En la editorial de la última edición de la revista Mensajero llaman a Benedicto XVI a permitir la diversidad y el pluralismo <?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com
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Jesuitas españoles piden al Papa más apertura en la Iglesia <o
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En el artículo se propone, entre otras cosas, darles más atribuciones a las distintas conferencias episcopales y cambiar el sistema de elección de los obispos. "Que la Iglesia sea jerárquica no obsta para que sea un poco más democrática", asegura el texto de los jesuitas. <o
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Los jesuitas españoles apuestan por cambios en la Iglesia. Por eso, en la última edición de la revista Mensajero del Corazón de Jesús -el medio oficial de la orden en ese país- propusieron una serie de reformas para que sean consideradas por el nuevo Papa, Benedicto XVI. Las recomendaciones están incluidas en un editorial cuyo título ya sugiere su contenido: "Una Iglesia de participación y comunión". Según los jesuitas el nuevo Pontífice debería promover una mayor libertad de opinión e igualdad entre los miembros de la Iglesia Católica e impulsar un sistema más democrático.<o
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"Algunos procedimientos disciplinarios rozan la vulneración de los derechos humanos. Que la Iglesia sea jerárquica no obsta para que sea un poco más democrática", señala el artículo, agregando que "la autoridad en la Iglesia no debería confundirse, por su raíz evangélica, con el absolutismo monárquico en el que todavía parecen ancladas ciertas estructuras de gobierno". Según el editorial de la publicación oficial de los jesuitas hispanos, las propuestas no son fruto de un "capricho" sino de la "aceptación interiorizada de la doctrina del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia".<o
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Los jesuitas piden una Iglesia donde exista una mayor igualdad entre todos sus miembros, haciendo especial referencia a los hombres y mujeres, y a los clérigos y laicos. "Esto no significa que no haya en ella diversidad de servicios, ministerios, funciones, carismas y vocaciones", aseguran. En el artículo se propone, además, "aumentar las atribuciones de las conferencias episcopales y que los obispos sean elegidos y nombrados de forma diferente, teniendo en cuenta a la diócesis y al pueblo cristiano al que van a servir".<o
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Además, propone impulsar "una mayor frescura, espontaneidad y novedad en las celebraciones litúrgicas". Un tema donde no será fácil, sin embargo, convencer al nuevo Pontífice. Esto, porque Benedicto XVI es un firme defensor de las formas tradicionales de la eucaristía. Incluso, en su primer mensaje como Pontífice, en la Capilla Sixtina, llamó a los sacerdotes a respetar "la solemnidad y la corrección en las celebraciones litúrgicas". Además, en el último documento vaticano sobre la eucaristía -en el que tuvo participación el actual Papa- se critican los considerados "excesos litúrgicos".<o
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El editorial de Mensajero también toca otro asunto especialmente sensible para el nuevo Papa: el de la defensa de la ortodoxia. Según los jesuitas se debe buscar que "la Iglesia se parezca cada vez menos a una entidad administrativa y que no se ocupe tanto de detectar desviaciones y errores como de fomentar y tutelar la vida plural que la misma fe suscita". Además, llama a no excluir a nadie en función del género o de los sacramentos. "No hay que tener tanto miedo al pluralismo (...). La uniformidad impuesta hasta en lo nimio resulta atosigante", señalan.<o
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Tensiones con el Vaticano<o
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"Son más extensos nuestros sueños, pero sólo le hablamos hoy de unos cuantos, que nos parecen -a estas alturas- indispensables", concluye el editorial, que es el primer texto donde los jesuitas plantean abiertamente su visión de la Iglesia tras la muerte de Juan Pablo II. Esa orden mantuvo una compleja relación con el Papa polaco, que a comienzos de su pontificado intervino abiertamente en la Compañía de Jesús. Esto porque cuando a principios de los '80, el entonces Consejero General de la orden, el sacerdote español Pedro Arrupe renunció al cargo por problemas de salud, Juan Pablo II no le permitió que designara a su sucesor y el nuevo superior de la orden fue nombrado desde el Vaticano.<o
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Según el biógrafo de Wojtyla, Tad Szulc, el Papa polaco intervino a la Compañía de Jesús porque consideraba que algunos planteamientos de los jesuitas creaban confusión entre los católicos. Con esa medida, Juan Pablo II redujo la influencia de esa orden en el Vaticano, favoreciendo en cambio el papel de movimientos más conservadores como el Opus Dei, al que convirtió en prelatura personal. Ahora, los jesuitas apuestan por el cambio con el nuevo Papa.<o
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Copié este mensaje, porque considero que es quizás el primer desafío que enfrentará B16, la otrora poderosa Compañía de Jesús.<o
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Fuente de información:<o
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http://www.latercera.cl/medio/articulo/0,0,3255_5702_131901691,00.html
Jesuitas españoles piden al Papa más apertura en la Iglesia <o
En el artículo se propone, entre otras cosas, darles más atribuciones a las distintas conferencias episcopales y cambiar el sistema de elección de los obispos. "Que la Iglesia sea jerárquica no obsta para que sea un poco más democrática", asegura el texto de los jesuitas. <o
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Los jesuitas españoles apuestan por cambios en la Iglesia. Por eso, en la última edición de la revista Mensajero del Corazón de Jesús -el medio oficial de la orden en ese país- propusieron una serie de reformas para que sean consideradas por el nuevo Papa, Benedicto XVI. Las recomendaciones están incluidas en un editorial cuyo título ya sugiere su contenido: "Una Iglesia de participación y comunión". Según los jesuitas el nuevo Pontífice debería promover una mayor libertad de opinión e igualdad entre los miembros de la Iglesia Católica e impulsar un sistema más democrático.<o
"Algunos procedimientos disciplinarios rozan la vulneración de los derechos humanos. Que la Iglesia sea jerárquica no obsta para que sea un poco más democrática", señala el artículo, agregando que "la autoridad en la Iglesia no debería confundirse, por su raíz evangélica, con el absolutismo monárquico en el que todavía parecen ancladas ciertas estructuras de gobierno". Según el editorial de la publicación oficial de los jesuitas hispanos, las propuestas no son fruto de un "capricho" sino de la "aceptación interiorizada de la doctrina del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia".<o
Los jesuitas piden una Iglesia donde exista una mayor igualdad entre todos sus miembros, haciendo especial referencia a los hombres y mujeres, y a los clérigos y laicos. "Esto no significa que no haya en ella diversidad de servicios, ministerios, funciones, carismas y vocaciones", aseguran. En el artículo se propone, además, "aumentar las atribuciones de las conferencias episcopales y que los obispos sean elegidos y nombrados de forma diferente, teniendo en cuenta a la diócesis y al pueblo cristiano al que van a servir".<o
Además, propone impulsar "una mayor frescura, espontaneidad y novedad en las celebraciones litúrgicas". Un tema donde no será fácil, sin embargo, convencer al nuevo Pontífice. Esto, porque Benedicto XVI es un firme defensor de las formas tradicionales de la eucaristía. Incluso, en su primer mensaje como Pontífice, en la Capilla Sixtina, llamó a los sacerdotes a respetar "la solemnidad y la corrección en las celebraciones litúrgicas". Además, en el último documento vaticano sobre la eucaristía -en el que tuvo participación el actual Papa- se critican los considerados "excesos litúrgicos".<o
El editorial de Mensajero también toca otro asunto especialmente sensible para el nuevo Papa: el de la defensa de la ortodoxia. Según los jesuitas se debe buscar que "la Iglesia se parezca cada vez menos a una entidad administrativa y que no se ocupe tanto de detectar desviaciones y errores como de fomentar y tutelar la vida plural que la misma fe suscita". Además, llama a no excluir a nadie en función del género o de los sacramentos. "No hay que tener tanto miedo al pluralismo (...). La uniformidad impuesta hasta en lo nimio resulta atosigante", señalan.<o
Tensiones con el Vaticano<o
"Son más extensos nuestros sueños, pero sólo le hablamos hoy de unos cuantos, que nos parecen -a estas alturas- indispensables", concluye el editorial, que es el primer texto donde los jesuitas plantean abiertamente su visión de la Iglesia tras la muerte de Juan Pablo II. Esa orden mantuvo una compleja relación con el Papa polaco, que a comienzos de su pontificado intervino abiertamente en la Compañía de Jesús. Esto porque cuando a principios de los '80, el entonces Consejero General de la orden, el sacerdote español Pedro Arrupe renunció al cargo por problemas de salud, Juan Pablo II no le permitió que designara a su sucesor y el nuevo superior de la orden fue nombrado desde el Vaticano.<o
Según el biógrafo de Wojtyla, Tad Szulc, el Papa polaco intervino a la Compañía de Jesús porque consideraba que algunos planteamientos de los jesuitas creaban confusión entre los católicos. Con esa medida, Juan Pablo II redujo la influencia de esa orden en el Vaticano, favoreciendo en cambio el papel de movimientos más conservadores como el Opus Dei, al que convirtió en prelatura personal. Ahora, los jesuitas apuestan por el cambio con el nuevo Papa.<o
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Copié este mensaje, porque considero que es quizás el primer desafío que enfrentará B16, la otrora poderosa Compañía de Jesús.<o
Fuente de información:<o
http://www.latercera.cl/medio/articulo/0,0,3255_5702_131901691,00.html