA (2a Parte)

4 Enero 2005
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www.vozdelremanente.com
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¿QUIÉN ES LA ÚLTIMA AUTORIDAD EN MATERIA DE FE Y MORAL: ROMA O LA BIBLIA?<o:p></o:p>

Por: Daviel DePaz<o:p></o:p>

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Una breve defensa de Sola Scriptura<o:p></o:p>



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He observado que muchos de aquellos que se han ido al Catolicismo Romano de entre los Evangélicos, lo han hecho debido a que no pudieron defender SOLA SCRIPTURA.

-James R. White <o:p></o:p>




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Laiglesia católica romana dice poseer la última autoridad para interpretar las Escrituras. Roma afirma que solo ella puede interpretar correctamente las Escrituras y que aquellos que la ignoran o que rechazan sus enseñanzas, a la misma voluntad de Jesucristo se oponen.<o:p></o:p>

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El Concilio de Trento (1546) declaró lo siguiente: <o:p></o:p>



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“Furthermore, to check unbridled spirits, it decrees that no one relying on his own judgment shall, in matters of faith and morals pertaining to the edification of Christian doctrine, distorting the Holy Scriptures in accordance with his own conceptions, presume to interpret them contrary to that sense which holy mother Church, to whom it belongs to judge of their true sense and interpretation, has held and holds, or even contrary to the unanimous teaching of the Fathers, even though such interpretations should never at any time be published. Those who act contrary to this shall be made known by the ordinaries and punished in accordance with the penalties prescribed by the law” (4th Session, Decree Concerning the Canonical Scriptures).

"Además, para probar a los espíritus desenfrenados, se decreta que nadie confiando en su propio juicio, en materia de fe y moral que pertenecen a la edificación de la doctrina cristiana, debe torcer las Sagradas Escrituras de acuerdo con sus propias concepciones, presuma interpretarlos contrariamente al sentido que la santa madre Iglesia, a quien pertenece el juicio de su verdadero sentido e interpretación, ha sostenido y sostiene, o aún contrariamente a la enseñanza unánime de los Padres, aunque tales interpretaciones nunca sean publicadas. Aquellos que actúan contrariamente a esto se harán conocidos por los ordinarios y se castigarán de acuerdo con las multas prescritas por la ley"(4ª Sesión, Decreto Concerniente a las Escrituras Canónicas. Énfasis agregado)<o:p></o:p>



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También el Segundo Concilio Vaticano reiteró esta afirmación en el documento titulado Dei Verbum:<o:p></o:p>

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“But the task authentically interpreting the Word of God whether written or handed on, has been entrusted exclusively to the living teaching office of the Church whose authority is exercised in the name of Jesus Christ. This teaching office is not above the Word of God, but serves it, teaching only what has been handed on, listening to it devoutly, guarding it scrupulously and explaining it faithfully in accord with a divine commission and with the help of the Holy Spirit; it draws from this one deposit of faith everything that it presents for belief as divinely revealed.
It is clear, therefore, that Sacred Tradition, Sacred Scripture, and the teaching authority of the Church, in accord with God’s most wise design, are so linked and joined together that one cannot stand without the others, and that all together and each in its own way under the action of the one Holy Spirit contribute effectively to the salvation of souls”

"Pero la tarea de interpretar la Palabra de Dios auténticamente ya sea escrita o transferida hasta nosotros, se ha confiado exclusivamente al Magisterio viviente encargado de la enseñanza de la Iglesia cuya autoridad ejerce en el nombre de Jesucristo.
Este Magisterio encargado de la enseñanza no se encuentra por encima de la Palabra de Dios, sino que le sirve, enseñando solo lo que se le ha transferido, escuchándola devotamente, guardándola escrupulosamente y explicándola fielmente de acuerdo con la comisión divina y con la ayuda del Espíritu Santo; deduce de este depósito de fe todo lo que presenta para creerse como divinamente revelado. Por consiguiente, está claro que la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura, y la autoridad magisterial de la Iglesia, de acuerdo con el más sabio diseño de Dios, se encuentran tan entrelazados y unidos que el uno no puede permanecer sin los otros, y que todos juntos y cada uno a su propio modo bajo la acción del único Espíritu Santo contribuyen eficazmente a la salvación de las almas" (énfasis agregado) <o:p></o:p>



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Tales afirmaciones de autoridad son demasiadas veces ignoradas o simplemente pasadas por alto por no pocas personas y como resultado, ignoran el alcance y la magnitud de tales afirmaciones. El meollo del asunto es que según estas afirmaciones es Roma y no la Biblia la que tiene la última palabra y si la Biblia, los escritos patrísticos y la historia misma contradice las afirmaciones de Roma, aún así, Roma afirma ser la que tiene la última autoridad. Lo irónico del caso es que Roma se apoya en las Escrituras para probar su autoridad y cuando le decimos que tal evidencia escritural no es suficiente para probar que sus afirmaciones son convincentes, se nos dice que para nosotros no son convincentes porque no queremos someternos bajo su autoridad. Cuando les preguntamos del porqué deberíamos de someternos a su autoridad, Roma nos vuelve a dar la misma evidencia, convirtiéndose tales argumentos en un razonamiento circular y casi sin poder llegar a ningún lado. Pero una vez que la persona acepta las pretensiones de Roma respecto a su autoridad, todas las demás cosas caen donde Roma quiere que caigan y todo escrutinio y análisis de tales afirmaciones deben ser suspendidas.<o:p></o:p>

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Sin embargo, para el creyente que ama la verdad y defiende la verdad, no se conforma con tales afirmaciones de supuesta autoridad y se hace necesario examinar tales afirmaciones a la luz no solo de las Escrituras, sino también a la luz de los escritos patrísticos respecto al tema. Comenzaremos con lo primero y terminaremos con lo último.<o:p></o:p>

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LA AUTORIDAD DE LAS ESCRITURAS<o:p></o:p>

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La enseñanza sostenida por los cristianos evangélicos conocida como Sola Scriptura, es rechazada por el catolicismo romano como algo totalmente anti- escritural. Sin embargo como veremos, tal aserción es falsa.<o:p></o:p>

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La enseñanza conocida como Sola Scriptura no siempre es comprendida correctamente y muchas veces es hasta caricaturizada por los que se oponen a ella. Sola Scriptura es la enseñanza que afirma que solo existe una revelación especial de parte de Dios y que esa revelación se encuentra contenida en las Escrituras (la Biblia) y que esas Escrituras son materialmente suficientes y por su misma naturaleza de ser inspiradas por Dios, es la autoridad final y suficiente para la iglesia en todo lo relacionado a la fe y la moral.<o:p></o:p>

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Uno de los mejores apologistas evangélicos de la actualidad que ha articulado muy bien, en muy pocas líneas y con la mayor exactitud posible la doctrina de Sola Scriptura es James White y aquí está su propia definición de esta doctrina:<o:p></o:p>



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"Sola Scriptura nos enseña que las Escrituras son la regla única e infalible de fe para la iglesia. Tal doctrina no dice que no haya otras reglas de fe falibles, o aún hasta tradiciones a las que podemos referirnos. Sin embargo, tal doctrina enseña y afirma que la ÚNICA regla de fe INFALIBLE son las ESCRITURAS. Esto significa que todas las otras reglas, llámense éstas TRADICIONES, CONFESIONES DE FE, CREDOS o con cualquier otro nombre, son por NATURALEZA inferiores y sujetas a corrección por parte de las ESCRITURAS. La BIBLIA es nuestra última autoridad, no permitiendo IGUALDAD, NI SUPERIORIDAD en las tradiciones ni en la iglesia. Esto es así debido a que ella (La Palabra de Dios) es THEOPNEUSTOS, inspirada por Dios (Literalmente: Del aliento de Dios) y por lo tanto, encierra las mismas Palabras de Dios y debe ser, por lo tanto y por necesidad, la más alta autoridad"(James White). <o:p></o:p>



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Las mismas escrituras afirman ser divinamente inspiradas (2 Timoteo 3:15-17), una afirmación que nunca ha sido hecha para la Tradición. Por lo tanto, las Escrituras son suficientes como la revelación de Dios al hombre. La iglesia católica se opone a esto objetando que la palabra “suficiente” no se encuentra en la Palabra de Dios para describir a las Escrituras. Sin embargo, tal objeción es absolutamente sin ningún fundamento. La Palabra Trinidad tampoco se encuentra en las Escrituras, sin embargo el concepto y la doctrina se encuentran claramente expuestas a través de toda la Biblia. Lo mismo sucede con la enseñanza de Sola Scriptura y su intrínseca suficiencia.<o:p></o:p>

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Las Sagradas Escrituras hablan por sí mismas de su autoridad y suficiencia en las siguientes descripciones que hace la Palabra de Dios de sí misma:<o:p></o:p>

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1) La Palabra de Dios es Pura, es santa, es segura, es Verdad, es Eterna, es Viva y eficaz, es infalible, es inerrante, es irrevocable, es alimento espiritual, es nuestra guía, es como fuego, es como martillo, es como semilla, es lámpara a nuestros pies, es luz a nuestro sendero, es la espada del Espíritu.<o:p></o:p>

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2) La palabra de Dios santifica, produce crecimiento espiritual, es inspirada por Dios, tiene autoridad, hace sabios a los simples, nos hace sabios para la salvación, produce reverencia por Dios, trae convicción de pecado, convierte el alma, nos sana, nos libera, nos ilumina, produce fe, prueba la mente y el corazón, produce vida, derrota a Satanás, refuta el error, confirma la verdad y nos hace aptos para toda buena obra. (Referencias: Salmos 19:7-11; 107:20; 111:7,8, 119:9,11,38,105,130,133,160 Isaías 40:8; Jeremías 5:14; 23:29; Mateo 13:18-23; Juan 8:32; 10:35; 17:17; Hechos 20:32; Efesios 5:26; 6:17; 2Timoteo 3:15-17; Tito 2:5; 1Pedro 1:23; 2:2).<o:p></o:p>

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El mismo Señor Jesucristo confirmó la verdad de Sola Scriptura al usar solo las Escrituras con autoridad en su vida y ministerio. Jesucristo siempre apeló a la Palabra escrita de Dios para terminar cualquier discusión, pero nunca apeló a la Tradición. Jesucristo nunca hizo referencia a la Tradición, sino solo a la Palabra escrita: “Escrito está” (Mateo 4:4,7,10). Para Jesucristo, las Escrituras fueron las que ultimadamente juzgaban toda tradición. De hecho, en ningún lugar de las Escrituras vemos que Jesucristo dijo cosas positivas de la Tradición, sino todo lo contrario (Mateo 15:2-9; 22:29-32).<o:p></o:p>

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Si el mismo Hijo de Dios enseñó que toda Tradición debe ser juzgada por las Escrituras, entonces toda Tradición debe estar subordinada a las Escrituras y son ellas las que tienen la ultima autoridad. Pero los católicos romanos afirman que las Escrituras son la Palabra de Dios por la razón de que su iglesia así lo dice. Sin embargo, la verdad es que la Biblia es la Palabra de Dios aunque la iglesia de Roma lo afirme o lo niegue. La postura de Roma no afecta en lo absoluto lo que ellas son en sí mismas, pues las Escrituras no dependen de Roma para Su autoridad y suficiencia.<o:p></o:p>

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La base sobre la cual los cristianos evangélicos aceptamos la inspiración de las Escrituras no es porque Roma afirme que la Biblia es la Palabra de Dios, sino porque las mismas Escrituras lo afirman. El apóstol Pablo escribió lo siguiente:<o:p></o:p>

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia. A fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2Timoteo 3:16,17). En esta segunda epístola a Timoteo, el apóstol Pablo le dice a su joven colaborador las funciones de la Palabra de Dios a la luz de su inspiración divina. Toda la Escritura es “útil” (Gr. Ôphelimos, que literalmente significa útil o apto), para instruir en doctrina –las Escrituras nos enseñan lo que debemos creer y practicar concerniente a nuestra nueva vida-. Las Escrituras también nos han sido dadas para redargüir y corregir la falsa doctrina. La Palabra de Dios nos corrige donde estamos equivocados y nos muestra cómo corregirnos. Es este proceso de exhortación y enseñanza que nos instruye en justicia y nos prepara para toda buena obra.<o:p></o:p>

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La iglesia católica romana por otro lado, afirma que las Escrituras no son “suficientes” –y que deben ser complementadas por una Tradición que es igualmente inspirada. Sin embargo, el apóstol Pablo nunca afirma que la Tradición sea inspirada, autoritativa y útil de la misma manera que lo es la Palabra de Dios. Si las Escrituras no son suficientes y si Dios en realidad ha dado a la iglesia la Tradición como una fuente separada de revelación, ¿Por qué nunca se menciona eso en las mismas Escrituras? Se nos dice con términos inequívocos que las Escrituras son inspiradas, sin embargo, la Biblia no dice absolutamente nada acerca de la inspiración de la Tradición.<o:p></o:p>

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Decir que 2 Timoteo 3:15-17 enseña que las Escrituras son útiles pero no “suficientes” como regla de fe –tal y como lo afirma la iglesia católica romana-, es torcer su significado para poder defender un conjunto de tradiciones fabricadas por el hombre. Los Fariseos hacían precisamente lo mismo: malinterpretaban las Escrituras para poder adherirse a sus propias tradiciones y Jesucristo los reprendió por ello (Mateo 15:1-9).<o:p></o:p>


<o:p>Bendiciones</o:p>
D.D'Paz <o:p></o:p>
 
Re: Reafirmación de SOLA SCRIPTURA (2a Parte)

La sola escritura es la manera más correcta de ir. Resulta irónico, ilógico, ridículo sólo pensar que una organización religiosa, como ICR, o los Budistas o los Tj. digan que ellos tienen la última autoridad y la voz cantante en lo que se trata a los fundamentos doctrinales de "la iglesia".

En tal caso, tendríamos que prestarle atención a Jose Smith, a Elena White, y hasta a Mita, para buscar conocer la verdad.

La palabra de Dios es la única y final autoridad en los asuntos generales de la iglesia de Cristo.

¿Como me vas a decir que un grupo de papas, cardenales y sacerdotes corruptos, herejes y falsos maestros, tienen ni siquiera, algo que ver con las escrituras si, ni la leen?
 
Re: Reafirmación de SOLA SCRIPTURA (2a Parte)

vid dijo:
La sola escritura es la manera más correcta de ir. Resulta irónico, ilógico, ridículo sólo pensar que una organización religiosa, como ICR, o los Budistas o los Tj. digan que ellos tienen la última autoridad y la voz cantante en lo que se trata a los fundamentos doctrinales de "la iglesia".

En tal caso, tendríamos que prestarle atención a Jose Smith, a Elena White, y hasta a Mita, para buscar conocer la verdad.

La palabra de Dios es la única y final autoridad en los asuntos generales de la iglesia de Cristo.

¿Como me vas a decir que un grupo de papas, cardenales y sacerdotes corruptos, herejes y falsos maestros, tienen ni siquiera, algo que ver con las escrituras si, ni la leen?
La organización católica no cree que la Biblia sea la única y principal autoridad en materia de fe, porque no conoce a Dios, ha oído de Dios, ha oído de sus milagros.
Pero definitivamente no conoce a Dios.

.
 
Re: Reafirmación de SOLA SCRIPTURA (2a Parte)

DanielO dijo:
La organización católica no cree que la Biblia sea la única y principal autoridad en materia de fe, porque no conoce a Dios, ha oído de Dios, ha oído de sus milagros.
Pero definitivamente no conoce a Dios.

No solo eso, sino que una de las razones más importantes por las que la ICR romana se empeña en hechar por tierra (pero nunca lo podrá lograr), la doctrina bíblica de SOLA SCRIPTURA es que tal enseñanza no deja lugar para la "autoridad de Roma" o la "infalibilidad papal" y esto obviamente es un precio demasiado alto que no están dispuestos a pagar.

Si la ICR aceptara la suficiencia de la Biblia, tendría que despojarse de sus enseñanzas antibíblicas respecto a la Tradición, el Magisterio y el Papado. Esos tres pilares son los que en realidad sostienen a toda la estructura religiosa de la ICR. No es pues de sorprendernos que ellos ataquen la doctrina de SOLA SCRIPTURA con tanta zaña, tildándola incluso como "una doctrina del diablo" tal y como un romanista la ataca en otro foro.

La ignorancia de estos tipos es descomunal. Hablan lo que no saben y atacan solo por atacar...sin bases escriturales o históricas. Y cuando los confrontas con sus mentiras, simplemente se quedan callados y no te responden. Ellos ven en la doctrina de SOLA SCRIPTURA a un enemigo acérrimo debido a que tal enseñanza le quiebra todos los dientes a la supuesta "autoridad" de Roma. Hecha por tierra los reclamos de "infalibilidad" y resquebraja todos los argumentos humanos que construyen a favor de una "iglesia que tiene la última palabra" en materia de fe.

Para sembrar confusión entre los evangélicos, apelan a las divisiones que existen entre nosotros, pero no dicen nada respecto a sus propias divisiones las cuales son todavía más grandes y más cismáticas. Es irónico que "su iglesia infalible" no haya podido ni pueda crear la susodicha unidad que nos recriminan y sacan en cara. Uno esperaría ver en la ICR una unidad ejemplar en todos sus frentes: desde los teólogos conservadores hasta los liberales. Desde los apologistas que defienden el punto de vista respecto a la tradición "partim-partim" hasta el de "suficiencia material". Sin embargo, esto no es de ninguna manera como ellos nos lo quieren hacer creer. Y por encima, critican hasta el cansancio con argumentos "gastados" y "obsoletos" la doctrina bíblica de SOLA SCRIPTURA.

Bendiciones
D.D'Paz